Muchas empresas aún no comprenden la relevancia estratégica de la comunicación. Delegan este rol en perfiles poco preparados, generando mensajes vacíos, confusos o desconectados de su audiencia.
Este vacío genera frustración en los equipos, desconfianza en los públicos y oportunidades perdidas. La comunicación, lejos de ser un accesorio, puede definir el éxito o el fracaso de una marca en contextos cada vez más competitivos.
En este editorial de Tinku Corporate Talks, Mario Caira destaca una tendencia clave: cada vez más empresas incorporan periodistas en sus direcciones de comunicación. ¿Por qué? Porque los periodistas dominan la técnica, tienen criterio ético y entienden el valor de comunicar con precisión y humanidad. Un análisis con casos como Iberia e Iberdrola, que confirman que comunicar bien es una decisión estratégica.