Hebreos
12:15 “Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que brotando alguna raíz de amargura, os estorbe, y por ella muchos sean contaminados”.
Tanto el mundo espiritual del lado de la luz como el mundo espiritual del lado de las tinieblas es tan vasto que jamás conoceremos su “Modus Operandis”.
Para profundizar el tema que hoy nos compete, es necesario hablar sobre los espíritus asignados.
Un espíritu es todo lo que no es carne, el diccionario lo define que un ser inmaterial dotado de razón, se reconoce como un ser dotado de razón (capaz de obrar según un determinado fin) que posee una voluntad o apetito racional, que le permite desear aquello que se le presenta como objeto, también se define como “principio generador, carácter íntimo, esencia o sustancia de algo”
Hay espíritus que actúan del lado de la luz, Hebreos
1:14 “¿No son todos espíritus ministradores, enviados para servicio a favor de los que serán herederos de la salvación?” y hay espíritus que actúan del lado de las tinieblas, Apocalipsis 12:9 “Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él”.
Vayamos a un ejemplo expedito en la Palabra en el libro de Mateo 12:43-45 “Cuando el espíritu inmundo sale del hombre, anda por lugares secos, buscando reposo, y no lo halla. Entonces dice: Volveré a mi casa de donde salí; y cuando llega, la halla desocupada, barrida y adornada. Entonces va, y toma consigo otros siete espíritus peores que él, y entrados, moran allí; y el postrer estado de aquel hombre viene a ser peor que el primero. Así también acontecerá a esta mala generación.”
Presta atención al verso 44 “Entonces dice: Volveré a mi casa de donde salí…” ¿Por qué volvió el espíritu? Él regresa a ver cómo está la casa y cuando regresa la encuentra “desocupada, barrida y adornada”; Aquí la pregunta es ¿Por qué regresó? Porque esa era su casa, la del espíritu; el espíritu regresó a su casa. ¿Por qué era su casa? Porque alguien de autoridad se la había asignado.
Ahora vamos a estudiar que significa La palabra asignar: Es dar permiso, destinar un propósito, dar una autoridad, una responsabilidad, una misión, establecer, nombrar u ordenar, significa que tiene el permiso, tiene la autorización para entrar y ejecutar la tarea que se le asignó.
Entonces la respuesta correcta a la pregunta ¿Por qué regresó? Porque era su casa, porque alguien de autoridad se la había asignado para cumplir un destino, un propósito, una misión, una tarea.
¿Qué clase de tareas debe cumplir un espíritu de las tinieblas? Para poder responder esta pregunta me tengo que referir a una cita bíblica escrita en Éxodo 15:9 “El enemigo dijo:
Perseguiré, apresaré, repartiré despojos; Mi alma se saciará de ellos; Sacaré mi espada, los destruirá mi mano”, y a Juan
10:10 “El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia”.
Un espíritu asignado jamás se va a ir, porque entiende lo que es la responsabilidad de una asignación. Si a un espíritu inmundo le dicen “tú estás asignado a matar a tal persona a través de una enfermedad, lo primero que hace es buscar aliados que producen enfermedades”, por eso la Palabra dice en el verso 45 “Entonces va, y toma consigo otros siete espíritus peores que él, y entrados, moran allí; y el postrer estado de aquel hombre viene a ser peor que el primero”. Esto es lo que va a hacer siempre, por tal razón debemos estar alertas para no abrir puertas a los espíritus de las tinieblas en nuestra vida, familia y descendencia.
Para finalizar es necesario plantear esta pregunta: ¿Como llegaron esos espíritus de las tinieblas a nuestras vidas? Cuando tu eres engendrado, Dios coloca aliento de vida sobre el proceso físico que ocurre en la unión del ovulo con el esperma, allí comienza la formación del alma, precisamente de todas las vivencias del alma desde el vientre hasta el día de hoy.
En el transcurrir de nuestra vida esas vivencias comienzan a formar el alma y en cada una de las marcas emocionales (violencia, violaciones, relaciones malignas, pactos, maltratos, deshonra, etc), se abre una puerta o se le entrega el derecho legal para que satanás asigne espíritus inmundos con el fin de controlar cada área a la que se le ha abierto la puerta, este espiritu de las tinieblas no va a claudicar hasta cumplir el propósito que se le asignó..
Para que arranquemos todo espíritu inmundo que hay en medio de nuestras vidas, tenemos que tomar la decisión de morir, renunciar, quitar, arrancar, destituir, “quitar” el “derecho legal” a esos espíritus inmundos que fueron asignados a nuestra “Casa” y lo hacemos con el conocimiento pleno de que Cristo ya lo hizo en la Cruz del Calvario, Colosenses 2:14-15 “anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz, y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz”.
De aquí nace un principio espiritual “Aquello que no ha pasado por la muerte nunca podrá ser consagrado a Dios”.
Lo que está en nosotros, lo que manipula nuestras vidas, no nació en nosotros, fue adquirida y permitida por nuestra mente (alma) a través de nuestros sentidos y nuestro intelecto, por lo tanto si no nació entonces fue introducido, adquirido, asignado y aceptado por nosotros por falta de conocimiento o por un conocimiento incorrecto.
Para finalizar quiero traer un par de ejemplos bíblicos:
1. Espíritu de tormento asignado a Saúl — 1 Samuel
16:14 “El Espíritu de Jehová se apartó de Saúl, y le atormentaba un espíritu malo de parte de Jehová”. El rey Saúl estaba siendo atormentado por un espíritu maligno enviado por Dios, porque el Espíritu del Señor se había retirado de él. Sus siervos, al ver su sufrimiento, sugirieron buscar a alguien que tocara el arpa para aliviarlo, ya que la música lo reconfortaba durante esos momentos de angustia.
- Saúl es atormentado: Debido a que había rechazado a Dios, el Espíritu del Señor lo abandonó y un mal espíritu vino a atormentarlo.
- Buscan un músico: Sus sirvientes, conscientes de su aflicción, propusieron buscar a alguien que tocara el arpa para traerle alivio temporal.
- Sugieren a David: Un siervo mencionó a David, el hijo de Isaí, quien era un talentoso músico y un joven valiente y de buena presencia.
- David alivia a Saúl: David fue llevado ante Saúl y, cuando tocaba el arpa, el mal espíritu se apartaba y Saúl se sentía mejor, aunque fuera temporalmente.
- Espíritu de mentira — 1 Reyes 22:21-22 “Y salió un espíritu y se puso delante de Jehová, y dijo: Yo le induciré. Y Jehová le dijo: ¿De qué manera? Él dijo: Yo saldré, y seré espíritu de mentira en boca de todos sus profetas. Y él dijo: Le inducirás, y aun lo conseguirás; ve, pues, y hazlo así”. Un espíritu se presenta ante Jehová y se ofrece a ser un "espíritu de mentira" para engañar a los profetas del rey Acab, prometiendo inducirlo a la guerra contra Ramot de Galaad. Jehová le concede permiso, permitiendo que el espíritu cumpla su propósito de engaño y mentira”, la consecuencia de este plan es importante ya que muestra cómo Dios permite que un espíritu de engaño lleve a cabo su propósito, culminando en la derrota de Acab, quien había despreciado el consejo de sus verdaderos profetas.
- Espíritus asignados a familias y generaciones: En la familia de Abraham observamos patrones repetitivos de mentira y engaño. Génesis 12:16-20 “E hizo bien a Abram por causa de ella; y él tuvo ovejas, vacas, asnos, siervos, criadas, asnas y camellos. Mas Jehová hirió a Faraón y a su casa con grandes plagas, por causa de Sarai mujer de Abram. Entonces Faraón llamó a Abram, y le dijo: ¿Qué es esto que has hecho conmigo? ¿Por qué no me declaraste que era tu mujer? ¿Por qué dijiste: Es mi hermana, poniéndome en ocasión de tomarla para mí por mujer? Ahora, pues, he aquí tu mujer; tómala, y vete. Entonces Faraón dio orden a su gente acerca de Abram; y le acompañaron, y a su mujer, con todo lo que tenía”, Génesis 26:6-9 “Habitó, pues, Isaac en Gerar. Y los hombres de aquel lugar le preguntaron acerca de su mujer; y él respondió: Es mi hermana; porque tuvo miedo de decir: Es mi mujer; pensando que tal vez los hombres del lugar lo matarían por causa de Rebeca, pues ella era de hermoso aspecto. Sucedió que después que él estuvo allí muchos días, Abimelec, rey de los filisteos, mirando por una ventana, vio a Isaac que acariciaba a Rebeca su mujer. Y llamó Abimelec a Isaac, y dijo: He aquí ella es de cierto tu mujer. ¿Cómo, pues, dijiste: Es mi hermana? E Isaac le respondió: Porque dije: Quizá moriré por causa de ella”. Esto muestra cómo un mismo espíritu puede operar en una línea familiar. Si no identificamos los espíritus que operan sobre nuestra familia, seguiremos repitiendo los mismos ciclos, generación tras generación, en todas las áreas: Física, Económica, Sexual, Relacional, Emocional y Espiritual.
Y para verlo reflejado en nuestras vidas, y vernos a cara descubierta como nuestras heridas hablan, voy a hablar de un espiritu de las tinieblas que trae 7 espíritus más, incluyendo el espiritu de muerte: El Espiritu de Amargura.
El espiritu de amargura es como una raíz de maldición que absorbe la vida de Dios en el corazón del creyente. Hablamos de un espiritu de rencor y de resentimiento, que provoca punzadas en el corazón, que por no sacarlo del corazón, se “adueña de la casa” y luego produce unos frutos propios del árbol de amargura.
Todo árbol es el resultado de una semilla, lo primero que aparece es la raíz. ¿Cuáles son las semillas de la amargura? ¿Qué cosas convierten a un corazón en terreno fértil para estas semillas?; esto fue lo que Jesús denominó “y al encontrarla vacía, va y busca otros 7 mas…” Haga introspección, ¿Que espíritus trajo el espiritu de amargura en su vida?, si no los ha detectado, entonces escuche atentamente:
La amargura es como una planta parásita que se come los nutrientes de vida del corazón, trayendo soledad, ruina, enfermedad, sequedad y muerte.
La amargura cautiva al corazón (es como si lo metiera en una cárcel espiritual). Por el Espíritu Santo el apóstol Pedro le dijo a Simón: “Arrepiéntete… y ruega a Dios, porque en hiel de amargura y en prisión de maldad veo que estás”.
La persona pierde la gracia de Dios: “Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que brotando alguna raíz de amargura, os estorbe”.
La amargura te aleja de Dios, porque finalmente la persona concluye que es mala y perversa, y que Dios no le ama, y por tanto merece lo peor.
La amargura produce enfermedades físicas: “Lupus, migrañas, problemas en los músculos, en los huesos, riñón, problemas cardiovasculares, la diabetes, los trastornos respiratorios como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, EPOC, o el asma y el cáncer” son algunas de las enfermedades producidas por el espíritu de rechazo, por el engaño, la traición, los maltratos físicos, emocionales, psicológicos, sexuales, espíritus que acompañan al espiritu de amargura.
La amargura produce enfermedades mentales: Las enfermedades mentales tales como el miedo, el temor, la angustia, la depresión, la aflicción, el pánico, la turbación, el estrés, la depresión, la ansiedad, trastornos bipolares, la esquizofrenia, bulimia y anorexia son lazos y ataduras demoniacas que afectan nuestras vidas, al final se convierten en cárceles del alma.
Las causas principales de estas enfermedades nacen desde el momento mismo de la concepción ya que un bebé en gestación no puede controlar las vivencias y experiencias de su mamá y su entorno, tampoco lo puede hacer después de su nacimiento y en los primeros años de su vida, estas etapas en el ser humano son determinantes para la formación de las estructuras mentales de su alma, por ejemplo mamá que tuvieron un embarazo traumático con llanto permanente, aflicción, amargura debido a vivencias violentas, maltrato de parte de su cónyuge, palabras de maldición, deshonra; todo esto se transmite a los hijos afectando su salud mental. Por ejemplo escenarios familiares donde nacieron hijos y sus primeras experiencias en este mundo fue un cuadro familiar de peleas, contiendas, maledicencia, llanto, miseria, maltratos y abusos físicos, sexuales, marcará su vida con la derrota, la ruina, la tristeza, la depresión, el rechazo, la ansiedad, llevando a esa persona a estados mentales deplorables que con el tiempo van marcando su carácter y su manera de vivir, llevándolos a cárceles espirituales.
La amargura produce enfermedades emocionales: Son grietas que se han formado en el alma por todo lo que nos ha sucedido aún antes de nacer se convierten en un muro que no nos deja avanzar en nuestra vida espiritual, emocional, sexual, económica y física, a todo esto súmele las experiencias mal vividas de nuestra juventud, eventos emocionales, sexuales y físicos que marcaron nuestra vida y nuestro corazón y produjeron heridas que nunca sanaron; y además todas las vivencias en toda nuestra vida donde derramaron sobre nosotros espíritu de rechazo, palabras de maldición, actos de violencia, maltratos físicos, emocionales, sexuales, injusticias, deshonras, continuas vivencias que hemos almacenado en el corazón, resultado de todo esto las grietas no reparadas que se encuentran en lo mas profundo de nuestro corazón que traen como consecuencia la manifestación de la ansiedad, cuadros depresivos, conductas suicidas, trastornos del sueño, bipolaridad, esquizofrenia, iras, amargura y raíz de amargura que han convertido nuestro corazón en un “Corazón de Piedra”, se les denominan peleones(as), gritones(as), amargados(as), airosos(as), arrogantes, perfeccionistas, y todo lo que llevan por dentro lo derraman sobre otros produciendo amargura y raíces de amargura.