Verdades Bíblicas - Ebenezer SCV

Iglesia de Cristo Ebenezer SCV

"Servimos en Familia"
Didaktos: Martes 7:20 PM
Restauracion Familiar: Jueves 7:30pm
Servicio Devocional: Domingos 3:00pm
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What is Verdades Bíblicas - Ebenezer SCV?

Iglesia de Cristo Ebenezer SCV - Pastor Luis Ponce Jr

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Dirección 22822 Soledad Canyon Rd, Santa Clarita, CA 91350

Horarios de Cultos
Jueves 7:00pm
Domingos 3:00pm

Speaker 1:

Que me acompaña esta noche, ¿verdad? Que si si te puedes poner de pie para que los hermanos te conozcan, ¿verdad? Mi hermana Gaby, ¿verdad? Mi esposa, así que estamos muy alegres, muy contentos. También reciba un saludo fuerte de allá de nuestros pastores William y Brenda Gordillo, allá de la ciudad de Chicago.

Speaker 1:

Amén. Le traíamos un poquitito de frío, ¿verdad? Aunque no es mucho pero algo le traje. Así que estamos muy contentos de poder estar acá y ver cómo Dios ha levantado en esta ciudad de Santa Clarita esta este templo, ha levantado esta congregación hermosa que está avanzando, que cada que día con día va conquistando. Eso es excelente, qué bueno.

Speaker 1:

Así que felicita al hermano que tiene a la par y dígale te felicito, eres un guerrero de Dios. Aleluya. Muy bien. Creo que, ¿verdad? Ya el tiempo empezó a correr, así que queremos entrar de lleno ya a la palabra del señor ¿Verdad?

Speaker 1:

Y como repito estamos pues contentos y agradecidos y le pido al señor que habilite mi vida para poder dejar una palabra de bendición en su corazón. Amén. ¿Oramos al señor le parece? Sí. Oramos padre estás en el cielo y en todo lugar señor te damos muchas gracias bendito Dios por tu bondad, tu misericordia señor y en el nombre de Cristo hoy venimos señor unidos pidiéndote señor que nos hables señor que me des una palabra para este templo, para esta ciudad, para esta congregación, para esta iglesia, Señor.

Speaker 1:

Por favor, Padre santo, habilita mi lengua como una lengua de discípulos, Señor, para que con una sola palabra, Señor, pueda levantar alcanzado, al fatigado, señor, y cualquier impedimento, cualquier estorbo espiritual, señor. Hoy queda deshecho, desmenuzado por tu nombre. Gracias te damos, señor, en el nombre de Cristo Jesús. Amén y amén. ¿Le puedo dar una ofrenda de palmas al rey?

Speaker 2:

Aleluya.

Speaker 1:

Muy bien, me siento, pues, bien bendecido de poder estar acá con ustedes y también sé que hoy, ¿verdad? Los días jueves ustedes se reúnen para hablar con respecto a la familia. Es así, ¿verdad? Amén. Amén.

Speaker 1:

La familia es importante, hermano. Yo tal vez no sé si me mira joven, viejo o qué, cómo me mira, pero aquí donde me mira, ya con mi amada esposa tenemos cuatro hijos, cuatro hermosos hijos, ¿verdad? Y la familia es, hermano, cada vez que los niños van creciendo hay que aprenderlos a ir educando, ¿verdad? Porque de alguna forma hacerlos es tal vez fácil, pero formarlos no es tan fácil. Necesita uno la guianza del señor para poder formarlos adecuadamente.

Speaker 1:

Yo quisiera hablarle esta esta noche de día jueves ¿verdad? En enfoque a la familia un poquitito sobre las familias bajo ataque. ¿Amén? Y para eso yo tal vez quisiera hacerle énfasis de que la familia es un un centro, es algo que pertenece a nosotros y que es bien importante. No podemos, hermano, ponerlo por un lado, decir, bueno, los días familiares no son importantes o qué sé yo, ponerlo tal vez como hasta atrás ¿verdad?

Speaker 1:

Decir, ¿qué qué voy a aprender verdad? Si tal vez tengo cincuenta años de matrimonio o qué o qué sé yo ¿verdad? Alguien puede decir o pensar de esa manera. Pero para dios, la familia es bien importante. Diga conmigo, la familia es importante.

Speaker 1:

Si descuidamos la familia, hermano, de alguna manera no vamos a poder avanzar en algunas dimensiones donde dios quiere ponernos y donde dios quiere llevarnos porque está destruyendo el centro, está destruyendo el núcleo de lo que nosotros somos ¿verdad? Y si el enemigo logra destruir el núcleo, logra destruir el centro, al final entonces va a empezar a derribar todo lo que está sobre aquello. En la escritura, antes de poderle poner algunos pasajes, yo quisiera hacerle mención que uno de los salmos que nos habla con respecto a la familia es el Salmo ciento veintisiete. Y usted sabe que el Salmo ciento veintisiete es uno de los salmos que al principio del Salmo se menciona como el cántico de las gradas o el cántico de ascenso gradual, que son aproximadamente quince salmos a partir del Salmo ciento veinte hasta el ciento treinta y cuatro. Son quince salmos que esos quince salmos los usaban el pueblo de Israel cada vez que subían a celebrarle fiesta al señor y por lo menos tenían que subir tres veces al año.

Speaker 1:

Y esos eran los salmos que cantaban, ¿verdad? El cántico de la subida, el cántico de ascenso gradual, como le digo que que empieza desde el ciento veinte y termina hasta el ciento treinta y cuatro. Y dentro de esos quince salmos, amado hermano, está pues el ciento veintisiete que está hablando de la familia. ¿Amén? Y cuando nosotros interpretamos esa porción de la escritura que dice el cántico de la subida, el cántico de las gradas, ¿a qué le suena más o menos esa porción?

Speaker 1:

El cántico de la subida. ¿Qué podemos deducir de eso? A mí me gusta preguntar, así que usted perdone si le hago un par de preguntas, ¿verdad? ¿Está de acuerdo si le hago un par de preguntas? Sí.

Speaker 1:

Ok. ¿Qué podemos entender si es el cántico de la subida? Alguien, ¿qué piensa? Usted y yo, no sé si usted sabía, pero yo creo que sí sabe, ¿verdad? Porque es una iglesia bien adoctrinada por la palabra del señor, no somos de esta tierra ni nos vamos a quedar en esta tierra.

Speaker 1:

Nosotros nos vamos a ir de aquí. Amén. ¿Amén? Pregúntale al que tiene a la par. ¿Tú te vas a ir con el señor?

Speaker 1:

Amén. Estamos esperando al señor, estás esperando al señor, estás esperando ese bendito momento del arrebatamiento ¿verdad? Porque vamos a subir. Amén. Dice la biblia en el libro de Éxodo que el pueblo de Israel subió de Egipto hacia la tierra donde tenía que estar.

Speaker 1:

Y eso es una figura para nosotros. Nosotros, como le repito, no somos para esta tierra aunque le felicito por su carro, le felicito por su casa, le felicito por su trabajo. Pero pero hermano, el señor tiene allá arriba cosas mucho mejores para nosotros, ¿amén? Y entonces quiere decir que vamos a ir subiendo. Nosotros tenemos que ir subiendo de esta tierra.

Speaker 1:

Entonces los quince salmos a nosotros nos enseñan, doctrina nos enseña entonces que si queremos empezar a subir tenemos que practicar lo que dice a partir del Salmo ciento veinte hasta el ciento treinta y cuatro y ahí está escondida entonces, hermano amado, de alguna manera encriptado ahí la doctrina de los que suben. ¿Cuántos quieren subir? ¡Bien! Ahí está la palabra que usted y yo tenemos que estudiar, analizar y vivirla sobre todo. Amén.

Speaker 1:

Entonces en ese salmo es un Salmo que es el Salmo ciento veintisiete verso uno, que solamente tiene cinco versos, cinco versos. ¿Alguien le empacha o le hace mal leer cinco versos? No, ¿verdad? Mire lo que dice entonces el Salmo ciento veintisiete verso uno, y voy a estar utilizando la biblia de las Américas en esta parte del mensaje. Dice, cántico de ascenso gradual.

Speaker 1:

El cántico de la subida, el cántico, si usted quiere, le cambiamos su vida y le ponemos el cántico de los arrebatados. De Salomón, este Salmo lo escribió Salomón. Dice, si el señor no edifica la casa, en vano trabajan los que la edifican, y si el señor no guarda la ciudad, en vano vela la guardia. El señor es el fundamento y debe ser el fundamento de toda familia. Si el señor no es el centro de nuestra vida, de nuestra casa, de nuestra familia, de nuestro trabajo y de todo lo lo que podemos poseer, hermano, vamos a estar haciendo las cosas en vano, por gusto, caminando en vacidez.

Speaker 1:

¿Alguna vez a usted se le rompió o no se había fijado mejor dicho que tenía la la bolsa del pantalón roto? Y de repente se metió un billetito por ahí ¿verdad? Lo tenía escondido hermano y lo metió y empezó a caminar o pasando el día y cuando llegó al final del día o llegó a la tienda para poder pagar y se hermano se metió la mano a la bolsa, se dio cuenta hermano que solo sentía la pierna ¿verdad? Porque el billete se le había caído. Entonces hermano cuando nosotros no no tenemos cuidado ¿verdad?

Speaker 1:

De lo que estamos atendiendo y y lo que estamos viendo en vano vamos a estar gastando las cosas y el señor no es el centro de nuestra vida. Puede decir conmigo que el señor El señor. Sea el centro de mi vida. Siempre. Yo quiero yo creo que se desconectó ¿verdad?

Speaker 1:

Así que voy a ver aquí si puedo conectarme, solo me dicen a Ebenezer Media. Tampo, muy bien. Ok, ahí me dicen creo que ahí está bien. ¿Estamos bien? Sí.

Speaker 1:

Perfecto. Quiero leer el verso dos. Ahorita vamos a entrar en en temáticas, solamente como le digo, no se empacha si le leo cinco versos, ¿verdad? ¿No? Yo oí que su pastor usa una palabra tamaleados o algo así, ¿verdad?

Speaker 1:

Están tamaleados. ¿Cómo es que dijiste aquel el el domingo? No sé qué te oí que cuando cuando lo mira así como que que que se está durmiendo ¿Verdad? Le dice que está bien tamaleado ¿Cómo está? Entonces huele a huelele cinco versos y después le entramos a desgranar algunos puntos que quiero remarcarle en su corazón.

Speaker 1:

Amén. Verso dos. Es en vano, esta ya sería el tercer en vano, ¿verdad? Primera en vano, ¿cuál era? El que edifica.

Speaker 1:

El segundo vano, ¿en vano sería? El que vela. ¿Y el tercer en vano? El que os levantéis de madrugada, que os acostéis tarde, que comáis el pan de de afanosa labor, pues él da a su amado aún mientras duerme. Amén.

Speaker 1:

Alguien aquí has has testigo que mientras está durmiendo el señor le está generando a usted porque ha puesto usted la confianza no en el dinero, no en su fuerza sino en el señor que es todopoderoso. Amén. El verso tres dice he aquí donde el señor son los hijos y recompensa ¿Cómo se llama este año? ¿Cómo se ha proclamado este año? El año de la recompensa y recompensa es el fruto del vientre.

Speaker 1:

O sea que amado hermano todos nosotros en algún momento fuimos o somos la recompensa de nuestros padres pero también si tenemos hijos nuestros hijos también han sido recompensa de nosotros. Mire lo que dice el verso cuatro. Como flechas en mano de guerrero, así son los hijos tenidos en la juventud. Verso cinco, bienaventurado el hombre que de ellos tiene llena su aljaba. Yo casi se rema este este verso, Ya le conté que tengo cuatro hijos.

Speaker 1:

No sé cuántos caen, cuántas flechas cabrán en una aljaba, pues, ¿verdad? Pero yo por lo menos ya metí cuatro. Bienaventurado el hombre que de ellos tiene llena su aljaba, y dice acá, no será avergonzado cuando hable con sus enemigos, ¿en dónde?

Speaker 2:

En la puerta.

Speaker 1:

En la puerta. Muy bien. Cinco versos, hermano, que yo quisiera desgranárselos más o menos en un esquema, si dios me ayuda y si usted me presta su atención, porque me dejan una enseñanza hermosa de lo que debo de tener conscientemente en este tiempo final que estoy viviendo. Y me doy cuenta, amado hermano, y se lo quiero poner acá en en la pantalla y espero que se mire, creo que sí, ¿verdad? Y veo, por lo menos, uno, dos, tres, cuatro, cinco puntos, cinco planos que me ayudan a entender este Salmo de la manera que quiero trasladárselo conforme a la familia, y el número de ellos es el fundamento.

Speaker 1:

El fundamento es inamovible. ¿Quién es el fundamento? Cristo. Cristo. ¿Quién es el fundamento?

Speaker 1:

Según el Salmo ciento veintisiete, el señor es el fundamento. Y entonces me di cuenta que al leerlo detenidamente dice que si el señor no edifica, entonces en vano van a estar trabajando los edificadores. El primer fundamento que quiero dejarle en su corazón esta noche es que dios, que Cristo, que el señor, que el padre, que el hijo y que el espíritu santo, siempre debe ser el fundamento de cada decisión que usted y yo tomemos en la vida. Amén. Eso es inamovible, no se puede mover ni tampoco es negociable.

Speaker 1:

Amén. Dios, Cristo debe ser el centro de nuestra vida. También dice acá ¿verdad? Y para irlo llevando hacia la hacia la derecha, hacia izquierda suya me parece, dice ahí, y veo por lo menos que hay tres estados de hijo en el Salmo ciento veintisiete, según lo acabamos de leer, y ahí dice que hay hijos como don. Otra versión dirá, herencia de Jehová son los hijos.

Speaker 1:

Lo acabamos de leer ¿verdad? Ese es un estado. Eso significa, amado hermano, ¿cuántos tienen hijos aquí? ¿Quiero ver? Ah, basta, también son de mi

Speaker 2:

equipo

Speaker 1:

¿verdad? Tenemos una herencia. Tenemos un don. Tenemos un regalo, que tenemos que cuidarlo. Amén.

Speaker 1:

Ahora, la herencia, el don, me deja a mí ver el estado que yo debo de tener para trabajar sobre la herencia, sobre el don, es que debo ser edificador. Pero para poder ser edificador, primero necesito que Jehová sea el fundamento de mi vida.

Speaker 2:

Amén.

Speaker 1:

Si el señor no es el fundamento de mi vida, hermano, esto que le voy a enseñar hoy en la noche no funciona, no sirve. Pero si Cristo es el fundamento de su vida, hoy lo que Dios va a hacer es equiparlo con armas. Yo no sé si usted escuchó la profecía de esta noche, pero la última profecía nos decía, amado hermano, de que había tal vez en medio de nosotros personas que tal vez nunca habían estado o nunca habían sido partícipes, no no recuerdo si fue la la primera, la última, pero que eran como que infértiles ¿verdad? Que no había en ellos producción, que no había en ellos, hermano, algún respaldo. Pero hoy lo que Dios está haciendo con nosotros es que trae una bendición tremenda sobre usted y sobre mi vida para seguir avanzando y recibiendo lo que el Señor tiene para nosotros.

Speaker 1:

Bueno, entonces ahí logro ver también el lugar de formación de la herencia, el lugar de trabajo de los edificadores, según la Biblia, según el Salmo ciento veintisiete es la casa. Amén. Pero la casa también puede volverse un punto de batalla, Porque no me vaya a decir usted que a veces no hay peleas en su casa. Ningún amén, Hoy no vinieron, pero a veces hay peleas. El papá dice derecha y la mamá a veces dice izquierda.

Speaker 1:

¿Y el hijo? ¿Qué hago? ¿Ah? ¿Soy del Barca o soy del Real Madrid? ¿A quién le voy?

Speaker 1:

Barsa dice por ahí. Hay un punto de batalla, le estoy poniendo algo, hermano, carnal, si usted quiere, pues. Pero qué pasa cuando a veces tal vez el papá dice, ¿qué tanto hacés en esa iglesia? Oración a las seis de la mañana. Hay uno congregacional el domingo.

Speaker 1:

Lunes oración otra, y a mucho, mujer, ¿qué tanto vas a la iglesia? O viceversa, ¿verdad? Porque también hay hermano mujercitas, ¿verdad? Que que es lindas, que el señor las bendiga, pues, pero a veces no dejan hacer la obra del señor. Bueno, ok.

Speaker 1:

Pero en la casa también es un un punto de batalla. Ok. Ya verá a ver hasta dónde lo llevo. El señor también tiene que velar. La segunda, si usted quiere estado después de edificar, es que debemos dejar que el señor también vele.

Speaker 1:

Amén. Porque si no, ¿qué va a pasar? Nosotros como guardia, vamos a estar velando por gusto, en vano. Y me doy cuenta que ahí se mencionaba en el verso tres, si usted lo puede leer ahí, el verso tres dice que también es recompensa el fruto del vientre. Amén.

Speaker 1:

Entonces, aquí me aparece otro estado de hijo, aparte de ser don, aparte de ser herencia, es un fruto.

Speaker 2:

Señor. Es

Speaker 1:

un fruto. Usted es un árbol. Si usted tiene hijos, usted es un árbol y su hijo es un fruto. Depende cuántos tiene. Ya ya le dije que yo por lo menos en mi árbol tengo no no de navidad ¿verdad?

Speaker 1:

El señor reprenda al diablo, sino en el árbol que soy yo. Este, hermano, tengo por lo menos cuatro, usted sabrá cuántos tienes. ¿Será que alguien puede agarrar de ese fruto y comerlo y va a hacer dulce a su paladar o dulce para el paladar del señor? Usted sabrá. Bueno, el estado del padre ahora para velar sobre el fruto es que nosotros seamos guardias.

Speaker 1:

Pues primero somos edificadores, después tenemos que ser guardas, guardias. Pero el lugar de formación, y eso es bien importante, según el fruto, según el verso tres, el Salmo ciento veintisiete dice que es el vientre. El vientre es donde se forma el fruto. Su casa es un vientre. Amén.

Speaker 1:

Amén. Amén. Cada vez que sus hijos van a la casa, a la escuela, perdón, o al trabajo, está saliendo lo que representa su casa, está saliendo lo que hay en el vientre hacia el exterior. Y si en el vientre no están siendo bien formados, ¿qué clase de frutos están saliendo al exterior? Hermano, allá yo siempre molesto a los jóvenes y a los prejuveniles, ¿verdad?

Speaker 1:

Allá en mi congregación estoy al frente de los hermanos, los jovencitos ¿verdad? Pero aquí en Estados Unidos se ha perdido una cultura que es buena que nosotros nos la inculcaron nuestros padres y es a saludar. Amén. A decir, buenos días, buenas noches. Digamos nosotros los guatemaltecos cuando estamos comiendo y nos levantamos ¿verdad?

Speaker 1:

Yo sé que parezco árabe ¿verdad? Pero soy guatemalteco. Esa risa está buena ¿verdad? Este hermano hasta se me olvidó lo que le iba a decir para estar molestando aquí. Ah sí, después de comer, ¿cómo decimos nosotros?

Speaker 1:

¿Cuántos chapines hay aquí? ¿Quiere ver la edad de su madre? Bien. Ah, vaya, muy bien, sorry. Hermanos mexicanos, ¿quiero ver cuándo sé?

Speaker 1:

Amén. Ah, ok, muy bien. ¿De qué? Salvadoreños creo que también hay unos por aquí ¿O no? Sí ¿Verdad?

Speaker 1:

Sí. Ahí por ahí me acuerdo de Jonathan que me estaba contando. Ok. Bueno la al final todos somos de Cristo ¿Verdad? Amén.

Speaker 1:

Amén. Bueno pero lamentablemente en nuestro país teníamos buenas costumbres. Que entonces yo yo a mí me educaron de que cada vez que me iba a levantar de la mesa para ir a ¿Verdad? Que ya había terminado de comer y para llevar los los platos al lavadero tenía que decir muchas gracias. Amén.

Speaker 1:

¿Verdad? Y los que estaban en la mesa todavía comiendo me decían buen provecho. Amén. Si llegaba a un lugar y estaban personas adultas, ¿Verdad? Decía, buenas tardes, con permiso, voy a pasar, pero ahora la cultura gringa, hermano, Casi que lo pasan aventando a uno, ¿Verdad?

Speaker 1:

Permiso. Bueno, que permiso. I'm sorry de una vez porque lo pasan tirando a uno. Ciertas cosas se han olvidado, pero pero pero ¿Me me perdonas que le diga algo? Pero a veces no es culpa del fruto solamente.

Speaker 2:

Oh wow.

Speaker 1:

Sino del vientre donde están siendo formados esos frutos. Sí, aleluya. Bueno, ahí ahí se lo dejo. Usted analice. Los vientres deberíamos de vernos como un espejo a ver qué clase de vientres somos.

Speaker 2:

Aleluya.

Speaker 1:

Ok. Y entonces el punto de batalla del vientre, según la escritura, es entonces la ciudad. Y ahora quiero llegar a este punto número tres o cuatro según como lo usted esté viendo ahí y es que el señor provee. El verso dos decía ¿Se recuerda como decía el verso dos? ¿O ya se le olvidó?

Speaker 1:

En balde es, en vano es que se levante de madrugada si el señor no es el que le da, el que provee.

Speaker 2:

Amén.

Speaker 1:

Entonces, por eso puse, si el señor no edifica, es en vano. Si el señor no vela, es en vano, si el señor no provee, es en vano. No pienses que es por tu conocimiento, por tu sabiduría, por tu inteligencia, porque eres muy salsita, o porque te la sabes todas a todas, no, es porque Dios provee. Debemos de reconocer, amado hermano, que el señor es el que provee sobre nuestra vida. Sí.

Speaker 1:

Tú te te esforzaste en tu estudio, estudiaste, te graduaste, avanzaste, has sido buen administrador, si quieres, pero al final es el señor que te provee. Amén. Y en nuestra casa debemos enseñarle a nuestros hijos que el señor es el que edifica, que el señor es el que vela, pero que es el señor también el que provee. Y entonces, me doy cuenta que este último estadio de hijo, después de ser herencia, después de que es fruto, es que es también flecha. Entonces, ya no solamente es herencia, ya no solamente es fruto, ahora es flecha.

Speaker 1:

Mira a sus hijos como flecha, mira a sus hijos como fruto, mira a sus hijos como herencia, porque así los mira Dios cuando nos los entregó. Pero depende de nosotros en el estado como padres que también tenemos que ir evolucionando para ir formando en ellos lo que corresponde. Es decir, si no sabemos edificar, no podemos tener una buena herencia. Si no podemos ser buenos guardas, no podemos tener buen fruto. Y si no somos buenos guerreros, no podemos tener buenas flechas.

Speaker 1:

Eso dice el versículo, el verso seis. El guerrero va a tener en su aljaba llena de flechas para que cuando vengan los enemigos, entonces ahora sí se levanten los hijos flechas y diga, bueno, ¿quién está molestando a mi papá? Aleluya. ¿O a mi mamá? Pero porque se levantaron como flechas.

Speaker 1:

Entonces, para mí, aquí hay varias evoluciones que nosotros tenemos que tener. Número uno, como padres tenemos que ser edificadores. Como padres tenemos que ser guardas, como padres tenemos que ser guerreros. Amén. Pero no con nuestros hijos también deben de ir, amado hermano, evolucionando de herencia a fruto y de fruto a flecha.

Speaker 1:

Ahora aquí viene lo bonito, el lugar de formación. ¿Dónde se guardaban las flechas según el verso? En la aljaba. En la aljaba se guardaban las fechas. Y ahora, según ese mismo verso y según el Salmo ciento veintisiete, ¿dónde es el lugar de batalla?

Speaker 1:

En la puerta. Exactamente. En la puerta. ¿Me va entendiendo esta noche? Entonces, amado hermano, por eso le puse a este tema familias bajo ataque, porque el sistema, el mundo donde usted y yo nos encontramos ha sido astuto para contaminar la mentalidad de nuestros hijos y nosotros en casa muchas veces no tenemos la sabiduría de parte de Dios, ni la guianza del Espíritu Santo para poder formarlos adecuadamente, para que se encuentren a un sistema corrupto, a un sistema inmundo, a un sistema que los va, hermano amado, arrastrar para que no, amado hermano, se vayan con el señor.

Speaker 1:

Nosotros estamos bajo ataque como iglesia, porque todos ustedes, todos nosotros de los que estamos aquí, participamos del trabajo secular allá afuera, ¿verdad? Amén. O alguien aquí viene así como Elías, los cuervos, y le tiran la carne, ¿verdad? Y al río y eso, ¿verdad? Pues qué lindo fuera, ¿verdad?

Speaker 1:

Pero mis hijos van a la escuela. ¿Sus hijos van a la escuela? Amén. ¿Usted va a trabajar?

Speaker 2:

Amén.

Speaker 1:

Ok. Entonces, yo quiero detenerme en ese último punto. El lugar de batalla de nosotros como familia es la puerta. Diga conmigo, el lugar de batalla de nosotros como familia Es la puerta. La puerta.

Speaker 1:

La puerta es una dimensión. La puerta, amado hermano, es es saltar de un lugar a otro, si no existieran las, imagínese que no no no hubiesen puertas aquí, ¿qué hacemos? No podemos entrar, no podemos salir. Entonces, yo quiero hablarle un poquito de los enemigos en la puerta. Pero para que podamos enfrentar estos enemigos adecuadamente, tenemos que ser guerreros primero nosotros como padres.

Speaker 1:

Amén. Y convertir a nuestros hijos en flecha. Amén. La pregunta es, ¿Somos guerreros? Amén.

Speaker 1:

¿Sí? O cuando a veces estamos cansados que, ¿Cuántos se cansan de trabajar a veces, hermano, en lo secular? Y dice, ah, hoy hay servicio familiar, pero será que voy. Y tu hijito, ¿verdad? Papi, papi, papi, vamos a la iglesia.

Speaker 1:

Ay patojo, déjame descansar unos tres horas. Ya se acabó el culto. ¿Ah? A veces requiere de nosotros esfuerzo, hermano. Como usted, felicita al hermano que tiene a la par y dígale te felicito hermano a lo que me echo aquí un traguito de agua por estar aquí esta noche.

Speaker 1:

Pero si queremos convertirnos en guerreros, ¿cuál es el principio del guerrero según el Salmo ciento veintisiete? Ser edificadores. Ahí habría que ver cuáles son las características del codificador. Después, hay que ser guardas. Hay que ver las características del guarda.

Speaker 1:

No, no, no, no. Lo ahorita lo voy a despertar. Usted es una congregación de guerreros. Amén. Ahí va, ahí va, ahí va.

Speaker 1:

Que necesitamos convertir a nuestros hijos en flecha. Amén. Amén, amén. No importa que tengan hermano, seis meses de

Speaker 2:

nacido o que

Speaker 1:

ya les llegó la barba hasta la rodilla. La responsabilidad al final es de nosotros como padres. Amén. Tenemos una tarea, hacer a nuestros hijos flechas. Amén.

Speaker 1:

Pero solo los vamos a hacer flechas si nosotros realmente nos hemos convertido en guerreros. Y los guerreros, hermano, necesitan estar despiertos, espiritualmente hablando, y ahorita si alguien se me está durmiendo, también en lo secular, en lo físico. Necesitamos estar despiertos. La biblia dice, me parece en el libro de Joel, que deben despertar a los valientes. Suban todos los soldados.

Speaker 1:

Esa es la el mandato de parte de Dios, que suban los soldados, que vengan los guerreros, que se despierten, ¿Por qué? Porque es un momento de una batalla. Pero, ¿Qué pasa si estamos dormidos? La Biblia dice en el libro de Mateo que cuando se durmieron, entró el enemigo a sembrar cizaña. Entonces, cuando nosotros como guerreros estamos dormidos, lo que entra el enemigo es a sembrar la cizaña y después se va, porque no hay nadie cuidando las puertas.

Speaker 1:

¿Amén? Amén. Entonces, quiero dejarle en su corazón, cuando yo ya media, llevo, llevo media hora. Vamos bien, vamos bien. Diga conmigo, vamos bien, vamos bien.

Speaker 1:

Sí. Vamos bien. Quiero dejarle entonces siete puntos, porque no me va a dar tiempo a darle todos, pero se los dejo para que usted los estudie.

Speaker 2:

Aleluya.

Speaker 1:

Por lo menos siete, hay más, pero yo rescaté por lo menos siete puntos, siete enemigos que estaban a la puerta, ¿Y quién tiene que estar a la puerta? ¿Quién tiene que estar a la puerta? Guerreros, los padres. Nosotros como padres tenemos que estar en la puerta. Entonces, aquí le puse Génesis cuatro siete, el ejemplo es Caín, el pecado estaba a la puerta.

Speaker 1:

Génesis diecinueve diez, Lot estaba a la puerta, y el enemigo a vencer es Sodoma. Génesis treinta y cuatro veinticinco, Simón y Leví, el enemigo a vencer es la violencia. Éxodo doce veintitrés, Israel, el enemigo a vencer es la destrucción. Éxodo treinta y dos veinticinco al veintiséis, Aarón, el enemigo a vencer es la idolatría. Primer libro de Samuel, capítulo uno, versículo nueve, Elí, el enemigo a vencer es la comodidad.

Speaker 1:

Y segundo libro de Samuel, capítulo quince, versículo seis, Absalón, el enemigo a vencer es el ladrón. Siete, por lo menos, enemigos que van a tocar la puerta. Y usted tiene que saber discernir que ese es un enemigo

Speaker 2:

¿Amén? Amén.

Speaker 1:

Amén. Entonces miremos el primero Pero antes quiero dejarle este pasaje. Lamentaciones capítulo cinco, versículo catorce. Los ancianos se han apartado de las puertas. ¿Qué pasó?

Speaker 1:

¿Cuál es la consecuencia de que como padres nos apartemos de la puerta? Los jóvenes de su

Speaker 2:

música.

Speaker 1:

Entonces, esto me enseña que las puertas son importantes. En una casa, las puertas son importantes. Usted sabe, porque estoy seguro que tal vez su pastor le ha comentado que el pueblo judío tiene una regla en su casa. ¿Alguna vez alguna vez alguien aquí ha entrado a la casa de un judío o trabaja para un judío que ha entrado a la casa? Y a veces en su casa o en el intel de la puerta tiene un roíto, ¿verdad?

Speaker 1:

De la ley, Puesto ahí como símbolo. Por lo que dice el libro de Deuteronomio que esta era la ley que debían de seguir y que esta es la bendición que tenían que seguir o que les iba a venir sobre ellos cuando salieran de su casa y cuando regresaran de su casa. Y la pusieron en la puerta, porque la puerta es importante. Llevémoslo ahora a un ejemplo secular. Imagínese un partido de fútbol si por Ter.

Speaker 1:

Ya no sería fútbol, ¿verdad? Saber cómo se llamaría. ¿Alguna vez ha visto algún partido de fútbol que el portero o se venció o se durmió o le pagaron bien para que se dejara a echar goles, verdad? Cae mal. Cuando el portero hermano hace la pantomima que va a parar y se hace solo para la foto y ya va para adentro la pelota.

Speaker 1:

Bueno, usted y yo no podemos darnos ese lujo porque adentro no está solo la net. Están

Speaker 2:

nuestros hijos. Amén.

Speaker 1:

Y tenemos que ser guerreros para ponernos en frente del enemigo, enfrente de cada uno de esos siete enemigos y decirle, aquí no vas a entrar a tratar de robarte a mi familia, a mi casa, ni a mis hijos. Amén. ¿Amen? Ok. Entonces, los ancianos se han apartado de las puertas y los jóvenes se han apartado de la música.

Speaker 1:

Entonces, yo quiero que encuentren este versículo el link que hay que hay autoridades que se tienen que parar en las puertas, y esas puertas y esas autoridades somos nosotros como padres que tenemos que pararnos en la puerta. ¿Amen? Ahora sí, entrémosle al primero, Génesis capítulo cuatro, versículo seis. Entonces, el señor dijo a Caín, ¿por qué estás enojado y por qué se ha demudado tu semblante? Número uno, ¿usted conoce el rostro de sus hijos?

Speaker 2:

Amén.

Speaker 1:

¿Conoce cuando su hijo está triste o está feliz o le pasa algo? Le pido perdón por lo que voy a decir. O a veces será que estamos tan envueltos en nuestro trabajo que nuestros hijos se van, nosotros nos vamos, perdón, temprano, llegamos tarde y nosotros, y no vimos a nuestros hijos en todo el día porque nos fuimos temprano y estaban durmiendo, regresamos en la noche y estaban durmiendo. ¿Conoces el rostro de tus hijos? O de repente llegas y le, ah, ya tenés barba hijito.

Speaker 1:

Entonces, no nunca nunca lo vio. O como dice mi pastor, ¿verdad? Tiene que tener una foto ahí atrás que diga, hijitos, aquí está su papá, se los presento, ¿verdad? Sabe que anda trabajando. ¿Conoces el rostro de tus hijos?

Speaker 1:

Mírese el rostro al que tiene a la par, míreselo así, de reojo dígale, ah, quiero ver tu rostro. En tu rostro se mira lo que hay en tu corazón. ¿Por qué estás enojado? Bueno, le está preguntando el señor acá, y no, usted, ¿va? ¿Por qué está enojado?

Speaker 1:

Porque tu rostro me dice que hay enojo. Entonces, en el rostro, hermano, nuestros hijos, ¿será que pueden estar muy calladitos y no abren su corazón? Pero nosotros como padres tenemos que discernirles el rostro a nuestros hijos. A a mí a veces me pasa, ¿verdad? Tengo que que que ¿cómo estás?

Speaker 1:

Bien, porque eso dicen sus hijos, ¿verdad? O solo a mí me pasa. ¿Cómo estás? Ya ni hablan, ¿verdad? ¿Cómo estás?

Speaker 1:

Bien, ¿cómo te fue hoy?

Speaker 2:

Bien, ¿qué hiciste hoy? De todo. ¿Qué más? Hay que sacarles, como decía mi mamá, con cuchara las palabras de la boca a los muchachos ¿verdad? Pero nosotros como padres, así como dios es padre, el dios es padre por

Speaker 1:

excelencia,

Speaker 2:

hermano.

Speaker 1:

Como dios es padre, el dios es padre por excelencia hermano. Y aquí me demuestra que dios conoce el rostro de nosotros cuando nos pasa algo, para ver cómo está nuestro rostro. Cuando llegue a casa, no aquí, pero cuando llegue a casa o mañana cuando usted guste, quédesele viendo a sus hijos. Para ver qué puede discernir de ellos viéndolos. Yo a veces a mis hijos, yo ellos están jugando, ¿verdad?

Speaker 1:

Mire, mire que jugando pelota, hermano, ahí están. Yo solo me siento, estoy en el sillón y me les quedo viendo. ¿Qué qué me mirás? Todos son brincones a veces, ¿Qué me estás viendo? No, nada, todo te estoy viendo.

Speaker 1:

Porque tenemos que aprender a conocer el rostro. Pero mire lo que dice el verso siete, Génesis cuatro siete, si haces bien, ¿no serás aceptado? Y si no haces bien, el pecado yace a la puerta. ¿Dónde está el pecado?

Speaker 2:

A la puerta.

Speaker 1:

¿Y qué qué qué qué está haciendo el pecado? Codiciando. Pero ¿qué dice? Pero tú debes dominarlo. ¿Le puedo poner esto gráfico?

Speaker 1:

¿Me puedo bajar de aquí? Voy a descender, no me voy a caer, ¿verdad? Porque en la biblia cuando uno desciende es bíblico o de dios y cuando uno cae es anti es del parte de las tinieblas, así que voy a descender. Ay. Pero, hermano, yo que le tengo confianza al hermano Vic, lo puedo usar como ejemplo.

Speaker 1:

Bye. Me siento en casa, así que le puedo poner este ejemplo, ¿verdad? ¿Está bien? ¿No se enoja conmigo? Quiero ver el rostro cómo está, si está enojada.

Speaker 1:

No, ok. A ver, hermano Vic. Pongamos que de hermano Vic, de aquí para acá es mi casa, de aquí para allá es la calle. Ustedes no se sientan en la calle, solo es un ejemplo, ¿verdad? ¿Ok?

Speaker 1:

Y el hermano Vic, lo cubrimos en el nombre del señor, pero es el pecado que quiere entrar a mi casa. Y él está desde este lado tratando de está codiciando. Miren qué bueno aquel. Qué bueno lo que está de este lado. Yo estoy aquí con mi familia, tal vez comiendo.

Speaker 1:

Tal vez estoy, hermano, viendo una movie, viendo una película, pero estamos en en unidad, estamos en armonía. Pero el pecado está allá afuera, codiciando a lo que está aquí adentro. Aleluya. Yo tengo una instrucción de parte de Dios ahí y es dominarlo. Amén.

Speaker 1:

Y es que cuando quiera trate de venir aquí, yo tengo que decir, ¿A dónde vas? ¿Qué estás viendo? ¿Qué estás viendo? Entonces, ¿sabes qué? ¿Sabe qué?

Speaker 1:

Para afuera. Debo de dominarlo, gracias hermano Vic. Nada que a a ver, ¿Qué me ofreces? ¿Qué tienes para darme? No, no, no, yo tengo que dominar, es decir, aquí no entra eso.

Speaker 1:

No puedo darme permisiones ¿Será que es que es que a veces es como gris la cosa? Yo sé que a veces puede ser gris, pero hermano, no no podemos ser padres a la manera de Eli. Amén. Que sabía que sus hijos estaban haciendo cosas malas y no los ponía en su lugar. Aleluya.

Speaker 1:

Entonces, el uno de los enemigos que hay que saber vencer es el pecado.

Speaker 2:

Amén.

Speaker 1:

La bendición de esto es que hace dos mil años apareció el hijo de Dios. Y vino a vencer, vino a quitar. Porque se recuerda que antes en el antiguo testamento los pecados solo se cubrían, pero ahí estaban. Pero gracias a que Cristo vino y murió por nosotros, ahora no solamente se cubren, sino ahora se quitan, se borran, desaparecen. Entonces, pero tenemos que saber eso.

Speaker 1:

Tenemos que conocerlo. Si no aparece un conejito malo tratando de tocar la puerta del corazón de nuestros hijos. Por si no me entendió Bad Bunny, ¿verdad? ¿Cómo eso es la moda? Allá en Illinois porque ahí fue donde surgió ese video que se hizo viral, un pastor, bueno yo no sé si es pastor, pero así le pusieron.

Speaker 1:

Hermano que cantando, ¿verdad? Ni voy a repetir siquiera qué estaba cantando, pero si no también capaz que me va a enterar a mí para estar poniendo ese ejemplo. Pero canciones de él con con letra cristiana entró el pecado a la iglesia, ¿Por qué? Porque no hay porteros, no hay padres, no hay guerreros, que le diga, hermanito, eso no está bien. Aleluya.

Speaker 1:

Pero eso solo lo van a aceptar los hijos flecha. Amén. Entre paréntesis. Señor. ¿Amén?

Speaker 1:

Amén. Tengo que ir a la vuelta, ¿o me pego el? Todavía estoy joven, voy corriendo. No, papito, tranquilo. Quiero llegarle a este punto, que a mí, hermano, ¿quién quiero ver?

Speaker 1:

Ya, me quedan quince minutos. Mire como dice esta versión Félix Torres Amat, Génesis cuatro seis, y le dijo el señor, mismo mismo caso, Caín, ¿por qué motivo andas enojado y por qué está demudado tu rostro? Verso siete, mire, no es cierto que si obras bien, ¿serás recompensado? Añó la recompensa, hoy por todos lados me sale la recompensa, hermano, antes no la miraba, ahora por todos lados surge, ¿verdad? O sea, que el que obra bien será bien recompensado, pero el que obra mal también va a tener su castigo.

Speaker 1:

O sea que la recompensa es balanceada. Pero si si pero si mal, el castigo del pecado está estará siempre presente en tu puerta. Siempre está presente el pecado a tu puerta o a tu vista. Más de cualquier modo, su apetito o la concupiscencia estará a tu mandar, y tú le dominarás. Hasta se lo voy a circular aquí.

Speaker 1:

Para que combine con mi traje, si quieres. Si quieres. ¿Quieres ser guerrero? Ahí está la clave, querer, pedirle al señor que él ponga el querer como el hacer también en mi vida.

Speaker 2:

Amén.

Speaker 1:

Entonces, amado hermano, Dios nos ha dejado herramientas, armas, cómo vencer aquellos enemigos y no permitirles entrar. Quiero avanzar a este otro punto que para mí era el que quería dejarle en su corazón. Génesis diecinueve uno, Sodoma. Ese es otro enemigo. Llegaron, pues, los dos ángeles a Sodoma, al caer la tarde, cuando Lot estaba sentado a la puerta de Sodoma.

Speaker 1:

Al verlos, Lot se levantó para recibirlos y se postró rostro en tierra. Aquí está recibiendo a estos ángeles que venían de parte del señor. Verso seis. Entonces, los Lot salió a ellos a la entrada y cerró la puerta tras sí. Al principio estaba cuidando la ciudad.

Speaker 1:

Ahora está cuidando o cerró la puerta de su casa. Verso nueve. Mas ellos dijeron, hazte a un lado. Esos son ya los los sodamitas, cuando se enteraron que habían ángeles visitando aquel lugar y estaban en la casa de Lot. Dice, hacia un lado, y dijeron además, este vino como extranjero y ya está actuando como juez.

Speaker 1:

Estaba a la puerta de su casa. Estaba haciendo el guarda de la ciudad y el guarda de su casa. Ahora te trataremos a ti peor que a ellos. Y dice, y acometieron contra Lot y estaban a punto de romper, ¿qué estaban a punto de romper? La puerta.

Speaker 1:

Verso diez. Pero los dos hombres extendieron la mano y y metieron a Lot en la casa con ellos, y cerraron la puerta. Se metió Sodoma a la casa de Lot. Note por favor lo que quiero enseñarle esta noche con esto. ¿Qué había adentro antes que llegaran los los sodomitas?

Speaker 1:

¿Qué había adentro? Primero, la familia de Lot. Después, los ángeles, visitación de dios. Y, por último, los sodomas, sodomitas. Se da cuenta, entonces, que si nosotros no nos portamos como guerreros en la puerta, ¿se entra Sodoma a la casa?

Speaker 1:

Aunque haya visita de Dios en el hogar. Porque le decía, primero está la familia de Lot, después entran estos dos ángeles y cierra Lot la puerta y dice, aquí están, Pero ahora llegaron a tocar la puerta y casi arrancaban la puerta. Y por último, entraron y cerraron la puerta tras él. Entonces, en esa casa estaba la familia de Lot, estaba Lot, estaban los ángeles de parte de Dios y estaban los sodomitas. Entonces eso me enseña a mí a poder saber qué he dejado entrar a mi casa ya hoy.

Speaker 1:

Santo, aleluya. Quiero

Speaker 2:

Le iba a pasar unos

Speaker 1:

videos, pero sé que podemos tener problemas con YouTube y todos esos rollos ¿verdad? Porque pues son plataformas que están de alguna forma cubiertos por el sistema. Pero quiero leerle un par de noticias, ¿me permite? Me queda tengo dos minutos o 0 cinco minutos, ¿me regala cinco minutos? Sí.

Speaker 1:

Esos cinco minutos, o sea, ya como dicen por ahí, si quiere oír mentira a un pastor, dígale al final si va ¿Verdad? Si ya va a terminar nunca dice que que ya va a terminar. Ok. Yo no sé si usted entiende lo que estaba pasando aquí. ¿Qué es lo que querían hacer los de Sodoma con los ángeles?

Speaker 1:

¿Se recuerda? La versión dice, la versión más tranquila dice que querían conocerlos, ¿verdad? Que es una es un eufemismo para tratar de cubrir la palabra fuerte para poder decir que querían tener una relación con ellos. Y me quiero guardar algunas palabras porque entiendo que hay algunos niños acá con nosotros. Así que, hermano, eso es lo que estos de Sodoma querían hacer con los que estaban adentro de la casa.

Speaker 1:

Y a mí me llama la atención el sistema en el cual usted y yo estamos envueltos querramos o no querramos. Yo vengo de un estado, hermano, que es súper ultra mega gigatera, liberal. Muy liberal. Y esa ola que se ha levantado de poder contaminar la mentalidad, no solo de nosotros, porque yo le decía a alguien, vaya, que un cuate de setenta años quiere cambiarse, que era hombre, ahora ser mujer, pues dice uno, ya está viejo. ¿Qué?

Speaker 1:

Entiendo que es un alma también, pero que quieran meterse con un hijo mío, o suyo. Y yo que estoy en la puerta, me voy a quedar, ah, sí, ¿cómo no? Pase en adelante. ¿O qué tengo que hacer? Tengo que ser un guerrero.

Speaker 1:

Amén. Tengo que tener flechas. Amén. Pero para eso tuve que haber sido un guarda, pero para eso tuve que haber sido un edificador. Dice la Biblia que toda obra va a ser probada y pasada por fuego.

Speaker 1:

Todo lo que nosotros hemos edificado en nuestros hijos en algún momento va a ser probado, Y no vas a estar ahí para controlarlo. Porque eso pasó con nosotros. ¿Se recuerda la primera vez que tal vez alguien le ofreció un cigarro? De, como dice nuestro apóstol, ¿verdad? Así o así.

Speaker 1:

Ahí no estaba su papá para decirle, hijito, ¿te acordás que te enseñé? Usted tenía que tomar la decisión basado en la edificación que que que tuvo en casa. Cuando se le acercaron con alguien, ¿Verdad? Para decirle, vamos a esta fiesta, tomate esto, ¿Verdad? Y y quedó dormida, y despertó a los tres, cuatro, cinco días después, ultrajada.

Speaker 1:

Ahí no estaban nuestros padres para ayudarnos, para enseñarnos. Pero tenemos que formarlos. Amén. Mira, a mí me llama la atención ciertas palabras que usa el sistema ahora para poder llevarse a cabo a nuestros hijos. Yo sé que tal vez aquí, en esta ciudad donde usted está, en Santa Clarita, es más leve que allá en Los Ángeles o, ¿verdad?

Speaker 1:

Más en el centro. Pero allá con nosotros empezaron a utilizar una palabra que se llama adoctrinamiento. Y nosotros estamos familiarizados con esa palabra. Sí. ¿Verdad?

Speaker 1:

Porque usted tiene aquí por ejemplo los martes didascalo. Así es ¿Verdad? Didactos perdón. Ya te estoy cambiando el nombre ¿Verdad? Perdón, perdón, perdón.

Speaker 1:

Didactos. Después los sábados tenés sobre mesa. Entonces estás estamos recibiendo doctrina, estamos siendo adoctrinados, enseñados, una enseñanza para a para cambiar o para formarnos en un estilo de vida. Amén. Pero que ellos utilicen la palabra ya no educación, sino la palabra adoctrinamiento Eso para mí chocó en mi mente, hermano.

Speaker 1:

Porque ya no es educación Es un es es un estilo de vida que lo que quieren hacer es implantarle en el corazón de nuestros hijos. Ahora, yo yo no soy un anti de eso, no, pero si soy un guarda de mi casa. Sí, amén, amén. Que aquellos que han pasado por esa situación y que y que aquel que también ha sido alcohólico o drogadicto o mentiroso o avaro o codicioso, lo que sea, sé que también necesita del señor, todos necesitan del señor. Pero cuando ya se empiezan a meter con mi familia, con mis hijos, con sus hijos, yo tengo que despertar a una realidad que estoy bajo ataque.

Speaker 1:

Y que no puedo quedarme dormido. Y que no puedo dejar que sea la escuela que eduque o que adoctrine a mis hijos, basado a una falsedad completamente del lado de las tinieblas. ¿Y sabe lo que a mí me asombra, hermano, con este ejemplo? Es que Lot estuvo en un lugar de formación con Abraham. Es que recibió visitación angelical.

Speaker 1:

Lot lo que significa es cobertura.

Speaker 2:

Hermano,

Speaker 1:

y eso me enseña, o sea, que tenía era cobertura, bueno, tal vez no era una cobertura buena, pero tenía cobertura, estaba con estuvo con Abraham en un momento. O sea, que participó de las cosas buenas y terminó con una casa contaminada. ¿Por qué? Porque no supo ser un buen guerrero de las puertas cuando Sodoma tocó su puerta. Entonces, hermano amado, usted revisa lo que le enseñan a su hijo en la escuela, Levanten la mano, quiero verme, que me ha hecho un trago aquí de agüita.

Speaker 1:

Levante la la mano los que revisan lo que le enseñan a sus hijos en la escuela. Uno, dos, tres. Pero al principio yo le pregunté cuántos tenían hijos. Casi bastantes me levantaron la mano. Tal vez porque están chiquitos todavía no los lleva a la escuela o tal vez ya salieron de la escuela.

Speaker 1:

Pero lo que quiero decirle con esto es que necesitamos despertar a una realidad. Amén. Que estamos bajo ataque y que tenemos que ser guerreros. Amén. Y le voy a decir otra cosa, y óigame con oídos circuncidados, no soy profeta ni hijo de profeta, pero se van a meter en nuestras congregaciones.

Speaker 1:

Y usted tiene que tener el discernimiento y que dios le dé seguimiento a sus pastores para abrir sus ojos.

Speaker 2:

Amén. Para

Speaker 1:

despertar a una realidad y poder discernir y poner el orden adecuado en el momento adecuado. Para enseñarles el camino de la justicia, así como nosotros cuando llegamos traíamos cosas malas, ¿verdad? Pero nos estábamos metiendo con los hijos de los demás. Entonces tenemos que despertar. Dígale al hermano que tiene a la par, hermano despierta.

Speaker 1:

Ya vio que le dije que cinco minutos ya me pasé como siete. ¿Le puedo poner un video? Solo que con permiso del pastor Wichito. Está en inglés, solo les quiero pedir un favor a los hermanos de medios, porque no quiero causarte problemas en tu canal de YouTube o en Facebook, ¿verdad? Lo que sea.

Speaker 1:

Y tal vez si quieren bajen la transmisión, pongan el video para los que están aquí en casa para que así no te afecte en tu transmisión y no salga yo aquí colgado de este lugar. Porque me he bloqueado mañana de Uton, no no podemos sacar el programa que que nos falta. Sino solamente quiero poner el pero con el cuidado de que no salgamos afuera porque no le digo porque nosotros hemos tenido esos problemas allá. Empezamos a decir ciertas cosas y de repente baneados ¿verdad? De YouTube o de qué se yo porque no podemos no no podemos seguir haciendo ciertas cosas.

Speaker 1:

Entonces, yo quiero cuidar lo que