Via Crucis

Vivimos con tanta prisa y tan inconexos que condenar a otros se ha convertido a menudo en algo tan habitual como respirar. No es fácil tomar conciencia de los hechos que nos rodean... no es fácil dejar de competir, dejar la agresividad irracional y la auto-defensa para protegernos, en
definitiva, que difícil resulta ser humilde en un mundo que sólo pide más, más y más... donde el premio del poder puede incluso confundirse con lo eterno...

Jesús, aceptó, se entregó, no huyó... en su eterna humildad nos muestra que la ignorancia es cruel, pero más cruel es tener ojos y no querer ver, tener oídos y no querer oir, tener brazos... y no querer abrazar, poder entender y no querer comprender nada...

Que este primer momento nos guíe hacia la empatía, y nos permita tomar conciencia humilde y perdonarnos por tantas veces que hemos juzgado por el miedo al juicio de otros y a nosotros mismos.

What is Via Crucis ?

Jesús, murió crucificado por nosotros/as. Un acto de puro y verdadero amor. ¿Cómo inspirarnos hoy con ello? ¿Cómo vivir este hecho desde la creencia y la fe en un mañana distinto?

Nos tocan tiempos difíciles, nuestras propias cruces pesan demasiado, y las aflicciones personales son a menudo tan dolorosas que preferimos vivir en un mundo desconectado, acelerado, monetario... porque pararnos y pensar en nuestras cruces pesa demasiado... dudamos de poder soportarlo, dudamos incluso de estar acompañados... y eso se torna en un sentimiento insoportable que preferimos esconder y engañarnos haciendo cientos de cosas cada hora, sin
pensar y buscando tener más y más.

Sin embargo, Jesús nos muestra en este tiempo a través de su sacrificio lo acompañados que estamos, nuestros dolores son los suyos y son los de muchos otros, cercanos o lejanos, que desde la empatía, el cuidado, el respeto... en definitiva, desde el amor, viven pesares muy similares, todos tienen sus cruces, todos las tenemos, y es en el amor donde hayamos la verdadera fuerza y valentía para continuar este hermoso camino de la vida, del amor y de la fe.

Su martirio no es el final del camino, uno nuevo comienza con Cristo resucitado. Caminemos pues esperanzados, y que este tiempo que Jesús nos recuerda sirva para seguir inspirándonos y viendo en el amor al prójimo, la salvación nuestra. Porque la vida sólo tiene sentido cuando en el darnos a otro hayamos la razón de nuestra verdadera existencia, tal y como el Señor hizo por nosotros.