Colosenses 3:5.

Hoy voy a hablar del Evangelio de Cristo, el evangelio que transforma, cambia, revive, resucita, leamos entonces Juan 14:1-6; en el verso 6 Jesús hace una declaración que desde ese momento hasta hoy debe ser el principal fundamento del mundo “Jesús es el Camino y la verdad y la vida y nadie viene al Padre sino por Jesús”, no hay mas caminos, no hay mas verdad, no hay nombre dado a los hombres en que podamos ser salvos está escrito en el libro de Hechos 4:11-12 “Este Jesús es la piedra reprobada por vosotros los edificadores, la cual ha venido a ser cabeza del ángulo. Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos”.

Para poder pasar de la “vieja naturaleza” a la “nueva naturaleza” es necesario “salir” de todo lo que te hace vivir en la “vieja naturaleza”… el mundo. Dios nos ha llamado para salir del mundo, y caminar por ese camino que te lleva al Padre, por lo tanto yo te invito a que nunca te sientas cómodo en el mundo y permite ser redimido.

La Palabra “Redimir” tiene dos significados importantes:

Esta definición la vemos en acción en la Palabra de Dios en el libro de Éxodo cuando los israelitas fueron redimidos o sacados de Egipto, está escrito en el libro de Éxodo 6:6 “Por tanto, dirás a los hijos de Israel: Yo soy JEHOVÁ; y..

Cosa similar hizo Jesús con nosotros, nos sacó del mundo gobernado por el príncipe de este mundo, Satanás y nos trasladó a a Su Reino de Luz, está escrito en Colosenses 1:13-14 “…el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo, en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados”.

Para poder entender la redención, lo primero que tenemos que meternos en la cabeza es que “solo Jesús salva”, “que no existe otro salvador”, “que nadie es salvo por obras o porque es bueno o porque ayuda a la gente…o porque pertenece a una u a otra religión o credo o iglesia” y Él nos redimió por medio de un elemento espiritual… Su sangre preciosa, está escrito en 1 Pedro 1:18-19 “…sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación”.

Ahora bien, como actúa la sangre de Cristo en el reino espiritual para traer redención a nuestras vidas: Vamos a Génesis 1:27 “Y Dios creó al hombre a su imagen. Lo creó a imagen de Dios. Hombre y mujer los creó” y en Génesis 2:7 le dio vida “Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente”.

Dios sopló de Su espíritu en el ser inerte del hombre y le dio vida y para que ese ser que había formado tuviera vida era necesario que tuviera sangre ya que en Levítico 17:11 dice: “Porque la vida de la carne en la sangre está”, entonces la sangre que fue colocado sobre Adán fue la Sangre de Dios a través del aliento de vida que Dios sopló en él.

Cuando Adán peca su sangre fue contaminada por la naturaleza pecaminosa de la serpiente o Satanás, ya que “Satanás peca desde el principio…” De ahí en adelante toda la descendencia de Adán recibe como herencia la sangre contaminada, está escrito en Romanos 5:12 “Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron”; nosotros recibimos por herencia el sello del pecado y de la muerte a través de la sangre contaminada de Adán; nosotros cargamos con la naturaleza Adámica, esta es la razón por la cual la Palabra dice en Jeremías 17:9-10 “Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá? Yo Jehová, que escudriño la mente, que pruebo el corazón, para dar a cada uno según su camino, según el fruto de sus obras”.

Esta es la razón primordial de la maldad y perversidad del hombre ya que somos de naturaleza terrenal, animal y diabólica; está escrito en el libro de Isaías 64:6 “Si bien todos nosotros somos como suciedad, y todas nuestras justicias como trapo de inmundicia; y caímos todos nosotros como la hoja, y nuestras maldades nos llevaron como viento” en otras palabras delante de Dios nacemos siendo pecadores y si no nos arrepentimos vamos a morir siendo pecadores…

El hombre no está condenado por lo que hace, el hombre está condenado por lo que es, por su naturaleza y si su naturaleza no es cambiada y transformada entonces no será salvo, no será redimido y ningún hombre podrá salvar o redimir a ningún hombre porque su sangre está contaminada, por tal razón Dios tuvo que mandar a un hombre cuya ascendencia no viniera de hombre sino de Dios; Juan 8:39-47.

Por tal razón llegó Jesús Lucas 1:26-31 y 25… Que sangre tenía Jesús?… La sangre de Dios, porque es el hijo de Dios y los únicos que portan la sangre de los padres son los hijos y si tu quieres tener la sangre de Dios debes convertirte en hijo de Dios; Juan 1:12-13, de esa manera tendrás la sangre redimida, la sangre de la nueva naturaleza…