El temor de Dios se refiere al respeto, admiración y sumisión hacia Dios y a su perfecta voluntad., en ese sentido, muchos «temen» a Dios por:
El Juicio Final, descrito en el libro de Daniel 7:9-10, Apocalipsis 20:11-15.
El infierno o e lago de fuego Apocalipsis 20:15.
La omnipotencia de Dios.
El temor de Dios no es un temor emocional, sino más bien espiritual. No es el temor insano que paraliza y debilita. El temor de Dios viene como consecuencia de la relación e influencia de Dios en nuestras vidas. Nace cuando la presencia de Dios se revela a nuestra vida, viene porque estamos cansados de ser manipulados y controlados por el temor al hombre, cansados de estar dominados por nuestros temores e inseguridades.
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El temor de Dios se refiere al respeto, admiración y sumisión hacia Dios y a su perfecta voluntad., en ese sentido, muchos «temen» a Dios por:
- El Juicio Final, descrito en el libro de Daniel 7:9-10, Apocalipsis 20:11-15.
- El infierno o e lago de fuego Apocalipsis 20:15.
- La omnipotencia de Dios.
El temor de Dios no es un temor emocional, sino más bien espiritual. No es el temor insano que paraliza y debilita. El temor de Dios viene como consecuencia de la relación e influencia de Dios en nuestras vidas. Nace cuando la presencia de Dios se revela a nuestra vida, viene porque estamos cansados de ser manipulados y controlados por el temor al hombre, cansados de estar dominados por nuestros temores e inseguridades.
Que es el Temor de Dios:
- Es un mandato. Deuteronomio 13.4.
- Es el principio de la sabiduría. Proverbios 1.7. Muchas personas son inteligentes y tienen un nivel académico alto, pero son ignorantes en cuanto a lo más valioso, pues no conocen ni temen a Dios. La sabiduría no se obtiene en la escuela, pues solamente proviene de Dios.
- Nos aparta del mal. Proverbios 16.6. El amor, respeto y admiración a Dios produce el deseo de alejarnos del mal y del pecado.
- Produce sanidad en nuestro cuerpo. Proverbios 3.7, 8.
- Nos da confianza. Proverbios 14.26. La confianza viene como resultado de la dependencia absoluta de Dios.
- Es una fuente de vida y nos aparta de la muerte. Proverbios 14.27.
- Nos da protección divina. Salmos 34.7.
El temor de Dios va ligado a la obediencia, la cual no es el simple acto de hacer algo por hacerlo, sino que tiene una serie de condiciones y su finalidad es cumplir Su propósito en nuestras vidas, hogar, familia, descendencia.
Desde Génesis hasta Apocalipsis, Dios llamó a hombres y mujeres para que cumplieran Su perfecta voluntad a través de la obediencia:
- A Abraham le habló en Génesis 12:1, al cual llamó para que a través de él viniera una descendencia que creyera en Él, constituir un pueblo al cual llamó “Pueblo de Dios, pueblo Santo, de su exclusiva posesión, pueblo único”).
- A Jacob se le reveló en un sueño cuando huía de su hermano Esaú, le confirmó la promesa que le había hecho a Abraham y a Isaac y estableció en él un propósito y un destino : Génesis 28:13-17.
- A Moisés se le apareció en una llama de fuego en medio de una zarza y le pareció extraño que la zarza ardía en fuego y no se consumía: Éxodo 3:6-10. Y estableció un propósito y un destino.
Y así como ellos, Dios en este tiempo quiere hablar, quiere mostrarse a Su pueblo para que nos levantemos y comenzar a obedecer a hacer Su perfecta voluntad.
Necesitamos que Dios se nos aparezca, se nos revele en este tiempo, Dios quiere un pueblo obediente, que oiga Su voz, que actúe no para beneficio de “uno solo o una familia” sino para el bien de Su iglesia, Su pueblo, Dios quiere un pueblo no sujeto a propósitos de hombres, Él quiere mostrar Su perfecta voluntad… Y quiero terminar con lo que está escrito en Eclesiastés 12:13-14. Señor Háblanos, revélate a mi vida, muéstrate a tu pueblo.
- La sangre del Cordero, la sangre de Jesús está clamando por misericordia, su sangre habla, nos da el derecho legal de ser perdonados y de deshacer todo juicio que hay contra nosotros, Hebreos 12:24; la sangre de Jesús sigue hablando hoy a nuestro favor.
- La iglesia tiene el derecho legal de tomar la sangre de Jesús e ir delante de Dios y deshacer cualquier argumento que se haya levantado en mi contra, la de mi hogar y mi familia.
- La Palabra del testimonio es lo que Jesús ha hecho por mi en la cruz y se encuentran escritas en el libro de Isaías 53 e Isaías 61.