Ezequiel 1:4.
Hemos sido llamados a libertad, es el momento de sacudirnos de tanta basura que el mundo ha colocado en nuestras vidas, familias y descendientes; hoy el Señor nos hace libres y desde esta posición de autoridad el Señor se va a manifestar de una manera sobrenatural, tu y yo no hemos venido a este lugar a perder el tiempo, hemos venido para ser transformaos por la Palabra del Señor; la cárcel donde el enemigo nos ha querido introducir no tiene puertas porque Jesús las derribó por completo.
Quiero comenzar con lo que está escrito en Santiago 4:7 “Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros”, y aquí veo una palabra que es esencial en este tiempo y se llama “sometimiento”, significa humillación, rendir lo que somos y lo que tenemos ante la voluntad de quien es superior a nosotros, cuando nos sometemos a Él tenemos la fuerza suficiente para poder hacer resistencia a toda obra del enemigo, esa resistencia va ligada a aquel que se le dió nombre sobre todo nombre y se llama Jesús, y se le dió tal autoridad porque Él se humilló hasta lo sumo, la gran victoria de Jesús no fue porque peleó en sus propias fuerzas, la gran victoria de Jesús comienza cuando Él se humilló completamente a la voluntad del Padre.
Esa fue la gran diferencia con respecto a Adán, Adán recibió instrucciones de parte de Dios y Adán se reveló contra esas instrucciones, Adán no se sometió al Padre, no humilló su corazón a Dios sino que hizo su propia voluntad y abrió la puerta a todo el desastre que vino a la humanidad y se convirtió en un inicuo, quedó en una condición deplorable llamada iniquidad: Desordenado, sin autoridad, fuera del alcance de Dios, sin gobierno, sin reino y sin territorio y si a ti no gobierna el reino de la Luz entonces te gobierna el reino de las tinieblas, Adán se separó de Dios, se apartó de Dios, se separó de la fuente de vida y con el toda su descendencia.
Desde el mismo momento que esto ocurrió, Dios levanto una palabra profética, profetizo a Jesús, profetizó y juró que iba a resolver el problema, que esa simiente que vendría del vientre de una mujer iba a golpear la cabeza de la serpiente, la cual propuso este plan malévolo para quitarle la autoridad al hombre; profetizó que el hombre sería redimido, Su muerte y Su resurrección trajo redención a nuestras vidas, Cristo nos compró con su sangre preciosa y nos volvió al estado original de autoridad sobre todas las cosas visibles e invisibles, léalo en el libro de Génesis
1:26-28 y en Apocalipsis 5:9-10.
El contenido de este mensaje jamás se te puede olvidar, no puedes seguir sufriendo de Amnesia: Jesús vino a la tierra porque tenía un plan claro y perfecto de lo que tenía que hacer; el Mesias fue enviado por el Padre para resolver el problema que la humanidad no podía resolver por si mismo: “Salir de su condición de iniquidad, de su condición deplorable, de su maldición, de su enfermedad, de su desolación”. (Cuantos dicen amen).
Jesús se establece en la tierra, cumple el propósito y se humilló delante del Padre, acepta toda sus condiciones, no negoció con el Padre; y por haberse humillado entró al mundo la vida, la sanidad, los milagros, los prodigios y el poder sobrenatural de Dios, por tal razón lo que legalizó la intervención de Dios con la redención del hombre fue la humillación de uno que cedió toda Su voluntad al Padre, su padecimiento, su vida entera a través de la muerte, la muerte en el madero que implicaba dolor, sufrimiento, muerte horrenda, dolorosa, todo lo que vino sobre su espíritu, toda la enfermedad del hombre, toda la iniquidad, todo su pecado, toda su maldición y todo esto ocurrió en Getsemaní, Lucas
22:42; El Señor nos hace recordar lo que Él hizo por nosotros, lo que está haciendo y lo que va a hacer para que nosotros no alineemos a Su verdad y esta es la verdad que no puedes olvidar nunca:
- Jesús murió para que tu fueras sano: No es lógico que tu estés enfermo, que esa enfermedad te esté matando, que esa enfermedad esté paralizando tu vida y te esté acabando.
- No es lógico que estés en ruina y escasez ya que Él pagó el precio para que tu y yo podamos cumplir el propósito.
- No es lógico que vivas en temor y en miedo, atormentado, lacerado por el enemigo porque Jesús pagó el precio para que vivieras sano, libre y lleno de la gracia del Padre, lleno de Su poder y Su autoridad, de tal manera que puedas enfrentar las situaciones mas difíciles bajo el poder y la autoridad del Señor, ya que al alinearnos con Su Palabra y con Su verdad cortamos de nuestra mente la opresión y el yugo de la mentira y del engaño, para arrasar el sistema de error en el que estamos metidos día y noche, para deshacer el sistema satánico, el sistema religioso, político y económico que el mundo nos ha colocado en nuestros hombros, para que entiendas que hay una gran diferencia entre el sistema de error y la verdad del Señor, entre un sistema religioso y el poder de Su Reino, entre la justicia y la injusticia, entre la obra de Jesús y la obra de Satanás; el Señor quiere sacarnos de la ignorancia ya que el pueblo de Dios está como está por falta de conocimiento, tienes que saber la verdad de todo lo que “Él hizo por nosotros en su venida, en su muerte y en su Resurrección”.
Y tienes que entender que Cristo en la cruz del calvario nos libró de:
- La ley del pecado y de la muerte: Romanos 8:1-2 “Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu. Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte”.
- Las tinieblas: Colosenses 1:13-14 “el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo, en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados”.
- De la ira venidera: 1 Tesalonisenses 1:10 "y esperar de los cielos a su Hijo, al cual resucitó de los muertos, a Jesús, quien nos libra de la ira venidera”.
Ministración: Colócate en pie, hoy levantamos nuestra voz y declaramos lo que está escrito en
Isaías 14:24-27 “
Jehová de los ejércitos juró diciendo: Ciertamente se hará de la manera que lo he pensado, y será confirmado como lo he determinado; que quebrantaré al enemigo de mi pueblo; y su yugo será apartado de nosotros, y su carga será quitada de nuestro hombro. Este es el consejo que está acordado sobre toda la tierra, y ésta, la mano extendida sobre todas las naciones. Porque Jehová de los ejércitos lo ha determinado, ¿y quién lo impedirá? Y su mano extendida, ¿quién la hará retroceder?”.
Hay una batalla que se está librando por el cumplimiento de los propósitos de Dios en nuestras vidas, el Señor dice: “Apártate porque viene mi turno, ha llegado el momento de enderezar el curso de lo que está torcido, me corresponde a mi que soy grande y fuerte, justo y verdadero”.
Levanta tu mano derecha y declara después de mi: “Aquí estamos Señor, clamamos por la manifestación de tus propósitos en nuestra vida, familia y descendencia, reconocemos tu gobierno sobre nuestras vidas para que establezcas tu propósito firme… Señor se que le diste la oportunidad al malvado y al perverso para que se arrepintieran y no se arrepintieron, mas hoy se cumple lo que está escrito en Isaías
3:10-11 "Decid al justo que le irá bien, porque comerá de los frutos de sus manos. ¡Ay del impío! Mal le irá, porque según las obras de sus manos le será pagado”, ahora los propósitos que tu tienes para nosotros comienzan a cumplirse y los que hicieron mal contra nosotros se destruyen y todos los argumentos que se levantaron contra nuestras vidas, familias y descendencias se destruyen en el nombre de Jesús; se rompen los argumentos legales, se rompe la enfermedad, el dolor, la ruina en el nombre de Jesús; Señor, nos humillamos delante de ti, que se cumpla tu palabra y las palabras que salieron de los verdaderos profetas y se rompen las palabras de los profetas falsos que hablaron en la oscuridad y en las tinieblas contra nosotros, que sean avergonzados, que tu espada hiera al que debe ser herido y tu mano proteja al que debe ser protegido, que exponga al que debe ser expuesto y esconda al que debe ser guardado, Señor que haya luz para nosotros que nos hemos humillado delante de ti y que vengan densas tinieblas para aquellos que han persistido en hacer maldad e iniquidad y han traído injusticia, lo pedimos en el nombre de Jesús, Amen y Amen, fuerte ese aplauso al Señor…