Fue perpetrado por una masa de árabes armados de palos y cuchillos instigados por el líder religioso de los musulmanes (paradójicamente nombrado por los británicos) para asesinar a los judíos de Jerusalén y sus alrededores, desde donde se extendió al resto del territorio. Para
Gabriel Ben Tasgal, director de
Hatzad Hasheni (La cara de la verdad) supone además el inicio del conflicto israelo-palestino ya que, a partir de entonces, éste adquiere un carácter religioso y no nacionalista como se le supone. Tras los ataques en la capital (donde se propagó el rumor de que los judíos provocaron el derrumbe de la Mezquita de Al-Aqsa tras un terremoto en 1927), los que habitaban desde hace milenios en
Hebrón, confiados en la mediación y convivencia con los líderes musulmanes, fueron masacrados, violados y torturados, mientras algunos lograban huir de la ciudad, abandonando todos sus bienes que serían robados y ocupados hasta la reconquista de la ciudad en la Guerra de los Seis Días en 1967.