Via Crucis

¿Cuántas oportunidades tenemos cada día de dar compañía y cuidar a quienes sufren? ¿Cuántas veces pensamos que, si tuviera otro tipo de trabajo, de barrio, de vida... entonces ayudaría a otros...? ¿Acaso no ves a menos de un metro de ti cada día a alguien que con un gesto de consuelo, una caricia, un abrazo... se sentiría reconfortado?

Jesús nos enseña constantemente la sencillez y paz de los pequeños gestos, y es que cuanto consuelo él da al ciego, al pobre, al excluido... y es qué... ¿para él qué está sólo no será el mayor de los regalos estar acompañado? ¿para él que llora no será lo más apreciado un abrazo? ¿para con quien nos hemos enfadado no será un magnífico regalo tu perdón?

Tenemos todo lo que podemos necesitar para ayudar a otros, conectemos con la sencillez del acompañar a otros, es en esos actos donde podemos cambiar el mundo.

What is Via Crucis ?

Jesús, murió crucificado por nosotros/as. Un acto de puro y verdadero amor. ¿Cómo inspirarnos hoy con ello? ¿Cómo vivir este hecho desde la creencia y la fe en un mañana distinto?

Nos tocan tiempos difíciles, nuestras propias cruces pesan demasiado, y las aflicciones personales son a menudo tan dolorosas que preferimos vivir en un mundo desconectado, acelerado, monetario... porque pararnos y pensar en nuestras cruces pesa demasiado... dudamos de poder soportarlo, dudamos incluso de estar acompañados... y eso se torna en un sentimiento insoportable que preferimos esconder y engañarnos haciendo cientos de cosas cada hora, sin
pensar y buscando tener más y más.

Sin embargo, Jesús nos muestra en este tiempo a través de su sacrificio lo acompañados que estamos, nuestros dolores son los suyos y son los de muchos otros, cercanos o lejanos, que desde la empatía, el cuidado, el respeto... en definitiva, desde el amor, viven pesares muy similares, todos tienen sus cruces, todos las tenemos, y es en el amor donde hayamos la verdadera fuerza y valentía para continuar este hermoso camino de la vida, del amor y de la fe.

Su martirio no es el final del camino, uno nuevo comienza con Cristo resucitado. Caminemos pues esperanzados, y que este tiempo que Jesús nos recuerda sirva para seguir inspirándonos y viendo en el amor al prójimo, la salvación nuestra. Porque la vida sólo tiene sentido cuando en el darnos a otro hayamos la razón de nuestra verdadera existencia, tal y como el Señor hizo por nosotros.