Que difícil es seguir al Señor, que difícil es dejarlo todo incluyendo convicciones, ideas, pensamientos, filosofías, doctrinas, dogmas y religiones. Un día le pregunte al Señor ¿Por qué es tan difícil cumplir un propósito en ti?, ¿Por qué es tan difícil obedecer no solo tus principios y fundamentos registrados en Tu Libro y las tareas que nos colocas para estos tiempos?, la respuesta fue sencilla: “Asómate a los que un día hicieron lo que les mandé que hicieran” y te darás cuenta que ellos preguntaron lo mismo que tu. Me asomé:
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Deuteronomio 13:4.
Que difícil es seguir al Señor, que difícil es dejarlo todo incluyendo convicciones, ideas, pensamientos, filosofías, doctrinas, dogmas y religiones. Un día le pregunte al Señor ¿Por qué es tan difícil cumplir un propósito en ti?, ¿Por qué es tan difícil obedecer no solo tus principios y fundamentos registrados en Tu Libro y las tareas que nos colocas para estos tiempos?, la respuesta fue sencilla: “Asómate a los que un día hicieron lo que les mandé que hicieran” y te darás cuenta que ellos preguntaron lo mismo que tu. Me asomé:
- Noé: Génesis 6:8 “Pero Noé halló gracia ante los ojos de Jehová”; entre todos los habitantes de la tierra que hacían maldad en ese tiempo, hubo uno que Dios miró… Lo miró para asignarle una tarea: “Salvar a su familia para que hubiese descendencia sobre la tierra”, “Salvar a los animales en pareja para que hubiese descendencia en la tierra”, esto ocurrió en el momento en que Noé tomó la decisión de escuchar la voz de Dios y obedecerle en todo, pero la tarea concluyó cuando Noé entró al arca, en el libro de Lucas 17:26-27 “Como fue en los días de Noé, así también será en los días del Hijo del Hombre. Comían, bebían, se casaban y se daban en casamiento, hasta el día en que entró Noé en el arca, y vino el diluvio y los destruyó a todos”. Muchos hacen la tarea que se les asigna y creen que los mandatos del hombre son los mandatos de Dios y hacen y hacen y hacen… pero nunca entran al arca de la salvación.
- Abraham: El primer hombre que escuchó la voz de Dios, obedeció al invisible y tuvo que dejar todo incluyendo “convicciones, ideas, pensamientos, filosofías, doctrinas, dogmas, religiones”, para completar el sueño de Dios a través de una promesa; “Y haré de ti una nación grande y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición… Y serán benditas en ti todas las familias de la tierra”, Génesis 12:1-3, me da curiosidad el verso 4: “Y se fue Abram como Jehová le dijo;…”, sin importar nada hizo lo que Dios le dijo, se enfrentó a duras pruebas la mas grande de todas… “Descendencia de donde?, de una mujer estéril?, solo le creyó al invisible y fue contado por “Justicia”. Génesis 15:6 “Y creyó a Jehová, y le fue contado por justicia”, Gálatas 3:6 “Así Abraham creyó a Dios, y le fue contado por justicia”, Santiago 2:23 “Y se cumplió la Escritura que dice: Abraham creyó a Dios, y le fue contado por justicia, y fue llamado amigo de Dios”.
- Moisés: Tarea difícil convertirse en el libertador de todo un pueblo para que se cumpliese la promesa que Dios había hecho muchos años atrás: “Sacar a un pueblo de tierra de Egipto y llevarlo al borde de la tierra prometida”, ¿Cuanto le costó haber obedecido a Dios?.
- Josué: Una tarea para un “esforzado y valiente”, no solo para conquistar “La tierra prometida”, sino para oír, guardar y obedecer todos los mandamientos, no apartarse ni a diestra, ni a siniestra, hacer conforme está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino y todo te saldrá bien”.
- No terminaría de enumerar a todos y cada uno de los hombres y mujeres que decidieron “oír, guardar y poner por obra”, todo lo que Dios dice, las tres palabras más difíciles para el cristiano de hoy, que prefieren hacer la voluntad de los hombres y las tareas de los hombres que la voluntad y las tareas que Dios les asigna para “bendecir sus próximos, sus cercanos: Familia y descendencia”.
- Jesús: Cumplió la tarea más difícil, no solo para que se cumpliese en Él todo lo que de Él estaba escrito, sino para “ser obediente hasta la muerte y muerte de cruz” y a través de Su muerte dar vida a todos los que están muertos y a través de Su resurrección, resucitar a todos los que hoy necesitan “vivir”, no hay manera de describir la obra redentora de Cristo, no alcanzaría el tiempo para enumerar todas las bendiciones que nos dejó el Señor a través de Su muerte y resurrección y nosotros los beneficiados lo hemos tenido de a poco.
El Señor en este tiempo nos esta “enviando” a los nuestros, a los próximos, a la tierra que un día nos entregó y que de una u otra forma hemos pisoteado, destruído y contaminado, “El quiere que el corazón de los padres se vuelvan a los hijos y el corazón de los hijos se vuelvan a los padres”, “El quiere que el corazón del hombre se vuelva al corazón de Dios para que el corazón de Dios se vuelva al corazón del hombre” y solo exige “Santidad”, no exige leer muchos libros, hacer muchos cursos, cumplir con métodos de hombres, solo exige “ser apartados para Él”, “pertenecer a un pueblo Santo, de Su exclusiva posesión, pueblo único, un remanente que se levante en este tiempo para restaurarlo, bendecirlo y cumplir en ese pueblo lo que está escrito”.
La palabra “santo” significa “separar” o “apartar”. ¿Apartado para que?, ¿Separado para que?:
- 1º Pedro 1:15-16: “Sino, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir; porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo”.
- Levítico 20.26: “Habéis, pues, de serme santos, porque yo Jehová soy santo, y os he apartado de los pueblos para que seáis míos”.
El Señor nos está dando una oportunidad para arrepentirnos, volvernos a Él antes que venga el día terrible, el día oscuro, “Sin la luz de Jesús”, antes que se cierre la puerta a los gentiles…