Si se queda dormido escuchando La Venganza Será Terrible por la radio, ahora también podrá quedarse dormido escuchándolo a cualquier hora en formato podcast.
En lavenganzaseraterrible.com puede encontrar los episodios, etc.
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La venganza será terrible. Muchas gracias, buenas noches, finalmente estamos aquí en La Banda. ¡Sí señor! Suele suceder que cuando uno menciona el lugar donde se encuentra, el público presente está ya en gritos. Sí. No en todos los lugares. No. No, porque hay lugares donde a la gente no le gusta vivir ahí. Y uno se lo menciona. Acá porque les gusta. Claro, bueno. Vivir en la banda. Pero hay ciudades, especialmente en el extranjero. Sí, sí, sí. Sí. Ciudades de Guinamarca, por ejemplo, Copenhagen. Sí. Donde vos decís, estamos aquí en Copenhagen. Y tú estás hablando, chifla, porque detesta vivir en Copenhagen. Por eso nunca vamos a Copenhagen. soy porque ni siquiera saben que existimos. Voy a presentar a mis compañeros, Patricio Barton. Hola amigo, buenas noches. Buenas noches. y el artista antes llamado Gillespi. Si ustedes nos permiten, vamos a dar breve noticia de nuestras hazañas inminentes. Bueno, atención la gente... Mañana vamos a estar en Tucumán. ¿Mañana? Sí, mañana. Esto es una cejada. No me digas que no puede. No, pero es una seguidilla que nos damos abajo. Pero atención a la gente de la Ciudad de Buenos Aires, que el día de la primavera vamos a estar en el Regina. Sí señor. Como los jueves y el jueves 28 también en el Regina. del día de la primavera que consiste en lanzarse uno a desparamar botellas y latas. Y al día siguiente vamos a estar en Bernal, el día 22. Claro, pero ya no vamos a festejar nada, no tiene mucho sentido ir el 22 de septiembre a festejar la primavera. Ya pasó. sucede. Hágase la siguiente experiencia, váyase un 26 de mayo a Bernal y compruebes la total ausencia de actos patrióticos. Bueno señor, vale pero... Ahí vamos a estar en la morena o en las entradas están en pasline.com Bueno, le agradezco mucho. Usted tiene alguna otra cosa... Yo le puedo decir algo. ¿Qué quiere decir? Hay una sorpresa muy grande dentro del equipo del programa, dado que el 30 de septiembre, vamos a estar en Bahía Blanca, se agotaron las entradas. ¿Y entonces? No, vamos a hacer dos funciones. Habíamos previsto una y se agotaron las entradas, y entonces organizaron otra función, y todavía no se ha vendido ninguna entrada. Porque la gente de Bahía Blanca es así, o va o no va. Pero eso es batir un récord, ¿no? Llenar un día y estar totalmente vacío el otro. Bueno, tal vez ya ha sucedido, no nos dimos cuenta. Atención. librería sudestada, cumple cinco años y lo celebra con lecturas, música en vivo, brindis, sorpresas y bailongos. Lederán poesía, Nati Bericat, Zuleika Esnal, Esther Pineda, Cora Varengo. Esto es el jueves 21 de septiembre desde las 19 horas. Ahí en Tucumán 1533, que es donde está Sudestad, no olvidarse, 21 de septiembre, jueves 19 horas, gran festival de poesía, Tucumán 1533. Señores, tengo aquí, ustedes saben que a nosotros nos imponen los temas. Sí, sí es cierto. Y tenemos un informe muy útil ya que hablamos del extranjero. Bueno. Cosas que son ilegales en otros países. Perfecto, si me ocurren algunas. Bueno, vamos a ir desglosándolas. Porque uno no sabe cuando viaja. Claro, qué sabe. Uno no va con el código penal de cada país. Y a veces hay cosas que no parecen muy ilegales. Bueno, tomar mate. Los argentinos que toman mate. Bueno, pero ¿y dónde es ilegal eso? No sé si ilegal, pero los aeropuertos... Claro, por ahí lo miran. En Suiza, por ejemplo, vengo para ver cómo viene esto. Es ilegal... ir al baño, si usted vive en un departamento, después de las 10 de la noche. ¿Pero esto es verdad? Todo es verdad. Es un foro de valentía. A mí me gusta, no es que me gusta, no es que le gusta, lo que necesita. Diga que le gusta. Pero tengo que levantarme de la cama para ir al baño. Es un hábito prostácito. En Suiza no puede hacerlo. En realidad lo que no puede hacer es accionar los artefactos correspondientes. Porque el ruido, y no neguemos que a veces son ruidos estruendosos, los que acompañan el funcionamiento de los sanitarios. Te vas y es como si una catástrofe nuclear se hubiera desatado. Sí, porque algunos parece que tomaran impulso, hacen... ¡Uh! Bueno, y al suizo esto le molesta. Así como al danés le molesta vivir en Copenhague, al suizo le molesta que otros vayan al baño, que otros, no él. Claro, claro. Es como esa historia. Pero no inventaron el inodoro silencioso todavía entonces. Todavía no, pero los japoneses tienen unas nuevas tecnologías de inodoros, de las que daremos cuenta en algunos otros, que incluye agüita caliente, música y otros de ley. muy completa donde puede usted regular distintas cosas, por ejemplo temperatura del sanitario. Claro. ¿Pero cuánto tarda en calentar? porque mire que si uno está apurado. No, bueno, acá en Santiago hay en toda la provincia mucho calor. Claro, lo que falta es que se caliente el inodoro. En Buenos Aires, en invierno, hay que ser muy hombre para ir al baño. Hay que ser muy entrañudo. Y para volver también. Es lo más cercano. Y los paisanos que van al baño, y bueno, bien al baño. Bueno, bueno. ¿Estás seguro, Tata? Le juro, a mí no me asultan. sombras ni bultos que se menean. Bueno, no. Igual baño. en julio, 10º a 0º en el barrio. La mayoría de las personas, creo que un 70% de los fallecimientos en invierno se deben a concurrencias al cuarto de baño, donde hace demasiado frío. No creo. La cifra es un poco alta. No la tengo exacta. No, es para mí no. La hicieron las encuestadoras estas, el estudio. Imagínense. Bueno, vamos a empezar entonces con cosas que son ilegales, Muy bien. En Singapur es ilegal la venta y el consumo de goma de mascar. Chicles. no se puede mascar chicle. Pero quién va a venir a revisar la boca a usted? No, no hace falta revisar la boca, señor. Si, pero yo... Si hay un tipo que está acá, si, y que es jugador de fútbol, por ejemplo. Si, si. Estás mascando chicle, que otra cosa va a estar. Pero si viene la cana, por ejemplo, usted se lo pega al paladar. Eh, cuidado, no te lo comas, eh. Porque a mí me dijo mi abuela que te morís. Si te comes un chicle te morís. Sí. Porque se pegan... Exacto. Al intestino, disculpe la expresión. Sí, sí, no, qué problema. Y no se despegan nunca. No, por ahí le sale un globo. Le sale un globo, sí. En fiesta de cumpleaños. Es muy delatorio el globo del chicle ingerido. Claro, así hacen en Singapur. Lo revisan por... Comió el chicle, le dice. Bueno, las penas son hasta dos años de prisión. No es exagerado. Imagínense lo que pasará si robas algo. Bueno, ¿puedo decir algo? En este caso me toca ser abogado del diablo. Sí, qué raro. Pero por qué, diga por qué, porque yo también siento que estoy de acuerdo. Porque cuando alguien masca chicles es como una falta de educación. Bueno, pero de ahí a ir preso. A mí no me gusta que me anden mascando chicles mientras yo hablo. Por ejemplo, le estoy hablando a una dama. Digo, mira, lo verdad es que... Bueno, sos una persona muy interesante. Bueno. No está muy interesada. Lo está sobrado. Entonces se fuerza. Y la tipa sigue enmascando chiquito. No, claro. Bueno, bien. Segunda cosa. La gente con sobrepeso es penada en el Japón. En serio. Está prohibido el sobrepecho. Pero eso es una locura. No. ¿Habías notado que casi todos los japoneses son delgados? La verdad es que no. Pero no, los por ley son delgados. Son delgados por ley. ¿Usted creía que era porque sí? No, pensé que la dieta... Salvo esos tipos... Que luchan... Que sumo... Sumo. Que son todos los gordos que no son los demás. Claro, los que están presos. Tienen un carnet... Los que están presos. No, tienen un carnet para circular por la calle. Claro. ¿De dónde lo guardan el carnet? Porque van con un pañal lo de su... Acá dice... No se trata de ilegalidad, sino más bien de algo de la ley Metabo, viene de metabolismo, me imagino, que anima a los adultos, entre 40 y 75 años, hacerse una medición anual del contorno de la cintura. En el Japón, todos los años. Sí. en una fecha determinada, que podría ser tranquilamente hoy, bueno, está bien. te tenés que ir a medir la cintura. ¿Qué hay? ¿Una cola de japoneses? Y estaba todo el japonés, ¡oh, cintura! Ahora, perdone. Si tenés más de 100 centímetros, chau. Chau qué? Estoy saludando al señor director de cultura. No, por favor, estamos en pleno informe. Sí, la banda. Ahora, el día siguiente al que se va a medir, come de todo porque le queda un año de crédito. Claro. Tiene changüe. Bueno, aquí está, no, son más de 94 para los hombres presos. Sí. Sí, también. Pero eso para que te esté cuidando la cana. Pero cómo le va a estar cuidando, después tienes una barbaridad. Para que no tengas enfermedades cardiovasculares. No, pero... Sí, espero que sí. Además hay una cosa que yo me toca hacer abogado del diablo hoy. ¿Otra vez? Bueno, sí, otra vez. Todo lo que come de más un gordo, lo digo así. Sí. Le estás sacando la comida a otro. No, señor, por favor, no puede decirse, perdáte todo. No, no. Hay alguien que no come. En Dinamarca es ilegal pedirle al cliente que pague la cuenta si no ha quedado completamente satisfecho con su comida. Eso, disculpe, comisario, pero da lugar a muchos abusos. Yo me puse este restaurante y resulta que nadie está conforme con la comida. Hace un mes que estoy aquí y todavía nadie me pagó. ¿No será que están conformes pero dicen que están disconformes para no pagar? No, porque usted puso el restaurante en Copenhagen y es despreciado aquí por la gente de Copenhagen. Tiene razón. Más de uno habrá mentido, dice aquí, por la descompicacia que caracteriza a los autores de estos informes. Más de uno habrá mentido para ahorrarse unos pesos. Pero nada, eso es. Bueno, eso sucede a veces. con las bebidas, supongamos, el vino. Esto puede pasar, le dan a probar el vino, el vino no está bueno, no se lo pueden cobrar. ¿Y cómo se hace? Porque todos dicen que sí, que está bueno. No, usted lo que tiene que hacer es sorber... Un sorbo. Sí, sorber un sorbo. Generalmente cuando uno sorbe, sorbe un sorbo. Bueno, disculpe. Y oler un olor también. Bueno. Y recorre con la lengua, recorre. ¿Qué recorre? La señal. Toda la Patagonia. ¿Qué se cree que hiciste retorado? ¿Qué hiciste? La ruta 40, querido. Hay que tomar. Te doy un poquito para que escate, que empezás a hacer visaje. Que la lengua, que bailar en la ranchera con la lengua afuera. Bueno, un poco hay que hacer. Con la lengua. Un poquito es famentosa hay que hacer. Un poquito sí. Y ahí se da cuenta si está, por ejemplo, agerezado, puede ser. ¿Está agerezado? Pues que está pasado el vino, en vez de estar en barrica, diez años está veinte o treinta. Está veinte o treinta en una caja de cartón. Bueno, sí. ¿A qué sabe? A vinagre, cuando está pasado. Se transforma en vinagre, va. Porque aprende cómo sabe en boca y sabe en nariz, vio que es distinto. Qué sabe en boca. Sí, sí, sí. Dicen, bueno, cómo sabe en boca porque usted, como dice, se hace una especie de buche. Sí. Ah, el buche, disculpe. Usted, en general, yo he sido educado en la inteligencia de que un buche se escupe. Bueno, ha sido bien educado usted, la verdad, lo felicito. Eso sí. Ahora, yo que en un restaurante, me hago un buche con el ricino que me acaba de servir el señor. El ricino es un vino de primera calidad. Lo escupo a dónde? Primero a dónde? En una maceta? No. En una de las copas que me han traído? No, porque esto no es una... en una cata, sí, hay una escupidera. Ah, sí? Sí. Lo que se llama la escupidera, la famosa escupidera. Y después en Juagalabo. Qué elegante la cata que va usted, me gusta. Sí, sí. Y bueno, pero usted se la traga? Sí. Bueno, y entonces yo voy a una afirma que... La escupidera, please. Sí, cómo le va. A eso le llaman pedir la escupidera. Bueno, pero no me parece elegante. Bueno, enfermarse en Washington, en Estados Unidos, es ilegal demostrar síntomas de enfermedad en la vía pública. Podrían multarte o incluso arrestarte. Si usted está enfermo tiene que hacerse el sano. Que tal amigo, lo encontré a usted y yo así, 20 años presos. Encima que le duele todo lo muelen a palo por ahí en la esquina. ¿Y por qué será eso? Y para no contagiar al resto, debe ser. Para que tu sufrimiento no venga a entorpecer la felicidad del otro. No, bueno, pero... Eso consiste en las bases sobre las cuales se asientan en algunos países. Bien, no visitar a tus padres, esto en China. Me parece perfecto. ¿Es ilegal? Es ilegal, cuando pasan x días sin visitar a tus padres... No, pero es importante el X. ¿Cuál es el X? No lo dice. Es importante. No lo dice, ni dice tampoco quién te denuncia. Seguro el viejo. Los padres. Que por algo no los visito. Ya me mandó en cana cinco veces, encima quiere que los visiten. Sí, es raro esa... Pero es para fomentar el amor entre padres y hijos. Pero así con la policía vas a fomentar el amor. Pero puede ser que haya culturas al revés, en donde se multia las personas que visitan a sus padres. Bueno, también. Se prohíbe, digamos, el egreso de la familia. Claro. La expansión de la sociedad. La independencia de todo. La exogamia. ¿Tenemos terminada edad? Listo. Chao. Chao ¿qué? Otra vez. No, por favor, estamos en un informe. Director de Cultura cada tanto se asoma. No, bueno, pero que pase directamente. Y yo lo saludo porque para él es director de Cultura. Para qué se hace uno director de Cultura. Para que lo salude. Bueno, pero lo va a estar saludando cada vez que se asoma. Está en su noche. ¡Muchas gracias! Atención, pisar dinero en Tailandia te puede conducir a la prisión. Claro, porque el dinero, aunque parezca que no, y esto pasa en todos los países, creo que incluso en la Argentina, es un documento público. Sí, señor. No, no tiene nada que ver con eso. ¿Listo? Listo. Pero usted es que si pisa el DNI no va preso. Claro. o al menos no sé. Pero tengo entendido, por ejemplo, si se pone a dibujar arriba de un prósere en el billete... Eso sí, está prohibido. O hacer dibujos obscenos en un billete de 20 pesos. Para qué otras cosas quieren que no use. Bueno, lo que pasa es que en Tailandia los billetes tienen impreso el rostro del rey de Tailandia. que es una figura tan sagrada que se considera allí una ofensa grave cualquier daño que se le haga, por ejemplo pisarlo. Aunque usted no vea, no es que usted se ponga a saltar sobre el billete, usted sin querer, a usted se le cayeron 20 pesos, usted pasa sin querer los pisos 20 años. ¿Fue sin querer al edad según el billete en los años? ¿Por qué no mira para el piso? y 40 años preso. No, no, pero... Con más razón. ¿Usted no lo conozco de Suiza? Sí. ¿El Quigo Albaño? Sí, señor, soy yo. Lo que pasa es que ahora estoy de vacaciones acá porque... O a usted es el que cataba vino y así, poniéndose a su coca arriba. Bueno, acá hay una serie, una colección interesante de cosas que son legales, pero que se sienten ilegales cuando uno las hace. Me gusta. Atención. Casi todo. Esto no en el mundo, acá en la Argentina. Así todo lo que hacemos. Bueno, a ver. Por ejemplo, es quedarse con muchas servilletas de un café o restaurant para después sonarse la nariz o algo. Bueno. Se afanarse la servilleta. Eso es legal. Y es legal. Hay un vacío legal. Sí, hay un vacío porque se afanaron todas las servilletas. No, no, no. Bueno, no, no. Me parece que hay usos y costumbres. que tenemos que respetar, ¿verdad? Yo veo que el señor tiene un bulto ahí. Bueno, yo lo veo degustando el vino moviendo la lengua por toda la boca. Sí, señor, pero me parece que no corresponde. Señor, si usted pone aquí las servilletas a disposición del público, se supone que debe usar tantas como necesita. No, pero se ve que no necesita. Perdón, pero tenemos que tomar el tren y vamos a Morón. Pero está bien, qué tiene que ver que tomen esta... Pero, ¿dónde usted es? ¿Quién es? Yo soy un amigo del señor, estoy acá en la misma mesa. ¿Por qué la contamos con tanta autoridad? Las servilletas las agarró el mismo. Es que tenemos que hacer un viaje de tres horas. Usted sabe que ahora por las servilletas que ustedes tomaron, yo me había la obligación de recortar el sueldo de los empleados un 30%. ¡Ah, tanto! Me dijo el mozo, sí. Porque todo viene a ser... ¿Y las servilletas que usted se lleva? Es un pedazo de pan menos que yo llevo a mi casa. ¿Qué quiere decirle? No, no, no. No, pero no se puede tener esa costumbre, sobre el texto de no saber por tu vida. Bueno, pero es cierto, entonces, usted siente que hay una cierta ilegalidad. Otra situación, usted llega a su casa, no le anda la llave, y empieza a querer forzar su propia cerradura, y en algún momento se siente muy culpable. se percibe usted con una cara tan culpable y tiene miedo, y llega la cana en ese momento. Pasa un patrullero. Pasa el patrullero y usted mismo se entrega. No, bueno, pero... Ante la imposibilidad de explicar, en situación de que está ahí, que se ve alguien, el patrullero, que está haciendo... ¿Qué? ¿Qué? Me entrego. No, pero no, pero digan que... Veinte años preso. Pero digan que todos van veinte años. Pero a ver si rompe con un martillo los vidrios. Sí, eso lo he hecho yo en la puerta de mi casa, más de una vez. Pues si se olvidó la llave. Pero no con un martillo, porque si me olvidé la llave, imagínese que el martillo es más difícil. ¿Dónde la llevo, el martillo? Una piedra. Lo que he hecho muchas veces es tomar un ladrillo de una obra en construcción de la vecindad, lo cual, si se quiere, también es un poquitín ilegal. Sí, porque es un ladrillo. Podría parecer el constructor del mencionado de Fischl. Exacto. para edificar son para su uso. Claro, si todos rompen... Lo que hago yo es el ladrillo, lo tiro, rompo el vidrio, meto la mano y todo así. Ahí sí pasa el patrullero también. A mí me pasó algo parecido y también estuve en ese brete, esto es algo normal, yo estaba dentro de mi auto, mi propiedad. ¿Esto es verdad? Pero claro, esto pasó frente a la casa del señor, aparte de noche. Sí, yo estaba mirando por la ventana... Qué barrio. Y fui el que llamé a la policía. ¿Qué barrio es suyo? Tengo un cable para cargar el celular en la guantera, no lo encontraba. Y prendí las luces del auto y estaba removiendo cosas, sacando cosas de la guantera. ¿Pero cuántas cosas tiene que se revuelven? Un montón. Y la gente que pasaba por la vereda me miraba como que yo lo estaba robando el auto. Era mi auto. ¿Y usted explicó? No. Ah, bueno. Bien, acá dice... Tomar más de una muestra gratis. Ah, sí. Hay muestras gratis, por ejemplo, pastillas de jabón o... Sí. Caramelo. ¿Cuánto caramelo agarra usted del mostrador de un hotel? Yo me lleno de los bolsillos. Pero tiene razón el señor. Si están puestos gratis, ¿qué importa que sean? ¿Por qué no ponés ahí? Prohibido agarrar más de uno. Sería un cartel muy antipático, más que de que usted te llegue al Sheraton de Miami. Sí. Se agarra dos caramelo y el tipo te señala. Pero yo la agarré más de uno. No pone el cartel pero se entiende que usted no puede agarrar... Bueno, después. Esto a mí me pasa muy seguido. Tener algo en tu bolsón que es tuyo y vas a una tienda que también vende lo mismo. A mí me ha pasado. ¿Qué haces? Primero a mí me da vergüenza haber comprado en otro lado. Claro, porque me traicionó. A mí me pasa que yo llevo la mochila, a veces llevo un paquete de galletitas cerrado, sin abrir, y entro por ejemplo en un mercado chino, de todo lo que hago un chino, y yo después pienso, y si me dicen algo, me abren la cola y está el paquete de galletitas. Y los chinos son muy celosos en ese sentido, y desde... ¿Qué? Abrir paquete o molir. Sí, pero este paquete yo ya lo tenía de antes, lo tenía dentro de la mochila. Ese cuento todo. No, pero... Ya tenés antes, mentira. Pero... Hijo, no venir a visitarme ir preso. Sí. Bueno, sí, a mí me da mucha vergüenza que descubran que compré algo en otro lado. A ver si por ejemplo hago seis cuadras. ¿Seis cuadras? Para no pasar... Ah, por la panadería usted compró otra. Con una bolsa de pan, y el tipo me va a mirar, y se va a dar cuenta de que compré en otra panadería. Por lo cual, la próxima vez que compré allí, me va a escupir la factura. Bueno, no sé, pero... A mí me sucede que cuando le soy infiel a mi carnicero... Le voy a... Sí, perdón. Cuéntenlo. Le soy infiel al carnicero, que es con quien uno es más fiel. Sí, sí, realmente el único que me falta. Entonces compré, por ejemplo, los chorizos me gustan de otra. Claro, tiene mucha razón. De la milanesa de Francisco los chorizos de don Nicola. Bueno, por ejemplo. Después no son el 10 de chorizo, prácticamente. No, no de chorizo, de la carne. Entonces le dice, bueno, voy a llevar para la parrilla y le dice, y llevaste unos chorizos, me dice. Claro, pero por ahí le ve el chorizo que usted tiene de don Nicola y dice, esos chorizos no son de aquí. Entonces, ¿tanto de ocultar o camino rápido si paso por la vidriera? Sí, le voy a contar un episodio que me ocurrió hace dos días. ¿Es verdad? Sí. Todo es verdad. Circa de mi casa hay dos negocios, ambos atendidos por chinos o japoneses. Tiene razón. Muy bien. A veces voy a uno, a veces voy a otro. Sí. Y trato de... fingir que soy fiel a los dos. Entonces ayer o antes de ayer entré a uno de los dos, el más cercano, y empecé a comprar. Cuando veo que entra el dueño del otro negocio y se pone a hablar con la dueña del negocio donde yo estaba comprando y me vio el tipo y me saludó Chau dije Chau, nunca pensé que me iba a pasar eso o mejor dicho si Pero por eso son los mismos dueños No importa, pero cuando yo salí ya me imagino la conversación ¿Y cuál era? El del otro negocio, este tipo que acaba de salir compra en mi negocio siempre y compras siempre en el mío. ¿Ah, sí? Hablamos de un solo yodo. Nos estáis ganeando miserablemente a los dos. Y a partir de ahora me van a escupir algo. No, señor. No, no van a hacer... ¿A todos les van a escupir cosas? Bien, es la venganza del comerciante despechado. Y, últimas cuestiones. Manejar cerca de un auto de policía, sí. Pero no, yo siento que hay un auto de la policía al lado, y debo estar cometiendo alguna infracción y ni siquiera me doy cuenta. Bueno, pero... No, porque tiene que mantener distancia, porque usted no sabe si ese patrullero está dando un procedimiento y tiene que hacer maniobra de último momento. Arrancar algunas bananas antes de comprarlas porque no querés el racismo completo. ¿Te hace sentir mal a vos? A mí no. Bueno, porque usted no tiene vergüenza de nada. No. Pero a mí sí, además uno puede tocar las bananas, no son todas suyas. Claro. Yo no toqué todo el racismo. No, bueno. O que digamos un 80%. Bueno, mucho. ¿Sabes por qué las tanteó? ¿Por qué? Primero que le haga esta confianza. Para ver la resistencia que oponen. a mi presión. A mí la banana. ¿Qué tal? ¿De qué están hablando? Recién llegó. Ah, bueno. Recién llegó, sí, sí. La banana es demasiado blanda. Me da un poco, discúlpeme. No, bueno, bueno. Estamos hablando... Sí, me imagino. No me gusta. Bueno, pero no por eso va a andar tanteando toda la banana, porque ahora las tengo todas tanteadas. Sí, además cada tanteo la ablanda más. Y la ablanda más, claro. Acá resulta que entra toda la gente a tantear. Contrariamente lo que usted podría suponer. Sí. Sí, sí. Ah, ya sé de qué estás hablando, entonces. Finalmente, ya terminamos. No, no sé, entrar a una tienda de cosméticos y echarse perfume. Sí, pero si se va poniendo de todos los perfumes. Y si se echa perfume y no compra nada. Eso, claro. No, no me gustó ninguno. ¿Qué tiene acá? ¿Tulipar negro? Bueno, no le gustó ninguno y se va con olor. Loción Colonia Atkinson. Pero eso, pero... Y este... ¿Este qué es? Agua Florida. A mí lo que me incomoda muchísimo es ir con alguien a una tienda de ropa y que se empiece a probar todo y que no compre nada al final. Pero si todo me queda mal, ¿qué querés? No, pero comprá algo, aunque te quede mal. ¿Sabes la cantidad de trajes que tengo comprado? Que me quedan horribles. ¿Qué me dice? Pero hizo probar toda la ropa y después se viste y se va, dice. Claro, y le queda todo un desparramado. Hablando de perfumes, me quedó una duda. ¿Usted no tiene un pasado como oledor en una empresa? Somelier de fragancias. ¿Además de chorizo? No, lo del chorizo es un hobby, pero esto es profesional. Porque está el olfato absoluto, así como está el oído absoluto. Está el olfato absoluto que yo le digo... A ver si usted... No, porque yo le digo, tiene 36% de almíscle... ¿De alpiste? Almíscle. ¿Alpiste? ¿Cómo le va a poner al piste el perfume? No se cree que soy un canario. Son formas de definir los olores. Podemos hablar de él. ¿Usted puede reconocer todos los olores? No es posible. Los olores no tienen... Son todo metáforas las que se usan. Bueno. Este es un olor como de naranja. Porque yo me acabo de poner un perfume. Sí. Y quiero que me huela la mano. Bueno, espere un poco. ¿Estuvo tanteando las bananas hace un rato? Y ahora que... Por favor. Bueno, ¿y usted que estuvo en la de la micora? No, porque por eso le ponen nombres de fantasía. Le ponemos, porque soy fabricante. Ah, de perfumes. Tendría que haber alguna medida. Por ejemplo, digamos, un holo. Claro. Una medida. Eso es una intensidad, pero hay olores primarios que usted combinados dice... ¿Por qué no numeramos los olores? Sí, una tabla periódica. Claro, hecha con diarios. Olor 1, olor 2, olor 3, olor 4. Y después la intensidad. Intensidad 1, intensidad 2, intensidad 3, intensidad 4. A mí, olor 7. Sí. Sí, sí. ¿Qué intensidad? Esa voluntad. Usted sabe que hay un... No me vayas a reír, por favor. No, no, hay un perfume. Esto es verdad completamente. Todo es verdad. Hay un perfume. Se cree que venimos a mentir. Por favor. Hay un perfume que tiene una mezcla. ¿A quién se le ocurre ir a un pueblo a mentir? Es la mezcla de distintas fragancias, la combinación de distintas fracancias. Y una de ellas es el olor a los dólares. Le agregaron al perfume. ¿Le agregaron? Olor a dólares. Es verdad. y andan con ese olor por todas partes, y subliminalmente uno siente que hay dólares en el perfumero. Y ahí viene la cana. Claro. Bueno, este es el informe que teníamos, cosas que son ilegales en otros países y cosas que son legales pero nos parecen ilegales, y cosas que no sabemos. Sí, porque unos meses... Ayer mismo creo que hablábamos de... una pareja, discúlpeme que sea... Siempre que sea con respeto, por supuesto. Claro. Una pareja en el colectivo, haciéndose arrumacos. Bueno, pero... ¿Es legal? ¿No es legal? ¿Quién interviene? ¿El juez? ¿La policía? ¿El chofer? No, bueno... ¿Otro pasajero en comedido? una turba indignada. No, no, pero hay distintos grados de rumacos. Es el que lo diga usted. Bueno, señor. Como de olores. Una caricia en la mano. Raquelia Rumaco 7. Y este es el 7. Una caricia en la mano está bien visto por todo el mundo. Ahora sí, bueno. Ella va sentada en la falda. Claro, si usted va a Luján, por ejemplo. ¿Por qué va a Luján? Su novia sentada en la falta. Una hora y media de viaje. Claro, y vamos todos para Luján. A mí me parece que el amor... El amor hay que celebrarlo. Sí, pero puedo decir algo... ¿Celebrarlo? ¿Cómo celebrarlo? Sí, sí. Que empiece a gritar los goles. ¿Puedes celebrarlo en otro lado? Que estoy con mi tía. Bueno, pero su tía... Enviudó hace un mes. Sí, sí, pero ya estás celebrando también. No, no, no. Él tiene que ver este espectáculo en el colectivo. Es gratis. No, sí, bueno, pero... Bueno, eso es lo que usted llamaba vació el legal. Claro. Y... Creo que hablando de vacío, ¿cómo puede continuar alguien que ha empezado un insisto diciendo hablando de vacío? Hablando de vacío lo compro en lo de Don Nicola. Sí, esa es una posibilidad. Y la otra es, hablando de vacío, convoquemos algo que pueda llenarlo, que pueda por lo menos ocuparlo. Y el pensamiento ajeno puede ayudar para algo de eso. Vamos a hablar de incubos y sucubos. ¡Cuidado! Ustedes saben que este es un tema... Yo no sé qué son. Ahora le voy a decir. El inkuo es un demonio masculino que invade el sueño de las damas y las induce a malos pensamientos, malos sueños, etcétera. Y el sukuo al revés. Es un demonio mujer que hace lo mismo. con los hombres. Tomás de Aquino era un filósofo muy preocupado por los problemas sexuales, no los propios, sino considerado de un modo filosófico que la peor manera de considerar un problema sexual. Sí. Hay un sexólogo en la sala. Explicaba santo Tomás que el matrimonio solo era recomendable por dos razones. La primera, porque era la única forma de que los hijos pudieran ser concebidos sin pecado. Perfecto, muy bien, claro. La segunda, porque apartaba a los hombres de otras locuras sexuales. Sí, sí. ¿Cuáles son las otras locuras sexuales? Bueno, el adulterio, los besos, qué sé yo, otras mujeres. Para santo Tomás era todo locura sexual. Y entonces decía él que las carillas atrevidas... constituían pecado cuando eran motivadas por la lujuria. Bueno, pero ¿por qué otra cosa va a andar uno besando y acariciando sino por lujuria? ¿Por qué? ¡Policia! Bueno, esta referencia a los pensamientos era muy interesante en un contexto medieval, lleno de incúbios y súcubos, es decir, demonios masculinos y femeninos que invadían los lechos de las personas. que acabo de decir, a los masculinos se les llamaba incubus, o incubos, y a los femeninos, o sucubos. Fue en el siglo XII cuando los incubos dieron motivos para que las crónicas lo citaran. San Bernardo, le paso un recuerdo para la ciudad de San Bernardo. Está bien, cada cosa va a dar saludo. Estoy escribiendo una novela que se llama... agosto en San Bernardo. Bueno, San Bernardo se encontró con un caso difícil. Él dio a una mujer, atención, que desde hacía seis años recibía cada noche la visita de un demonio sin despertar ni una sola vez a su marido, que apolillaba como un chancho a su lado. Ni las oraciones, ni las peregrinaciones. habían producido efecto alguno. Y San Bernardo le entregó a la mujer su callado pastoral, su bastón pastoral, cierto, para que lo metiese en la cama. Como una especie de muleto. Dice, mire, ve este bastón, métalo en la cama y chau. Y chau qué? Estoy saludando al señor director del cultivo. No, por favor. Y el incubo dice, no va a aparecer más. Y efectivamente así fue. No apareció más? Esa misma noche llegó el íncubo, abrió la puerta, vio el bastón de San Bernardo y se fue. Ah, bueno. Un detalle curioso. Existieron para algunas damas de Alcurnia, íncubos corteses. precisamente en tiempos del amor corteza, ya puede decirlo 12, 13, ¿no es cierto? Eran demonios que se presentaban en sueños con toda galanura y no reclamaban más que favores espirituales. Ajá, mire qué bien. ¿Te sabés? Normalmente los demonios se presentaban bajo formas groseras, perentorias, ¿no? Pero aquellas mujeres tenían tal represión que cercenaban su lujuria, incluso en sueños. Venía un incubo a sus sueños y le decía, permítame que veas su mano, señora. Tomá de Aquino decía que los demonios no eran capaces de tener verdaderos deseos, sino que su motivo para las uniones era solo el hacer que las mujeres pecaran, nada más que para condenarlas. Tentarlas. Sí. La verdad es que la mayoría de los demonólogos seguían otro criterio. Por ejemplo, Michael Kellos, que era un erudito, aseguraba que los demonios eran dueños de una intensa voluptuosidad. Bueno. Que sí sentían deseos. Nada de inducir al pecado, no. los demonios eran desiantes que pretendían el frenesí erótico más contundente. ¡Bueno, por favor! ¡Cúlpeme! Te pido por favor que no rompa nada. Cuenta Erasmo de Rotterdam, que había incluso incubos celosos. Celos. Ah no, con una chica. Elín Cubo era una novia. Iba todos los días o lo... Sí, todo fenómeno. Pero la chica empezó a andar con el hijo de un panadero. ¿En serio? Y elín Cubo se puso celoso. tan celoso que provocó un incendio que razó todo el pueblo, incluida la panadería. Sí, sí estaba dentro del pueblo. Empezó por ahí. Pues también, fíjese, no. Andar con un demonio, un ser infernal y además con el hijo de un panadero es una dualidad inaceptable. No, bueno. Otro caso cuenta que un incubo consideraba como suya a una muchacha con la que había tenido comercio carnal, hablando de Nicolás. Bueno. Pero ella se casó. Bueno, ¿qué...? Bueno, pero con otro, no con el niño. Ah, no con don Nicolás. En venganza, este demonio hizo impotente al marido. Anda llevando. Me haces más, claro. Bueno. Pero había otros incubos que parecían ser dudosos. Allá en el siglo XVI, en una localidad cerca de Friburgo, vivía una muchacha que con frecuencia era visitada. por alguien durante las noches. Y el padre de la doncella había escuchado algunas de las expresiones nocturnas inconvenientes a la inocencia de su hija. Increpada por el viejo, la muchacha dijo que era un incubo. Claro, tú estabas soñando, papá. Los casos más generales que se han consignado en la historia demuestran que el demonio era esperado por varios religiosos y eruditos. que se escondían, se escondían en la pieza de las tipas. ¿Ah, sí? Y para hacerle frente en el momento en que quisiera irrumpir en los aposentos. Es decir, la tipa denuncia, hay un demonio que se me presenta, vienen los curas, los obispos, se esconden. Si el íncubo no se presentaba, entonces los obispos y los curas... determinaban que en realidad no era un incubo, sino que era un amante de ella. Verdadero, claro. Y que esa vez no se había presentado porque la típa lo había alcahueteado. Claro. Bueno, yo si fuera una doncella y todos creyeran en incubos, le echaría la culpa al incubo de todos mis deslices. Bueno, voy a contar lo siguiente, que es el último caso, o el anteúltimo, diría yo. En la localidad francesa de Dijon vivía en 1435 una dama casada, se llamaba Louisita de Coulampierre. Qué lindo el nombre. Qué buen nombre. Louisita de Coulampierre. Ahí viene, mira. Adivina con quién estoy saliendo. Más que ahí viene, ahí va, le dicen ellos. Era hermosa, como es evidente, y tenía muchos pretendientes. inmediatamente, sin una jerarquía, y se transformaban de inmediato en amantes. Pasaban de pretendiente amante en menos que un gallo canta. Bueno. Y Luisita disfrutaba y reunía a estos caballeros, incluso, lo voy a decir, para hacerse amar multitudinariamente. Señor. Por favor, te suelen cantar. Eran tiempos en que se creía en las presencias demoníacas. En determinado momento, el esposo de Luisita... tuvo la mala suerte de presentarse en su pieza y descubrir a su esposa con siete caballeros. Son Incubos, gritó ella. Somos Incubos, gritó uno de los caballeros. No, no, a quién le vas a creer. Marcelo Incubo. El marido los miró resignado, dijo que les creía, pidió perdón por la interrupción y al día siguiente, solo para seguir las formas, hizo que un cura bendijera la casa para que ningún ser diabólico volviera a presentarse. El último caso... ha sido abordado por mí mismo en un libro que cuenta la historia de Jean Galpiel, un profesor de la Sorbona que según parece era un incubo. El mismo, por la noche. El profesor, claro, era un incubo. Y elegía a sus víctimas entre el alumnado de la Sorbona y todo esto lo descubrieron o lo sospechaban sus compañeros profesores. Y este muchacho, bueno, hay que decir... que los Incubos rara vez se apartan de sus procedimientos regulares. En todos los casos ingresa en la mente femenina y la induce al sueño aeróbico, al pensamiento de lubricidad o a la acción autocomplaciente. Según la opinión general todo termina allí, pero en algunos casos por capricho. o por haber encontrado en la víctima un deseo de intensidad inusual, el incubo se materializa y yace con la pipa. Los eruditos dicen que estas uniones son salvajes, ardientes, placenteras y horrorosas. Y también dicen que el placer de las víctimas es siempre pasajero y desaparece apenas el incubo se ha retirado de la alcoba. Objeción. Todo placer es fugaz, sea que provenga de los incubos o de un simple marido. Sí, sí. Jean Galpiel murió atropellado por un tren. ¿En serio? Pero meses después empezó a decirse que en realidad era otra persona la que había sido atropellada. Y que todavía vivía. Y que todavía vivía y después llegaban noticias de chilachas hasta que todo el mundo se olvidó. Así terminan todas las historias, afantasmadas por el olvido, perturbadas por la ineptitud de los testigos. confundidas con otras. Me impresionó muchísimo la escena de los curas y obispos reunidos ante el lecho de la joven poseída. Imagínense, la tipa explotando en gritos lujuriosos, tales como, metele que son pasteles, y los curas gritando, rezo por vos. Estamos en la venganza, será terrible, estamos celebrando los 111 años de la banda. Sí señor. De la ciudad de la banda, de Quén saldea de donestero, en la víspera. Porque ahorita no más a las 12 de la noche es la celebración. Señoras y señores, este es el mejor momento para dar comienzo al siguiente segmento. Una salida laboral, trabajo de estatua viviente. Mi sueño. No, bueno, he visto en Buenos Aires, por ejemplo, la calle Florida es peatonal. No me digas. Pues sí. ¿La hicieron peatonal? Desde hace 50 años. No sé cómo voy a hacer ahora con el auto. La gente va caminando y ahí la estatua viviente va todos los días, trabaja de eso, tiene una vida completamente normal. le habían propuesto erigirle una estatua en vida. Y, entonces, cuando se enteró de lo que iba a costar la estatua... y dijo que por esa guita él se ponía todos los días arriba del pedestal. No, pero a mí yo pensé que era para reemplazar a las onerosas estátuas... De próceres. De bronce. Claro. No, no, pero... No, no, es un hecho artístico. Es un hecho artístico. La gente deja dinero, ve la estatua viviente y le va dejando dinero. Sí, más vale. Cuidado porque se están afanando muchas... estátua. Sí, pero de las verdaderas. De las verdaderas. La de bronce. Por ejemplo, algunas se roban el caballo y queda el prócer de a pie en una situación incluso como diciendo... Ya no es tan increíble. No, me falta algo. Y peor, con las patas abiertas como atejando un penado. Le empatean para que cae. puede estar basado en una persona real o en un personaje literario, y dicen cosas que todos sabemos. Hacete un disfraz, encontrar pelucas, la ropa necesaria, a medida, si querés, podéis visitar una tienda de telas, todos los consejos de esta índole. Pero lo que yo pregunto es lo siguiente. La estatua. ¿Se mueve o no se mueve? No. No, pero. ¿Cómo no, pero? Si yo quiero fingirse de una estatua, tengo que no ir a buscar adornos ni representar un personaje. Tengo que quedar ahí absolutamente quieto, como la estatua filosófica de Kondyjak, que era una estatua inventada, pero era una estatua que pensaba, pero no podía moverse. Ah, casi no hay peor tormento. Claro, sí. Bueno, en ese sentido, para mí el buen trabajador de estatua no se mueve. No se mueve. El mejor del mundo, un ranking, es el tipo que no se mueve nunca. Si no lo sacan, no se va. Si la estatua viviente, permítame el acento, el énfasis. Sí. es como una estatua, no tiene ninguna gracia, la gente pasa de largo y dice, hay una estatua, que me importa. Tiene razón, tiene que ser una estatua infractora por momentos. Sí, claro. ¿Sabes? Cuando usted la mira, le guiña un ojo. Ah... Pero a mí no me gusta. que se tomen confianza por más que sean próseres. No, bueno, pero usted ve que tiene un aspecto pétrio porque se maquilla como... Generalmente la ropa es blanca y se maquilla... Y se ponen como una especie de porlan. Sí, bueno, claro. Sí, claro. Entonces usted pasa y si ve que le pone una... billete o algo, y va a ser una moneda, pero una moneda es poco. Una propina, una donación. Bueno, ahí lo agradece, a veces le hace con un gesto...