En las gélidas tierras de hielo y nieve, el curioso Arlo se embarca en la búsqueda de su "lugar especial" marcado en un misterioso mapa. Mientras viaja por todas partes, Arlo se da cuenta de que es bastante diferente a los otros animales que conoce.
Con la guía de un sabio búho, Arlo aprende a abrazar sus diferencias como su mayor fortaleza. Descubre una cueva oculta llena de maravillas y la verdad de que ser especial significa ser fiel a uno mismo.
"Tus diferencias son las que te hacen especial. Acéptalas, y encontrarás tu camino".
Disfruta de cuentos suaves e imaginativos diseñados para calmar y captar la atención de los más pequeños. Cada historia utiliza un lenguaje sencillo y cautivador, con temas reconfortantes, ofreciendo una experiencia de escucha sin anuncios ni interrupciones.
Se publica un nuevo episodio cada día, trayendo nuevas aventuras para hacer de cada historia antes de dormir algo especial.
HabÃa una vez un pingüinito curioso llamado Arlo a quien le encantaba explorar. Caminaba por las tierras nevadas, moviendo sus aletas mientras sonreÃa al mundo que lo rodeaba. Un dÃa, Arlo descubrió un viejo pozo de los deseos escondido detrás de una colina nevada. Intrigado, se asomó al borde, tocando la piedra con su pico mientras se preguntaba qué deseos mágicos podrÃan hacerse realidad. "¡Hola ahà abajo!"gritó Arlo, su voz haciendo eco en las profundidades del pozo. Pero en lugar de su eco, una luz brillante comenzó a resplandecer y un misterioso mapa flotó hasta la superficie. Arlo desenrolló cuidadosamente el mapa con sus aletas, sus ojos se abrieron como platos al ver un camino sinuoso que conducÃa a un lugar etiquetado como"Tu Lugar Especial". Decidido a encontrar este lugar especial, Arlo emprendió su viaje. Caminó a través de bosques de altos pinos y cruzó vastos lagos congelados, dejando un rastro de huellas en la nieve. Mientras viajaba, Arlo comenzó a notar cuán diferente era de los otros animales que encontraba en el camino. Los osos polares eran grandes y fuertes, los zorros árticos eran rápidos y astutos. En comparación, Arlo se sentÃa pequeño y torpe, su andar tambaleante y el aplauso de sus aletas difÃcilmente podÃan competir con la fuerza de ellos. La duda se deslizó en el corazón de Arlo. "Quizás no soy lo suficientemente especial para encontrar este lugar", dijo suavemente, con la cabeza baja. En ese momento, una ráfaga de viento atrapó el mapa, arrebatándolo de las aletas de Arlo. Ãl lo persiguió, sus pies palmeados resbalando en el suelo helado. El mapa revoloteó más y más alto hasta quedar atrapado en las ramas de un alto y retorcido árbol. Arlo miró el mapa, tan lejos de su alcance. Intentó trepar el árbol, pero sus aletas no podÃan agarrarse a la corteza. Intentó saltar, pero sus piernas eran demasiado cortas. Las lágrimas brotaron de los ojos de Arlo mientras se sentaba al pie del árbol, sintiéndose más diferente y solo que nunca. De repente, escuchó una voz que lo llamaba: "¡No te rindas, Arlo!"Levantó la vista y vio a un sabio y viejo búho de las nieves posado en una rama. El búho sonrió amablemente y dijo:"Tus diferencias son las que te hacen especial. Acéptalas y encontrarás tu camino". Arlo inclinó su cabeza, considerando las palabras del búho. Pensó en su viaje y en cómo sus habilidades únicas lo habÃan ayudado a caminar por todas partes. Se dio cuenta de que quizás ser diferente era su superpoder. Con una nueva determinación, Arlo retrocedió y tomó impulso. ¡Usando todo su poder de pingüino, se deslizó sobre su barriga hacia el tronco del árbol, subiendo por la corteza y agarrando el mapa con su pico! Victorioso, Arlo siguió el mapa. Finalmente, llegó al lugar marcado con una "X". Jadeó al mirar a su alrededor la cueva de hielo más hermosa que jamás habÃa visto, llena de cristales brillantes y luces resplandecientes. En el centro de la cueva estaba el sabio y viejo búho. "¿Ves, Arlo?", dijo el búho, "este lugar especial estaba esperando a alguien como tú. Tus diferencias son tu mayor fortaleza. Nunca olvides lo especial que eres". El corazón de Arlo se llenó de felicidad. Finalmente entendió que ser diferente era su propio tipo de magia. Desde ese dÃa, Arlo continuó explorando las tierras nevadas con la cabeza en alto, celebrando al pingüino único que siempre estuvo destinado a ser.