Efesios
4:24 “ Y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad”.
Existen dos mundos, el natural, el cual percibimos con nuestros sentidos y el espiritual el cual percibimos con nuestro espíritu; dentro del mundo espiritual existen dos reinos: Uno el de la luz y otro el de las tinieblas. El reino de la luz basa sus principios y fundamentos en la verdad, mientras que el reino de las tinieblas basa sus principios y fundamentos en la mentira y el engaño.
Para poder entender esto debemos saber que somos un ser Tripartito: Espíritu, Alma y Cuerpo; 1 Tesalonisenses
5:23 “Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo”:
- En el cuerpo están nuestros sentidos físicos: Ojos, oídos, olfato, tacto, gusto;
- En el alma se encuentra el corazón, lugar donde están las emociones y sentimientos, la mente, lugar donde se encuentra el intelecto y el sistema de almacenamiento;
- El espíritu renace al aceptar a Cristo como nuestro Señor y Salvador; al hacerlo pasamos de una naturaleza carnal a una naturaleza espiritual.
Observemos la vida en el Espíritu a través de Jesús:
- Nació por el Espíritu: Lucas 1:30-35 “Entonces el ángel le dijo: María, no temas, porque has hallado gracia delante de Dios. Y ahora, concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS. Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de David su padre; y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin. Entonces María dijo al ángel: ¿Cómo será esto? pues no conozco varón. Respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios”.
- Recibió el Espíritu de Dios: Mateo 3:16-17 “Y Jesús, después que fue bautizado, subió luego del agua; y he aquí los cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma, y venía sobre él. Y hubo una voz de los cielos, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia”; A partir de este momento el Señor comienza Su ministerio, cuando el Espíritu de Dios descendió y se posó sobre Él y Dios lo reconoce como Su hijo amado.
- Fue Guiado por Espíritu de Dios: Después que Jesús recibió el Espíritu de Dios, fue guiado, impulsado, conducido por el Espíritu y Jesús comienza a accionar a través del Espíritu de Dios, Lucas 4:18-19 "El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; A pregonar libertad a los cautivos, y vista a los ciegos; A poner en libertad a los oprimidos; A predicar el año agradable del Señor. Jesús fue ungido por el Espíritu de Dios y luego de ser ungido fue guiado para cumplir con un propósito:
- Dar buenas nuevas a los pobres.
- Sanar a los quebrantados de corazón.
- Pregonar (Dar proclamas) para libertar a los cautivos.
- Abrir los ojos a los ciegos.
- Liberar a los cautivos y oprimidos.
- Predicar el año agradable del Señor; recuerde que este es el año de la puerta, el año agradable del Señor, el año de la gracia y del favor de Dios.
- Recibió el Poder de Dios a través del Espíritu de Dios: Mateo 12:28 “Pero si yo por el Espíritu de Dios echo fuera los demonios, ciertamente ha llegado a vosotros el reino de Dios”, aquí hay poder del Espíritu de Dios para pelear las buenas batallas espirituales.
Así como Jesús nosotros tenemos derecho a la vida en el Espíritu y para poder obtenerla es necesario:
- Nacer por el Espíritu: Juan 3:3 “De cierto de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios”, Juan 3:5 “De cierto de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios”, si quieres comenzar a vivir la vida en el Espíritu es necesario nacer de nuevo, nacer de arriba, nacer de agua y del Espíritu, tienes que nacer dos veces, por tu madre y por el Espíritu; puedes tener muchos títulos religiosos y terrenales, pero si no naces de nuevo, no ocurre nada.
Al nacer de nuevo nuestro espíritu renace, comenzamos a vivir en el Reino de los Cielos, un Reino donde el fundamentos principal es la fe, Hebreos 11 lo describe como “La certeza que espero que suceda algo que aunque no lo veo, sucederá, de modo que lo que se ve hoy fue hecho de lo que no se veía, porque sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios cree que le encuentra y cuando lo encuentres recibirás el galardón” y recuerda esto: “Jesús es el autor y consumador de la fe, por lo tanto debes colocar tus ojos, tu mirada, tu vista en Jesús, debes colocar tu fe en Él”.
Partiendo de los dos fundamentos del Reino de la luz: La Verdad y la Fe, es importante establecer que el nacido de nuevo no debe moverse por las cosas que se ven sino nos exhorta a mirar lo que no se ve, mirar o ver tiene que ver con lo visible, lo tangible, lo palpable, Dios nos llama a mirar o ver lo que no se ve, tenemos que apuntar hacia las cosas eternas, no hacia las temporales.
- Ser llenos del Espíritu de Dios: Hechos 4:8 “Entonces Pedro, lleno del Espíritu Santo, les dijo: Gobernantes del pueblo, y ancianos de Israel”.
- Ser Guiado y movido por el Espíritu de Dios: Lucas 2:25-27 “Y he aquí había en Jerusalén un hombre llamado Simeón, y este hombre, justo y piadoso, esperaba la consolación de Israel; y el Espíritu Santo estaba sobre él. Y le había sido revelado por el Espíritu Santo, que no vería la muerte antes que viese al Ungido del Señor. Y movido por el Espíritu, vino al templo. Y cuando los padres del niño Jesús lo trajeron al templo, para hacer por él conforme al rito de la ley”.
- Ser llenos del poder de Dios a través del Espíritu de Dios: Marcos 16:17-18 “Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas; tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán”.
Ministración: Esta es la razón por la cual Dios quiere edificar una iglesia con propósito firme basado en la bendición para las familias de la tierra y sus descendientes, nuestros mensajes se basan en la verdad y la fe, son mensajes que se basan sustancialmente en aprender a trabajar con Dios para establecer Su propósito en la tierra.
Es necesario nacer de nuevo, ser llenos del Espíritu Santo, Ser Guiados y movidos por el Espíritu Santo y ser llenos del poder de Dios (Ministrar)…
Cual es el problema de todo esto, que para poder establecer los propósitos de Dios en nuestra vida, familia y descendencia, tenemos que alcanzarlas en el reino espiritual para que lo que ocurra en el reino espiritual afecte el reino natural.
El Reino de Dios debe estar en nosotros y dentro de nosotros, cuando estamos en el espíritu vamos a encontrar recursos espirituales ilimitados, todo lo que necesitamos para alcanzar las grandes victorias está en el mundo espiritual, por tal razón es necesario que aprendas esto: Tu decides en cual de los dos reinos vas a estar:
- Romanos 13:12 “La noche está avanzada, y se acerca el día. Desechemos, pues, las obras de las tinieblas, y vistámonos las armas de la luz”, “Desechar” es la acción de echar fuera todo lo que controla y manipula tu vida, a esto la Palabra lo llama “las obras de las tinieblas” representadas en “las obras de la carne”, Gálatas 5:19-21 “Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios”.
- Todos van a arrodillarse para pedir perdón a Dios: Es necesario que nuestro corazón sea limpiado, la palabra en Oseas 10:12 NBD (Nueva Biblia al Día) esta versión habla de una manera más sencilla y entendible “Planten las buenas semillas de justicia y entonces segarán una cosecha de mi amor; aren el suelo duro de sus corazones para que estén listos a recibir la instrucción de Dios, porque ahora es el tiempo de buscar al SEÑOR, para que él venga y les de una vida próspera y tranquila”, el Señor compara el corazón con una tierra para arar, para que estén listos para recibir instrucción de Dios, porque ahora es el tiempo de buscar a Dios para que Él venga y les de una vida prospera y tranquila. Es necesario limpiar el corazón, quitar los escombros, remover la tierra, quitar las malas plagas; Dios va a ser algo grande y lo primero que Dios le pide al pueblo es arar el corazón; El Espíritu del Señor dice Ezequiel 20:6-7 “Aquel día que les alcé mi mano, jurando así que los sacaría de la tierra de Egipto a la tierra que les había provisto, que fluye leche y miel, la cual es la más hermosa de todas las tierras; entonces les dije: Cada uno eche de sí las abominaciones de delante de sus ojos, y no os contaminéis con los ídolos de Egipto. Yo soy Jehová vuestro Dios”. Saquen los ídolos del mundo, todo lo que han traído del mundo y lo han introducido en sus vidas, familias y descendencias, saquen ahora todo lo que Él abomina… Saca de tu corazón todo lo que es contrario a lo que Él quiere; Queremos pedirte perdón por la levadura, por la lepra de nuestro corazón “adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías”. Señor queremos arar la tierra dura de nuestros corazones, sacar todo aquello que te ofende porque queremos ver tu gloria y buscarte de corazón para que tu vengas y traigas prosperidad y tranquilidad a nuestras vidas en el nombre de Jesús…