Hijos no bastardos
Hebreos 12:8-9.
“Pero si se os deja sin disciplina, de la cual todos han sido participantes, entonces sois bastardos, y no hijos. Por otra parte, tuvimos a nuestros padres terrenales que nos disciplinaban, y los venerábamos. ¿Por qué no obedeceremos mucho mejor al Padre de los espíritus, y viviremos?”
“Todos somos hijos…tu y yo somos hijos, tenemos o tuvimos un papá y una mamá, un esperma fecundó un ovulo, sin importar la circunstancia eso fue lo que ocurrió”. Aquí el asunto es “Somos o no somos hijos de Dios”, por esto la Palabra es clara cuando dice que Dios nos da la potestad de ser hijos suyos si solo si:
- Lo recibimos en nuestro corazón.
- Creemos en Su Nombre.
Recibir a Jesucristo significa tener una vida centrada en Él, pero para que esto sea posible es necesario comprender que recibir al Señor implica dos cosas:
- Recibirlo como Salvador: Es confesar que por nosotros y por nuestras obras no era posible la salvación.
- Es reconocer que el hombre no se puede salvar a si mismo y que necesita ser salvado de su propio pecado y de la ira divina.
Jesucristo es el hilo rojo que corre a través de toda la historia, su sangre expiatoria y redentora se convirtió en el sacrificio esencial y final para REDIMIR completamente al ser humano, entonces podemos hacer la pregunta clave: ¿Todos somos hijos de Dios?, la respuesta es inmediata: “Todos somos creados por Dios”, más “No todos somos hijos de Dios”.
Esta es la razón por la cual Dios quiere restaurar su paternidad con los hombres de la tierra, comenzando por ti, por tu hogar y por tu descendencia, pero también anhela la restauración de la paternidad de los hombres de la tierra, por esto nos entregó Malaquías 4:6 “El hará volver el corazón de los padres hacia los hijos y el corazón de los hijos hacia los padres”.
Ahora miremos la condición de nuestra tierra, tu tierra, la que un día el Señor te entregó para que la cuidaras y la labraras, echemos un vistazo a lo que ocurre al interior de las familias de hoy, todos enfrentando un pasado lleno de traiciones, abusos físicos, emocionales, sexuales, espirituales, por tal razón es necesario enfrentar y sanar tu pasado.
Todo esto ocurrió con un hombre llamado José, que después de muchos años perdonó a sus hermanos que lo habían vendido a unos mercaderes cuando eran joven, la pregunta es ¿Perdonarás o seguirás alimentando rencor en tu corazón?.
José trabajó en la casa de Potifar, la mujer de Potifar trata de seducirlo; esta lo acusa de algo que no cometió y va a la cárcel; pasó momentos muy difíciles y finalmente Dios lo recompensa y lo coloca como segundo al lado de Parón para administrar el alimento conque iba a alimentar al mundo de la época.
Pasaron 10 años para poder enfrentar su pasado; escucha esto:
- Tu vida es desde que estabas en el vientre hasta hoy.
- No se trata de vivir en el pasado ya que el pasado destruye tu presente y te arruina tu futuro,
- A Dios le interesa la restauración de las vidas desde la raíz ya que la sanidad del corazón implica la sanidad del pasado.
Un día entre todos los que venían a comprar alimento estaban los 10 hermanos de José, Génesis 42:5-6 “Vinieron los hijos de Israel a comprar entre los que venían; porque había hambre en la tierra de Canaán. Y José era el señor de la tierra, quien le vendía a todo el pueblo de la tierra; y llegaron los hermanos de José, y se inclinaron a él rostro a tierra”, José reconoció a sus hermanos, ellos no le conocieron y les habla ásperamente, los trata como espías y los envía a la cárcel, tal vez esa es la primera reacción cuando hay falta de perdón en nuestro corazón; José no sabe que hacer asi como muchos de los que están aquí: Hijos abandonados por sus padres, no reconocidos, bastardos, madres abandonadas, deshonradas, maltratadas por sus padres, que sortearon situaciones difíciles para llevar todas las cargas físicas, emocionales, espirituales y generacionales, tuviste que construir tu propio camino; Dios va a traer tu pasado porque tienes que enfrentarlo, porque tienes que seguir arrastrando todo tu pasado hasta hoy?, es el tiempo de la restauración, de la restitución y de la redención… Que tal José hubiera dejado morir de hambre a sus hermanos y a su padre; el plan de Dios para la nación de Israel dependía de la compasión de José.
Tu historia no tiene que ser tu futuro, la basura generacional tiene que terminar aquí y ahora, tu dolor, tu angustia, tu amargura, tu odio, tu rencor, tu enfermedad causada por tu pasado termina definitivamente, no le vas a dar a tus hijos lo que tus ascendientes te dieron a ti, no vas a dar a tus hijos lo que personas de tu pasado te dieron a ti.
Jose lo hizo; dejó en libertad a sus hermanos, revivieron todo lo que hicieron mal y confesaron sus pecados y José los perdonó, asi que hoy es el día de perdonar porque somos hijos y no bastardos…
Dios te dice: “El pagará, el perdón no minimiza la justicia, el perdón delega la justicia a Dios, el perdón hace que aquellos que te vendieron se inclinen ante ti, Dios ajusta cuentas con tus enemigos, con todos los que te hicieron daño; es trabajo de Dios y no tuyo, cuanto mas perdonas mas puedes aceptar el perdón de Dios”.
Hoy vas a perdonar, vas a redimir a tus hijos, a tu cónyuge, a tu familia. Espíritu Santo desciende y trae tu presencia a todos los corazones…”
Hoy vamos a “Redimir” a aquellos que han o hemos rechazado, a aquellos huérfanos que se quedaron sin padre porque fueron abandonados, hoy vamos a bendecir la simiente, el vientre y el fruto del vientre: Que cada papá y mamá extienda sus manos sobre sus hijos y sobre sus nietos, mencionen sus nombres y declaren:
Génesis
49:22-26 "Rama fructífera es José (nombre de los hijos y nietos), rama fructífera junto a una fuente, cuyos vástagos se extienden sobre el muro. Le causaron amargura, le asaetearon, y le aborrecieron los arqueros; mas su arco se mantuvo poderoso, y los brazos de sus manos se fortalecieron, por las manos del Fuerte de Jacob (Por el nombre del Pastor, la Roca de Israel), por el Dios de tu padre, el cual te ayudará, por el Dios Omnipotente, el cual te bendecirá, con bendiciones de los cielos de arriba, con bendiciones del abismo que está abajo, con bendiciones de los pechos y del vientre. Las bendiciones de tu padre Fueron mayores que las bendiciones de mis progenitores; Hasta el término de los collados eternos serán sobre la cabeza de (nombre de los hijos y los nietos) José“.