Jesús habló en varias oportunidades de lo que hay en el corazón del hombre y como se manifiesta a través de palabras, en Lucas 6:45 “El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo bueno; y el hombre malo, del mal tesoro de su corazón saca lo malo; porque de la abundancia del corazón habla la boca”, y en Mateo 15:18-20 “Pero lo que sale de la boca, del corazón sale; y esto contamina al hombre. Porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios, las blasfemias. Estas cosas son las que contaminan al hombre…”.
El mayor anhelo de Dios es sanar tu corazón y arrancar todo lo que hay en él que ha producido una raíz de maldición llamada “Amargura” que hoy por hoy esta atormentando tu vida y que no permite desarrollarte ni alcanzar el propósito que Dios tiene para ti, quizá has perdido oportunidades, relaciones, posiciones, porque hay cosas que necesitas resolver en tu vida.
Este es es el tiempo en el cual el Espíritu Santo va a cubrirte con Su Manto de amor, de perdón, de gracia, en Salmos 147:3 “Él sana a los quebrantados de corazón, Y venda sus heridas” y eso es lo que justamente Él va a hacer hoy, Él quiere entrar en lo mas profundo de tu corazón para que seas sanado, completamente libre y que puedas sacar todo lo que está oculto que se ha convertido en un freno que no te deja avanzar.
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Jeremías 15 :18.
Jesús habló en varias oportunidades de lo que hay en el corazón del hombre y como se manifiesta a través de palabras, en Lucas
6:45 “El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo bueno; y el hombre malo, del mal tesoro de su corazón saca lo malo; porque de la abundancia del corazón habla la boca”, y en Mateo
15:18-20 “Pero lo que sale de la boca, del corazón sale; y esto contamina al hombre. Porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios, las blasfemias. Estas cosas son las que contaminan al hombre…”.
El mayor anhelo de Dios es sanar tu corazón y arrancar todo lo que hay en él que ha producido una raíz de maldición llamada “Amargura” que hoy por hoy esta atormentando tu vida y que no permite desarrollarte ni alcanzar el propósito que Dios tiene para ti, quizá has perdido oportunidades, relaciones, posiciones, porque hay cosas que necesitas resolver en tu vida.
Este es es el tiempo en el cual el Espíritu Santo va a cubrirte con Su Manto de amor, de perdón, de gracia, en Salmos 147:3 “Él sana a los quebrantados de corazón, Y venda sus heridas” y eso es lo que justamente Él va a hacer hoy, Él quiere entrar en lo mas profundo de tu corazón para que seas sanado, completamente libre y que puedas sacar todo lo que está oculto que se ha convertido en un freno que no te deja avanzar.
El peso del resentimiento aplasta día a día a aquel que lleva en su corazón amargura y raíz de amargura y que a la final produce ira, enojo, maledicencia y si permanecen se multiplica y se convierte en amargura y se esconde en lo mas profundo del corazón e infecta y envenena los que están mas cerca de ti; tu cónyuge y tus hijos.
Muchas gente vive con cara de puño, rostro de madera, care palo, encorvados y torcidos, Jesús lo llamó “Espíritu de enfermedad”, Lucas
13:11-12 “Y he aquí una mujer que tenía espíritu de enfermedad desde hacía dieciocho años; andaba encorvada y de ninguna manera se podía enderezar. Cuando Jesús la vio, la llamó y le dijo: Mujer, quedas libre de tu enfermedad” y te voy a explicar porque ocurre todo esto… por acumular y contabilizar las personas y las veces que te han herido.
Cuando estamos cargados de amargura transmitimos el espíritu de amargura a nuestros hijos, nietos, bisnietos hasta la 4 generación y esto se convierte en maldición para ellos y empieza la repetición de la repetidera de generación en generación y lo peor es que se rompe la maldición pero el entorno espiritual es difícil de romper por lo que permanece en lo más profundo del corazón ya que el resentimiento, la amargura y la raíz de amargura nos mantiene atados y encadenados al pasado, en la Biblia hay un ejemplo del rey David con su hijo Salomon… 1 reyes 2, desde el verso 1 al verso 4 le da buenos consejos, pero en el verso 5 y 6 derrama sobre Salomón su hijo todo el odio, el rencor, la amargura de su corazón con respecto a Joab, prácticamente David le pide a su hijo que cometa un acto de “Venganza” derramando sobre su hijo todo el odio que sentía por Joab.
Lo mismo ocurre en tu vida, es tanto el dolor que te causaron que es imposible perdonar por mas que te lo grite desde aquí, yo entiendo que lo que te ocurrió fue espantoso, por mucho que odies a ese abusador, a tu ex-esposo, al papá que te abandonó, el padrastro o tío que te abusó, el que te obligó a abortar, pero te pregunto ¿Mereces vivir anclado al pasado? ¿Mereces frenar tu vida, tu propósito a esos años oscuros?
El peor problema es que todo lo que hay en tu corazón lo empiezas a regar a tus hijos y a tus descendientes… Hebreos
12:15 "Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que brotando alguna raíz de amargura, os estorbe, y por ella muchos sean contaminados;” yo pregunto: será que alguno aquí no necesita el perdón de Dios?; todos necesitamos ser perdonados y para poder ser perdonados necesitamos “arrancar” lo que está brotando de dentro de ti, porque para que algo brote tiene que estar sembrado, para que la amargura brote es porque está sembrada en tu corazón y lo peor de todo es que “pierdes la gracia de Dios”; tu y yo necesitamos misericordia, que amargura vale tu relación con Dios, que amargura vale que los cielos se conviertan en cielos de bronce, yo se que todos tenemos algo terrible que contar pero ¿Vale la pena la enfermedad que padece tu cuerpo, la enfermedad del alma que está arraigada dentro de ti por ese cáncer llamado “Amargura”?… te invito a que te sumerjas en el bálsamo del amor y de la gracia de Dios y cuando la gracia y el amor de Dios te perdona, entonces te puedes perdonar… y puedes decir: “No vale la pena vivir en amargura”.
Dios perdona y se olvida de tus pecados y no los recuerda más pero resulta que si tú no perdonas, le mueves la memoria a Dios. El señor le dijo en Mateo
18:32: “Siervo malvado, toda esa deuda que yo te perdoné, ¿te acuerdas? ¿No debiste ser tu misericordioso con tu consiervo como yo lo fui contigo? ¿No te perdoné yo a ti? ¿Cómo no eres capaz de perdonar una deuda pequeña?”. Las deudas que las personas tienen con nosotros son muy pequeñas, la verdadera deuda es la que tenemos con Dios, la que nos condena y nos manda al infierno. ¡Esa deuda es impagable!
He conocido personas que están literalmente enfermas y llenas de amargura, odian a su padre, el que murió hace años. ¡Cómo puedes odiar a un muerto!, como pueden seguir odiando a alguien que ya no está…
Mateo
18:34 expresa: Entonces su señor, enojado, le entregó a los verdugos, hasta que pagase todo lo que le debía. ¿Quiénes son los verdugos?. Tú sabes que esos sentimientos rencorosos generan dentro de ti sustancias que envenenan tu cuerpo y lo enferman; Esto concluye de la siguiente manera, Mateo
18:35 “Así también mi Padre celestial hará con vosotros si no perdonáis de todo corazón cada uno a su hermano sus ofensas”, si no perdonas te estás arriesgando mucho, El espíritu perdonador libera a la persona que te debe, pero por sobre todas las cosas te libera a ti.