El Señor en este tiempo quiere transformar vidas, hogares y familias, Él ha dicho que “Hará maravillas que no han sido hechas en toda la tierra…” y ha querido comenzar por este pueblo, este remanente.
Tal vez las cosas muchas cosas no han salido bien en tu vida, tu hogar y tu descendencia, si todo lo colocas delante del Señor, Él es capaz de hacer de nuevo todas las cosas, porque Él es misericordioso, sus misericordias son nuevas cada mañana, por lo tanto, “los errores, la torpeza, las malas decisiones, las caídas no son el final de tu vida”.
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Jeremías 18:6, Marcos
2:22, 2ª Corintios 4:7, 2ª Timoteo
2:20-21, Isaías 45:9.
El Señor en este tiempo quiere transformar vidas, hogares y familias, Él ha dicho que “Hará maravillas que no han sido hechas en toda la tierra…” y ha querido comenzar por este pueblo, este remanente.
Tal vez las cosas muchas cosas no han salido bien en tu vida, tu hogar y tu descendencia, si todo lo colocas delante del Señor, Él es capaz de hacer de nuevo todas las cosas, porque Él es misericordioso, sus misericordias son nuevas cada mañana, por lo tanto, “los errores, la torpeza, las malas decisiones, las caídas no son el final de tu vida”.
Tenemos que reconocer nuestra condición terrenal: Hechos de barro, frágiles, de gran valor en las manos de Dios, Él no se equivocó al crearnos del polvo de la tierra; criaturas que permanecieran en la tierra para colocar propósito firme en nosotros y poder ser moldeados y transformados a Su carácter.
Dios nos creó con la intención de que fuéramos vasos de barro débiles y limitados, con el propósito de colocar Su poder en medio de nosotros como lo dice el apóstol Pablo en 2ª Corintios 4:7; “que la excelencia del poder sea de Dios y no de nosotros”, por lo tanto no podemos seguir “peleando con nuestro creador” como está escrito en Isaías 45:9; cuando el hombre se independiza de Dios, se separa de Dios, coloca a Dios a un lado, nada puede hacer, el libro de Romanos
9:20-21 lo reafirma: ¿Cómo el hombre va altercar con Dios si el mismo hombre es el responsable de su condición espiritual? ¿Cómo vamos a decir a Dios por qué me has hecho así cuando somos nosotros los que nos hemos echado a perder en sus manos?.
Muchas personas aún conociendo el amor de Dios y el sacrificio de Cristo, están viviendo vidas vacías, vidas sin ningún propósito, estas personas se están echando a perder, se están convirtiendo en vasos de deshonra, vasos de ira, pero incluso siendo vasos de ira, Dios los ama y los soporta con paciencia ¿por qué? Porque Dios NO quiere que NADIE se pierda, Dios quiere que sus vidas sean transformadas con el poder de su Amor, de su Gracia y de Su Espíritu. Dios quiere que los hijos de ira (Efesios 2:3) sean vasos de honra y misericordia, pero cuando los hombres persisten en ir en contra de la Palabra, Dios hace de ellos vasos de deshonra y de ira.
La mayoría de nosotros necesita una nueva oportunidad para hacer las cosas bien. Dios está más que dispuesto a darnos esa oportunidad. Él es rico en misericordia, amor y gracia (Efesios 2:4). Especialmente se complace en la misericordia: “¿Qué Dios como tú, que perdona la maldad, y olvida el pecado del remanente de su heredad? No retuvo para siempre su enojo, porque se deleita en misericordia” (Miqueas
7:18).