Las universidades públicas enfrentan un desafío constante: comunicar su valor de manera efectiva sin quedar atrapadas en estructuras rígidas o mensajes institucionales que no conectan con su audiencia. A pesar de su prestigio y calidad educativa, muchas veces no logran transmitir su impacto real a la sociedad, quedando en desventaja frente a instituciones privadas con estrategias de comunicación más agresivas.
Esta desconexión genera una barrera entre las universidades y sus futuros estudiantes, quienes buscan más que un título: quieren experiencias, innovación y un sentido de pertenencia. Sin una comunicación clara y auténtica, la universidad puede perder la oportunidad de atraer y fidelizar a su comunidad académica, limitando su crecimiento y relevancia en el mundo actual.
Sin embargo, hay un camino para transformar la manera en que una universidad se comunica. Adoptando estrategias narrativas, aprovechando el poder de la emoción y utilizando los formatos adecuados, es posible construir mensajes que inspiren, conecten y posicionen a la institución como un referente educativo. En esta conversación, exploramos cómo una comunicación efectiva puede marcar la diferencia y generar un impacto duradero.