Mateo
17:15 “Señor, ten misericordia de mi hijo, que es lunático, y padece muchísimo; porque muchas veces cae en el fuego, y muchas en el agua”.
Cuando el entorno que rodea tu vida y tu familia no es favorable entonces vienen enfermedades físicas, emocionales, mentales y espirituales.
Aparecen enfermedades por medio de las heridas que no han sido sanadas ni vendadas o conflictos que nunca se arreglaron y creemos que madurez es decir “dejemos así” y ese “dejemos asi” provoca una herida profunda que luego se convierte en enfermedad.
Heridas no sanadas y conflictos no arreglados son las causas de las enfermedades del alma cuyos síntomas son: “iras, peleas, contiendas, gritería, arrogancia, perfeccionismo, amargura, raíz de amargura, acusaciones, humillaciones entre otras“.
- Enfermedades físicas: “Lupus, migrañas, problemas en los músculos, en los huesos, riñón, problemas cardiovasculares, la diabetes, los trastornos respiratorios como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, EPOC, o el asma y el cáncer” son algunas de las enfermedades producidas por el espíritu de rechazo, por el engaño, la traición, los maltratos físicos, emocionales, psicológicos, sexuales.
Existe una potestad de la tinieblas arraigada en los seres humanos desde el antiguo Egipto, es el de la hechicería, brujería y ocultismo que surgió de ese imperio.
La palabra farmacia, medicamentos, fármacos viene del griego PHARMAKOS que se traduce como hechicero o brujo. Al igual que la hechicería y la brujería, pharmakos busca atar al hombre a los medicamentos y a los fármacos y convertirlos en esclavos de por vida.
El problema de la medicina es que ve al hombre como un cuerpo sin considerar el alma y el espíritu, cuando la causa primaria de toda enfermedad yace en el alma y en el espíritu del hombre.
Hay un mundo escondido detrás de las enfermedades: heridas, resentimientos, depresión, síndrome del dolor, odios, falta de perdón, sed de venganza… etc, esto ha convertido a muchos en enfermos profesionales, donde el diablo edifica una estructura de maldición que se convierte en trampa mortal para todos los que la practican.
La medicina está llena de antibióticos, analgésicos, anti-inflamatorios y todo tipo de medicamentos farmacéuticos cuya raíz FARMACOS cuyo origen es la Alkimia que se conoce como el arte de hacer medicamentos por medio de hechizos. A esta terrible potestad de las tinieblas le hemos dado la bienvenida para que nos vaya matando lentamente, le damos el poder y la autoridad, le damos la gloria que solo le pertenece a Dios y hasta le colocamos toda nuestra fe, hasta tal punto que se han convertido en dioses que nos rigen y nos hacemos esclavos de ella quedando atados de por vida a su ciclo de destrucción.
- Enfermedades Mentales: Las enfermedades mentales tales como el miedo, el temor, la angustia, la depresión, la aflicción, el pánico, la turbación las cuales se convierten en cárceles del alma; el estrés, la depresión, la ansiedad, trastornos bipolares, la esquizofrenia, bulimia y anorexia y la ciberdependencia son lazos y ataduras demoniacas que afectan nuestras vidas.
Estas enfermedades mentales hoy por hoy se han vuelto comunes debido a que estilo de vida que han adquirido los seres humanos los convierten en indolentes, ya que abandonan, rechazan, maltratan, deshonran y destruyen a lo próximos, a los cercanos truncando sus vidas, y sus sueños. Las causas principales de estas enfermedades nacen desde el momento mismo de la concepción ya que un bebé en gestación no puede controlar las vivencias y experiencias de su mamá y su entorno, tampoco lo puede hacer después de su nacimiento y en los primeros años de su vida, estas etapas en el ser humano son determinantes para la formación de las estructuras mentales de su alma, por ejemplo mamá que tuvieron un embarazo traumático con llanto permanente, aflicción, amargura debido a vivencias violentas, maltrato de parte de su cónyuge, palabras de maldición, deshonra; todo esto se transmite a los hijos afectando su salud mental. Por ejemplo escenarios familiares donde nacieron hijos y sus primeras experiencias en este mundo fue un cuadro familiar de peleas, contiendas, maledicencia, llanto, miseria, maltratos y abusos físicos, sexuales, marcará su vida con la derrota, la ruina, la tristeza, la depresión, el rechazo, la ansiedad, llevando a esa persona a estados mentales deplorables que con el tiempo van marcando su carácter y su manera de vivir, llevándolos a cárceles espirituales.
El salmista vivió momentos similares, en el libro de los Salmos 142:6-7 "Escucha mi clamor, porque estoy muy afligido. Líbrame de los que me persiguen, porque son más fuertes que yo. Saca mi alma de la cárcel, para que alabe tu nombre”. No permita que el diablo llene su mente de basura, Satanás no puede acceder a la mente de una persona, a menos que se le de la autoridad.
- Enfermedades Espirituales: Son las llamadas “Lepra Espiritual”. La lepra es una barrera que separa al hombre de Dios. El principal problema de la lepra es que aísla a la persona de Dios, de la familia y de la sociedad.
Una de las características de la lepra es que contamina y daña su propia Tierra, hipoteca el futuro de las nuevas generaciones con la lepra del egoísmo, de la irresponsabilidad, de la injusticia, de la falta de compromiso, de la amargura y la raíz de amargura.
- La Murmuración y la maledicencia.
- Orgullo, vanagloria y altivez.
- La ambición y la mentira.
Tengo una buena noticia, aunque la lepra nos aísla de Dios, de la gente y aun de la familia; Dios quiere limpiarnos, Lucas
5:12-13, dice El Señor “quiero, se limpio”, vamos a renunciar a actitudes que provocan la lepra (que aísla y destruye).
- Enfermedades Emocionales: Son grietas que se han formado en el alma por todo lo que nos ha sucedido aún antes de nacer se convierten en un muro que no nos deja avanzar en nuestra vida espiritual, emocional, sexual, económica y física, a todo esto súmele las experiencias mal vividas de nuestra juventud, eventos emocionales, sexuales y físicos que marcaron nuestra vida y nuestro corazón y produjeron heridas que nunca sanaron; y además todas las vivencias en toda nuestra vida donde derramaron sobre nosotros espíritu de rechazo, palabras de maldición, actos de violencia, maltratos físicos, emocionales, sexuales, injusticias, deshonras, continuas vivencias que hemos almacenado en el corazón, resultado de todo esto las grietas no reparadas que se encuentran en lo mas profundo de nuestro corazón que traen como consecuencia la manifestación de la ansiedad, cuadros depresivos, conductas suicidas, trastornos del sueño, bipolaridad, esquizofrenia, iras, amargura y raíz de amargura que han convertido nuestro corazón en un “Corazón de Piedra”, se les denominan peleones(as), gritones(as), amargados(as), airosos(as), arrogantes, perfeccionistas, y todo lo que llevan por dentro lo derraman sobre otros produciendo amargura y raíces de amargura.
La amargura se define como “angustia del alma”; se manifiesta con la tristeza, el desanimo, la decepción, la desesperanza, el resentimiento acompañada de hostilidad e ira reprimida debido a circunstancias que vivimos y que no podemos cambiar, ese resentimiento se convierte en el veneno del alma que va contaminando todo hasta que destruye la vida de Dios en nosotros.
Si la amargura no se trata a tiempo se desarrolla produciendo raíces que se van arraigando cada vez más en lo profundo del corazón, crecen hasta ahogar el alma y se convierten en un árbol que produce frutos tales como: odio, resentimiento, ira, celos, contiendas, peleas, falta de perdón y produce una raíz de amargura.
La raíz de amargura es una de las mayores causas por la cual muchos creyentes están en miseria, enfermos, quejumbrosos y murmuradores, cargados de ira y maledicencia e incluso apartados de la gracia del Señor, es una puerta abierta para que los espíritus inmundos atormenten a la persona, se introduce en el corazón como una semilla del mal que acaba, destruye y mata, convirtiéndose en un ídolo que llevamos continuamente en medio de nuestra vida.
Ministración: Levanta tus manos:
- Hoy vas a renunciar a toda enfermedad física desligándote de todo diagnóstico ancestral o por causa del pecado que has introducido a tu vida, a tu familia y descendencia, rompe todo vinculo con Pharmakos, la hechicería que proviene de la alkimia, rompe todo vinculo con medicamentos y tratamientos y hechizos de hombres a través de la industria farmacéutica, lleva cada enfermedad y cada tratamiento hechicero a la cruz del calvario y allí se destruye en el nombre de Jesús.
- Hoy vas a renunciar a todo espíritu de rechazo, abandono, autocompasión, toda vivencia de terror vividas en el vientre de tu madre tales como intento de aborto, maledicencias, rechazos, maltratos físicos, psicológicos y emocionales, llevados a la cruz del calvario… Se destruye toda enfermedad mental llámese estrés, depresión, ansiedad, trastornos bipolares, esquizofrenia, bulimia y anorexia, ciberdependencia.
- Hoy hecho fuera de mi vida, mi familia y mi descendencia toda lepra espiritual causada por la Murmuración y la maledicencia, el orgullo, la vanagloria y la altivez, la ambición y la mentira, en el nombre de Jesús…
- ¿Cómo Nos Deshacemos de la Raíz de Amargura? En Jeremías 15:18-19 Dios le dijo a Jeremías: Si miras lo bueno y lo precioso que yo voy a sacar de esa herida y del dolor que hay en medio de tu vida y de tu corazón, serás sanado de la amargura y de la raíz de amargura que hay en medio de ti; y aunque yo no te haya enviado ese problema, yo puedo hacer algo precioso para tu crecimiento espiritual, y convertir lo malo en una bendición.
Tome la decisión de perdonar y de pedir perdón a Dios y a las personas que sabe que ha ofendido. Exprese su perdón en forma de confesión, sea específico con cada palabra y circunstancia con la cual fue herido, arrepiéntase por el pecado de juicio contra la persona que le hirió y contra Dios, arránquelo de su su vida y llévelo a la cruz: Efesios
4:31-32 “Quítense de Vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia. Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo”. El Señor ha prometido que convertirá nuestro corazón de piedra en corazón de carne, Ezequiel
36:25-27.