Parteaguas

Siguiendo al amor se fue al extranjero, en zig zag llegó a Yale, se graduó. El éxito en la investigación no fue suficiente. Se hizo madre, productora de cine y luego agropecuaria, líder del "Slow Food Market" local; renunció de nuevo. Encontró a su amor y regresó con otro amor: el arte. Aliza Mizrahi nos cuenta de sus renuncias, de sus decisiones y de su gran aventura después de los 60 años, ahora que la vida promete y dura más.

What is Parteaguas?

Disrupción contada por mujeres y hombres súper aventureros que no temen dar giros en su vida para mejorar su entorno y hacer negocios que a veces salen bien. Tecnología de punta hablada simple y en español, desde México. Jonathan Ruiz, columnista y directivo de El Financiero y autor de Parteaguas, es el host.

¿Qué tal que eres super lista? Aún así decides seguir a lo que crees que es el amor de tu vida. Y estudias en otra ciudad, pero luego ese amor no funciona, te regresas, te graduas, trabajas, te va bien, te va muy bien, pero decides renunciar, porque no te gusta. Empiezas a hacer arte, y el arte te gusta, luego vienen hijos, y ya no puedes hacer arte y te dedicas a otra cosa y empiezas a trabajar otra vez y te va bien otra vez pero de pronto decides que ya no es lo que quieres y llegas a los 60 y todavía te quedan muchos años ahora que vivimos cada vez más años y quieres cambiar de vida y lo haces qué tal que eso es lo que le ocurrió a Alisa Misragi en este show siempre ponemos atención a esas decisiones, a las renuncias a veces. Esto es Parte Aguas, número 10. Bienvenidos. Alicia Mizrahi es amiga mía desde hace muchos años, lo digo con orgullo porque yo siempre le digo que me encanta la aventura que ha conseguido construir con su vida y me encanta que ahora esté dispuesta a contárselas a ustedes. Alisa Mizrahi es hoy artista, escultora, antes fue productora agropecuaria y antes de eso fue administradora del mercado de Slow Food, un mercado que apela a la sustentabilidad, es decir, a productores que produzcan verduras y comida, pero de una manera sustentable, sin que dañe el ambiente. En Mérida, quienes ya habitan Mérida, conocen el Slow Food, que está ubicado cada sábado ahí afuera del antiguo Cine Colón, en una zona muy bonita cercana a García Ginerés, una colonia centenaria en la ciudad de Mérida, ella la fundó, lo administró y antes de eso escuchen ustedes, fue académica en la Wadi, pero antes de eso fue estudiante en Yale, en Ivy League, es decir, hay muchos individuos en este mundo que quisieran estudiar en Yale, por lo que significa en las repercusiones que puede tener en su vida y ella egresada de Yale, una eminencia, decidió tomar una elección que la hacía renunciar a una vida en Estados Unidos, en el primer mundo, porque la llamaron de la Wadi, la Universidad Autónoma de Yucatán y ella decidió venir a México a procurar el avance de la ciencia y la tecnología en México que estaba rezagada desde entonces en fin, ya me anticipé pero ya saben entonces con quien estamos, Alisa Misrahi está en estos micrófonos vamos a ir para allá, vamos a ir para allá, pero yo quisiera Alisa primero la bienvenida, darte la bienvenida y preguntarte quiero saber antes quién era Alisa Misrahi en los años 60. Gracias Jonathan, estoy muy contenta de que me hayas invitado. Bueno, yo nací en los años 60 y en esa época no te puedo decir mucho, era una niña digamos normal, buen estudiante, nada... nada, era el orgullo de tus profesores, si, pero no era nada, digo porque en esas épocas nos calificaban en función de la boleta, si, siempre tuve buenas notas, te calificaban socialmente incluso, si, si tenía buenas notas, fui una alumna aplicada, y cuál era la materia que más te gustaba? Pues siempre me gustaron las ciencias biológicas, pero así en la primaria... no tengo idea. Ok, te acuerdas de, digamos, de haber disfrutado... Pero me acuerdo que me gustaba la biología. De acuerdo, de acuerdo. ¿Con quién salías en los recreos? ¿Cómo eran tus amigos? ¿Quiénes eran? Tuve la cuestión de que a mí me metieron a una escuela privada judía y yo no estuve, nunca pude entrar muy bien en ese círculo, entonces a mí me costó mucho trabajo estudiar ahí. ¿Era la Ciudad de México? En la Ciudad de México. entiendo que son o tu origen, tu ascendencia es Siria, ¿estoy en lo correcto? del lado paterno es Siria, del lado materno es Lituania correcto, y tus dos papás eran extranjeros, llegaron a la Ciudad de México, tus abuelos mis abuelos, mis papás nacieron ya en la Ciudad de México y nosotros también somos chilangos ok, pero bueno, disfrutabas dos culturas en ese momento la cultura chilanga de los tacos al pastor y los tacos de bistec, pero en tu casa... La comida árabe. Exacto, ¿qué comían? ¿Cuál era la comida de los domingos en tu casa? Híjole, hacían muchísima comida árabe, muchos guisos con berenjenas, quipes, pan árabe, humos, no sé. este no sé en esos días que no era común tener comida internacional en la ciudad de méxico no si no había tanto como hay hoy si en aquellos buenos no no estuve en los sesentas pero si nací en los setentas y y conocí esa ciudad de méxico y recuerdo que pues si acaso era el VIPs no? o era el CEPS me acuerdo que era un restaurante sofisticado de comida francesa pero realmente no había una oferta gastronómica diversificada. Pero mi mamá siempre cocinó, cocinó muy bien y cocinaba tanto la comida mexicana como la comida árabe. Y ¿recuerdas algún platillo que tú aprendiste a cocinar? Porque deben saber también que a Alisa le encanta la cocina. Sí, yo cocino muy bien, pero aprendí a cocinar mucho después. Ok. Mucho, mucho después. Bueno, ya nos contarás de eso. Y tú estás en la Ciudad de México en los años sesentas, llegan los setentas, empiezas a convertirte en una adolescente brillante. ¿Qué pasa? ¿Que, digamos, no congeniabas con la cultura judía con la que compartías en ese momento? No congenié nunca con ese círculo y yo tenía un novio y por cuestiones de... se murió su mamá y era un... estaban casi huérfanos, entonces él decide que se quiere ir de la Ciudad de México y se va a Montreal. Yo tenía... estaba muy chavita, tenía 17 años y este y mi papá sentía mucho la tragedia de ver que se deshizo la familia y la grande ya se había salido de la casa y este se quería ir a Montreal a estudiar porque pues no querían estar en México, les recordaba la casa, la mamá. Entonces pues yo le estuve fregando entonces pues yo le estuve fregando a mi papá que si me deja ir, que si me deja ir pues era algo así como imposible mi papá finalmente yo no sé si para quitarse de de que lo estuviera fregando me dijo pues si te aceptan te vas entonces pues yo me metí a estudiar y hice los exámenes y que si me aceptan. ¿En qué universidad? En Magill, en Montreal. Pues entonces mi papá ya no tuvo más que decir pues sí, sí, yo dije que sí y me mandó. ¿Cómo eran las condiciones económicas en tu casa? ¿Qué hacía tu papá? Mi papá era ingeniero mecánico eléctrico y le fue muy bien, hizo muy buenos negocios y le fue muy bien entonces sí me pudo apoyar me mandó a Montreal pero pues que crees que acabé con el novio pero cómo me regreso? ¿Quién te decía tu papá? Mi papá Me decía, no, pero cómo me regreso, si ya, ya di el salto, ya, ya estoy independiente, no, no Entonces, en esa época mi hermana estaba estudiando su doctorado en Berkeley Y digo, y si me voy? Voy a ver si me aceptan allá y ahí ¿Qué estabas estudiando tú? Química Ok Entonces, apliqué para hacer un transfer y me dijeron que sí Ok entonces apliqué para hacer un transfer y me dijeron que sí. Ok, cruzar el... Entonces me fui de Montreal a Berkeley y terminé mi carrera en UC Berkeley. Cuando terminó la carrera, regresó a México y que creo... A la ciudad de México. Sí, que no me valen la licenciatura. ¿Cómo? Pues es que es diferente el nivel, o sea, en México desde que entras a la licenciatura estás en química y en Estados Unidos pues haces, pues tomar cualquier materia, yo tomaba clases de filosofía, de cualquier cosa. Entonces me dicen, no, yo esos exámenes no los voy a pasar. ¿Qué universidad era? Yo estaba en Berkeley. No, no, no, en la clase. No, aquí para trabajar, para entrar a trabajar, no me valía la licenciatura. ¿En dónde querías trabajar en eso? Pues en donde fuera, o sea, yo quería llegar con un título. Claro, claro, claro. Y entonces me dijeron, no, la única manera es hacer una maestría. Estados Unidos te da un año permiso de trabajo para poder trabajar en tu carrera, entonces yo pude conseguir un trabajo de química en Estados Unidos, junté dinero y me fui a hacer la maestría allá porque no tenía opción laboral en México con la licenciatura, tenía que llegar con una maestría. La maestría en? En, se llama Forestry and Environmental Studies, es como, como manejo. Ciencias forestales? Ciencias forestales y medio ambiente. Ok. ya yo regrese ya de con la maestría hecha ya estabas en tus 20's 20's tardios y pues cuando yo regrese a la ciudad de México que ahí si estas mal en lo que dijiste que que yo tuve la opción de quedarme en Estados Unidos y me vine a México por quererme regresar no, básicamente en esa época no se si me hubieran preguntado si me hubiera querido quedar en Estados Unidos o si me hubiera querido quedar ahí. O sea, ahorita te diría jamás. Pero no había esa opción. O sea, no había opción de quedarte allá. Ok. Ok. Ok. Entonces yo me regreso a México y lo que sí sabía es que a la Ciudad de México no quería regresar. ¿Por qué? Pues ya llevaba yo muchos años fuera y me gustaba mucho el medio ambiente. Yo quería vivir, yo quería ir al trópico. Al trópico, mira que curioso porque en California pues tienes los bosques, ¿no? Sí, pero... De alguna manera, no es tan tropical. Yo leí mucho sobre las caobas y estaba yo muy metida con las caobas y los bosques de Quintana Roo y yo quería ir al trópico. Ok. Entonces, pues empecé a pedir en universidades y finalmente salió la plaza en la Wadi. Ok. Entonces, sí, yo me vine a Mérida, solita, así, sin conocer a nadie, llegué aquí y sí, estuve seis años de académica, tuve mi plaza, que parece que es bastante preciado tener una plaza, porque es algo que no es tan fácil de obtener yo ya tenía todo eso, o sea, el camino ya estaba hecho yo podría haberme quedado de académica en la UADI para siempre pero ahí sí fue en donde hubo un par de aguas porque yo no estaba contenta, yo sentía que lo que estaba haciendo no era relevante, no me llenaba. Estamos hablando con Alisa Misrahi, quien hasta ese punto de su vida era académica de la UADI, con estudios de posgrado en Estados Unidos. Nos está contando la historia de su vida, vamos a ir avanzando en ese proceso. ¿Y tú no te gustaba, o sea, si fui académica, si publiqué artículos científicos en buenas revistas reconocidas, lo que tú quieras, pero no me llenaba, eso no me llenaba, yo sentía que, ¿cómo voy a dedicarme toda mi vida a hacer esto si no es algo que me gusta? Pero, ¿por qué? O sea, vamos, entendiendo que la labor de un profesor tiene muchas recompensas espirituales, ¿no?, ayudar a otros a conocer el mundo o lo que fuera, pero, ¿qué era lo que no te llenaba? Yo sentía que la investigación académica está muy lejos de la realidad. Ok. Fíjate que creo que es un problema que tuvo el Conacyt también, ¿no? No vamos a entrar ahí, no es el asunto, pero la percepción es de que muchos profesores, muchos investigadores se dedican a hacer investigación, sin aplicación. Sí, sin aplicación. Entonces es un problema, porque bueno, puedes seguir investigando, pero lo que hagas no tiene utilidad para la gente, ¿es eso? Y voy por ahí. Sí, vas por ahí. Ok, de acuerdo. Entonces tú decías que ya no. Entonces, pues sí, después de seis años de estar en la Wadi, ya con una plaza y con todas las prestaciones que da la Wadi, sí, decidí renunciar y me fui. Renuncias, ¿no? a una situación de comodidad. Sí. Al final te pudiste haber quedado ahí toda la vida y además si decidías jubilarte ahí tendrías una jubilación bastante generosa. Sí. Pero tú decidiste jóvenes muchas cosas de por delante y a dónde fuiste bueno di muchas vueltas este di muchas vueltas y también en el interin tuve dos hijas ok vueltas no te viajaste o no no pero tuve muchos trabajos o sea estuve en producción de cine y estuve en muchas cosas esa parte no la conocía, Alisa, que hacías como productora de cine, que haces en la parte de producción? cuando venía a hacer comerciales y cosas así yo los ayudaba, porque yo tengo muy buen inglés por haber estudiado allá, y conocía muy bien el estado, entonces podía conseguir las locaciones y ayudarlos necesitaran era como el viene viene de la producción, el milusos de la producción oye y das tu vida, bueno da muchas vueltas, tienes dos hijas, tengo dos hijas y finalmente este llevo a mi casa que tú conoces en Cholul que tiene un terreno muy grande y en esa época yo estaba divorciada sin trabajo y con dos hijas y yo digo híjole este terreno por lo menos me tiene que dar de comer entonces pues yo empecé a así a sembrar lo que se pudiera y no hacía como en tu jardín que es grande el jardín pero pues así sin ningún proyecto. Sin estructura. Y en eso conocí a mi esposo, a Enrique, que tú conoces. Le mando un saludo. Y él se quedaba a cuidar a mis hijas para que yo me metiera a estudiar agricultura orgánica. Entonces yo me metí no sé cuántos sábados fue, pero fueron muchos sábados y ya con esa capacitación, pues ya hubo un poco más de orden, empecé y al mismo tiempo de que yo empecé con esta huerta, el que hizo Slow Food, que no fui yo, que también me lo atribuiste a mí, pero no fui yo, David Sterling, que es un chef, él me invitó a formar parte de la directiva para formarlo, porque él veía que yo estaba metida en la agricultura y que era agricultura orgánica y sintió que yo podía... ¿Era parte del espíritu de la organización? Sí, que yo podía entrar. Cuando a él me invitó, yo no conocía ni siquiera la palabra de slow food, yo lo tuve que leer, porque no tenía idea que había un movimiento así. ¿Qué es el slow food? Pues es un movimiento internacional que nace en Italia, en contra de la comida rápida, por eso le llaman slow food, comida lenta, y le pusieron el nombre, los italianos en inglés, pensando que esto iba a ser un movimiento internacional, desde el principio. Entonces, es un movimiento que apoya al pequeño productor, que apoya las cadenas cortas de mercado, que quiere... Que nada más de 100 kilómetros de distancia se ha producido, ¿no? Sí, ellos tienen esta cosa de decirlo, bueno, justo y limpio. Entonces, bueno que sea bien hecho de buena calidad, limpio para el medio ambiente y para los animales y justo que sea un comercio justo, tanto para el productor como para el cliente ok, y entonces tú te involucras en la dirección de esa organización yo me involucro en la dirección ¿qué año era? ¿te acuerdas más o menos? ay, fue hace como 12 años, o tal vez, no, yo creo que hace como 15 años. Ok, o sea, por ahí de los 2010, vamos a decir, ¿no? Y eso no se veía aquí en Yucatán. No. Es más, en México, yo me acuerdo que la Ciudad de México estaba llegando también. Sí, en la Ciudad de México ya había. ¿Hay un parque en la Colonia Roma? Sí, es el Mercado del Cien. El Mercado del Cien, hasta donde yo recuerdo, se ponía en la plaza de Rio de Janeiro, donde usted y David... Nada más que la diferencia de ese mercado es que en ese mercado había gente de Slow Food que participaban en este mercado. El mercado que nosotros creamos fue un mercado creado de Slow Food, o sea que todos estaban bajo los mismos parámetros. Ok. Ya. Y bueno... Bueno, yo me fui involucrando y también empecé a vender mis productos y sí me di cuenta que eso podía ser una forma de vida para mí. Entonces, yo le dediqué muchísimas horas a que ese mercado funcionara y acabé de directora. Fui directora muchos años. Estuve como directora, no sé, cinco o seis años, porque David Sterling primero se enfermó y luego finalmente murió, pero desde que él se enfermó me dijo, necesito que lo tomes, porque yo no lo puedo tomar. Estamos hablando con Alisa Mizrahi, quien presidió o dirigió el Slow Food en Yucatán, vamos a hablar de luego cómo renunció a eso y vamos a hablar de la vida que la fue llevando de regreso a ser un artista como lo fue de productora de cine, vamos a hablar en un momento más de eso Soy Jonathan Ruiz, esto es Parte Agua, regresamos en un momento Gracias Alisa, entonces tú eras directora del Slow Food Yucatán, esta organización dedicada a vender productos que hayan sido producidos, productos alimenticios que hayan sido producidos de una manera que no dañen el medio ambiente y que sean producidos cercanos a la gente que los consume para tampoco contaminar en el transporte. Correcto. Eso era más o menos 2010, ahí estamos en este momento, tú estás de directora de esta organización en la que todo fue miel sobre hojuelas, nunca hubo problemas. No hubieron muchísimos problemas, imagínate coordinar a 60 personas. Y de cuántas culturas. De muchísimas culturas, o sea, ahí había gente de todos lados y sí se logró juntar a los que les llamamos expats, que son los gringos y canadienses que vienen aquí a jubilarse y a la gente mexicana entonces era una mezcla tremenda y negocios familiares, o sea, entraba la familia completa, el negocio, el papá, el abuelito, el esposo, el hijo o sea, no te puedo decir la cantidad de problemas. Hay gente ahí que vende, yo conozco a los italianos que venden quesos, si estoy bien, que son una fiesta y tienen su propio negocio, es un mercado en realidad, en donde cada quien tiene su puesto, pero cada mercado puede contar una historia. Cada mercado puede, sí, cada persona puede, tiene su historia y sí, pues, fue formar lo que era ese mercado, porque la idea la tenía David, pero pues hay que hacer protocolos de buenas prácticas, e ir a hacer verificaciones y ver la publicidad. O sea, ver que lo que decían estaba siendo realidad, que no estuvieran echando químicos. Y pedir los permisos, o sea, era un trabajal. Y yo también era productora, yo tenía gallinas, vendía huevo, que sepas que yo en la Ciudad de México no había tocado una gallina, o sea yo no sabía ni cómo se agarran. ¿Y corrías de las gallinas? Pues acabé teniendo 500 gallinas y vendíamos huevo. ¿Cuántos huevos produce una gallina el día uno? Uno. Ok, entonces vendías 500 huevos al día. Bueno, como 400 porque no todos los días ponen. Claro. Este, pero sí teníamos que sacar 400 huevos cada día. O sea, ¿a qué hora te parabas? Pues Enrique también tenía que hacer sus vueltas. Enrique tu esposo. Entonces se paraban tempranito a hacer trabajo de granjeros en tu casa? En mi casa y después a repartir y tengo un invernadero y ahí también cultivaba básicamente jitomate y pepino pero más jitomate, entonces pues sí vendía yo y todo se llevaba a vender y además yo hacía encurtidos y hacía mermeladas y hacía otras cosas como para completar los ingresos pero sí, sí logré vivir de esto, pues muchos años Déjenme, si me lo permites, hacer una rápida descripción de tu casa. La casa de Alisa es una casa muy fresca. Me llama mucho la atención que corre mucho el viento. Lo cual, ustedes dirán, bueno, pues muchas casas, no sé si, pero eso es muy importante en una ciudad cálida como Mérida. Y es una casa que siempre está de puertas abiertas, en la que entran sus mascotas o sus compañeros caninos y felinos y vamos, es una casa que realmente está llena de actividad todo el tiempo, pero la casa está en realidad en el centro de un terreno que tendrá unos 20 o 25 metros de frente? 30. 30 de frente y cuánto de fondo? 90. Bueno pues ahí son 2.700 metros cuadrados, entonces la casa ocupa un espacio de 300 metros, 200 metros por ahí, y lo demás son un cuarto de hectárea, en la que Alisa instaló un, en lugar de garage propiamente, instaló un invernadero suficientemente grande para la producción que hay hablado, árboles frutales, gallinas al fondo, y en ese momento, Teatro, tú estabas produciendo todo el día cuál fue el momento más de los momentos que más recuerdes como directora de esta organización slow food no te sé decir el mejor momento digamos un buen día mira si tuve reconocimiento me dio mucho gusto que me mandaron a italia y para mí eso sí fue muy revelador porque ahí fue donde me di cuenta de lo que es un mercado de la tierra, porque lo vi, vi cómo funciona un mercado de la tierra en Italia y después nos llevaron a ver a los productores, entonces en el mercado aquí en Mérida, pues sí, me gustaba saber que funcionaba, o sea que tuvo éxito, que si llegamos a tener, nosotros empezamos 8, y nos estuvimos viendo la cara varios años los 8. Era tu otra familia? Pues sí, y de repente a ser 60 y la gente llegaba a comprar y hacían colas, habían filas. Hay música, café. Entonces, la verdad, eso es lo que me llevo de... Pero renunciaste en algún punto. Sí, renuncié porque ya estaba yo cansada. Es muy complejo estar lidiando con 60 gentes. Y de buen carácter. Y de buen carácter. Y eso fue y también ya estaba yo cansada me estaba yo empezando a cansar del trabajo que tenía en la granja la granja gema la granja gema porque pues si es un trabajal pues simplemente darle de comer a 500 seres vivientes allá en tu patio más tus queridos amigos, eso es lo más fácil, lo que allí nada volvería a tener. No, pero sí, es trabajo complicado. Este, entonces, y la venta, las vueltas. Sí, claro. Y entonces, ¿dejas la organización en qué habrá sido antes de la pandemia? Bueno, justo en la pandemia hubo una ruptura en ese mercado, y nosotros nos cambiamos a otro mercado de slow food, formamos un segundo mercado de Slow Food, un grupo disidente del primer mercado, y nos fuimos a otro mercado y ahora hay dos mercados de Slow Food que funcionan los dos bastante bien. Uno al norte de la ciudad y otro al centro. Entonces estuve ahí en ese segundo mercado y ahí fue donde yo, desde que lo formé, porque yo sabía cómo formarlo, yo les dije yo sí se los formó, pero yo me salgo, o sea ya no quiero ser directora y probablemente ya no voy a ser productora, en el momento en que mi esposo se jubila, que ya tengo yo una certeza de que va a llegar el primero del mes una cantidad de dinero, en ese momento yo dejé por completo la granja y construí un taller en donde era el gallinero. El gallinero se acabó, las gallinas se acabaron. Se acabó. Ok. Y este... Antes de ir para allá, debo decir también que Alisa procuró otros trabajos agropecuarios, entre ellos la producción de vainilla. Ay, sí, nos metimos a la vainilla. Sí, eso es un asunto del cual podemos hablar, porque fuimos cómplices en esa tarea. Y la vainilla, no sé si ustedes lo sepan, pero la vainilla natural es sumamente cara, y eso llama la atención. Si puedes producirla, puedes venderla a un alto precio, 600 dólares el kilo, más o menos, para que tengan una idea, es casi tan caro como el azafrán dicen que los dos condimentos más caros son el azafrán y la vainilla y Alisa hizo un intento por producir vainilla en la granja gema, a la puerta de su casa no funcionó, no funcionó, los que me estén escuchando, no se metan a la vainilla en Yucatán no sirve, no este no es el clima, sí produce, porque si logramos, tú tomaste de mi vainilla, si la has probado, pero este no es comercial, entonces métanse mejor a otra cosa. Y junto con las vainillas también tuvo, y ya me corriges porque esta ha sido la noche de correcciones en las que me equivocaba en varias, pero recuerdo que tenías también... las gallinas no eran cualquier gallina. No. Recuerdo que físicamente eran distintas, o sea, yo decía, pues qué le pasa a esas pobres gallinas que les falta plumas en el cuello. Eran las pelonas. O sea, una gallina como la que conocen, pero imagínense una gallina que en el cuello no tiene plumas. Entonces, es como que algo le falta, ¿no? Es que son gallinas criollas, que son las gallinas más adaptadas a este clima. Y tuviste las últimas. Y tuve las últimas o sea es esa genética se perdió se perdió vaya y desafortunadamente se pierde porque bueno estaba en extinción y se extinguieron como tal sí sí entonces bueno no se extinguieron a nivel mundial en yucatán en yucatán correcto ok y bueno pues entonces dejamos de comer gallina que debe probar digamos si tienen la oportunidad prueben lo que tuve la ventaja de haber probado esa carne y es distinta a otra carne de pollo que he probado en la vida. Y se acaba ahí la historia, ¿no? Se acaba la historia de Alisa Misragi como productora alimenticia. Sí, ahorita nada más tenemos para nosotros. Y viene una última etapa. Vamos a hablar de eso, no anticipes, porque vamos a ir con el cierre en un momento más, pero viene una etapa de Alisa que retoma como artista, como artista plástica, es decir, visual, correcto, nos va a platicar por qué y cómo lo hizo. Esto es Parte Aguas, Parte Aguas de Vida, regresamos. Hoy Alisa ha decidido que hay mucho tiempo todavía por delante, es una cuestión natural el que ahora los humanos vivimos más por razones distintas, una de ellas es mejoras en la salud, nos tratamos mejor a nosotros mismos, a nuestro cuerpo, hacemos más ejercicio y hay todavía un camino por delante en la vida de Alisa como la habrá seguramente en la de muchos de ustedes que nacieron por ahí de los 60 como Alisa lo hizo también y hoy Alisa ha decidido que para los siguientes años, quien sabe si serán 5 o 10 o 50 años en esta tarea porque de vida le van a quedar como 100 pero digo en esta tarea de los próximos años cercanos Alisa ha decidido ser artista plástica. Así es. ¿Por qué? Mira, siempre me gustó las artes plásticas. Cuando yo llegué a Yucatán, pues te digo que no conocía yo a nadie y yo iba en las mañanas a la facultad a trabajar, pero en esa época la facultad cerraba a las tres de la tarde, entonces yo tenía toda la tarde libre Gerda Grüber, que es una artista plástica muy famosa, es europea, pero lleva en México muchísimos años, y me hice muy amiga de ella, y ella me empezó a enseñar. Empezamos jugando con el torno, a tornear, me enseñó a tornear, y de repente le dije, oye, no, pero es que a mí sí me gusta, ¿me enseñarías? Y me dijo, sí, claro. Entonces en las tardes yo empezaba a hacer cerámica y me compré mis cosas, me divorcié y tenía yo que hacer algo. Los deberes superan a los placeres. Así es, pero siempre se me quedó en el tintero. Entonces, pues cuando estábamos viendo qué vamos a hacer y que tú hiciste a bien a darme un podcast de un señor británico que estaba diciendo que pues hoy vivimos mucho más años y que cuando uno se jubila no es el fin del mundo no te sientas ya a tejer a ver la tele, estoy joven, estoy fuerte, tengo todo para hacer algo y quiero retomar eso, es algo que siempre me gustó. Digo porque no lo he comentado y nos pasamos eso porque podríamos hablar de muchas etapas de la vida de Alisa pero una de sus etapas fue la de ciclista y creo que has retomado también es, entonces tu corazón está como una bomba y entonces en esta redefinición de esta etapa de tu vida vamos a decirlo así vas a procurar ser artista. Sí, estoy tomando digamos unas clases, estoy yendo al taller de Gerda que afortunadamente me volvió a tomar, entonces este estoy tomando clases con ella y ahí va, pero ya tengo mi taller y si tengo la pues tengo las ganas de dedicarme a eso. Deben saber que el taller, ya lo dijo, pero voy a subrayarlo, está en donde estuvieron las gallinas. Sí, no lo vas a reconocer cuando vayas. Pero alcancé a ver la obra negra todavía y la vista era maravillosa porque da justamente a lo que fue la granja. Sí. Y lo que tienes en tu ventanal seguramente es verde, el mejor color, el que más relaja y tiene sonidos de pájaros que todavía llegan a Cholul y hay pájaros maravillosos, en Yucatán hay un pájaro que es mi favorito, el pájaro Tó que no sé si llegue a tu casa o no, pero el pájaro Tó es un pájaro azul que cuando se posa, deja la cola colgando y la cola pero en el final de la cola está un círculo azul que parece un péndulo cuando está arriba, entonces ese es tu... a eso me voy a dedicar Jonathan ¿cuándo tienes la primera exposición? ah no sé, eso lo va a tener que decir mi maestra Gerda ¿cuántas piezas llevas? este ya tengo terminada una ok este ahí la verás se está quemando. ¿Qué tipo de pieza es? Son esculturas grandes como las que viste en mi casa. Hay una escultura que me gusta mucho, que asemeja a las vértebras de una columna. Exactamente, como una columna vertebral. Pues seguí con eso porque Gerda me dijo, bueno, ¿qué quieres hacer? Entonces yo le dije, yo quiero como que cerrar estos 23 años que no hice nada, entonces me quedé con... No hiciste nada. Bueno, no hice nada en las artes, entonces digo, bueno, yo me quedé con la columna vertebral y con ella voy a empezar. Entonces, esta pieza que hice es como una columna vertebral, muy diferente, la vas a ver, pero yo quise cerrar el círculo y entonces retomé mi proyecto de hace 23 años y hoy lo estoy cerrando. Para que se imaginen, si pueden poner en su mente, en sus clases de ciencias naturales o de biología, les mostraron el esqueleto humano y recordarán, pongan su mente en cada una de esas vértebras, qué forma tiene. Alisa creó cada una de esas piezas de la misma manera o de manera similar, pero de un tamaño que sería como el tamaño de una sandía, cada una de esas piezas, de modo tal que si ustedes construyen la vértebra, posiblemente les ocupe el tamaño de una sala. Sí, es grande. Digo, perdón, no la vértebra, quiero decir la columna. La columna. Una vez puesta cada vértebra sobre el piso, ¿no? Sí. ¿Qué quieres decir con esa vértebra? O sea, ¿por qué la pensaste en un inicio? Es el origen, como una pieza se va uniendo con otra y va formando un organismo. Entonces, y lo puedes pensar como la germinación, como una semilla empieza a crecer y se forma, se convierte en algo o un organismo en eso y si tiene que ver con mi, con lo que yo soy también, o sea que me he dedicado tantos años al cultivo, a estar afuera, a regar las plantitas y verlas crecer. Mi esposo adora los cactus, y es cultivador de cactus, entonces los veo todos los días, los veo cómo crecen, cómo florean. Entonces viene de ahí. Eso es bien importante, porque lo estás viendo desestructurado. Cuando uno tiene un proyecto, en la mente lo ves terminado, ¿no? si quieres poner un negocio de lo que sea, un negocio de comida, ves el restaurante ya puesto y ya no hay clientes lo que estamos pasando por alto la estructura de cualquier persona y de cualquier proyecto, no vas a ver la columna terminada o sea, a lo mejor en tu cabeza pero de ahí a que llegas al proceso terminado vas a tener que construir muchas vértebras. Exacto. Pero lo importante es el proceso, el proceso creativo, la dedicación y lo más importante es que yo termino el día y soy feliz, o sea, soy completamente feliz haciendo lo que estoy haciendo. ¿Cuántas horas estás haciendo eso? Toda la mañana, empezamos a las 7 y por ahí de la 1 de la tarde estoy regresando. Todo dentro de este ámbito de la granja gema que debe tener una energía formidable esa tierra. Sí, digo ahorita estoy trabajando en el taller de Gerda, que es mi vecina, que vive a ocho cuadras de mi casa, pero sí, regreso y los fines de semana trabajo en mi taller, listo. ¿Qué visualizas, digamos, como al final de esta columna? ¿Qué es lo que te gustaría ver? Mira, que me llene, que yo siga siendo feliz. O sea, como artista me imagino que te reconozca el exterior, exterior es algo que uno quiere, entonces que pueda tener exposiciones, que alguien quiera obtener una pieza y tenerla en su casa es algo que a mí me llenaría mucho, pero si eso no pasa y yo sigo siendo feliz haciendo lo que estoy haciendo, tampoco tengo problema, no tengo aspiraciones de convertirme en una persona famosa lo que quiero es hacer algo que me encanta, que me llena, que me satisface espiritualmente me llena has tenido la satisfacción de conseguirlo, porque quienes nos escuchan ahora dicen híjole yo también quisiera sentirme así cuando salgo de la oficina o cuando salgo del negocio, pero a ti te costó llegar a ese momento. Sí, sí me costó 23 años. Porque lo hiciste hace 23 años y como lo dijiste tú misma, pasaste por una etapa de retos, dos niñas, un divorcio, que te cambiaron el destino y la vida la fuiste formando para que te llevara nuevamente. Sí, afortunadamente yo me siento muy afortunada. Pero afortunada y también con decisiones que te llevaron ahí, o sea, no es cuestión de fortuna solamente, ¿no? No. O sea, tuviste que llevarla donde la querías, otra vez, de regreso. Sí, pero fortuna que haya conseguido a mi esposo, eso sí es una fortuna. Sí, o sea, por favor complementa mi descripción, nadie lo va a describir mejor que tú, pero... pero Enrique es un tipo brillante, él es artesano, artista también, él trabaja los metales, él trabaja la plata, trabaja... es joyero, pero en su esencia máxima, es constructor de obras de joya, entonces en esa casa hoy habitan dos artistas en realidad. Y mis hijos. Claro, además tus hijos son artistas. Sí. artistas, entonces es una casa de artista, ¿cómo te imaginas en 10 años? ¿qué te gustaría ver ahí? Pues yo me imagino a mis hijos regresando a hacer estadías, haciendo proyectos, a lo mejor haciendo algún proyecto conjunto y yo siguiendo haciendo mi cerámica, moviendo hacia lo que me quiera dar la imaginación y la cerámica, es un mundo que no tiene fin, siempre hay algo que quieres aprender, una técnica nueva. ¿Qué pieza de artista alguna vez te sacudió? O sea, algo que no hicieras tú. Mira, la obra de Gerda me impresiona y no puedo dejar de admirarla es impresionante es increíble es una artista es una escultora maravillosa que ha trabajado todos los medios de la madera el vidrio la cerámica la porcelana y todo lo hace de una manera extraordinaria ella si me ha movido mucho de acuerdo y de la música, te dije que te iba a preguntar de eso porque estamos a punto de terminar este programa y esta conversación y debo preguntarte, ¿hay alguna canción que te haya acompañado en distintos momentos de tu vida? te podría decir una muy cursi, que es esta de Juan Manuel Serrat que dice hoy puede ser un gran día, y me gusta mucho Alisa la Hortaliza, de un grupo mexicano Alisa la Hortaliza? si esa no la conozco, pero seguramente... ay, se me olvida como se llama este grupo esa es la que no es cursi. Tú de algún modo fuiste a Lisa la Rota. Por eso me gusta. Bueno, esto es Parte Aguas, de eso se trata, de indagar muy dentro del corazón y de la mente de individuos interesantes que a lo mejor conectan en algo en la vida de ustedes, ¿no? Hoy que estamos inmersos en un mundo de información, que si se meten a su celular, pues sí, a pesar de que están los familiares o los amigos que llaman, pero además de eso están las redes sociales, ya ni puedo nombrar todas las que existen, TikTok, Instagram y demás, y toda la información que ven en cada una de estas están todo el tiempo incentivados a hacer algo. Y hay necesidad de poner un alto, pensar en lo que estás haciendo y pensar si es lo que quieres hacer. De lo contrario, pues lo más probable es que te pases una vida insípida. Y si eso sucede, probablemente sí quedarás insatisfecho. Y tú le diste la vuelta. Enhorabuena por eso. Celebro que así sea tu vida. Ya no produzcas vainilla. Tú tampoco. Ojalá que algún día volvamos a probar esas gallinas criollas y algún día prueben la cocina de Alisa. ¿Cuál es tu plato favorito Alisa? que eres gran cocinera tienes que decirme eso. Híjole, si me gusta mucho la cocina y la comida árabe es la que más me gusta. Pero tu plato, el que haces. Bueno te voy a decir un plato pero no es de árabe, el curry, el tailandés. Ah, tailandés, yo lo identifico con India entonces. No, pero es que hay un día perdóname en el tailandés es el que más y y y es es con la carne de un país invitó es que es que si es que si normalmente la de pollo es enjambre es claro es nuestros si nuestro gran equipo de producción acaba de encontrar la canción es de enjambre alisa la portaliza con eso nos despedimos hoy gracias Aliza por estar aquí gracias jonathan gracias Enrique por dejarla venir no le pedí permiso gracias a ustedes sobre todo que estuvieron escuchando este programa durante una hora y la próxima semana otro martes en el cual también les estaré contando una aventura de vida de individuos así aventureros traviesos pero también generosos con su tiempo para venir aquí a contarnos y narrarles un poco de lo que ha sido esa trayectoria. Soy Jonathan Ruiz, esto es Parteaguas, nos escuchamos en una semana.