Oseas 4:6 “Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento”.
Dios es grande, alto, sublime, soberano, justo, lleno de misericordia, lleno de gracia, lleno de infinita bondad. Ese Dios hoy no se conoce debido a que en los púlpitos de las iglesias no se habla de Él, hoy se habla de un Dios pequeño en medio de una iglesia poderosa construida por hombres; el resultado de todo esto es que en medio de esa iglesia super poderosa hay un Dios pequeño en la vida de los creyentes.
En estos tiempos nosotros los hijos de Dios buscamos a Dios no para conocerle, sino para que resuelva nuestros problemas personales, familiares, laborales, legales, emocionales, en fin, y esto hace que conozcamos a Dios de manera deficiente, errónea y distorsionada, además de eso imaginarnos que Dios piensa, actúa y ejecuta tal y como nosotros lo hacemos, lo encontramos en el libro de los Salmos
50:21 "Pensabas que de cierto sería yo como tú”.
Si hiciéramos la tarea de escudriñar las escrituras, lo conoceríamos a través de ellas, si fuésemos delante de su presencia, conoceríamos su corazón, el problema radica en que estamos humanizando a Dios y pensamos que El piensa y actúa como nosotros, quiero hacer un ejemplo claro con vivencia propia:
- Muchas veces, en algún momento de nuestras vidas, cuando hemos pasado por dificultades, hemos pensado que Dios nos ha abandonado, cuando en su Palabra dice “Nunca te dejaré y nunca te desampararé”, esta escrito en:
- Josué 1:5 “Nadie te podrá hacer frente en todos los días de tu vida; como estuve con Moisés, estaré contigo; no te dejaré, ni te desampararé”.
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- Salmos 94:14 “Porque no abandonará Jehová a su pueblo, Ni desamparará su heredad”.
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- Isaías, 41:17 “Los afligidos y menesterosos buscan las aguas, y no las hay; seca está de sed su lengua; yo Jehová los oiré, yo el Dios de Israel no los desampararé.
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¿Cuántas veces tiene Dios que decirnos, para que dejemos de pensar que existe la posibilidad que él pueda dejarnos y abandonarnos? Y todo porque nosotros sí tendemos a olvidarlo a él, somos olvidadizos y pensamos que él es igual.
¿Por qué la iglesia no conoce a Dios? Está escrito en Jeremías 29:3 “Me buscarán y me encontrarán cuando me busquen de todo corazón”, ya que Dios en todos los instantes de la vida ha movido cielo y Tierra para revelarse al hombre a lo largo de toda la historia, y el problema no esta en Dios, el problema está en el hombre ya que la calidad de la vida del hombre depende del conocimiento que el hombre tiene de Dios.
No hay excusas, el Antiguo testamento, el nuevo testamento, los milagros, las apariciones de Dios o teofanías, la encarnación de Cristo, la venida del Espíritu Santo representan las diversas formas en que Dios ha querido revelarse al ser humano, es más, si miramos al cielo obtendríamos parte del conocimiento de Dios:
- Salmos 19:1 “Los cielos cuentan la gloria de Dios, Y el firmamento anuncia la obra de sus manos” Los cielos son pintados de tal manera que cuando el hombre los vea pueda concluir que detrás de esto hay un creador;
- Romanos:1:18-21 “Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad; porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se lo manifestó. Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa”.
El hombre está centrado en sí mismo de tal manera que el hombre ve la creación y concluye que la creación es fruto de la evolución; que la nada, cuando no era nada, explotó de la nada a pesar de que no había nada, produciendo todo; así es la necedad de los hombres.
¿Cuál es el Interés de Dios para con el hombre? Está escrito en Jeremías
9:23-24 “Así dijo Jehová: No se alabe el sabio en su sabiduría, ni en su valentía se alabe el valiente, ni el rico se alabe en sus riquezas. Mas alábese en esto el que se hubiere de alabar:
en entenderme y conocerme, que yo soy Jehová, que hago misericordia, juicio y justicia en la tierra; porque estas cosas quiero, dice Jehová”.
Cuando el hombre cayó, al ser expulsado del Edén toda percepción de Dios fue defectuosa y deficiente, por esta razón el Padre envía al hijo a revelar al Padre, porque el Padre no podía ser visto por ser Espíritu. El hijo se encarna, porque en esencia el padre y el hijo son una sola misma cosa, de un mismo sentir, de un mismo corazón, de una misma mente, de una misma voluntad, de una misma esencia, de una misma unidad de ser.
Quiero que estudiemos Juan 14:1-9; y centrémonos en Juan 14:9 “Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me has conocido, Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿cómo, pues, dices tú: Muéstranos el Padre?”; A pesar que los discípulos le habían oído, le habían visto hacer milagros, caminar sobre las aguas; habían estado con Él cuando calmó los vientos y el mar, no conocían realmente delante de quién estaban ya que el hombre vive de acuerdo al grado de conocimiento que tenemos de Dios.
Aquí están los fundamentos de lo que estoy afirmando:
- Adán y Eva conocían a Dios, sin embargo, le creyeron a la serpiente.
- Pedro anduvo con Jesús, oyó sus enseñanzas, vio sus milagros, lo vio caminar sobre las aguas, en fin, al final dijo: “Yo no conozco a ese hombre, no sé quién es”.
- Hay una cita Bíblica que me impacta, esta en Juan 8:25 “Entonces le dijeron: ¿Tú quién eres? Entonces Jesús les dijo: Lo que desde el principio os he dicho” Ellos no querían creer lo que Jesús dijo que era y la razón es una, no acabaron de abrazar la idea de lo que Jesús dijo que él es, Jesús era.
- Si Jesús es y era todo lo que dijo que era, entonces, tu vida te tendría que cambiar radicalmente.
- Si Jesús es Santo, el pecado es una ofensa monumental y aborrecible: Si abrazo esa idea, entonces yo voy a mantenerme lejos de lo que ofende la dignidad de aquel que derramó su sangre para limpiarme de aquello que el aborrece.
- Si Jesús es Soberano, mis preocupaciones ya no tienen sentido.
- Sí Jesús es fiel, mi incredulidad acerca de sus promesas es irracional: Los discípulos de ayer y de hoy querían y quieren a Dios, pero sin el cambio radical que Él demanda, queremos el disfrute de los deleites de Dios, pero sin perder los disfrutes de los deleites de la carne de este mundo, queremos la vida eterna sin perder la vida terrenal.
- Hoy el Señor quiere volver a preguntar ¿Por qué no me conocen?
- ¿Cuando te acercas a mí, me escuchas, cuando lees mi palabra, me revelo a ti? Esto no ocurre en la vida de los creyentes hijos de Dios porque:
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- Hay mucho ruido en tu interior, ruido de tu propia voz, de lo que maquinas, ruido de la voz del mundo, la voz de las redes sociales, la voz de tu celular.
- Prefieres los deleites de la carne y del mundo, antes de los deleites de Dios.
- No lees mi autobiografía que está plasmada en la Biblia y si lees y lees todo lo que dicen y escriben otros.
- No ves y no conoces mi misericordia y mi gracia infinita, tampoco ves como mi misericordia y mi gracia infinita frenaron la justicia, y como no lo ves, vuelves a pecar de la misma manera, pensando que otra vez yo voy a exonerarte de las consecuencias de mi ira, cuando yo he revelado que no dejaré impune al culpable.
- ¿Tanto tiempo he estado contigo y todavía sigues en el mismo pecado? Esto es porque no conoces mi Santidad.
- ¿Tanto tiempo he estado contigo y sigues quejándote todo el día? Esto es porque no te has dado cuenta que soy soberano y tengo todo bajo control.
- ¿Tanto tiempo he estado contigo y no crees que oigo todo lo que dices, veo todo lo que haces, discierno todo lo que piensas? Está escrito en Jeremías 23:24 “¿Se ocultará alguno, dice Jehová, en escondrijos que yo no lo vea? ¿No lleno yo, dice Jehová, el cielo y la tierra? La vida de pecado del creyente no conoce la Santidad de Dios, y si no la conoce, no la valora, y si no la valora, la profana.
- La única forma de amar a Dios es conociendo la hermosura de Su Santidad, la perfección de su justicia y lo justo de su ira, porque ambas cosas clavaron a Jesús en la cruz para derramar su sangre para el perdón de nuestros pecados. Dios dijo: Yo lo que quiero es que me entiendas y me conozcas, yo quiero que cuando veas en mi palabra lo que yo he revelado, que alcances a comprender lo que has leído, de manera que lo que comprendiste transforme tu vida ya que frecuentemente vemos, oímos, pero no comprendemos.
Ministración: Es el tiempo de conocer a Dios, Él nos creó a nosotros y no nosotros a nosotros mismos, Él envió a Su hijo Jesús para que en esa cruz… ministrar a Cristo crucificado y a Cristo resucitado, ministrar el Espiritu Santo…