La Biblioteca del Patio

Como fanático del tebeo, Carlos Areces no sabría escoger entre Ibáñez o Hergé. Pero, en este segundo episodio del pódcast "La Biblioteca del Patio", nos trae un Tintín de su infancia. Redescubrimos las viñetas de "Las joyas de la Castafiore" y exploramos la tradición de la "bande dessinée" belga, con su rigor, detallismo e influencias. Con Sergio del Molino.

What is La Biblioteca del Patio?

El escritor Sergio del Molino conduce esta serie de conversaciones literarias en la Biblioteca del Patio de la Fundación Juan March. Nueve figuras de la escena cultural española —músicos, escritores, cineastas, modistas— escogen un libro de entre nuestras estanterías: aquel que les inició en la lectura, inspiró su vocación o definió su vínculo con la literatura. Desde Galdós hasta Tintín, pasando por Chesterton, Michael Ende o Jack Kerouac, los invitados de la Biblioteca del Patio se retratan como lectores a través de sus autores de cabecera.

La Biblioteca del Patio

Tintín, con Carlos Areces

Dicen los que saben de fomentar la lectura que los tebeos son la iniciación perfecta, pero nuestro invitado de esta semana cree que los tebeos no son sólo un instrumento para fomentar la lectura, sino un paraíso en el que quedarse toda la vida. Carlos Areces, actor impresentable en todos los sentidos y bien conocido y que está ubicuo por todas partes, además de mortadelófilo, es tintinófilo y nos ha traído una de sus joyas, las de la Castafiore, 'Las joyas de la Castafiore', para descubrirnos los secretos de Tintín, los secretos inagotables de una obra a la que él vuelve constantemente y de la que conoce absolutamente todos los secretos. Con él vamos a hablar. Soy Sergio del Molino, estoy en la Fundación March y esto es La Biblioteca del Patio.

Carlos, me hace muchísima ilusión tenerte aquí, aparte de por tenerte, porque no creía que fuera posible, porque eres el hombre que lo hace todo en España. Y siento citarte a otro grupo que no es Ojete Calor.

Bueno, pero son amigos, son muy amigos, les puedes citar perfectamente. Pues sí, ¿qué le voy a hacer? De repente hay momentos en los que todo coincide. Tú ya sabes que la vida de actor es una montaña rusa y ahora estoy en el pico, pero luego vienen los baches.

¿Pero tú no has tenido baches?
Sí, sí que los he tenido, lo que pasa es que está esa percepción de yo es que enciendo la tele y te veo, pero son cosas grabadas hace mucho tiempo. Sí hay baches, sí. Y tú no eliges cuándo. Entonces, cuando estás en el pico, tienes que ir ahí acumulando como una urraca.

Y cuando no estás en la tele estás como una urraca... Todo bien hilado. Si no estás cantando en un escenario, pero hoy te hemos traído un escenario aquí de la marcha para hablar de libros, para hablar de cómics, para hablar de lectura y de pasiones. Y cuando me dijiste que elegías 'Las joyas de la Castafiore', yo ya sabía que ibas a escoger un tebeo.

Yo pensé, digo a ver, honestamente probablemente en mi vida haya leído muchos más tebeos que libros de mayores. O sea que, bueno, me sentía que estaba siendo más honesto.
Sabes, que me quitaba esa capa de intelectual que a veces me gusta ponerme.

¿Te aterra que te llaman intelectual?.
No. Pero ya es tarde, has venido aquí. Me parece un poco pedante, pero bueno, efectivamente ya estoy aquí hablando de literatura con Sergio del Molino, pero ya está.

Ya no puedes, has venido al lado equivocado. De aquellos lodos, estos barros. Nunca he conocido esa frase, por ejemplo. Nunca he sabido decirla bien, pero siempre me ha gustado mucho citarla. Porque además los lodos y los barros son lo mismo. Es lo mismo, entonces no he entendido muy bien los lodos, los barros, los polvos, no lo sé.

No, sí, los polvos que luego se mojan y de aquellos polvos, estos lodos. Eso sí que tiene cierto sentido. Yo pensaba que ibas a escoger un Mortadelo, pero nos has escogido ¿un Tintín?
A ver, tengo que reconocer que cuando me dicen el libro favorito y tal, mi primera pulsión es un Mortadelo, pero ¿por qué he elegido un Tintín? Pues básicamente para no repetirme, porque mortadelo ya lo he nombrado mil veces. He sido embajador de mil y una cosas que han estado relacionadas con Ibáñez. He podido entrevistarle en el Salón del Cómic o cuando fue el 60 aniversario de Mortadelo y Filemón. Por cierto, creo que Mortadelo y Filemón son los personajes que durante más tiempo han sido dibujados por su autor. Desde luego, por lo menos al nivel de fama que alcanzaron Mortadelo y Filemón.

O sea, yo no conozco el caso de ningún otro autor que durante tanto tiempo haya estado dibujando Mortadelo y Filemón, que el caso de Ibáñez fueron pues desde el 58 hasta el 23 que murió, o sea, 65 años. Charles Schulz, que estuvo dibujando Carlitos y Snoopy durante 50 años, o en el caso de Tintín. Fueron muchos, pero no fueron tantos, porque Tintín, la primera aventura, si no me equivoco, debe ser del 29, la última que se publicó fue en el 76, o sea, que ni siquiera llega a 50 años. Mortadelo y Filemón 65, dibujados por Ibáñez.

Yo creo que, cuando quieres quedar bien como lector de cómics, Tintín tiene un aura cultural que probablemente no tengan otros, y la tintinofilia se parece ya un poco a la melomanía, y se parece ya un poco a una expresión de esnobismo cultural, incluso tiene un punto de esnob, ¿no? Y creo que además, cuando pensaba en por qué habías escogido, que ahora me lo explicarás, 'Las joyas de la Castafiore', pensaba que precisamente este álbum, que es de los años 60, se publicó por primera vez entre el 61 y el 62 en la revista 'Tintín' por entregas. Es de los últimos tintines de Hergé, es un Tintín donde no se viaja y donde hay, probablemente de una forma más dramática, una oposición entre la cultura popular del Capitán Haddock y la alta cultura de la Castafiore, que el Capitán Haddock se ve obligado todo el rato a escuchar a la Castafiore.

Y que queda un poco ridiculizada. Pero sin embargo, a Hergé le gustaba la ópera y le interesaba la alta cultura, y le gustaba mucho el arte abstracto, y le gustaban muchos referentes que luego salen aquí.

Osea, es hacer trampa.
Sí. Llego aquí y según me insultas, es cierto, has desvelado mi trampa. Es verdad que no he arriesgado muchísimo. Haber elegido un Mortadelo hubiera sido más honesto y más sincero, porque al final Tintín está recubierto de esa capa de intelectualidad y de arte más elevado. Pero es que sinceramente, claro, esto es una cosa que yo cuando lo leía de pequeño desconocía. Y Tintín, junto con Mortadelo y junto con Asterix y Mafalda, son probablemente los cuatro primeros pilares en los que me apoyé cuando yo empecé a leer tebeos. Entonces yo en aquél momento lo desconocía y simplemente he traído un álbum que yo disfruté mucho cuando era pequeño. Y he estado tentado de traer 'Las siete bolas de cristal', porque la momia de Rascar Capac, que aparece ahí tirándole la bola a Tintín en una escena onírica y tal, esa imagen me aterrorizó. Cuando lo leí un Tintín que bueno que sí, que eran aventuras y tal, pero de repente aquí esta momia, o sea medio putrefacta y tal, me impresionó mucho.

Pero cuando he vuelto a releer los dos de adulto reconozco que he disfrutado bastante más de 'Las joyas de la Castafiore'. Entre otras cosas, por eso que dices tú, porque es una de las poquísimas aventuras en las que Tintín no viaja, no hay un gran conflicto, no hay un gran villano. Otras veces se enfrenta a Rastapopoulos, el malvado magnate griego, y aquí sin embargo hay...
O a los soviets. O a los soviets, bueno, yo qué sé, o a tantos otros, al doctor Müller, a tantos villanos de Tintín que me gustan muchísimo, pero aquí verdaderamente hay un crimen que luego no es tal. Estoy haciendo 'spoiler', pero bueno… Creo que todos los oyentes están ya informados. Espero, espero.

Y si no, pues oye, tiempo habéis tenido. Desde el año 1963, que se publicó como álbum, yo creo que ya… Una de las cosas que más me impresiona de Hergé y de su detallismo es que prácticamente todos los álbumes de Tintín conocen por lo menos dos versiones. En algunos casos es porque habían envejecido o porque eran en blanco y negro, como es el caso de las primeras aventuras. Me parece que son las primeras ocho aventuras de Tintín que se volvieron a redibujar para mejorar la calidad del dibujo y tal. Y en otros casos es simplemente porque Tintín, al principio, se publicaba la mayoría de las veces en un periódico que iba por entregas o en la revista 'Tintín', que también iba por entregas. Entonces, claro, tienes que estar recordando constantemente al lector las aventuras pasadas. Entonces siempre hay viñetas que sirven un poco para recordarte lo que había pasado anteriormente y tal. Entonces, a la hora de convertirlo en álbum, Hergé todas esas viñetas las eliminaba. Aparte de que hacía correcciones a la hora de los enfoques de algunas viñetas, cambiaba el color… Y tengo que decir que el color de las últimas ediciones de Tintín, para mi gusto, deja bastante que desear. El bueno es el que respeta las ediciones que se publicaban en la revista 'Tintín' o el color que se daba para los primeros álbumes, que luego ha sido muchas veces mancillado, dando color por ordenador y tal. Y, claro, eso para la gente sensible… no, eso es un crimen. Porque aquí los colores estaban dados con acuarela y eso se nota mucho, aunque al final se unifican colores y tal, pero no es lo mismo.
Son detalles que percibes después, que no tienen que ver con la fascinación primigenia.
Bueno, yo creo que no, pero, claro, todo eso está ahí y yo lo que sabía es que lo iba leyendo y me fascinaba. Claro, me pasa un poco como cuando yo era pequeño: muchas de las películas que más me han gustado las veía en la televisión que tenían mis padres en su habitación, que era una televisión de esas de culo, donde veías las películas mutiladas por los lados y en blanco y negro, porque mi tele era de blanco y negro. Entonces, a mí eso me daba igual. Yo disfrutaba las películas, probablemente mucho más que ahora, cuando me las pongo en alguna plataforma y, de repente, veo que la calidad no es 4K y me raya. O sea, que sí que había una pureza primigenia, también cuando leía estos álbumes y los leía de cualquier manera y en la copia que fuera. Pero, bueno, no sé, lo que te decía era que una de las cosas que más me gusta de este álbum es que es un poco como algunas de las aventuras de Hitchcock, que tienen una trama. Bueno, de hecho, me estoy acordando un poco de 'Pero... ¿quién mató a Harry?', que tiene un crimen que luego no es un crimen; aquí pasa un poco lo mismo.

Me parece que es el álbum que tiene más comedia de todos los de Tintín. Haddock está absolutamente divertido; o sea, él intenta escapar de la visita de Bianca Castafiore, pero no puede porque hay un gag recurrente, por cierto, muy gracioso, que es que se ha roto el mármol de la escalera de bajada y entonces él se hace un esguince y no puede huir de su propio castillo. Pero el hecho de que tenga que estar encerrado en ese sitio con todos esos personajes que van apareciendo, no sólo Bianca Castafiore, sino Serafín Latón, que también era un secundario muy pesado, Hernández y Fernández… Por cierto, voy a hacer aquí un breve inciso: Dupont y Dupond, ¿no? Dupont y Dupond, uno acabado en 't' y otro acabado en 'd'. Nunca he entendido; o sea, esos personajes, ¿qué pasa con ellos? Quiero decir, claramente son hermanos gemelos, ¿por qué no se apellidan igual? ¿Qué está ocurriendo ahí?

Pero tampoco en francés.

Tampoco en francés se apellidan igual. Pero, quiero decir, ¿a qué está jugando con nosotros Hergé?
Bueno, está jugando al absurdo; yo creo que es la parte más vanguardista de Hergé, ¿no? Claro. Porque sí que tiene… Yo no calificaría a Hergé de un hijo de la vanguardia, ni mucho menos, pero sí que creo que está contagiado un poco del espíritu de su tiempo,
A él, en su tiempo libre, le gustaba mucho la pintura abstracta y… Sí, sí, eso sí, pero como creador no es un creador vanguardista en ese sentido; es alguien que sigue toda la estela de la gran novela de aventuras, tradicional y demás. Pero yo creo que ahí tiene algunos gags que rozan el dadaísmo, y eso es dadaísmo puro.

Hombre, desde luego, dos personajes que se te están presentando con apellidos diferentes, pero que tú estás viendo que son hermanos gemelos, dices: "¿pero cómo nadie ha podido caer en esto? ¿A nadie se le ha ocurrido? ¿Tendría él intención de explicarlo en algún álbum futuro?". Entiendo que no, porque la gracia era esa, pero no te puedo decir… O sea, el conflicto que me ocasionaba a mí, de joven y todavía hoy en día, es que dos personas que son hermanos gemelos se apelliden diferente. Bueno, pues Hernández y Fernández también aparecen aquí, cargados de sesgos racistas, porque ellos enseguida desconfían de la población gitana que acampa en los alrededores del castillo de Moulinsart, que es donde vive Haddock.

Que también, este grupo de personajes viviendo juntos en un castillo… Al final, Tintín tiene un algo muy realista. Hergé era absolutamente disciplinado y, concretamente en este álbum, llega a hacer un mapa del castillo para saber dónde están las habitaciones de cada uno y no equivocarse a la hora de trazar toda la escenografía.

Bueno, pero eso es verosímil, más que realista, ¿no?
Claro, pues sí. Es muy verosímil a un nivel que, desde luego, aquí en España, yo creo que nunca hemos tenido un autor… Imagínate que tuviéramos que pedirle explicaciones a Ibáñez porque la casa donde viven Mortadelo y Filemón es diferente en cada álbum. Es algo impensable. Yo creo que aquí el que más se ha acercado a ese nivel de detallismo es Paco Roca.

Paco Roca sí que es verdad que la documentación… Cuando tú coges un álbum de época de Paco Roca, como 'El invierno del dibujante', que es uno de mis favoritos, y tú ves todos los pósteres que hay de fondo, las cajetillas de tabaco que fuman… Todo está cuidado al más mínimo detalle para que, sin ser protagonistas, si tú te vas fijando en todos esos elementos, de viñeta en viñeta, todo corresponde con la época.

Es mucho la tradición franco-belga, ¿no? Que son muy detallistas.
Son mucho más detallistas, claro. Es verdad que ellos vendían a un nivel internacional que en realidad nosotros no vendíamos, pero…

Oye Carlos, yo que soy más de Astérix y nunca he sido tintinófilo, nunca he entrado, explícame, si tienes alguna explicación, por qué de Tintín no se sale nunca. ¿Por qué siempre se habla de que el tebeo es una buena iniciación para la lectura y muchos se han convertido en lectores después de ser grandes lectores de tebeo, aunque no lo hayan abandonado nunca o aunque lo hayan dejado? Pero de Tintín no se sale. El que es tintinófilo lo es toda su vida, con el mismo grado de pasión durante toda su vida. ¿Qué tiene Tintín que no tienen otros cómics, que no tienen otros personajes, que provoca eso? Ese aferrarse siempre a Tintín y cada vez, además, en un grado mayor, porque yo conozco otros amigos tintinófilos que son verdaderamente… El fanatismo no mengua nunca. Se les pasa en otras modas, pero de Tintín no salen nunca.

Es verdad. Yo no salgo de Tintín y no sé quién se lo decía antes, creo que de este álbum tengo cuatro ediciones diferentes. Hay una edición que yo es la que recomiendo –no me paga nadie por hacer publicidad–, pero hay una edición de Juventud que es 'Las joyas de la Castafiore', la edición de la revista 'Tintín', sin las correcciones que te he dicho y tal. Y esa, por ejemplo, tiene un color espectacular. A mí es de las que más me gusta. Pero, es verdad que hay muchos cómic que tienen una lectura muy básica y que luego cuando ya te vas haciendo adulto pierden y no conservan lo mismo. Pero, en el caso de Tintín, me parece que sigue habiendo una lectura adulta que hace muy disfrutable las aventuras y la relación entre los personajes, que no deja de ser peculiar. Siempre se ha dicho que Tintín nunca conoció a una mujer; o sea, no hay grandes figuras femeninas dentro del universo de Tintín.

Ni envejece.
Bueno, no envejece ninguno de los personajes. Hay muy pocos personajes que envejezcan. Creo que Mafalda es una de las excepciones. Y creo que es verdad que tampoco envejece mucho. A lo largo de los diez años que se publicó Mafalda, no envejeció como debería haber envejecido, pero, por lo menos, su hermano Guille, en un momento dado, nace, va creciendo y se desarrolla. Y vas creciendo con él y vas viendo cómo cada vez habla mejor y tal. Y en el último álbum ya habla perfectamente. Eso no es una cosa habitual en los personajes de cómic.

Pero, yo qué sé, sí que es verdad que creo que hay mucho 'gag' recurrente, muchas de las cosas de las aventuras de Tintín que se aprecian mejor de adulto. Incluso a nivel gráfico, toda la información que hay en cada viñeta. Y yo creo que este álbum es uno de los mejores para ver eso. Cuando vas recorriendo el castillo y vas viendo el gusto con el que se van dibujando los muebles. Son muebles que son de una época. Los cuadros que hay en el fondo y que remiten... Mira, hay unas páginas en concreto de este álbum que, ya te digo, para mí, gráficamente, es uno de los mejores. Pero donde ya llega al paroxismo absoluto –y yo lo disfruto un montón– es cuando el profesor Tornasol presenta un sistema de televisión a color. Recordemos que este álbum empezó a publicarse en el año 1961, cuando la televisión en color no existía, y entonces él propone una televisión a color que le proyecta a todos los invitados del castillo y tal. Entonces, estas dos páginas, porque, claro, no hay más que interferencias, se ven los defectos del ruido, el ruido de las imágenes.

Es casi psicodélico.
Es de una psicodelia absoluta y a mí me recuerda mucho al 'pop art' que tanto disfrutaba Hergé también; o sea, cuando llegan estas imágenes, estas distorsiones, yo, de verdad, cuando era pequeño lo disfrutaba un montón, pero es que ahora mismo lo disfruto casi más. No sé, no sé, efectivamente, pero tú hablabas de Astérix, a mí me parece que a Astérix le pasa un poco lo mismo. Yo creo que hay chistes de Astérix que se pillan mejor de adulto.

Se pillan mejor y son muy recurrentes y sirven para relacionarlos unos con otros.
Sí, sí, y creo que el secreto estaba en, pues como les ocurre un poco a Los Simpson, hay diferentes capas que vas pelando según te vas haciendo mayor.

Y puede reírse el adulto y el niño a la vez y encontrar un punto de comunicación entre ambos.
Y aunque haya universidades en Estados Unidos que organizan quemas de libros de Tintín y de Astérix por reflejar estereotipos… Bueno, ahora Tintín por Macy’s.

Y eso me parece francamente injusto, porque en realidad… Es injusto porque creo que está fuera de todo, pero algo hay; quiero decir, evidentemente Hergé era simpatizante. Y no sé qué opinas de la teoría de que Tintín está inspirado en Léon Degrelle, el líder del Partido Rexista, que era el lugarteniente del nazismo en Bélgica.

Yo lo que tengo entendido es que…
Es una leyenda urbana, vamos.
Claro, yo no lo sé, no estoy tan informado, pero yo lo que tengo entendido –y por eso me parece que las acusaciones son exageradas a todas luces– es que su acusación de colaboracionista viene simplemente porque, cuando los nazis invadieron Bélgica, a él le ofrecieron participar con las aventuras de Tintín publicando en un periódico que los nazis utilizaban como propaganda y para noticias y tal, pero, concretamente, Tintín estaba allí para entretener a los lectores y tal. De hecho, cuando se le intentó juzgar, no había caso verdaderamente; lo único es que él siguió trabajando. Además, él, por lo visto, defendía siempre que era la máxima que había dado el rey, el propio rey de Bélgica, que decía: "No, no, ustedes sigan trabajando en sus cosas y que esto pase cuanto antes y hagan lo que tengan que hacer para comer". Entonces, él siguió publicando. Cuando los aliados entraron en Bélgica, lo cesaron fulminantemente de su puesto, dejó de tener permiso para publicar historietas de Tintín y, durante dos años, bueno, estuvo bastante fastidiado. Pero, quiero decir, él nunca compartió ideas que yo sepa.

A menos que sepamos o que estén reflejadas en los tebeos. ¿Pero a ti te parece que están muy reflejadas en los tebeos?
Bueno, yo creo que hay cierto espíritu del tiempo que sí que está reflejado en algunos. Yo creo que sí, que hay cierto racismo y cierta cosa que es comprensible en el contexto y en el lado ideológico, porque yo creo que sí que tiraba por clase, por ambiente y por todo, que era más conservador y que en ese momento los conservadores se radicalizan y pierden un poco los prejuicios o el sentido de la decencia. Yo creo que sí que hay algunas cositas de Tintín que chirrían, leídas hoy.

Me parece muy interesante. Yo no he revisado todos los álbumes, probablemente el más polémico es el de 'Tintín en el Congo', que yo hace muchísimo que no leo y es en el que más creo que se basa la crítica hacia Hergé. Claro, yo sin tenerlo reciente no me atrevo a meterme ahí. Creo que hablan de que es un álbum muy condescendiente.

Es que lo del Congo con Bélgica es una de las grandes aberraciones de la humanidad.
No me atrevo a entrar ahí porque, francamente, ese álbum no lo tengo reciente. Cuando lo leí yo no captaba nada de esto. A mí me parecía un álbum de aventuras más. No de los más divertidos, porque los primeros álbumes de Tintín no son los mejores. Pero creo que también, a veces, se le ha juzgado no tanto por su supuesta complicidad con el régimen nazi –que yo creo que no la hubo– como por la crítica a determinados regímenes comunistas, como en 'Tintín en el país de los soviets' o en 'El cetro de Ottokar'.

Pero, bueno, nada que justifique...
Evidentemente. Es que incluso no quemamos la obra de autores nazis. Están ahí como parte de la historia. Mucho menos Tintín y Astérix.

En esta serie de pódcast tampoco vamos a tener a nadie que nos recomiende 'Mein Kampf'. Creo, de momento.

Yo qué sé. Sería muy interesante oír también sus explicaciones.
Pero creo que no va a ser aquí, en este escenario. No te parece el mejor libro para transmitir ciertas cosas. Tú eres un tipo de lector que es el lector coleccionista, el lector fetichista. Yo no sé si mucha gente, los que te siguen muy fervientemente lo saben, pero a lo mejor los que solo te ven en las series y en el cine no lo saben, pero eres el mayor coleccionista de Mortadelo que hay en el universo, en la Vía Láctea, ¿no?

Es probable que, en cuanto a lo que son publicaciones de Ibáñez, no solo de Mortadelo, sino de todo lo que tiene que ver con Ibáñez, yo creo que sí. Si no, el que más, uno de los que más.
Tú no tienes una casa, tienes un depósito donde guardas tu colección. Básicamente. Yo tengo una tumba inca donde espero el día de mañana ser enterrado con todas mis posesiones materiales.

Sí. Yo soy muy amante del objeto y me interesa una primera edición. Me gusta la primera publicación de cada uno de los dibujos de Ibáñez. No puedo coleccionar todo lo que me gustaría. Concretamente, Tintín es probablemente uno de los coleccionismos de cómic, si no el que más, el más caro que hay. Una de las últimas páginas que se vendió se vendió por dos millones de dólares. No hay muchas en el mercado, porque todas están en el Museo Tintín y la mayoría están controladas. Pero, claro, a ese nivel yo no puedo coleccionar. Pero Mortadelo y Filemón y el universo de Ibáñez en general, al circunscribirse generalmente –aunque se publicaron fuera también en muchos países europeos y en Latinoamérica–, pero quitando Alemania, no alcanzaron el éxito que tuvieron aquí en España. Eso hace que sea un coleccionismo más minoritario y al que sí que me he podido dedicar. Tengo un listado con todo lo conocido publicado por Ibáñez y tengo que reconocer que me faltan, francamente, pocas cosas. La mayoría de ellas inencontrables.
¿Qué vas a hacer cuando las tengas todas? Es que no creo que las tenga todas porque, claro, ¿quién conserva un periódico del año 1957? He ido a la hemeroteca, he buscado la página donde Ibáñez hizo una viñeta para publicitar la revista 'DDT' y tengo una copia de esa viñeta. Pero ¿dónde voy a sacar ese periódico como no sea yendo a la hemeroteca, arrancando esa página cuando no me vean? Conservándola entre mis…

No sé si estás confesando algo.
No, de momento no. He llegado a algún crimen, pero a ese todavía no. Me parece que la hemeroteca es donde tienen que estar los periódicos inencontrables para que algún día la gente vaya allí a consultarlos.

A mí me parece que representas un tipo de lector muy peculiar, que es el lector fetichista, el lector coleccionista de objeto, pero que también a ti te interesa el contenido. El objeto para ti es muy importante, la colección, pero te interesa porque te divierte mucho, te emociona, te gusta el contenido. No es algo para guardar, preservar en una urna y demás. Pertenece al disfrute.
No solo para guardar en una urna, pero también… Pero por ejemplo, hay una cosa que sí que he perdido, lo que te decía antes de cuando yo veía películas en blanco y negro y mutiladas y dobladas y no me importaba y las disfrutaba muchísimo. Es verdad que ahora, por ejemplo, cuando leo 'El sulfato atómico' de Mortadelo y Filemón y, de repente, en esta nueva reproducción, ya le han cambiado los colores: el color es un color de ordenador dado posteriormente, han cambiado la tipografía y ya no es la tipografía con la que se publicó originalmente en 'Gran Pulgarcito', en el año 1969. Todas esas cosas, de repente… Soy sensible de una manera a todo eso que no lo era antes. A mí me da un poco de rabia porque soy muy sensible, por ejemplo, al tema de la calidad de la reproducción de los álbumes, que tengo que decir que, en general, muchas veces en la época moderna es infinitamente peor de lo que lo era antes. Yo tengo álbumes de los años 30 y 40 que tú los ves, ves los colores rojos de portada, ves las tintas que se usaban en un papel malísimo –eso es verdad–, pero la calidad de reproducción era maravillosa. Hoy en día muchas reproducciones, muchas cosas teóricamente profesionales tienen una calidad casi como de fotocopia de color, y esas cosas me duelen muchísimo. Por eso, cuando consigo una primera edición de 'El sulfato atómico', –de Tintín no, porque son más caras, tengo primeras ediciones, pero españolas, que son más asequibles. La primera edición del álbum de 'Tintín en el país de los soviets', me parece que la última vez que se vendió se vendió a un precio de unos 10.000 dólares. O sea, tampoco es un disparate, pero está fuera de un bolsillo habitual–. Y esas cosas reconozco que, de repente, sí que les doy una importancia: a que sea ese papel, a que tenga ese olor, cosas que, al final, están unidas con algo que está ahí en tu cerebro y que despierta sentimientos ocultos.

Para ir terminando, tengo que confesarte que a mí me asustó mucho una vez que me viniste porque, como buen coleccionista, eres completista y me trajiste un libro que está ultra descatalogado, mío, que yo no he autorizado ninguna reedición en ningún sitio, y lo conseguiste. Nadie consigue esos libros. ¿Tú consigues por canales del mercado negro? No sé muy bien por qué bajos fondos te mueves.

Yo tengo mis 'dealers'.
Hablando de libros que no tienen ilustraciones…
Por cierto, hay uno que sí que conseguí, pero hay otro por el que te pregunté que me dijiste: “No y espero que no lo consigas nunca”. Me lo dijiste abiertamente; creo que tu primer libro.
Lo cual espero que no haya espoleado tu interés.

Por supuesto, ahora no hay nada de lo que tenga más ganas que de conseguir una copia de ese libro.

¿Qué lees que no tenga dibujos, que no tenga bocadillos y viñetas?
¿Qué leo que no tenga? Últimamente. Te lo he confesado antes y sé que resulta muy esnob, pero cada vez me cuesta más la ficción. Eso no quiere decir que no lea nada de ficción. Esporádicamente leo algunas cosas; lo que pasa es que también, generalmente, me acaban decepcionando. Creo que lo último que me he leído de ficción es 'El hereje', de Delibes, y me pareció un coñazo.

Vaya, hombre. Pues te iba a decir que es maravilloso. A mi me fascina.
Tengo que decírtelo con una mano en el corazón. Me lo leí porque había leído gente a la que admiro y cuya prosa me interesa mucho hablar de ese libro. Luego lo leí y me costó horrores. Creo que la densidad de información que no está al servicio, o por lo menos a mí me parece, que no está al servicio, de la trama principal, a mí me abrumó.

Pero lees ensayo.
Pero leo mucho ensayo. Creo que uno de los que más me ha gustado es un ensayo que se llama 'Decidido', de Robert Sapolsky, en el que, básicamente, lo que hace es negar la posibilidad del libre albedrío. Estoy muy de acuerdo.
Yo también estoy muy de acuerdo con él. Es muy difícil después de leer el libro. Él mismo reconoce: “Sé que lo que yo planteo en este libro no es nada intuitivo e incluso a mí me cuesta actuar como si lo que yo dijera en este libro fuera cierto. Pero…”. Y la verdad es que las explicaciones que da a mí me parecen muy coherentes. Creo que todo tiene sentido.

Lo explica desde un punto de vista muy científico, muy neurológico. Gracias a ese libro, a un pequeño apéndice de 50 páginas que hay al final, he podido entender por fin cómo funcionan las sinapsis del cerebro, o creo que lo he entendido. Es lo que más me ha acercado a entender cómo funciona un cerebro. Esos libros los disfruto mucho. Y también disfruto mucho temas que tengan que ver con la historia. Últimamente estoy muy apasionado con la Revolución Francesa y también con temas de crímenes reales o sucesos históricos. Bueno, te lo he comentado antes: uno de los libros que más he disfrutado últimamente es 'La ciudad de los vivos', de Lagioia, fascinante y sobrecogedor. Sé que ha publicado otro recientemente que no he leído, no sé si tiene el mismo interés, pero, concretamente, 'La ciudad de los vivos' es un libro espectacular que yo no puedo dejar de recomendar a los lectores.

Carlos, aunque no creamos en el libre albedrío, vamos a fingir que sí.
Y que decidimos, en este momento, por voluntad propia, acabar esta conversación y no porque nos lo estén exigiendo desde instancias superiores del destino. Carlos, ha sido un placer, de verdad. Muchísimas gracias por compartir tu pasión tintinófila. Iba a decir “espero que la contagien”, pero es que ya es una cosa que está tan contagiada que debería ya reprimirse un poco; al revés.

Deberían controlar la población de tintinófilos.
Yo creo que no hemos conseguido disuadir: has transmitido un entusiasmo genuino y maravilloso, y te lo agradezco muchísimo, que hayas estado trayéndonos una joya de tu colección, de 'Las joyas de la Castafiore'. Espero que nos veamos pronto.
A mí, hablar ya sabes que me gusta. No me cuesta.
Un abrazo. Gracias y hasta la próxima.