Éxodo 14:19.

Es el tiempo de reprender cualquier cosa que este tratando de destruir todo lo que Dios nos ha entregado, solo se puede entender la grandeza del Señor aquel que ha atravesado por situaciones y ha visto que el único grande y poderoso del universo es YHWH, que sin importar lo que el enemigo traiga en nuestra contra nosotros vivimos victoriosos porque nuestro Dios es poderoso y grande.

Vemos la grandeza de Dios cuando El se levanta para reprender los vientos que azotan tu vida, cuando El se levanta para aplastar a nuestros enemigos, cuando El se levanta para librarnos de la muerte y de la destrucción y quiero decirle a todos los creyentes y no creyentes… Dios es una realidad, es una verdad y yo te invito hoy a que conozcas su gloria.

La Palabra de Dios habla que en los tiempos del Éxodo Dios prometió que estaría con Su pueblo en todo momento, de día una nube de humo y de noche una nube de fuego, Éxodo 13:21-22, era una nube muy especial, la nube de Dios, la nube que guiaba al pueblo de Dios en su caminar por el desierto, les indicaba el lugar y el tiempo en que debían avanzar o detenerse, nunca les faltó alimento, ni envejecieron sus vestidos durante todo ese tiempo, se puede decir con toda certeza, que el pueblo de Dios “vivía bajo la nube, bajo la Gloria de Dios”, Éxodo 40:34-38, todo esto porque el propósito de Dios no solamente era sacar al pueblo de Egipto, sino también llevarlo a la tierra prometida; esto mismo ocurre en ti y en mi, Dios no solamente quiere sacarte del Egipto en que estás viviendo, sino también anhela llevarte al cumplimiento de Sus promesas en tu vida, tu hogar y tu descendencia.

En este tiempo el pueblo de Dios debería vivir bajo la nube, dejándose guiar por el Señor en el día a día, a la iglesia de hoy le hace falta la dirección de Dios, el alimento espiritual, la seguridad y la confianza, de esa manera desterrarían el temor y la confusión que reina en la actualidad y la Gloria de Dios sería una experiencia sobrenatural para tu vida, tu hogar y tu descendencia, está escrito en 1ª Corintios 10:1-4. 

El pueblo de Dios está compuesto por tres tipos de personas:

Escuche esto: “La vida consiste en una serie de decisiones. Aunque algunas son de poca importancia, otras tienen gran significado y traen consecuencias de largo alcance. Por naturaleza, estamos en rebelión contra él. Sin embargo, Dios anhela que cambiemos nuestra actitud, que aceptemos el regalo de salvación y vida eterna, que le conozcamos, amemos y obedezcamos, para que nos vaya bien en la vida. Por eso el Espíritu Santo habla constantemente a nuestra conciencia, quiere guiar nuestras decisiones para nuestro bien. Si hacemos su voluntad, nos asegura que pasaremos la eternidad en su compañía. Cada día de nuestra vida se libra en nuestra conciencia una lucha entre hacer la voluntad de Dios o la nuestra, cualquiera que resulte ganadora, tendrá consecuencias eternas.

Por tanto, la Iglesia de Cristo debe volver a Dios, “al primer amor” tal y como está escrito en Apocalipsis 2:2-5, debe volver a la Shekinah, la palabra es Hebrea y viene de la raíz “shachan” que significa morada/habitación, es un símil de “la gloria de Dios”, es la manifestación física de la presencia de Dios en medio de su pueblo.

En el Nuevo Testamento hay una palabra especial y está en el libro de Lucas 9:28-36, dice la Palabra que Jesús se transfiguró y una nube los cubrió. La Shekinah gloria de Dios descendió sobre Jesús, no como con Moisés y Elías que descendía sobre el monte, sino que estaba en El. La apariencia de Jesús fue transformada y sus vestiduras resplandecían, esto mismo ocurrió con Moisés en el libro Éxodo 24:15-18, Moisés entró en la nube de Dios y estuvo allí 40 días y 40 noches, dice la Palabra que su rostro resplandeció, Éxodo 34:27-30.

Necesitamos que la nube de Dios descienda en este tiempo 

Hoy es el día en el cual la presencia de Dios se va a manifestar en medio de vidas, familias y descendientes, hoy vamos a lavar nuestras vidas con la sangre preciosa que derramó Cristo en la cruz del calvario y recibe a Dios, asi como está escrito en Éxodo 19:16-19.