Estamos viviendo tiempos espirituales difíciles, el alimento espiritual es totalmente desbalanceado, se está alimentando la carne, el alma, la emociones y estamos cerrando la puerta al crecimiento espiritual hasta tal punto que nos estamos volviendo ciegos, sordos y mudos espirituales, queremos que muchas situaciones en nuestra vida, hogar y familia cambien radicalmente, queremos ser transformados en un abrir y cerrar de ojos, el problema que esto no va a suceder de larín larán, tenemos que comenzar a actuar, tomar decisiones y lo más importante crecer espiritualmente en Cristo Jesús; crecer significa entender los tiempos y los momentos que estamos viviendo, buscar causas, raíces y utilizar las herramientas que Cristo nos entregó para ejecutarlas en nuestra vida, casa, hogar y familia.
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“Y si el Espíritu de aquel que levantó a Jesús de entre los muertos vive en vosotros, el mismo que levantó a Cristo de entre los muertos también dará vida a vuestros cuerpos mortales por medio de su Espíritu, que vive en vosotros” (Romanos
8:11).
Estamos viviendo tiempos espirituales difíciles, el alimento espiritual es totalmente desbalanceado, se está alimentando la carne, el alma, la emociones y estamos cerrando la puerta al crecimiento espiritual hasta tal punto que nos estamos volviendo ciegos, sordos y mudos espirituales, queremos que muchas situaciones en nuestra vida, hogar y familia cambien radicalmente, queremos ser transformados en un abrir y cerrar de ojos, el problema que esto no va a suceder de larín larán, tenemos que comenzar a actuar, tomar decisiones y lo más importante crecer espiritualmente en Cristo Jesús; crecer significa entender los tiempos y los momentos que estamos viviendo, buscar causas, raíces y utilizar las herramientas que Cristo nos entregó para ejecutarlas en nuestra vida, casa, hogar y familia.
El valles de los huesos secos son los tiempos de crisis, necesidades, opresiones, sin vida, sin esperanza, nuestra vida espiritual anda por los suelos, no hay animo, no hay fuerza!
Babilonia guiada por Nabucodonosor, comenzó la conquista de Jerusalén y la deportación de los cautivos, entre los cuales estaba Daniel (Daniel 1:2), luego volvió a sitiar a Jerusalén y tomó posesión de ella, en esta ocasión se llevó cautivo a Joaquín y a un grupo de diez mil que incluyó a Ezequiel el cual recibió su llamado a profetizar en Babilonia. El rey Josías había instituido reformas en Judá (2º Crónicas 34) y a pesar de su esfuerzo, la idolatría había insensibilizado a los judíos, el ejército egipcio mató a Josías al cruzar Palestina y los judíos se hundieron en el pecado para juicio bajo Joacaz, Joacim, Joaquín y Sedequías.
Ezequiel y los diez mil vivieron en exilio en Babilonia, más como colonos que como cautivos, Ezequiel advirtió que Jerusalén sería destruida y su exilio prolongado y por lo tanto, no había esperanza de un regreso inmediato.
Huesos secos representa lugares áridos, sin vida, todo lo que ha muerto y de lo cual solo quedan restos, ideas sin fruto, vidas sin destino, familias acabadas, sueños frustrados, pero allí el Espíritu de Vida puede dar a luz un milagro, el milagro de la vida.