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Isaías 38:1.
Si seguimos leyendo Isaías 38:2-3, nos damos cuenta que el rey Ezequías “era recto delante de los ojos de Dios, sin embargo Dios le exige a través del profeta Isaías que ORDENE SU CASA”.
Hoy el Señor está preparando a Su Pueblo, por esta razón estamos abriendo nuestros labios para que venga cambio y transformación, por lo tanto el Señor debe ser el centro de nuestra vida, hogar, familia y descendencia, Él es el que edifica, nosotros somos solamente administradores, El es el dueño de todo, nosotros solo debemos seguir sus planes y propósitos.
Cuando pretendemos edificar por nosotros mismos nuestro trabajo es en vano, pues sin el fundamento de Dios que es Cristo Jesus en nuestras vidas, todo lo que construyamos se derrumbara, no permanecerá, dice su palabra en el libro de Juan 15:5 “Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer”.
Sin su intervención divina, una casa, puede ser solamente el lugar donde la familia, vive, come y duerme, escuche esto: “Un Hogar es mucho mas allá de eso, es un lugar, donde la familia, crece, se edifica y fortalece, es el lugar donde se honra a Dios, donde desciende la bendición sobre nuestras vidas, es el lugar donde nos debemos sentir seguros y amados”. Salmos 127:1 “Si Jehová no edificare la casa, en vano trabajan los que la edifican; Si Jehová no guardare la ciudad, en vano vela la guardia”.
Tienes que entender que Dios es un Dios de orden, que el reino de los cielos es un reino de orden, y todo lo que está lejos de Dios es desorden. Dios ordena todo a través de Su palabra y a través de ella nos enseña que debemos vivir una vida en completo orden en todas las áreas de nuestra vida: Espiritual, emocional, económica, sexual y física.
Si nos asomamos al libro de Génesis 1:1-3 entendemos que “La tierra estaba desordenada y vacía…”, en el verso 3 la palabra dice “Y dijo Dios”, abrió su boca, pronunció palabra, el verbo se manifestó para ordenar todo lo que estaba desordenado, para separar la luz de las tinieblas; ahora leamos Juan 1:1-5.
¿Cuantos anhelan ordenar su vida, su hogar y su descendencia? ¿Cuantos anhelan arrancar las tinieblas de su vida, su hogar y su descendencia”. Hoy es el día en el cual vamos a volver nuestra vida y nuestro corazón al Señor, está escrito en el libro de Jeremías
15:19 “Por tanto, así dijo Jehová: Si te convirtieres, yo te restauraré, y delante de mí estarás; y si entresacares lo precioso de lo vil,
serás como mi boca”.
Dios va a usar nuestra “Boca” como si fuese la de Él y vendrá el tiempo de “Restauración y restitución” para nuestra vida, hogar y descendencia, si solo si nos convertimos a Él, si solo si entresacáremos lo precioso de lo vil.
Ahora bien, el problema principal radica en que somos herederos de una naturaleza pecaminosa, tendenciosa al desorden, a la blasfemia, a la mentira, a la hipocresía, a la falsedad, a la traición, al pecado, a la maldición y a la iniquidad.
¿Cuántas cosas en nuestras vidas están en desorden?, hoy El Señor dice en su Palabra “Pon en orden” las 6 áreas de tu vida…
- Area espiritual: Mateo 7: 24-27.
- EDIFICAR UNA FAMILIA SOBRE LA ARENA.
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- Confiar en la propia opinión. Conocimiento, experiencias, capacidades, talentos.
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- COLOCAR LA CASA SOBRE LA ROCA: Es colocar a Jesucristo como fundamento en nuestra vida, hogar y descendencia.
- Area Emocional: Mateo 22:37-40.
- Area Económica: Romanos 13:7, Proverbios 6:1-3, Proverbios 11:15, Lucas 14:28-30.
- Area Familiar: Salmo 127:1, El no solo EDIFICA, Él RESTAURA CASAS y las convierte en HOGARES, donde pueda descender su bendición, y transformar todo lo que allí hay.
- Area Sexual: Arrancar las ataduras sexuales…
- Area Física: Deuteronomio 7:12-15 “Y por haber oído estos decretos y haberlos guardado y puesto por obra, Jehová tu Dios guardará contigo el pacto y la misericordia que juró a tus padres. Y te amará, te bendecirá y te multiplicará, y bendecirá el fruto de tu vientre y el fruto de tu tierra, tu grano, tu mosto, tu aceite, la cría de tus vacas, y los rebaños de tus ovejas, en la tierra que juró a tus padres que te daría. Bendito serás más que todos los pueblos; no habrá en ti varón ni hembra estéril, ni en tus ganados. Y quitará Jehová de ti toda enfermedad; y todas las malas plagas de Egipto, que tú conoces, no las pondrá sobre ti, antes las pondrá sobre todos los que te aborrecieren”.
Levántate, Dios va a usar “TU BOCA”, está escrito: Jeremías
15:19 “Por tanto, así dijo Jehová: Si te convirtieres, yo te restauraré, y delante de mí estarás; y si entresacares lo precioso de lo vil,
serás como mi boca”, dile no al desorden en tu vida, tu hogar y tu descendencia en las áreas. Espiritual, Emocional, Sexual, Económica, familiar y Física.
Hoy el Señor te dice; “La Palabra que Dios pusiere en mi boca, esa hablaré…”:
- Hoy se rompe toda maldición de mi vida, mi hogar y mi descendencia en la cruz del calvario, porque está escrito “Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición (porque está escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero”, “Nadie puede maldecir al que Dios no maldijo, nadie puede execrar o condenar al que Dios no ha execrado o condenado”. Números 23:8.
- Dios no es hombre para que mienta, ni hijo de hombre para que se arrepienta, El dijo ¿Y no hará? Habló ¿Y no lo ejecutará?, hoy he recibido la orden de bendecir; el dio bendición, y no podré revocarla, hoy ha limpiado y ha borrado nuestra iniquidad y nuestra perversidad, nuestra maldad y nuestro pecado, por medio de Su sangre que derramó en la cruz del calvario, por lo tanto no hay iniquidad ni perversidad en mi vida, en mi hogar y en mi descendencia, el Señor nos ha sacado de Egipto, tenemos fuerza como las del búfalo, por lo tanto no hay agüero, ni adivinación, ni falsas profecías contra mi vida, mi hogar y mi descendencia. Números 23:19-23.
- Abro mi boca, porque mi boca habla lo que Dios está hablando, no le temas a nadie, teme a Dios y todos tendrán temor de tí: Como ahora, será dicho de mi, de mi hogar y mi descendencia: “Lo que ha hecho Dios, he aquí como León me levantaré y como León me pondré derecho y firme, no descansaré hasta que devore la presa y beba la sangre de los que me han maldecido y han anhelado mi destrucción”. Números 23:23-24.
- Hoy veo la visión del Omnipotente y lo que veo lo llevo a mi boca, por lo tanto abro mi boca y digo lo que oigo decir a Dios: “Cuan hermoso es el lugar de mi morada, cuan hermoso es mi hogar y mi descendencia, como arroyos están extendidas, como huertos junto al rio, como áloes plantados por Jehová, como cedros junto a las aguas, de mis manos destilarán aguas, y mi descendencia será en muchas aguas y mi hogar y mi descendencia será engrandecido, el Señor nos ha sacado de Egipto, de esclavitud, de tinieblas y nos ha dado fuerza como las del búfalo, por lo tanto tiemblen todos mis enemigos y los que han deseado mi destrucción: “Devoraré a todos mis enemigos, desmenuzaré sus huesos y los traspasaré con saetas, benditos serán los que me bendicen y malditos lo que me maldicen”. Números 24:4-9.