¿Qué podemos hacer para evitar que los poderes de las tinieblas invadan nuestra vida y destruyan nuestro hogar y nuestra familia ?, hablo de destrucción en las diferentes áreas de nuestra vida: En el área física, enfermedad; en el área económica, ruina y escasez; en el área sexual, fornicación y adulterio ( desde cualquier perspectiva: Violación, pornografía…); en el área familiar, destrucción, contaminación, herencias de maldición que afectan nuestros descendientes; en el área espiritual, la brujería, la hechicería, la idolatría, los falsos dioses, la contaminación espiritual, los rituales, los métodos humanos para llegar a Dios; en fin, mire en su interior y verifique lo que está viviendo en su vida, en su hogar y en su descendencia y afirme su vida espiritual en Dios a través de Jesucristo para que comience un verdadero cambio y una verdadera transformación, uno solo que se levante en suficiente. En un mundo oscurecido por la maldad, el pecado y la iniquidad, Dios te llama a ser luz en medio de las tinieblas, este es el tiempo de entregar el control de tu vida, tu hogar y tu descendencia a Dios, pero en cuanto a ti… Levántate y resplandece porque ha venido tu luz y la gloria de Jehová se ha manifestado en tu vida.
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Zacarías 3:4, Génesis 35:1-7, Mateo
7:13-19, Lucas
13:24.
¿Qué podemos hacer para evitar que los poderes de las tinieblas invadan nuestra vida y destruyan nuestro hogar y nuestra familia ?, hablo de destrucción en las diferentes áreas de nuestra vida: En el área física, enfermedad; en el área económica, ruina y escasez; en el área sexual, fornicación y adulterio ( desde cualquier perspectiva: Violación, pornografía…); en el área familiar, destrucción, contaminación, herencias de maldición que afectan nuestros descendientes; en el área espiritual, la brujería, la hechicería, la idolatría, los falsos dioses, la contaminación espiritual, los rituales, los métodos humanos para llegar a Dios; en fin, mire en su interior y verifique lo que está viviendo en su vida, en su hogar y en su descendencia y afirme su vida espiritual en Dios a través de Jesucristo para que comience un verdadero cambio y una verdadera transformación, uno solo que se levante en suficiente. En un mundo oscurecido por la maldad, el pecado y la iniquidad, Dios te llama a ser luz en medio de las tinieblas, este es el tiempo de entregar el control de tu vida, tu hogar y tu descendencia a Dios, pero en cuanto a ti… Levántate y resplandece porque ha venido tu luz y la gloria de Jehová se ha manifestado en tu vida.
La Biblia nos enseña para que no se levanten argumentos de destrucción en nuestras vidas en necesario erradicar :
- La Iniquidad, es el cordón umbilical espiritual por el cual se transmite todo la herencia espiritual de 4 generaciones (Padres, abuelos, bisabuelos y tataranietos), 30 personas por encima suyo que influencian en las áreas: Espiritual, Emocional, Económica, Física y Sexual en tu vida, tu hogar y tu descendencia.
- La Maldición, es el cumplimento del argumento que levanta el enemigo contra su vida, su hogar y su descendencia por causa de la iniquidad.
- El pecado, es el instrumento espiritual que usa el enemigo para levantar tal argumento, el cual lleva a la destrucción.
Vamos a estudiar lo que le ocurrió a Jacob y a su familia con el fin de hacer una analogía con lo que está ocurriendo en este mundo oscurecido por la maldad, el pecado y la iniquidad, lo que nos ha ocurrido a nosotros en nuestra vida y nuestro hogar; así como Dios llamó a Jacob a ir a Luz a Bethel, hoy Dios nos llama a ser luz; Dios anhela tener el control de tu vida, tu hogar y tu descendencia.
Génesis 35:1. En este momento Jacob estaba atravesando por una situación bien difícil: Primero que todo, había una promesa sobre Él su descendencia a través de Abraham e Isaac, herencia que vemos hoy a través de un pueblo que durante setenta y pico de años de existencia se ha desarrollado más que cualquier otra nación, todas las promesas que Dios ha dado al pueblo de Israel se han cumplido, una a una, al pie de la letra. Jacob estaba huyendo de su pasado: De su tío Labán, Dios cambia su nombre de Jacob a Israel mediante un encuentro que tuvo con Él, había tenido un encuentro con Esau su hermano que lo estaba persiguiendo para matarlo, a su hija Dina la había violado Siquem hijo de Hamor Heveo, los hijos de Jacob Simeón y Levi se vengaron y mataron a todo varón de aquella ciudad.
Jacob tenia que tomar una decisión, quedarse como estaba o ir al encuentro de su destino, en el cumplimiento de la Palabra que Dios le había dado: La restauración de su vida, de sus hijos, de subir a Bethel “Casa de Dios y puerta del cielo”.
…Dijo Dios a Jacob: Levántate y sube a Bethel, y quédate allí; y haz allí un altar al Dios que te apareció cuando huías de tu hermano Esau…” Dios le dijo a Jacob que necesitaba regresar a Dios, Jacob y su familia necesitaban regresar al lugar donde Dios se le había aparecido, y le había entregado Sus promesas.
¿Qué significa esto para nosotros? Que tenemos que regresar a Dios, regresar al primer amor, dejar de ser tibios y volvernos a Dios con todo el corazón para que el comience a obrar en medio de nuestras vidas, hogar y descendencia.
¿Qué necesitamos hacer para poder entrar a Bethel?, La respuesta a esta pregunta la encontramos en Génesis 35:2: “…Entonces Jacob dijo a su familia y a todos los que con él estaban:
- Quitad los dioses ajenos que hay entre vosotros,
- Y limpiaos: Hay áreas en nuestra vida que están manchadas por el pecado, la maldad y la iniquidad que deben ser limpiadas, sanadas y vendadas.
- Y mudad vuestros vestidos… Estamos llenos de vestidos viles que no nos permiten entrar al Reino de los Cielos, escuchen: “La puerta es estrecha y angosto el camino”, Mateo 7:13-14, debemos ser esforzados y valientes tal y como lo dijo Jesús en Lucas 13:24, algunos de esos vestidos los hemos colocado nosotros mismos y otros nos lo han colocado. Hoy es el día en el cual tenemos que tomar la decisión de ir delante del Señor para que Él cambie nuestras vestiduras viles, llenas de Iniquidad, Maldición y pecado, por vestiduras de gala, ya que en este tiempo vidas, hogares y familias están vestidos de vestiduras de dolor, de amargura, de oprobio y deshonra que nos acusan, se levantan argumentos y nos destruyen, vestiduras viles que se encuentran en nuestros pensamientos, emociones, palabras, decisiones y se convierten en obras de la carne tales como “adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías y cosas semejantes y cosas semejantes a éstas… que los que practican tales cosas no heredarán el Reino de los Cielos, Gálatas 5:19-21.