Deuteronomio 10:1.

El más grande de todos los anhelos de Dios es tener un pueblo, “Un pueblo Santo, apartado para Él, pueblo único, de Su exclusiva posesión”, Éxodo 19:5-6.

Dios escoge personas espirituales ya que los hombres naturales no pueden entender las cosas espirituales, porque para las personas naturales son locura, pero para las personas espirituales son vida y bendición.

Moisés debería alisar, dos tablas de piedra, para subir a la presencia de Dios en el monte Sinaí; y allí recibir la ley de Dios, de mano de Dios, escrita en estas tablas.

Ahora bien, como hijos de Dios, al igual que Moisés, nosotros debemos alistar nuestras «tablas», para ir delante de Dios, en su Palabra, y ser por él enseñados. Hoy estas tablas no son de piedra, sino de carne; esas tablas es nuestro corazón.

Pablo escribe de esto a los Corintios en 2 Corintios 3:2-3: “Nuestras cartas sois vosotros, escritas en nuestros corazones, conocidas y leídas por todos los hombres; siendo manifiesto que sois carta de Cristo expedida por nosotros, escrita no con tinta, sino con el Espíritu del Dios vivo; no en tablas de piedra, sino en tablas de carne del corazón”.

El Espíritu de Dios quiere escribir en nuestro corazón Su Palabra, quiere escribir en nuestro corazón Sus promesas, todo lo que Él ha preparado para cada uno de nosotros, pero debemos tener un corazón sano delante de Dios para poder recibirla, asi como está escrito en Proverbios 3:3 y en Proverbios 7:1-3.

Nuestro corazón es el lugar donde Dios quiere obrar el mayor de sus milagros, es momento de que lo abras, y que Él pueda hacer esa transformación en tu vida y procedas al verdadero arrepentimiento.

En El corazón existen las áreas de nuestra vida; área física, emocional, espiritual, económica, de relaciones, y en el se almacenan todos los eventos desde el momento que somos engendrados; si éstas áreas estuvieron afectadas por eventos donde la maldad, la iniquidad, el pecado, la violencia estuvieron presentes, estarán en regiones de cautividad, lo que la Biblia llama cárceles, de esta manera el ser humano comienza a manifestar los diseños que operan en estos lugares. Todo esto producirá enfermedades, desgracias, temores, angustias, quebrantos y se manifestará mediante la ira, contienda, ruina, escasez, destrucción, separación, violencia, etc.

Por tal razón el corazón es el centro del hombre, por lo tanto Dios no nos promete que mejorará nuestra naturaleza, o que pondrá un remiendo en nuestro corazón, no, la promesa es que nos dará nuevo Corazon y espíritu recto. La naturaleza humana es demasiado depravada para ser remendada, Dios no intenta repararla, no la adorna ni la embellece, ni le pone máscara como hacemos nosotros, sino que decide que la vieja naturaleza debe ser arrasada, y construirá todo de nuevo colocando como cimiento Su Palabra, así que prepárate porque este nuevo tiempo será basado conforme a Su Palabra por esta razón Su Palabra dice: "Les daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra y pondré un corazón de carne… para que andemos en sus estatutos y guardemos sus preceptos”. Ezequiel 36:26-27.

El Señor nos ha dicho en Jeremías 31:31, 33-34 y este es el tiempo del cumplimiento de Su Palabra en nuestras vidas.

Ahora bien, muchos de los sueños, anhelos y propósitos de Dios, tienen que ver contigo, lo que tenemos que hacer es colocar tus sueños, tus anhelos, tus deseos delante de Dios para que Él los convierta en propósito y destino para tu vida, tu hogar y tu descendencia, recuerda algo: tu no eres un accidente, tu has sido creado para un propósito eterno; Dios te va a transformar y te va a llevar de poder en poder.

Muchas veces no vemos todo lo que Dios puede hacer en nuestras vidas; Dios en este tiempo te va a revelar que es lo que quiere hacer contigo y se va a revelar a tu vida y te va a llamar para que cumplas un propósito en Él, el Señor te dice: “Desde el vientre de tu mamá te escogí para hacer contigo cosas grandes”, no puedes retroceder porque este es el tiempo de prepararte, de preparar el corazón de alistarlo para que Él obre en tu vida, muchos dudaron al llamado de Dios, Moisés, Gedeón, Jeremías y nosotros no podemos ir en contra de lo que Dios dice, las promesas se cumplirán en tu vida “lo que ves en tu futuro lo tienes que comenzar a hacer en el presente, asi que prepara tu corazón para que se empiece a cumplir lo que Dios ha preparado para ti.