Bedtime Stories - Spanish - Age 3 to 5

Descubre la magia encantadora de un jardín secreto de hadas donde los niños enfermos van a sanar.

Cuando Ella se despierta sintiéndose mal, se encuentra transportada a un jardín resplandeciente lleno de maravillas más allá de sus sueños más salvajes. Guiada por un pequeño panda llamado Bao Bao, explora este reino mágico y aprende el poder de los deseos y la fuerza interior.

A medida que Ella viaja por el jardín de las hadas, su enfermedad se desvanece, reemplazada por la alegría y una nueva vitalidad. Un anillo mágico sirve como recordatorio de que lleva esta magia sanadora dentro de ella, siempre.


Esta historia encantadora susurra un mensaje reconfortante a los niños: que poseen una resiliencia interior para superar cualquier enfermedad u obstáculo.
  • Ayuda a los niños a encontrar coraje y esperanza durante tiempos de enfermedad
  • Enseña el poder del pensamiento positivo y la fuerza interior
  • Anima a los niños a creer en la magia dentro de sí mismos
  • Destaca las maravillas curativas de la naturaleza y la imaginación

"Cuando te sientas mal, solo recuerda el jardín de las hadas y sabe que pronto te sentirás mejor".

What is Bedtime Stories - Spanish - Age 3 to 5?

Disfruta de cuentos suaves e imaginativos diseñados para calmar y captar la atención de los más pequeños. Cada historia utiliza un lenguaje sencillo y cautivador, con temas reconfortantes, ofreciendo una experiencia de escucha sin anuncios ni interrupciones.

Se publica un nuevo episodio cada día, trayendo nuevas aventuras para hacer de cada historia antes de dormir algo especial.

Érase una vez una niñita llamada Lucía que adoraba explorar el jardín detrás de su casa. Pasaba horas entre las flores, viendo bailar a las mariposas y escuchando cantar a los pajaritos. Una mañana, Lucía se despertó sintiéndose malita. Le dolía la cabeza y tenía la nariz tapada. Tuvo que quedarse en cama todo el día, perdiéndose sus aventuras habituales en el jardín. Lucía se sintió triste mientras veía bailar la luz del sol en las paredes de su habitación. Esa noche, mientras Lucía se quedaba dormidita, de repente se encontró parada en medio de su jardín. Pero algo era diferente - ¡todo parecía brillar con magia! Las flores eran más grandes y brillantes que nunca, y lucecitas de hadas titilaban en los arbustos. Mientras Lucía exploraba este jardín encantado, notó una pequeña criatura sentada debajo de un girasol gigante. Al acercarse, ¡se dio cuenta de que era un pandita, no más grande que su mano! El pandita la miró con ojos amistosos. "Hola,"dijo Lucía suavemente."¿Cómo te llamas?"El pandita sonrió."Soy Bao Bao,"respondió."¡Bienvenida al jardín de las hadas! Aquí es donde los niños enfermitos vienen a sentirse mejor."Lucía estaba asombrada. Siguió a Bao Bao más adentro del centelleante jardín, maravillándose con las maravillas a su alrededor. Había cascadas arcoíris, flores cantarinas y árboles que daban manzanas de caramelo. Por donde mirara, la magia chispeaba. Mientras caminaban, Lucía comenzó a sentirse mejor y mejor. Su nariz tapada se destapó y su dolor de cabeza desapareció. Se dio cuenta de que simplemente estar en este lugar especial la estaba sanando. Finalmente, llegaron al centro del jardín. Un grupo de animalitos amistosos jugaban alrededor de una fuente centelleante, cuya agua brillaba como luz de estrellas líquida."Este es el Pozo de los Deseos,"explicó Bao Bao."Si pides un deseo aquí, te ayudará a sentirte mejor cuando despiertes."Lucía cerró los ojos y pidió de todo corazón volver a estar sana y fuerte. Mientras lo hacía, una ola de felicidad la inundó. ¡Cuando abrió los ojos, se sorprendió al ver un hermoso anillo encantado en su dedo! Destellaba con los colores del arcoíris."Este anillo te recordará la magia que llevas dentro,"dijo Bao Bao con una sonrisa."Cuando te sientas malita, solo recuerda el jardín de las hadas y sabe que pronto te sentirás mejor." Lucía abrazó a su nuevo amigo pandita, sintiéndose llena de alegría y paz. Luego sintió que sus párpados se volvían pesados mientras el jardín comenzaba a desvanecerse. Momentos después, Lucía se despertó en su cama, con la luz de la mañana entrando por las ventanas. ¡Se sentía renovada y sana, su enfermedad completamente desaparecida! Y ahí en su dedo estaba el anillo mágico del jardín de las hadas, reluciendo a la luz. Lucía sonrió, sabiendo que siempre llevaría un poquito de magia con ella. Cuando se sintiera mal en el futuro, solo tendría que sostener el anillo y recordar el lugar encantado que la había ayudado a sanar. Con el corazón feliz, Lucía saltó de la cama, lista para un nuevo día de aventuras.