Daniel 10:13.

La vida cristiana es una vida llena de conflictos espirituales entre las fuerzas de maldad y los hijos de Dios, Efesios 6:10-13 “Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza. Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo. Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes”, 1º Pedro 5:8-9 “Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar; al cual resistid firmes en la fe, sabiendo que los mismos padecimientos se van cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo”, estos versículos recién mencionados nos dicen que tenemos un enemigo que esta al acecho, intentando destruirnos, porque el enemigo vino para robar, matar y destruir, pero Jesús vino para darnos vida y vida abundante, Juan 10:10.

Esta clase de conflicto no es entre seres humanos sino contra fuerzas las espirituales de maldad, y como creyentes en Cristo no podemos permanecer ciegos a esta realidad, tal vez para usted es causa de asombro y temor, pero para El Señor es un asunto de bendición para el pueblo de Dios, ¿Por qué? Porque gracias a la obra de Cristo en la cruz del calvario una vez y para siempre, //Cristo venció a la muerte, el pecado y al mismo diablo//, por lo tanto nosotros somos más que vencedores en nuestras batallas.

Como hombres y mujeres de Dios, debemos aprender a entender los tiempos, etapas o estaciones en las cuales podemos recibir los severos ataques del enemigo, por lo tanto debemos  aprender a estar firmes en Cristo, aprender a vencer y disfrutar la victoria y darle toda la gloria al Señor.

Y quiero traer un ejemplo descrito en la Palabra y ocurrió en la época en la que Nabucodonosor  el cual llevó cautivo a los judíos a Babilonia, a Daniel se le eligió como uno de los jóvenes judíos llevados a Babilonia y capacitados para servir en la corte del rey, Daniel 1:3-4. 

Por su rectitud y sensibilidad al Espíritu de Dios, fue altamente favorecido de Dios, el Señor lo bendijo con el don de interpretar sueños y visiones, don que lo hizo objeto de gran atención de parte del rey, por lo que fue elevado a cargos  que le permitieron pasar su vida al servicio de los reyes de la nación, ascendió a jefe o principal de los sabios, gobernador de todos los judíos cautivos y, como gobernador de la provincia de Babilonia, uno de los principales mandatarios en los imperios babilónicos y persas. 

Daniel interpretó el sueño de Nabucodonosor y aclaró que la naturaleza del sueño y su interpretación no provenía de el ni de ninguno de los adivinos o agoreros, Daniel testificó "hay un Dios en los cielos", y que fue mediante el poder del Dios de los cielos que el secreto del sueño de Nabucodonosor se dio a conocer: Daniel 2:27-28 “Daniel respondió delante del rey, diciendo: El misterio que el rey demanda, ni sabios, ni astrólogos, ni magos ni adivinos lo pueden revelar al rey. Pero hay un Dios en los cielos, el cual revela los misterios, y él ha hecho saber al rey Nabucodonosor lo que ha de acontecer en los postreros días. He aquí tu sueño, y las visiones que has tenido en tu cama…”.

Daniel también tenía el don de ver visiones: Daniel estaba a la orilla del gran Río Hidekel, (o Río Tigris) y miró a “un varón”; La descripción de Daniel en Daniel 10:5-6, es muy similar a la descripción de Juan que hace acerca del “hijo del hombre en el libro de Apocalipsis 1. 

Daniel cayó sobre el suelo como un hombre muerto; entonces el mensajero celestial vino he hizo que se pusiese sobre sus rodillas, Él le asegura a Daniel que su oración fue escuchada en el primer día. Y le dice a Daniel: “A causa de tus palabras he venido” (Daniel 10:12).

Durante 3 semanas, 21 días, Daniel había buscado la respuesta, pero los cielos parecían habérsele cerrado. Previamente, en el capítulo 9, Gabriel apareció repentinamente para contestar una oración de Daniel aun antes que él pudiera terminarla; en esta oración, no había recibido una respuesta inmediata. Veintiún días después Gabriel llegó con una respuesta para Daniel. ¿Por qué el retraso? La respuesta fue retrasada debido a que el Príncipe del Reino de Persia se había opuesto a Gabriel durante 3 semanas completas. Tal habilidad para retrasar la respuesta a Daniel nos da una gran evidencia del poder del Príncipe del Reino de Persia, Miguel vino para librar a Gabriel de esa oposición del Príncipe de Persia. Este Príncipe era un espíritu que se interpone a los propósitos de Dios para tu vida, tu hogar y tu descendencia.