Charlas Pastores Luis Salas y Jeannette Noguera, Iglesia ETP

Marcos 4:39 “Y levantándose, reprendió al viento, y dijo al mar: Calla, enmudece. Y cesó el viento, y se hizo grande bonanza”.

Hoy quiero enseñar acerca de como funciona la fe cuando estamos en medio de la prueba; aquí surge una pregunta para la iglesia ¿Cuantos han estado o cuantos están atravesando una prueba difícil en su vida?

Comencemos revisando un par de versículos Bíblicos que nos van a ayudar a entender los procesos y los desiertos por los cuales tenemos que pasar: 

  • 2 Corintios 5:7 "(porque por fe andamos, no por vista)”, y 
  • Hebreos 11:6 “Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan”; 
Si tus actividades diarias, de cualquier tipo, no están acompañadas de fe, entonces no podrás agradar a Dios; por lo tanto las pruebas, los desiertos, los procesos que estes viviendo deben estar acompañados de la fe y esa decisión la tenemos que tomar nosotros, nosotros debemos tomar la decisión de tomar la armadura de Dios y uno de sus elementos es el escudo de la fe con el cual podemos apagar los dardos de fuego del maligno.

Y para hacer la ilustración Bíblica he tomado Mateo 8:23-27 “Y entrando él en la barca, sus discípulos le siguieron. Y he aquí que se levantó en el mar una tempestad tan grande que las olas cubrían la barca; pero él dormía. Y vinieron sus discípulos y le despertaron, diciendo: ¡Señor, sálvanos, que perecemos! Él les dijo: ¿Por qué teméis, hombres de poca fe? Entonces, levantándose, reprendió a los vientos y al mar; y se hizo grande bonanza. Y los hombres se maravillaron, diciendo: ¿Qué hombre es este, que aun los vientos y el mar le obedecen?”. Esta poción de la Biblia nos enseña profundamente acerca del ejercicio de la fe en medio de las pruebas; Jesús deseaba cruzar al otro lado del mar de galilea después de haber tenido muchas actividades ministeriales muy agotadoras y en medio de esa travesía se desató una gran tormenta repentina, Jesús debido a su actividad estaba agotado y decidió descansar.

Lo que los discípulos estaban experimentando eran fuertes olas acompañadas de viento y tempestad que golpeaban la barca; los discípulos, la mayoría pecadores sabia que estaban en un serio problema, en una situación desesperada y peligrosa.

Muchos de nosotros hemos atravesado o tal vez estamos atravesando momentos difíciles, nadie esta exento de las dificultades de la vida, llámese como se llame, que surgen viviendo en un mundo caído y por esto es tan importante entender la naturaleza de las pruebas para poder ejercitar nuestra fe.

Observemos entonces la naturaleza de las pruebas que Dios revela a través de este pasaje:

  • Las pruebas son enviadas y controladas por Dios con un propósito; Dios es soberano por lo tanto Él puede impedir que vengan las pruebas, pero también muchas veces decide “no impedirlo”: Jesús en su naturaleza humana no podía resistir el cansancio tan grande que tenia, era tal el agotamiento del Señor que ni el sonido de las olas, ni el movimiento de la barca pudieron despertarlo, Él estaba completamente exhausto. Por otro lado los discípulos sabían que su experiencia como marineros no les serviría de nada para poder maniobrar en una tormenta como esa. La Biblia nos enseña que las pruebas nacen en el trono de Dios y para demostrarlo voy a tomar dos ejemplos Bíblicos:
  • El caso de Noemí: Murió su esposo Elimelec, murieron sus dos hijos Malhion y Quelion y su expresión fue, Rut 1:13 “No, hijas mías; que mayor amargura tengo yo que vosotras, pues la mano de Jehová ha salido contra mí” y Rut 1:20-21 “Y ella les respondía: No me llaméis Noemí, sino llamadme Mara; porque en grande amargura me ha puesto el Todopoderoso. Yo me fui llena, pero Jehová me ha vuelto con las manos vacías. ¿Por qué me llamaréis Noemí, ya que Jehová ha dado testimonio contra mí, y el Todopoderoso me ha afligido?”
  • El caso de Job: Job 1:21 “y dijo: Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo volveré allá. Jehová dio, y Jehová quitó; sea el nombre de Jehová bendito” y Job 5:18 "Porque él es quien hace la llaga, y él la vendará; Él hiere, y sus manos curan”. Oseas 6:1 “Venid y volvamos a Jehová; porque él arrebató, y nos curará; hirió, y nos vendará”.
No somos víctimas de un destino ciego, estamos en las manos de un Dios lleno de sabiduría, lleno de poder que controla todas las cosas para el bien de su pueblo; ahora bien:

¿Quien tomo la decisión de embarcarse en el bote para atravesar el lago? Fue Jesús, Él era el único responsable de que sus discípulos estuvieran en esa situación porque quería enseñarles algo: “El poder y la autoridad del Señor Jesucristo”, así que si tu estas en medio de una tempestad sea grande, mediana o pequeña debes entender que fue Dios el que te metió ahí, no fue el destino ni fue la gente que te rodea, Dios te puso ahí con un propósito bueno aunque ahora no podamos entenderlo.

  1. Las pruebas suelen llegar sin previo aviso: Los discípulos no se imaginaban el proceso que tenían que soportar estando Jesús en medio de ellos, “La tormenta se desato repentinamente” Santiago 1:2-4 “Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia. Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna”; el problema es que las pruebas llegan en el momento mas inoportuno, lo que a nosotros nos toma por sorpresa nunca sorprende a nuestro Dios, Él es el que decreta las pruebas y ademas las supervisa para nuestro bien, ya que no enviará una prueba mas allá de lo que podamos soportar; 1 Corintios 10:13 “No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar”.
  2. Las pruebas sacan la corrupción de nuestros corazones, sacan lo peor de nosotros.  Hagamos un repaso de lo que hizo el Señor ese día: La curación de un leproso, la curación a distancia del siervo del centurión, la curación de la suegra de Pedro; los discípulos vieron con sus propios ojos todos estos milagros, se sentían fuertes en la fe por todo lo que habían vivido en ese día con el Señor, ¿hasta que punto era el tamaño de la fe de ellos? La única manera de saberlo era a través de una prueba; he aquí un ejemplo Bíblico: Abraham no sabia que tan grande y fuerte era su fe hasta que Dios le pidió que sacrificara a su hijo Isaac.
En medio de las pruebas conocemos el estado de nuestro corazón, nuestra fe será probada por el fuego, 1 Pedro 1:6-7 “En lo cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas, para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo”; el fuego licúa el oro y hace que la basura salga a flote y el orfebre comienza a purificar el oro no solo para ver su genuinidad sino también para limpiar las impurezas.

Así como el oro, también es nuestra fe, tiene que ser probada por el fuego y cuando somos probados es cuando podemos ver una verdadera radiografía de lo que hay en nuestro corazón.

  1. Las pruebas son un antídoto contra nuestra auto suficiencia: Estos hombres que iban con Jesús en la barca eran experimentados, seguramente habían estado muchas veces en medio de fuertes tormentas y fuertes vientos en el mar de galilea (allí son muy comunes por la estructura de la región, pero ahora Dios los había colocado en una situación tan extrema que ellos sabían que su experiencia no serviría de nada; Dios usa las pruebas para llevarnos a descansar solo en Él, para destruir la auto suficiencia.
Cuando estamos en medio de las pruebas nos damos cuenta lo frágiles que somos y nos mueve a buscar nuestro refugio en Dios, ampararnos en la gracia del poder de Dios, 2 Corintios 12:9-10 “Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo. Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte”.

  1. Las pruebas nos brindan una excelente oportunidad de crecer en nuestro conocimiento de Dios y de sus caminos, las pruebas son una escuela; observemos el verso 27 “Y los hombres se maravillaron, diciendo: ¿Qué hombre es este, que aun los vientos y el mar le obedecen?”, Cristo no encaja dentro de nuestras características humanas, los discípulos habían visto sanidades, milagros y prodigios, sabían que Jesús tenia poder, pero ahora estaban experimentando ese poder del Señor, era un examen práctico; las pruebas convierten el conocimiento teórico que tenemos de Dios en verdadero conocimiento de quien es Él y que es capaz de hacer.
Muchos en la iglesia tienen un conocimiento teórico del Señor pero no han podido experimentar su poder en sus vidas, muchos han visto el poder de Dios en las escrituras y tal vez en otros, pero no lo han experimentado en sus vidas; este es el tiempo en el cual Dios quiere que confiemos en Él, no solo de manera teórica sino también en la práctica; el conocimiento teórico es importante pero se convertirá en verdadero conocimiento cuando lo vivamos realmente y lo apliquemos en medio de nuestras vidas, jamás podemos conocerlo a Él y conocernos a nosotros mismos sino estamos en medio de las pruebas…

Ministración: ¿¿??

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