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Tenemos que buscar la raíz de todo esto que ha contaminado nuestra tierra, lo podemos ver a lo largo de todo el contexto Bíblico comenzando en el libro de Génesis, y haz un alto en el camino para que mires tu historia reflejada y comiences a tomar acciones que propendan al arrepentimiento y la conversión. Hechos
3:19-21.
Dios pretende rectificar todo el desorden que hemos introducido en nuestra vida, hogar y descendencia, Él siempre tiene un plan de redención, restauración y restitución. La palabra restauración implica igualmente una partida y un regreso a la intención original de Dios para la humanidad. Cristo ha comprado nuestra completa redención, pero la creación gime, esperando la manifestación completa y el cumplimiento del propósito para el que fue creada.
Génesis 3: Dios coloca el hombre en el Edén y lo bendice y le entrega por herencia la tierra y coloca un mandato sobre ellos. El pecado trae maldición de parte de Dios: Génesis
3:17: “Maldita será la tierra por tu causa…”. La tierra que Dios te ha dado, la tierra que pisamos tiene mucho que ver que nosotros seamos malditos o bendecidos, si la tierra ha sido contaminada por la maldición o el pecado o la iniquidad, la tierra cierra su boca para no dar a provisión, la abundancia y la sobre abundancia.
Existe una relación estrecha entre Dios y la Tierra: Génesis
4:10, Dios y la Tierra están de acuerdo, Dios le ordena a la tierra que produzca… Génesis
3:18: “espinos y cardos y/o verde pasto), la tierra maldice al hombre: Génesis
4:11. Yo soy responsable, Salmo 58:2.
- La tierra te maldice: Génesis 4:11.
- Cuando labres la tierra no te dará más de sus abundancia: Génesis 4:12ª.
- Errante y extranjero serás en la Tierra: Génesis 4:12b.
La tierra se coloca en contra nuestra, se convierte en nuestro enemigo y por esta razón andamos sin tierra, errantes, Dios te llamó a gobernar una tierra, pero esa tierra está contaminada y no podrás bajar las bendiciones porque tu tierra se convirtió en tu enemigo y se introdujo tres elementos que “Maldijeron” tu tierra y que hoy debemos tomar la decisión de arrancarlos de nuestra vida, hogar y descendencia: