El gobierno venezolano sabía que iba a ser sancionado, porque no cumplió con el acuerdo de Barbados. Los Estados Unidos no tenía otra alternativa sino instaurar nuevamente las sanciones. Lamentablemente la revolución dio un paso adelante a la dictadura y no va a volver atrás. El origen del colapso venezolano no son las sanciones, sino el mal manejo macroeconómico, las expropiaciones, las nacionalizaciones y que ahora las sanciones puedan tener un impacto negativo eso es correcto, pero el origen no son las sanciones. Estas sanciones van directamente al ámbito petrolero y gas, eso tiene un impacto directo porque significan menos ingresos petroleros a la nación, menores ingresos fiscales y de divisas, tienen impactos múltiples en la economía venezolana y de la gente, pero la revolución no ha respetado las reglas mínimas de la democracia y las elecciones libres en Venezuela. Muchos de los gobiernos autocráticos como Cuba y Corea del Norte han tenido décadas con sanciones y no han sido efectivas, para cambios políticos. Las sanciones por sí solas no generan transiciones políticas. Cuba usó las sanciones, para su incompetencia y corrupción, lo mismo está pasando con Venezuela. La revolución bolivariana ha sido el proyecto más corrupto que ha tenido Venezuela. 25 años de incompetencia y de corrupción en el país. A esta telenovela venezolana aún le faltan capítulos.