Lucas 6:47 “Todo aquel que viene a mí, y oye mis palabras y las hace, os indicaré a quién es semejante”

Todos anhelamos que lo que está ocurriendo en nuestras vidas sea arrancado de raíz; las dificultades, las enfermedades, la ruina, la escasez; toda serie de problemas físicos, emocionales, económicos, sexuales, familiares; de una forma u otra, nuestro mayor anhelo es vivir una vida en bendición. Todos los problemas son causados por el corazón del hombre por lo tanto el milagro más grande que puede ocurrir en la vida de una persona es la transformación de su corazón.  El corazón es el lugar donde están las intenciones, los deseos, los valores, la voluntad; y la transformación es cuando Dios toma una persona y la transforma por completo y para siempre.

Toda la miseria, la injusticia y la maldad de la vida se encierra en un órgano espiritual llamado Corazón, allí se encierra un virus fatal que destruye la vida del hombre llamado corrupción; por tal razón debemos exterminarlo y ningún sistema filosófico o psicológico o educativo o religioso servirá para eliminar la injusticia y la maldad de un corazón deteriorado, solo uno lo pudo hacer, el Señor Jesucristo, el cual tomó la naturaleza humana, y le dio muerte a la maldad, al pecado y a la iniquidad del hombre.

Esta es la razón por la cual el Señor lo dejó escrito en Jeremías 17:9 “Engañoso y perverso es el corazón sobre todas las cosas”. Nunca parece malo, como realmente es, tiene un poder asombroso para disfrazarse y parecer bueno y justo e incluso admirable. Eso es lo que lo hace engañoso. El corazón es listo, astuto; puede parecer de una forma cuando es de otra. 

El hombre tiene la habilidad de esconder un corazón lleno de odio, amargura, resentimiento, enojo, terror, celos, envidias bajo palabras hermosas, puede parecer justo, puede hacer los más impresionantes pactos y compromisos diciendo “que va a cambiar”, y el único libro en el mundo que lo desenmascara y te dice la verdad acerca del corazón es la Biblia, es Dios mismo destapando una verdad acerca de la condición de nuestro corazón, un corazón minado de maldad y comienza a salir de Él “el pecado y la iniquidad”, Marcos 7:5-23 “Nada hay fuera del hombre que entre en él, que le pueda contaminar; pero lo que sale de él, eso es lo que contamina al hombre. Si alguno tiene oídos para oír, oiga. Cuando se alejó de la multitud y entró en casa, le preguntaron sus discípulos sobre la parábola. Él les dijo: ¿También vosotros estáis así sin entendimiento? ¿No entendéis que todo lo de fuera que entra en el hombre, no le puede contaminar, porque no entra en su corazón, sino en el vientre, y sale a la letrina? Esto decía, haciendo limpios todos los alimentos. Pero decía, que lo que del hombre sale, eso contamina al hombre. Porque de dentro, del corazón de los hombres, salen los malos pensamientos, los adulterios, las fornicaciones, los homicidios, los hurtos, las avaricias, las maldades, el engaño, la lascivia, la envidia, la maledicencia, la soberbia, la insensatez. Todas estas maldades de dentro salen, y contaminan al hombre”.

El mayor enemigo del hombre es “Un corazón no transformado” por tal razón tenemos que “cavar y ahondar profundamente” y colocar la roca en donde vamos a afirmar nuestra vida, con el fin de, que el Señor desarraigue toda raíz de maldad, maldición e iniquidad que no solo afecta nuestras vidas sino también de nuestras descendencias. Lucas 6:46-49 “¿Por qué me llamáis, Señor, Señor, y no hacéis lo que yo digo? Todo aquel que viene a mí, y oye mis palabras y las hace, os indicaré a quién es semejante. Semejante es al hombre que al edificar una casa, cavó y ahondó y puso el fundamento sobre la roca; y cuando vino una inundación, el río dio con ímpetu contra aquella casa, pero no la pudo mover, porque estaba fundada sobre la roca. Mas el que oyó y no hizo, semejante es al hombre que edificó su casa sobre tierra, sin fundamento; contra la cual el río dio con ímpetu, y luego cayó, y fue grande la ruina de aquella casa”.

Dios hizo nuestro corazón porque Él quiere un lugar donde podamos tener comunión con Él. La voluntad de Dios es impartir vida en nuestros corazones por medio de su perfecta presencia a través de nuestra cotidianidad con Él, cuando abrimos nuestro corazón y dejamos entrar la vida de Dios en nuestro corazón Dios trae su amor y su perdón y se van a abrir puertas de bendición no solo para ti sino también para tus generaciones futuras.

Dice la Palabra en Daniel 2:22 “Él revela lo profundo y lo escondido; conoce lo que está en tinieblas, y con él mora la luz”, Dios conoce la intención de tu corazón, Dios conoce lo oculto y lo escondido, no hay nada oculto que DIOS no traiga a la LUZ, esto quiere decir que una cosa son los pensamientos y otra la intención del CORAZON, uno es lo que se mueve en mi mente y otro lo que haré con esos pensamientos, y en Hebreos 4:13 “Y no hay cosa creada que no sea manifiesta en su presencia; antes bien todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta”; así que no tenemos para dónde agarrar, si hay cosas ocultas en nosotros tenemos que confesarlas. 

En la Confesión hay liberación, ya que admitimos, aceptamos, reconocemos, declaramos, y manifestamos. La Confesión y el Arrepentimiento van Juntas, arrepentimiento proviene de la palabra Griega Metanoia que significa “Cambio de Actitud o de Propósito en la Vida”, por lo tanto llevemos una vida HUMILLADA, QUEBRANTADA y EN OBEDIENCIA.

Hay cosas ocultas en nuestro corazón que lo han endurecido que han colocado costras muy grandes en nuestro corazón y que hoy el Señor va a romper y va a dejar ver tu corazón de carne completamente “Sano y limpio”, Él va a quitar tu vergüenza y tu dolor; solo entrégale tu corazón a Dios… recuerda que hay cosas que no podemos cambiar, pero hay cosas que junto a Él cuando somos valientes y esforzados podemos cambiarlas…

Hoy es el día de quitar toda distorsión que tienes de ti mismo, Dios es el padre que necesitamos, el padre que nos ama, que sin importar tus experiencias malsanas y vivencias pasadas que contaminaron tu vida y tu corazón, Él está dispuesto a abrazarte y a bendecirte; vuelve a Él, al primer amor con Él, somos valiosos en sus manos, vuelve a Él como el hijo pródigo y Él sanará tus heridas, te dará la autoridad y el vestido y los zapatos que necesitas para caminar con Él en medio de este mundo hostil… Hoy el Señor declara tres palabras proféticas: Jeremías 15:19: “Por tanto, así dijo Jehová: Si te convirtieres, yo te restauraré, y delante de mí estarás; y si entresacares lo precioso de lo vil, serás como mi boca. Conviértanse ellos a ti, y tú no te conviertas a ellos”. Proverbios 4:23 “Sobre toda cosa guardada debemos guardar nuestro corazón”. Ezequiel 36:26 “Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne”. Ministración de liberación, quebrantamiento, rompimientos, rupturas… ligaduras y ataduras en el corazón…

Ministracion: Toda la iglesia debe ir frente al altar y que haga confesión, clamar por el perdón, la sanidad y la liberación de nuestro corazón y luego hacer una confesión de fe y establecer la roca (Jesús) en nuestro corazón y finalizar con la confesión en primera persona de  Isaías 61:1-10.

Declarar proféticamente lo que el Señor declaró de la Iglesia ETP para el 2025 Salmos 132:13-18 “Porque Jehová ha elegido a Sion; La quiso por habitación para sí. Este es para siempre el lugar de mi reposo; Aquí habitaré, porque la he querido. Bendeciré abundantemente su provisión; A sus pobres saciaré de pan. Asimismo vestiré de salvación a sus sacerdotes, Y sus santos darán voces de júbilo. Allí haré retoñar el poder de David; He dispuesto lámpara a mi ungido. A sus enemigos vestiré de confusión, mas sobre él florecerá su corona”.

Explicación: “El Señor ha elegido esta iglesia y su presencia habitará en este lugar, y nos hablará y nos dará promesas y dará provisión abundante y sobreabundante, a todos sus asistentes saciará de alimento, alegría, gozo y unción de Su Espiritu Santo, y traerá salvación sobre sus sacerdotes y todos los escogidos darán voces de júbilo y de alegría, a nuestros enemigos destruirá y vestirá de confusión, y nos levantará y nos bendecirá”.