Si se queda dormido escuchando La Venganza Será Terrible por la radio, ahora también podrá quedarse dormido escuchándolo a cualquier hora en formato podcast.
En lavenganzaseraterrible.com puede encontrar los episodios, etc.
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La venganza será terrible. Muchas gracias, buenas noches, por fin estamos aquí en Loma de Zamora. Voy a presentarles a mis compañeros, Patricio Barton. Hola amigo, buenas noches. Es por acá. El artista antes llamado Gillespi. Hola, ¿qué tal? Vamos a solicitar que retrocedan el ómnibus. Estamos iluminados hoy. Muy iluminados, no hace falta tanto. Bueno, bueno. Un poco de oscuridad hace bien también. Pero qué bien. Habitualmente está imponiéndose la costumbre de crear una oscuridad absoluta en el público. Yo voy a confesar que eso nos gusta poco. No, aquí... Acá se ve. Acá más o menos se ve. Pero nos gusta poco porque, si bien estamos a favor de toda teatralidad, nuestra teatralidad incluye una percepción mutua entre el público y el humilde artista. No solo... el público mira lo que hacemos nosotros, nosotros tenemos que mirar lo que hace el público. Y si nos falta esa referencia, empieza a resentirse el asunto. Por eso el programa no sale igual cuando lo hacemos en los estudios de radio. Sí, sale una porquería. Claro, porque lo que pasa es que en el estudio de radio no hay nadie. Claro. Y la gente que hay no está conectada. no está conectada con nosotros, no ha venido a vernos, ha venido a trabajar, que es otra cosa. Sí, sí, sí. Eso hay que tenerlo en cuenta a la hora de por ahí poner unos faroles tan intensos sobre el artista, y ninguno sobre el público. Entonces no vemos a dónde va el mensaje. Lo mismo que pasa en la radio, en la radio no ves dónde va el mensaje. Venimos aquí para poder ver a quién va dirigido el mensaje, pero no podemos porque está oscuro. Claro, claro. Por suerte, este es un lugar más íntimo incluso que el teatro. Hay sillas que se mueven, hay la posibilidad de la interacción. Bueno, por eso les agradecemos que estén presentes, si es que están. Sí, sí, están acá. Porque no hay cosa más descorazonadora que agradecer la presencia de personas que están ausentes. Muchas veces uno lo hace, a veces durante largos años. Sí, señor. El artista antes llamado Gillespie ha venido con su correspondiente trompeta. Muy bien, pero no la va a usar ahora. No, la va a mostrar después. Después, pues. Aquí está, en algún momento va a sonar aquí. Pero déjela al oscuro por ahora. De otro dandelio. ¿Ese bolso qué más trae ahí? Bueno, ¿sólo trompeta? ¿Qué le importa? ¿Qué lleva? ¿Qué es lo que tenemos para hoy pensado? Bueno, hay anuncios. Sí, señor. Para comenzar. Ah, claro. Para que la gente pueda... ir mañana mismo o pasado a vernos. No, lo que sucede es que aquí en Loma de Zamora se agotaron rápido las entradas, entonces vamos a volver en noviembre. ¡Bien! En este momento, damas mendocinas proceden a desmayarse. Buen, por favor. 24 de noviembre, en cualquier momento empiezan a vender las entradas. Bueno, muy bien. ¿Qué otra función tenemos? Muy pronto vamos a estar en San Isidro, atención, el 3 de octubre, que todavía no lo hemos dicho, es el momento para decirlo. Y después viajamos a Santiago del Estero, donde estaremos con varias funciones en Santiago del Estero. En la banda. En 10 y 11 de octubre. Sí, señor. Muy bien, yo debo confesar que tengo, falta mucho todavía, pero creo que es el 3 y el 10 de noviembre, presentaciones con nuestro amigo Dario Steinz-Reiber en el Teatro Coliseo de la Capital. En Buenos Aires. Llamémosle espectáculo, que se llama La conversación infinita, en donde... Darío filosofo y yo le doy la razón. No, bueno, usted tiene que esgrimir sus argumentos, no tiene que ser... Yo aprendí a darle la razón siempre. No, no tiene que ser... Es más fácil. Si no se pone a discutir no termina mal. Bueno, pero... Bueno, y los viernes en el Chacarerian, estamos en la ciudad de Buenos Aires. Bueno, usted quiere que vayamos directamente a la parte conceptual de este programa. Sí, hoy vamos a brindar algún tipo de servicio a la comunidad. Pero claro, efectivamente, nos escriben muchas personas que se disponen a hacer viajes largos en distintos medios de transporte, como por ejemplo el tren, el colectivo, el avión o algo. El barco. O mismo el barco. El barco también. Y entonces, ideas para no aburrirse en trayectos largos. Cuidado, estamos hablando de trayectos largos. Sí, sí. No Lomas de Zamora. No, no. Constitución. No. Que son más de 400 kilómetros. Sí. No, no, y más largos todavía. Mil kilómetros. Por ejemplo, el tren hasta Jujuy. Pero no sé si hay uno que vaya directo. Y ahora no hay porque se aburrieron. Claro. A tu cumamba. Creo que era un día de viaje. Sí, dura mucho. Vamos a ver qué dice aquí. Por ejemplo, en tren. Se trata, en principio, vamos a empezar con algunos pasatiempos para no aburrirse. Algunos de ellos... bastante sonzos. Aunque el primer consejo que se da es para el tren y es levántate todo lo que puedas. Odio. Bueno, pero... Odio a las personas que viajan en tren o en cualquier cosa y tienen hormigas en el asiento, señor. Se levantan cada minuto y van hasta allá y vuelven. O sea, se sientan, ¿no? Empieza el viaje. El viaje es retiro-jujuy. Sí. Bueno, el largo. El transiberiano, usted dice, fenómeno. Moscú la divostó. Sí, bueno. Fenómeno. El sienta, en Palermo ya se levantaron. Pues... Ya se levantaron. Y uno, mire, ¿por qué no esperó? ¿Dejá algo para después? Para después, es que ya se comió todo. Se comió todo, ya en Palermo se comió todo. Y ya se empezó a levantar para recorrer el tren. y cada vez que cierra la puerta es un estrépito. Bueno, qué decir, lo mismo en los aviones, señor. Bueno, pero... En los aviones, estamos despegando y el tipo ya va al baño. Esperad que se prenda la luz, porque cuando estás subiendo no podés ir al baño, porque por ahí está muy inclinado el avión... Va trepando. No llegás. va trepando y vuelve rodando. A mí lo que más me molesta no es que caminen, particularmente como el señor, si toque el que camina, mira a la gente. Va mirando a todos. Bueno, ¿y usted por qué no le dice qué mirá? No era, pero... Una frase clásica. Pero digo, va como fiscalizando a ver quién está... Es para ver, para entretenerse. Y acá dice, levantarse es la principal ventaja de viajar en tren. Paseate por el vagón, cual si fueras... El chancho, o sea el guarda, en busca de alguien que no ha pagado el pasaje. Ah, vigilante. ¿Está de moda ser vigilante? Sí, sí. Hoy le comenté a alguien que cuando yo era chico, vigilante y botón, eran un insulto. Será porque yo vivía en un barrio un poco áspero, lo que vos quieras. Pero... que no voy a tocar ahora. Por ejemplo, Martin Sorbotton. Claro, sí. Sorbotton, Martin Sorbotton. Bueno. Sorbotton, Sorbotton, Martin Sorbotton. Bueno, no decía otra cosa que eso. No era por su noleza. Que no sea vigilante. que parece que no, que fuera una pulsión vigilantear, póngase a vigilantear. Y acá teníamos también otra canción que... ah, ya lo puso usted y yo, lo aparezco otra vez. Pero cómo, pero ahora, ahora tenemos que... Era una canción hermosa que era estudio para vigilar. Sí. No me acuerdo cómo era. Ahora la vamos a cantar. Bueno, la gente quiere ser, quiere vigilantear. Pero sigamos con el tren, ¿no es cierto? Acá dice... Acomódate sobre las ventanas y contempla el paisaje como sobre las ventanas. Así, como una trompata. Y se agarra así de ventana. Pegado. Bueno... La canción era esta, mira, creo. No toque más nada. No, no. Estudié pa' vigilante, estudié pa' vigilante, no dejes que se le pegan esta única oportunidad. Estudié pa' vigilante, estudié pa' vigilante, anótese cuando antes y póngase a vigilantear. Claro, ese es uno. Bueno, fue muy efectivo el simple, fue un éxito. Massiva anotación del vigilante. Bueno, esto de las ventanas es una tontería. Después, una cosa muy divertida que está aquí, es despedirte con la mano de la gente al pasar el tren por las estaciones o por lugares donde haya personas mirando. Eso es muy divertido en las estaciones del transsiberiano. que eran cordenas que son Moscú, Palermo, Chacarita, Paternal, Villa del Parque, falta mucho, Pabla de Vostok, Villa del Parque, Devoto, Cispeña, Santo Lugar, Escalcero, Palomar, Urlingam, William Morris, Bellavista, Muñiza, Miguel, José Paz. ¿Qué es? No, falta, falta. Acá está el tren Roca, pasa a una cuadra. Pero no llega a Vladivostok. Le podría mencionar todas las estaciones. Sí, sí. Bueno, despídete con la mano de la gente en las estaciones, aunque no conozcas a nadie. A veces le saludan los niños. Por él le gritan que saludas. Usted no lo escucha porque pasa... No lo escucha. Porque hay gente que va y se para junto a los de ir al tren a contestarle a los que saludan. No, bueno... ¡Te saludás, estúpido! No, no, no... ¡Si no te conozco, un idiota! Bueno, pero déjelo... Bueno... Esa es una diversión, pero del tipo que está fuera del tren. Hacer gestos, pero ya no de saludos. Claro, sí. Porque si usted está dentro del tren, no puede hacer gestos... agresivos. Claro, claro. La gente que lo mira. En cambio, ahí en el medio campo pasa el tren y vuelve a hacer todo lo que quiera. No se va a bajar del tren andando. Claro. Después, haz visitas constantes al vagón-restaurante, todo lo que odio. Bueno, lo que pasa es que si todos toman esa decisión... Todo toman esa decisión. Bueno, pero es un desastre. Y lo que pasa es que la gente no termina de acomodar nunca. Y si es un viaje nocturno, nadie duerme. Y no. Están todos caminando, cerrando y abriendo las puertas, hablando fuerte entre ellos. Y es como una peatonal el tren adentro. ¡Ay, Dios mío! Mira. Después se... escucha música, esto puede ser literalmente o en tu cabeza? No, no, llevando dispositivos, por ejemplo auriculares, porque puede... Ah, tiene mucha razón. Sí, escuchando música, bailado de todo lo que pasa, va en su mundo. Claro. Sí, pero algunos van en su mundo y se mueven y vos estás sentado al lado del tipo. Sí, sí. A veces cantan, cantan las que están escuchando. Ah, y siguen la canción. A capela. Martíso Boto. Bueno, sí, ahí está Marty, mira. En el tren suelen pasar, sin embargo es cierto, más cosas que en el micro. Sí. Más cosas. Primero porque hay más gente, es más grande y tiene más movilidad que se toque acá. Permite movimiento. Y. Uno ve mejor a la gente que está. Sí, el micro va a... El micro está casi noves. Al que tenés adelante no lo ves nunca. Claro, claro. En cambio los trenes más abiertos. Ve, mirás así. Entonces pueden pasar cosas graciosas. Como este episodio que he contado tantas veces. De una persona que subió en Moscú con un gato adentro de un bolsoncito. ¿Qué? Un gatito. Un gatito. ¡Miau! cosa que está prohibida. Entonces, cuando vio que venía el guarda, también llamado el chancho, era una pareja de ancianos. Ah, bueno, bueno. Y escondieron bien el del... Primero cerraron el bolsón y metieron el gato ahí entre varias cosas que tenía. Y entra el guarda y un grupo de inadaptados que viajaban en el asiento de atrás. Empezaron a... ¡Miau! No, señor. ¡Miau! Cuando viene el tiempo a picarle el boleto... ¡Miau! ¿Y el gato no decía nada? No, afortunadamente no. Pero cuando se fue, el guarda... Esta pareja se dio vuelta e increpó... Y sí. ..al grupo de inadaptados... ..del que yo formaba padre. Bueno. Pobre gente. Y nosotros nos reíamos. Me hizo mal educado, ¿usted le parece lo que es? Bien, hizo en un viaje hasta Vladivostok. No, no te digo que, pero tres kilómetros te resta. Sí. Ahora, hasta Vladivostok, ¿cuántas veces pasa el chancho a pedir vasaje? Pasa en distintos chanchos. Claro, porque por tramos van subiendo. Por tramos van subiendo porque se piensa que no solamente uno puede colarse en Moscú. No que te podés colar en palet, muchacarita. Claro, bueno. Igual les digo que ese tipo de trenes muchas veces cuentan con camarotes, con camas. Bueno, donde uno viaja como un rey. A usted le gustan los camarotes, a mí me encanta. A mí me encanta. Pero, ojo, me encanta el camarote, atención, con gente de mi grupo. Sí, claro. Pero a veces lo tienes que compartir. Ponerle tres amigos. Eso sería genial. Bueno, los tres amigos en el mismo camarote. Uno arriba, el otro abajo y el otro en el medio. Bueno. Pero qué difícil si usted está solo, se abre la puerta. Un desconocido. Y usted, bueno, primero, ante todo, buenas noches. Sí, bueno, más vale. Noches. Y ya viene, el primer asunto viene, ¿el señor prefiere dormir arriba o abajo? Bueno. Y Tipo te contesta, depende en qué caso. No, no, bueno. No, no. Y propone, bueno, podemos dormir, vamos hasta... hasta El Cateringrado, usted arriba. Y cuando llegamos a El Cateringrado... me toca a mí. No, no, pero no es un juego de rotación. A usted le... Esto es lo que contestaría yo, pero contértelo a usted. En el pasaje le debe decir, está el dibujito de la cucheta, el tipito. Claro, el tipo uno arriba y otro abajo. Claro. Lo vi en ese dibujo. No, no, no. En la cancha de fútbol lo vi. No, señores. Esta es una señalética. Dos cuchetas distintas. Claro, cada uno le toca a usted. Cuando saca el pasaje, le pregunto, no sé cuál es más caro, el de abajo es más caro que el de arriba. Para mí, el de arriba es más caro. Para mí el de arriba es más caro porque el de abajo está sometido a todos los... Sí, exacto esa es la palabra. Bueno, sometido mucho. Pero el tipo de arriba se mueve y usted ve lo freje. Claro. Y adivina los movimientos que está haciendo. Claro, por ahí se inclina y usted ahí se prepara para lo peor. Por ejemplo que el tipo baje y le meta un pie encima. No, por ahí lo tiene colgando, vio que le... Ah, sí, hace colgar el pie, usted no puede resistir la tentación de tocar el pie. Y ahí ya se puede andar a saber lo que se... Y es incómodo, ¿no? Ahora, si usted no... hay que irse a dormir a la misma hora. Claro, usted no se va a quedar con la luz prendida. No, pero tiene una luz individual porque el señor vio que nos ha tocado... La luz individual, por ejemplo, en los aviones tiene un alcance de 50 metros. Es que si esta luz fue inundual. Bueno, discúlpeme, veo que nos ha tocado compartir el camarote. Sí, cómo le va. ¿Qué tal? Tenemos un largo viaje. Sí, sí. ¿Qué me está queriendo decir? No, lo que quiero decir es que espero que no le moleste que yo sea nudista, yo soy nudista. Y bueno, cada uno... ¿Aseguro que quiere ir arriba? Cada uno con su cultura, sus cotumbres. A mí particularmente no me molesta para nada. Perdón, ¿usted quién es? Yo soy uno de los pasajeros. Sí, ya sé. Tocaron tres aquí. ¿Pero ustedes vienen juntos o son...? No, lo pude conocer el más. En la primera vez que lo conozco el señor. Bien, bien. Este... Lo único que le digo... A él el señor le tocó en el suelo. Es más barato. Sí. Estuve viendo que el colchón es de cuerina. Digo, si usted es nudista, que tome las precauciones. No, bueno. Póngase algo entre la cuerina. Porque si no se va a bajar. Ponga algo porque si no cruje. Hace como un ruido equívoco. Bien. No, yo me traje, siempre salgo con una franela. Ajá. ¿Y dónde está? No. La tengo en la mochila ahora, pero cuando llegue el momento de acostarme la pongo la franela. Lo que sí, acá en el Transsiberiano, les quiero decir, está prohibido abrir la ventanilla, porque hace temperatura hasta 40 grados bajo cero. No se puede mirar la ventanilla y tomar aire como un rolón. Lo que pasa es que la calefacción está un poco fuerte. Sí, estamos al lado de la locomotora. ¿Y el motor? Bueno, pero... A vapor todas. No, pero cómo va a ser a vapor. Entran, chispa, todo. Hasta el cuarto vagón, después ya se afloja. En el último vagón van completamente congelados. Claro, están congelados. ¿Acá se puede bajar? Ustedes saben si se puede... En las estaciones intermedias, ¿podemos bajar un rato para... Es tirar las piernas. Es peligroso porque arranca medio de golpe. ¿Arranca de golpe? Sí, sí. Tiene un arranque así como en su terreno. ¿Pero tienen que avisar? ¿Avisa un altavoz? Toca un pito. Ah. Le quería hacer una pregunta, perdón. Sí. ¿Usted dónde nació? Bueno, yo he nacido en San Petroburgo. Perfecto. ¿Y usted? En Olavarría. Muy bien. ¿Es Siberia eso? A veces sí. Me pareció que el acento que tiene el señor no es local como nosotros. ¿Ah, usted es ruso? También, claro. Nos nací en San Petersburgo. ¿Dónde nació usted? Cerca de San Petersburgo. En otro pueblo. ¿En cuál? ¿Puede decirlo? Romanov. ¿En Romanov? Estación Romanov, para Vero. ¿El buffet? Bueno, el buffet tengo entendido que está en el coche comedor, donde sirven todos los... Y se sirven tragos, bebidas blancas. ¿Por qué? Bebé como leche. No. Acá el vodka corre como la agua. Bueno, yo justamente les iba a ofrecer, si quieren, una ronda de vodka. ¿Cómo no? Eso demuestra... el patriotismo que tenemos. Acá se utiliza la costumbre, se tiene la costumbre de romper las copas en las que bebemos después del brindis. Pero como el señor duermen al suelo, va a tener que exhibir sus otres de fakir para dormir. Aquí están las copas, si lo hacéis. Muchas gracias. Si me permiten, voy a hacer un brindis. Bueno. Por Rusia. Sí, señor. y que los traidores caigan del tren andando. ¿Traidores de qué? Yo ya rompí mi copa. Vamos a hacer el brindis. Bueno, yo voy a brindar por Olavarría y que los traidores caigan del tren también andando. ¿Y usted? Muy bien. Mira cómo aplauden a Dios, a la decente de Olavarría. Aquí hay uno de la borrilla por cada 70 rusos. Señores, continuo con el tren. Me iban a preguntar algo. Usted es nudista, bueno, ya veo, pero ¿vamos a apagar la luz para desvestirnos? Yo no tengo problema, por mí. Yo, de todos modos, tengo problemas porque debajo traje calzoncillos largos. Yo creo... ¿Usted duerme con calzoncillos largos? Sí. Yo creo que como somos seres humanos... O poco menos. No, bueno. Y vinimos desnudos, nadie llegó vestido a este mundo. ¿Y qué? Ni se va a llevar nada. Tampoco nadie llegó sabiendo leer. Bueno, pero... Usted es ludista y analfabeto, además. No, porque... No señor, porque... Tenemos que abrazar la naturaleza y me parece que para hermanarnos podemos darnos la mano por el amor de nuestros pueblos, por la unión de la humanidad. ¿Viste la mano? No, por favor. Mire, si no vamos a hacer las cosas con respeto, yo me voy a matar y me voy a ir. Cuando termines de leer artículos en el diario... Sí. Ah, de pronto habló mal. venía hablando bien. Título del diario dice... del prazda. Hay un traidor entre nosotros obsesionados. ¿Qué traidor puede haber acá? ¿Traidor a qué? No sabemos. Pero ya lo vamos a averiguar. Bueno, extraordinario esto del tren, a mí me gusta mucho. En el avión. Bueno. Si ponen películas... aprovecha los desplazamientos hasta el baño para espiar qué películas eligieron los otros pasajeros. No, pero para qué. A mí que me importa. ¿Y cómo se da cuenta qué película con una imagen? Dice, acá inventa reglas universales. Dice que si está disponible alguna película de James Bond, el 50% de los pasajeros optarán por esta opción. Dice, es un informe de 1970. No, lo que puede suceder es que si usted, por ejemplo, está mirando una película X, se levanta para ir al baño y ve que otro está mirando la misma película, pero más adelante. Claro, claro, llámela cuenta y me cuenta al final. Nosotros en esta línea de avión tenemos un menú de películas que es Desastre en el aire, se llama... No, no me gusta. Aeropuerto. No, bueno, no, no. Yo catástrofe. La aventura del Posidón. No. Débil y sin poderoso. Pero cómo puede ser él. Y la vida de Carlos Gardel. No, no, no me gusta. Por favor, señor. Todo para tranquilillar a los pasajeros. No, creo que tiene que haber un menú... hay una curaduría de películas. Un menú hay también. Sí, bueno. No es tan... No, el menú no. Hay menos comida que películas. Sí, sí. Es este... son... carne, no se sabe de qué. Sí. Con una salsa... también desconocida. Ah, bien. Dice carne o pasta. Sí. Es lo mismo. Bien. Es la misma cosa que a la ida le ponemos carne a la vuelta pasta. Muy bien. Bueno, acá dice. Aprende datos sobre destinos a los que tal vez nunca viajen en las revistas corporativas que la aerolínea pone a tu disposición. Le dije que era viejo. Es viejo eso. La aerolínea no pone a tu disposición ni papel higiénico. No. Ponte al día sobre las novedades en el campo de la belleza, también las mismas... En esas mismas publicaciones que ya no están. Ahora, acá por ahora, no estamos interactuando salvo a nosotros tres que nos tocó por casualidad el mismo camarote, siendo que admitamos, lo usual es que no tomar el servicio de camarote, sino ir de Pinotea, sea de segunda. sea, o de tercera. Habíamos dicho la otra vez que en los ferrocarriles de la India hay ocho tipos de boletos. Esto es verdad, eh. Todo es verdad. Calcuta y de vuelta octava. ¿Y cómo va? ¿Parado? Si tiene suerte. ¿Parado si tiene suerte? Corriendo a través del tren. Pero no hemos hablado de la interacción. No, claro, claro. Es conveniente, discúlpeme, en el tren es muy fácil cuando te tocan enfrentados. Sí. Hay cuatro o a veces hasta seis asientos, y vienen tres y tres. Entonces vos te vas mirando durante todo el viaje. Eso es muy duro. Hasta Jujuy. Por favor. No, no. No te miras y te da cara. No, no, no. No se puede. No puede hacer que... No se puede viajar así porque... Ahora, ¿qué pasa? Esto puede pasar. Las probabilidades son infinitas. Justo le toca en el asiento de enfrente una mujer que le gusta. ¿Qué pasa? y al lado está el marido no, no, bueno que también le gusta Bueno, hay que usar entonces la vista en momentos en que usted se da cuenta que el marido está distraído. Se duerme el marido, si se duerme siempre. Si se duerme ya está. Si el marido se duerme. El marido se ata los cordones. Aprovecha se ata los cordones por primera vez incluso. Usted ya se la aguantó piola durante 120 kilómetros. El tipo se agacha a atar los cordones y... Usted la mira a la tipa, enarca la ceja y con el dedo índice le señala al tipo que se está agachando ¿Y qué tiene que ver? Atárselo con uno y le hace así como preguntando ¿qué onda? No, no, no, no Si la tipa le dice... No, cómo le va a decir así, no le dice así Le hace como que no Si la tipa le hace un gesto como... señalando a usted vos y yo Sí, y le hace así ¿Qué va a hacer? Junta los dos indices. Vi mal de pronto. Vi mal la seña. Por la luz esta que hay. Si la mujer le hace algún gesto, ustedes se pueden encontrar al final del vagón. Le hace así. Claro. Le hace el gesto aquí, que salgamos, en el baño nos encontramos. Bueno. No sé qué gesto le va a hacer. No, no. No, si no puede hacer. Puedes hacer el... en el número de vagón, le marcas un número con los dedos. Pero qué sabes, el número de vagón. Usted recuerde algún número de vagón. Claro. No, pero usted... Pero sí le puede decir un café en el comedor. ¿Eso es comedor? ¿Un café en el baño? Un café en el vago comedor. ¿Qué? ¿Usted cree que comedor es señalar de vídeo? No, bueno, no es un discurso de Stalin. No, bueno, pues no. Además, ¿cómo justifica que va al comedor? Ella se va a ir y el tipo va a ir. Le dice al tipo que todavía se está atando los cordones. ¿Pero qué tiene un boseguí? Amor mío, dice, me voy hasta el comedor. Ay, dice usted. Ya que me va a abrir la puerta, yo voy al baño para despistar. No despiste. Se juntan en el comedor y dice... Bueno, ahí ya viene otra cosa. Ahí ya está. Primero se presenta. Qué claro. ¿Y qué dice? Rodion Raskornikov. Encantada. Bueno, pero se puede hacer eso. A mí nunca me pasó, he hecho centenares de miles de kilómetros. Pregúntame cuántas veces me tocó enfrente, al lado, en el mismo vagón, una persona interesante. ¿Cuántas veces? Nunca. ¿Sabes que cuando tocan asientos enfrentados hay que tomar una decisión, que no es algo que se diga, pero hay que tomarla, que es dónde va a poner usted las piernas? En el piso, señor. No, no. Me las va a poner arriba de las mías. No, no. Porque si nos organizamos... Claro, usted por ejemplo señora, pone una pierna sobre mi asiento, después... Arrancó el tren parecido, ¿no? Sí, después yo pongo la pierna izquierda sobre su asiento, pero después de la suya. Entonces usted pone la otra que le queda... En la entrepierna. Exactamente. Y yo completo la serie. Y así vamos todos palujando. Eso es para efectos. Supongamos que la mujer que va con el marido en el asiento de enfrente, cuando se están encastrando para sentarse todos, ella decide, pues está enfrente de ella, tener las piernas abiertas y usted las piernas en el medio. No, no, es uno u otro, uno u otro. Lo mismo el tipo, después viene el tipo. El tipo, ahí está sentada otra persona que no sé quién es la que tengo al lado. Bueno, no importa, un X. Ahora, ¿qué mejor, intimar con la de enfrente o con la de al lado? Bueno, usted dice posicionalmente. Sí. No, posicionalmente con la de enfriar. La va mirando todo el día. Y sabe que me detuve porque una vez sí me tocó una persona y conversamos toda la noche. La tipa me dio el teléfono. ¿Y? Nunca la llamé. ¿Por qué? Y perdí la fe. No, llámela ahora. No, hace 40 años. Ah, bueno. Lo que pasa es que... No quiero pasar por ansioso. Lo que pasa es que a veces uno piensa que se dio esa situación porque no les queda otra, tienen que compartir el viaje. Eso pensé. En realidad no es que estaba interesado en mí. Claro. Me le toqué al lado y dije que era... Bueno, pero... Hay gente que habla con todo. No, bueno, pero vio que... Es sentarse al lado y ya empezó a hablar con el tipo de al lado. El frío acá en Rusia, ¿eh? Sí. ¡Ajá! Pero a veces le dices, bueno, es el destino que te puso ahí. Frente a ella. Me dio el número del tipo. Bueno, vamos a ver qué más dice. En el autobús. Sí. Intenta hacer migas. Sí, migas hacen todas en el autobús. Con el conductor. Eso está prohibido. Pero si usted está en la fila 20. Además está prohibido hablar con el conductor. ¿Cómo ir hablando con el conductor? Prohibido rigurosamente, incluso esa prohibición se extiende a la casa del conductor. Cuando él llega con su familia, come solo en otra habitación, cuando la mujer le dice algo, le señala un cartel que dice Está totalmente prohibido hablar con el conductor, le hace así. No, bueno, no. Y él le agregó, por más la mujer que sea. No, ¿por qué le agregó? Ni la mujer ni los hijos le dirigen la palabra a los conductores. Porque está prohibido. Pero no, eso en la casa no corre. No sé. Yo no me sentiría seguro en una ruta en un micro a 120, 180 kilómetros por hora. No pueden ir a 180 en un micro. ¿De qué micro toma? ¿Nunca le pasó la ruta que va con el auto y por el espejo un micro que viene como a tres kilómetros, vuelve a mirar y lo tiene pegado atrás? Sí, pero yo vengo a 40. Ah, bueno. A esa velocidad con alguien que va distrayendo todo el tiempo al conductor. No, no, es un peligro. Yo he visto una vez a dos tipos que cambiaban el turno, que le tocaba manejar al otro, sin detener el micro. No, pero cómo... Yo lo vi, yo lo vi eso. ¿Y cómo hacían? Porque uno se tiene... Como se hacen estas cosas. ¿Cómo? El tipo salió y dejó el asiento libre, apareció el otro, agarró el volante y se... Debe haber habido más o menos 10 kilómetros... No, no, no. Sin volante. Sin volante. Pero es que era muy lento para cambiar. No, le juro que lo vi. Bueno. Dice, hacerse amigo del conductor no. En cada parada obsesiónate con que pueden robarte el equipaje. Obsesiónate. Qué feo, obsesionarse. Pero entonces no puede bajar nunca el micro. Bueno, pero usted tiene cosas de mucho valor, usted, ahí? No. Y entonces... Pero soy así de miserable. Ah, bueno. Yo tampoco voy a bajar, eh. No, yo me quedo... Bueno, señor, está prohibido, eh. Van a tener que descender todos. No, no, es que yo... Al descender, nosotros pasamos con aerosol con RAI y desinfectamos todo. Bueno, entonces es obligatorio descender. No, es que yo no me puedo bajar. ¿Por qué? Pero ¿qué le pasa? ¿Lleva algo sospechoso? Si me bajo, me bajo con este maletín. ¿Pero por qué lo tiene encadenado el maletín? Tiene una cadena... ¿Hasta dónde va esa cadena? Porque la veo que desaparece bajo sus ropas. ¡No! Lo tengo encadenado a mi cuerpo. Voy a bajar con el maletín, si no hay ningún problema. Bueno, está bien. Bueno, no hay ningún problema. Yo creo que la policía tiene que revisar al señor, disculpeme. ¿Quién es usted? Un vigilante, un botón. Ah. Sí, ya nos parecía. ¡Barto Soto! Shovotón, Shovotón, Bartón Shovotón. Ya lo registré quienes cantaron de ustedes. Porque voy a ser Botón. Marto, soy Botón. Soy Botón, soy Botón. Marto, soy Botón. Bueno, fantástico. Y otra cosa. ¿Hay baño en el autobús? Sí, por supuesto. Porque si hay baño no tenemos por qué parar. No, bueno, no, pero no se trata de solo eso. ¿De qué se trata? ¿De conocerse a común? No, señor, el baño en determinado momento se corrompe. Como cualquiera. Entonces ya no hay de tal gente que... que pueda solucionar el tema, desodorante... Bueno, por favor, de esta es que estoy comiendo una hamburguesa. Por eso, por eso, no se puede comer acá. Estamos comiendo, señor. Va a subir personal de limpieza en la próxima estación. Sí, sí. Defíname personal de limpieza. ¿Cuántos son? ¿Qué elementos técnicos tiene? Es una persona... que se llama Octavio. No le pregunté el nombre, sino cuántos. Es Octavio. Ocho. No, es Octavios. Es uno. Usted no es de esos que dicen Octavio por decir ocho, Novoa por decir nueve y Setembrino por decir siete. No. Y sin cuneque y todo así. No, le viene Octavio y entonces viene con un cepillo. Le pido por favor si puede el personal de limpieza no limpiar nuestra almaleting. Le pido por favor. Limpia en el baño únicamente. Es el baño que limpiamos nosotros. El baño... le voy a hacer una pregunta técnica ya que usted sabe tanto sobre esta línea colectivo. Digamos, lo que va sobrando... los desechos. Los arrojan a la ruta conforme el micro agarra velocidad. No señor. O los guardan y lo meten en un recipiente que lo cambia justamente en cada una de las paradas. Y viene Octavio con una escupidela nueva. Mire, yo creo que la llanura pampeana puede recibir... No, pero escúcheme. Yo estoy de acuerdo con usted. Pero la llanura está... Es inmenso. En el tren más todavía. No, el tren... El micro va por la ruta, la llanura está al costado. Y usted va dejando todo en la ruta. ¿Y quién quiere que despida hacia los costados? Están los tipos en la vereda, deseando, pase el micro a 120 y... ¡Po! Lo salpica. Un auto que lo sobrepasa al micro. La lina también. Con la ventanilla abierta. Flá. Usted que iba saludando. Tomá, te pasaste de atalaya. Flá. Tengo entendido que le ponen productos químicos. Hay un tratamiento químico. Antes de tirarlo a la ruta. Me parece que incluido cal. Sí. Cal. Bueno, es cierto, yo tengo una empresa de... baños químicos. Ajá, qué bien. ¿Qué vendría a ser un baño químico? Un baño químico es un... Lo contrario, un baño físico. No. Un baño químico contamos con dispositivos que biodegradan... Ajá, qué bien, qué bien. Todo lo que usted, a usted o su hermana o quien fuera... A cualquiera. Sí, entendí. Bueno. Y lo reduce. Ya viene biodegradado eso un poco. No, viene... Cuál es el piso de su degradación? La ruta. Reduce su masa al 2%. Ah, pero eso es espectacular. O sea, de 20 kilos quedan dos. Sí. Ah, no, 2%. O sea, de 10 kilos quedan 200 gramos. Sí. Nada. Nada, por eso le digo. Bueno, me parece fantástico. Ahora le hago una pregunta. ¿Yo el baño químico puedo entrar con el maletín mío? No, no va a entrar con el maletín porque el baño es muy chico, está pensado para una persona promedio. de unos hasta 60 kilos. ¿Qué? ¿60 kilos? Pesó el doble. Es el promedio, la mitad. Bueno... Y es eso, porque imagínese que en un micro el espacio falta. Ahora, disculpe, a ese maletín, no le impide bajarse los pantalones, porque veo que la cadena pasa por varios lugares. No sé cómo hace el señor. Si voy con el Valtín, cierro la puerta, en la intimidad, yo sé cómo hago. Ah, bueno. No te hagas el misterioso. No, no, no, bueno. Porque nosotros bien podemos revisartelo el maletín. Mirá si tiene explosivos. Claro, nosotros no sabemos. Y sí, es un peligro, adentro de un micro. En lamentablemente le vamos a tener que revisar el maletín. Quédese tranquilo, no tiene explosivos. Ah, bueno. Quédese tranquilo. No, no, pero... Acaba de decir el señor. Sí, no, pero es su palabra, yo no le puedo... Tengo muchos años de experiencia. No, bueno. Prácticamente el 50% dice la verdad. Bueno, me parece bajo el promedio porque el 50% miente. Sí. O sea, ¿usted ve el vaso medio lleno y yo veo el vaso medio vacío o al revés? No sé. No hay de vasos que estamos hablando. Bien, después. En el auto, acá viene más difícil. En el auto es más difícil. Cada vez es peor. Usted ya está harto de su familia. Sí, bueno, pero... Y encima la tiene que aguantar. Cuando se va de ocasiones, más aguanta su familia. Está mucho más tiempo. Sí. Sintoniza la radio. Ya lo conseguí. En busca de una emisora que no te haga vomitar. ¿Cómo? Eso es lo que dice aquí. Que no le haga vomitar. La emisora es que no te hace vomitar. Son pocas ya. Sí. Canta en voz alta dándolo todo. Bueno. No hay mejor lugar en el mundo que un coche para cantar. ¿En serio? ¿Mejor que el Colón? Casi igual. Es lindo cantar dentro del auto. Yo he hablado con... le digo, Un Plácido Domingo, Mario del Mónaco... Y todos me dijeron que cuando manejan canta. Y sí, claro, que van practicando, van vocalizando. Sí, pero deben preferir cantar en un coliseo. ¿Hablamos del Colombo o en el Coliseo? No, digo en un Coliseo. En el Coliseo vamos a estar con Darío Steinzal. Sí, ya me dijo. ¿Usted sabe que un día en uno de esos hoteles que vamos cuando pagan otro? Sí. este, en Montevideo era, nos tocó en el mismo hotel donde se hospedaba Plácido Domingo y lo oíamos al tipo que vocalizaba en la habitación, en la habitación, que les vino y que se ponían en la puerta así a escuchar, no hacía falta, el tipo cantaba fuerte, claro, todo el hotel Barton sobre bottom No, no, no, no No señor, mire yo me voy a levantar y me voy a ir. Bueno, dice, en aeropuertos y estaciones con mucho tránsito, acércate al kiosco y sorpréndete con la cantidad de revistas. No hay más revistas, 1970 no hay ninguna revista. No. 1970, a lo mar te igualó con Prueba el Gráfico. Sí. Dígame una revista deportiva, nómbreme una que ande ahora. Ahora no, porque son... Ninguna, son por televisión. No hay revistas, no hay quioscos. ¿Qué va a poner un quiosque que no venda en revistas? Hay quioscos todavía. No, hay pocos, no hay nada, señor. No hay nada. Viejos de informe. Y hay juegos en los autos, jugar a la patente de los que vienen. Sí, todo eso. Los carteles, cuántos carteles hay. Y así. De qué color... Cuántos pasamos, cuántos nos pasan. Los colores de los autos. El veo veo, que se llama. Qué tediosos el veo veo. ¡Aaah! Es tedioso porque... Ya está... No, es tedioso. Es su enunciación. Es tedioso porque hacen trampa los jugadores. Por todo es tedioso. Porque si fueran sinceros es fácil, es divertido. No, pero además usted tiene que hacer... En el campo argentino todo es verde. Claro. Tiene que hacer todo ese trámite del recitado. Sí. Que usted ya sabe qué va a hacer el... Imagínense que usted juega el B o B con su novia. Sí. ¿Qué puede decir su psicoanalista cuando usted le cuenta? ¿Qué pensará de su relación? Bueno, nos acotamos y jugamos al veo-veo. Veo-veo, qué ve, una cosa, qué cosa, maravillosa, qué color, negro, adiviné. Sí, y después vuelve a recitar todo lo mismo. Todo lo mismo. Bien, entrena la memoria. Ahí está. Piensa en la lista de episodios que tienen los Simpson. Increíble. Pero la lista. Esta clase de informes nos pone en contacto... Con las referencias. ..con toda esa clase de cosas que nos importan un bledo. No es el caso de los Simpson, pero es también. No forma parte de mis intereses. forma parte de mis intereses. Imagino si a usted lo llaman para hacerle una entrevista. Y el tipo le empieza a preguntar, dice, ¿cuál es su episodio preferido de los Ipsos? ¿Quiere contestar a usted? Yo nunca los vi, los insos, pero yo tampoco. Bueno, nunca los vi, no tengo ni idea. Y el señor que le va a decir, ¿usted le canta la lista completa? No, le puedo decir uno, pero igual, ¿quién le hace esa pregunta? No le van a hacer esa pregunta. ¡Todo el mundo! Si quiere le hago una lista de las preguntas que le van a hacer. A ver, ¿le preguntaron? No, no, pues puedo. Bueno. Bien. Después... Mira, sigo leyendo. Intente recordar el número máximo posible de concursantes de Gran Hermano. No de músicos del siglo XIX, ponerle. Claro. No, no. No de grandes pianistas o de grandes escritores. De concursantes de gran hermano. lo veo que se está engrandando. Cuenta todos los conciertos a los que han ido en tu vida ¿Concierto de quién y de qué música? Me bajo. No, no, a perejodos. Para que me bajo del auto. Me bajo del auto. Si vas con niños, bueno, me bajo. No, no, no. Tiene que llevar entretenimiento para los niños. As cruzogramas, sudokus, ¿qué es sudokus? Es con los números, ¿no? ¡Qué calor es! No, no. Como sudokus. Señor, es un juego parecido al cruzigrava pero con números. Ah, bueno. Momento para leer. Mira, ¿quieren que leamos un artículo de Slavoxysek? que no está mal después de un concierto de Cumbia. Sí, pero con el automovimiento muchos no pueden leer. Yo no puedo leer. Ustedes decían cosas que lo hacen. Doctor, me empieza a doler la cabeza. Buenas tardes. Cada vez que yo quiero leer en el colectivo, me duele la cabeza. Bueno, eso es habitual, así como usted hablaba de radios que hacen vomitar. Hay libros que hacen vomitar también. No, pero estos son libros que cuando los leo de a pie o en mi casa, no vomito. Claro, no, no. Es el movimiento en el auto. Porque el ojo se le mueve todo el tiempo también. El globo ocular va flotando. Ese qué libro. El globo ocular, una de las dos cosas. No, señor. El globo ocular. Se le mueve. del todo la vida es un esfuerzo que hace. ¿Y qué me aconseja que haga, doctor? No lea. Estaba en eso. Bueno, últimas situaciones, porque es un enfermo, un informe muy extenso. Bueno, empiece a cargarte acá. A ver qué dice. Me dije que ya había empezado. Que tráse tu árbol geñalógico. A mí cuando el tipo de uniforme de esto me empieza a cargar, me da ganas de agarrarlo a piña. y acá piensa en qué actor o actriz... ¿Qué actor o actriz te gustaría que hicieran el papel de voz en una eventual película sobre tu vida? Alguien parecido a uno tiene que ser. No, porque justamente no. Si usted ve las últimas películas, vos veís la biografía de un tipo y no se parecen nunca. Napoleón, dice. Y aparece un tipo alto, rubio y de bigote. Hola, soy Napoleón. No lo dice que es Napoleón, él no puede decirlo. Y si no lo dice, cómo nos enteramos. Siempre lo dicen, aunque sean iguales. Eso es lo primero que aprende un tipo que está escribiendo teatro. Dice quién es. De qué manera los personajes van a decir cómo se llaman. Claro. Y dice, bueno, como que me llamo Antonio Luis Miguez. Sí. que esta es la mejor comida que he tenido en años. Claro, pero... Bueno, es mejor que el otro personaje lo nombre a usted. Es mejor, entonces. Claro. Señor Miguez... ¿Es ese el señor Miguez, el famoso Antonio? Es Antonio Miguez. Señor Miguez me tendrá que acompañar. ¿Y usted quién es? Yo soy el sargento... Gabris. El sergento. Gabris. Para que el público comprenda, me interpreta el sargento, porque después dice ¿quién es este? Yo voy al cine siempre, ¿y este quién es?, pregunto. Ya avanzada la amistad de la película. ¿Cómo? Dice, sí, el amante de la película. ¿Quién es un amante? Pero si en la primera escena lo vimos, el tipo que salía, ¿no viste que en la primera escena el tipo que sale de la habitación? Terminando la película. Bueno, yo creo que ya tenemos suficiente. El último consejo extraordinario dice abúrrete. Sí, ¿por qué no? En serio, abúrrete. Saber aburrirse en estos días es un signo de cordura, un bien muy escaso, la cordura, no el aburrimiento. Pero resignarse al aburrimiento liso y llano. sin tratar de... dar todo el tiempo... ¡Que no me caiga, que no me caiga! No, no, no, no... Al botón de la botonera, a ver qué sale, wey, qué queda... ¡No! No quiero divertirme. Bueno, y usted sabe que... mientras se aburre... mientras el aburrimiento va ganando... todo su espacio. se abre la posibilidad de que ingrese algo del pensamiento ajeno y quizás lo saque de ese estado. algo acerca de la eternidad de las personas. Empecemos con la epopeya de Homero. Ulises, en un momento, baja, vivo todavía, al mundo subterráneo, al infierno, al Hades de los griegos, a pedir consejo a los muertos, especialmente a los guerreros muertos. Allí encontró a las sombras de antiguos amigos y compañeros que habían caído en el sitio de Troya. o fallecido durante los años siguientes, en fin, inmediatamente anteriores, Ulises, odiseo, pudo reconocer a cada una de esas sombras perfectamente. Ah, qué hace Fulano, qué hace Mengano, uh, mira, el finado tal, qué sé yo. Porque todos conservaban los rasgos que habían poseído en la tierra. En ningún pasaje de la epopeya griega encontramos la idea de que el héroe muerto pierda su identidad con respecto a su existencia anterior. Los griegos de aquella época no tuvieron en cuenta la posibilidad de que se pudiera perder en los infiernos la personalidad histórica. Tampoco se le ocurrió a la mentalidad cristiana posterior y medieval. Danto Dante, como Ulises, quiero decir Dante porque Dante pertenece a las letras cristianas, recorrieron los dos el mundo de ultratumba, y Dante conducido por Virgilio entre los círculos del infierno y del purgatorio. En todo el recorrido de su viaje, vio y conversó con amigos y enemigos, héroes míticos o grandes figuras de la historia. Y todos fueron reconocidos enseguida, todos volvieron a contar sus biografías, demorándose con relatos, argumentos o en pequeños detalles de sus exigencias. Y sus antiguas personalidades parecían conservarse perfectamente bien. Se me diría, es una exigencia de la literatura y de la poesía. Si la historia es que alguien va a recorrer el infierno, lo mejor es que encuentre personas que conoce, y no que no conoce ni él ni el lector. Nos vamos a encontrar ahí con un problema. Se puede intentar, algunos ya lo han intentado. una nueva visita a los infiernos y que ahí pasen nuevas cosas y aparezcan... nuevas personas. Se puede, pero no es el caso de la comedia. Aunque separados de la vida terrenal, los personajes de la comedia, incluso los héroes míticos, estaban preocupados por los problemas y las molestias de sus biografías y también perseguidos por la idea de sus culpas que tenían que ver con los castigos que estaban recibiendo, tanto en un infierno en el otro. O sea que la personalidad los tenía todos en sus jarras, ya sean los santos del cielo como los réprobos del infierno. Según el pensamiento cristiano medieval, la personalidad no desaparecía purgada por las experiencias del más allá. Para la mente occidental la personalidad era eterna e indisoluble. es la idea fundamental en que se basa la doctrina cristiana de la resurrección de la carne. ¿Para qué resucitar? Para reconquistar la personalidad, tal vez en una forma más pura, bueno, lo que sea, pero ese es el asunto. ha dicho alguien, se supone que esa personalidad perdurará para siempre, aunque por una curiosa falta de lógica, no se cree que haya preexistido en ninguna parte. Yo no le llamaría a eso falta de lógica. Hay cosas que no tienen principio ni fin, hay cosas que tienen principio y tienen fin, diría que todas. y hay cosas que tienen principio pero no tienen fin. Bueno, ¿dónde está la falta de lógica? Se dice que el hombre ha nacido con un acto mortal, la procreación, pero se supone que proseguirá después de la muerte. El hombre es temporal en su origen e inmortal en su fin. Podría ser, podría ser. Me permito una curiosidad etimológica que no me gusta. La palabra personalidad deriva del sustantivo latino persona, que literalmente significa máscara. Es la máscara con que el actor del teatro griego, el romano, se cubría la cara. La máscara a través de la cual personat. a través de la cual dice, recita su parte, suena. Y la máscara llevaba los rajos y las características del papel, rajos que permitían reconocer al héroe, etc. Aquí en este programa hemos jugado mucho con esta idea, que es que, contrariamente a lo que piensan muchos, que es que te sacas la máscara que aparece en tu verdadera cara, Aquí creíamos que lo verdadero era lo exterior, que lo que uno tiene afuera es lo verdadero. Y lo que tiene adentro no es más que una preparación o un borrador o un ensayo imperfecto de lo que uno va a hacer. Lo que uno va a hacer está en el final. La cara que uno tiene es la hora terminada. Y lo que tenemos abajo es sirve para sostenerla nomás. Aquella máscara, aquella persona entonces, era eso de lo que los muertos no se podían desprender en el cielo o en el infierno según se creía, los bienaventurados o los réprobos continuaban siendo los que habían sido en la Tierra. Punto. Pero en Oriente ¿qué pasa? es diferente. En la concepción hinduista las cosas eran bien distintas. En los textos hindúes, budistas, que describen infiernos y purgatorios, la situación nunca es la misma que encontramos en Homero o en Dante. En los infiernos hindúes, ahí hay seres que agonizan en medio de sufrimiento también. pero ninguna de las criaturas conserva los rasgos de sus individualidades terrenas. ¡Qué casualidad! Por ahí algunos se acuerdan que alguna vez se tomó en otra parte, y por ahí se acuerda de cuál es el origen del castigo que está sufriendo. Pero en general, todos están sumidos y perdidos en su miseria actual. No son... No saben quiénes son. Claro, ahí está la reencarnación. Entre encarnación y encarnación hay un periodo de sufrimiento en que uno se va despojando del anterior. Ahora bien, ahora bien. Si perdiste tu personalidad, Si no sabes quién fuiste, si no tu cara no está más, no tenés forma, no tenés relación con tu pasado, ¿qué sos? ¿Cuál es tu ser? ¿Sos? ¿Sos realmente algo? Bueno, acá en el inferio de infierno oriental, que como se ha dicho es más bien un penoso pasaje a otra vida, quizá la principal condena es un pasado sin recuerdo. En el infierno hindú, el campesino, el soldado, el artista, dejaban de serlo. No tenían ni siquiera la posibilidad de la evocación. Todo estaba planeado para una futura transmigración. Ya hemos hablado acerca de la inutilidad de esa reencarnación, si no te acordás de quien fuiste antes. Claro. A vos te da lo mismo ser Barton por primera vez que haber sido antes Gillespie, en fin. Disculpe el ejemplo. ¿Qué son estos tipos entonces? Mi respuesta es nada. Es nada. Me imagino a esos tipos con un cansancio melancólico y ahí filosofan cuando te explican. Dice, es una voluntad fatigada ante la llegada de una instancia vacía de recuerdos, pero también empiezan a decir algo, como que todo lo que le pasa al vivo y al muerto es una repetición. Dice, los azetas fueron actores renegados, heroicos desertores, según el cronista, que se exiliaron a sí mismo de la farsa universal. Y entonces evitaban someterse a los hechizos y a las tentaciones que habían seducido ya a todo ser que había vivido. de aquella repetición de aquellos mismos hechos triviales, de un argumento ofrecido infinitamente. Y ¿sabe qué? A mí me parece que la trivialidad está en esta exposición. Exponer que la vida es una monótona repetición de siempre los mismos acontecimientos, eso es trivial. Eso es trivial. Los millones de libros, por ejemplo, que hay en todas las bibliotecas del mundo, son todos iguales, son una vana pretensión de los poetas o de los bibliotecarios. Toda generalización cínica nos vuelve prescindible. ¿Para qué? ¿Para qué todo esto? Sin darse cuenta de la infinita variedad que el infinito universo promueve. el que está en un infierno sin memoria, ¿quién es? Los recuerdos que tenemos de ellos nosotros, ¿qué son? Puede abolirse el pasado, es decir, lo que se olvidó resulta que no fue, te olvidaste y entonces no fue. Lo pasado, quizá... es imposible de negarse, lo que ha sido ha sido y no hay manera, por más que uno se olvide lo que fue. Sin embargo, todos estos ranos de relacionamiento pretenden contradecir eso. Yo, que soy amigo fiel del recuerdo. cuando pienso en los que están en cualquier infierno por ahí. Aunque yo no creía mucho del todo. Les digo, rezo por vos. Si continuamos en la venganza será terrible, estamos en Lomas de Zamora. Señoras, señores, entrandenme. En este momento una avalancha se produce desde atrás hacia delante. Seremos reincidentes el día 24 de noviembre, también en Dandelion. Señoras y señores, este es el mejor momento para dar comienzo al siguiente segmento. 8 ruidos que tu casa no debería hacer nunca. Por favor. Eh... La casa hace ruidos. Pero los hace la casa. Eh... vamos a ver. ¿Cuáles son los más peligrosos? ¿Si eres de los que se asustan cuando algo cruje en mitad de la noche? ¡Ay! deberías leer este informe. Pero si eres un valiente, bueno, entonces deberías memorizarlo. Porque el único fenómeno sobrenatural que se va a producir en tu casa es una falta de mantenimiento, una rotura, y esas roturas producen ruidos fantasmagóricos. Claro. Algo se te rompió. Pero... Una cosa es el ruido de algo que se rompe en el momento en que se rompe y otra es el ruido de lo ya roto que por acción de un fenómeno achacente hace ruido. Bueno, vamos a poner un ejemplo. Usted está durmiendo la noche. Oye agua correr, pero nadie está usando el agua. Glug, glug, glug, glug. Si vive en un edificio de departamentos... No lo sé. Posiblemente le pase un caño por arriba, que viene del baño de... Bueno, lo primero que debes hacer es dar una gira de canilla en canilla. Bueno, Javier. Para comprobar que están todos bien cerrados. Bueno. Después comprueba los electrodomésticos que funcionan con agua, como lavavajillas. ¿Qué es eso? No tengo lavavajillas. No, lavarropa puede ser. Lavarropa puede ser. Licuadora funciona con agua. Si el ruido persiste, cerrá la llave general de la casa. Bueno, pero... Es una medida que uno no quiere tomar. No, bueno, pero escúcheme... Sobre todo como toma agua después. La llave de paso. Bueno, si después de comprobar todos estos elementos y cerrar la llave de patro, sigue sonando el agua, ajajajaja, hay que llamar al plomero. Tipos especialistas en poltergeist de Fontanerica. Bueno, ¿Vio que dice? No, lo que puede ser es un caño roto adentro la pared. ¿Es el plomero? Sí. ¿Venía a estar diciendo eso del que llegó? Bueno. Puede ser un caño roto que está en la pared. Pero puede ser. Para decir puede ser lo decimos nosotros. A mí no me venga con el puede ser. Bueno, lo que pasa es que yo no tengo... Puede ser que le pague. Bueno, yo no tengo la vista de rayos X. ¿Por qué todavía los plomeros no tienen algo para ver a través de las paredes? Claro, hay en todas partes esas cosas. ¿Cómo no se inventó eso? ¿Vio esa película que dan ahora? que sobrevuelan un bosque y le ponen un aparato, qué se yo, y ve lo que hay abajo. Y está el tipo huyendo. Hay un tipo que está rajando. Bueno, ese tienen que tener los plomeros. Claro. Con lo que me pagan ustedes. Termina la apariencia, hay un tipo que está rajando. No, no. Sí. Es la rajadura. Segundo ruido. Tu aire acondicionado... hace ruido como de golpes o chirridos. Tiene una rata adentro del aire acondicionado. Bueno, la rata en verano se mete adentro del aire acondicionado porque la pasa bárbaro. No, es posible, porque también en el invierno muchas veces se mete adentro del horno la rata. Sí, y mueren. No, bueno. Ah, usted dice el horno apagado. El horno atrás del horno. Lo mejor es cuando hace eso la rata, le prende el horno al máximo. Se queda piola la rata. Le encanta. Al otro día aparecen las ratas en el pie. Sí. Hoy no hay pollo. Para mí ese chirrido es de poleas, roldanas... Puede ser la soga de colgar la ropa. No, bueno. ¿Dónde tiene usted la soga de colgar la ropa? Como no tengo patio, lo tengo adentro de la habitación. Ah, y cuelga... Lo cuelgo de un hilo que pasa sobre la cama, justamente. A veces vienen algunas damas a visitarme. ¡Señor! ese día no colgará la ropa. Ese día no la cuego, ¿quién se cree que es eso? Bueno, bueno. Ahora le puedo dar un consejo, si pasa la soga por el medio de la cama, puede poner una sábana y es como un telón. Sí, incluso yo tenía un protector antes y daba películas. Bueno. Pero bueno. Dice... Cuidado con el filtro de la caldera de la calefacción. Ni siquiera tengo caldera de calefacción. Mira si yo voy a poner un filtro. ¿Por qué cuidado con el filtro? Ahora vamos a ver. Dice, puede haber golpeteos y vibrar bastante. Y de algunas piezas se podrían aflojar y sonar, así como piedritas de censer. un chirrido podría estar causado por una correa del ventilador. ¿Qué le dije yo? Oléas, roldanas, correas. ¿Correas había dicho? La palabra correa no se pronunció aquí. La última vez que dijimos correa fue el domingo antepasado. Bueno, a veces yo oye un gorgoteo. significa que necesita recargar el refrigerante. La solución a todos estos problemas no es una exorcista, sino un profesional de climatización de todas estas cosas. ¿Y por qué me dice lo del exorcista? ¿Qué viene? Porque yo escucho un gorgoteo. Claro, se cree que es un fantasma. Estamos hablando de posesión diabólica. Pero a veces hay en las casas ruidos... que usted no puede identificar su procedencia. ¿Sabes lo que hay a veces? Que vienen no sé de dónde. No sé de dónde vienen. Y de pronto cesan. A veces las casas se acomodan. ¿Qué le dijo eso? Es muy bien. Un arquitecto. Frío, calor, la casa se va como... la casa se mueve. Sí, se mueve. No es una casa rodante. Mi casa, por ejemplo, antes estaba sobre la casa uruguay, ahora salimos por general. No, es verdad que hay materiales que trabajan. Bueno. Se va moviendo, moviendo, cuando querés acordar cambiaste de dirección. Porque por ejemplo si usted tiene... No sé si ustedes están juntos o... No, lo llamé yo, el señor vino de la plomería. Yo... me llamó de urgencia, por eso vine después. Vine con este maletín. Ah. ¿Y por qué lo tiene atado con cadera? Mire, discúlpenme, bueno, habrán notado que soy nudista. Sí. Pero sentí... Eso no hace ningún ruido. Es lo que menos ruido hace. Justo le estaba por decir al señor que tenía que cambiar el cuerito cuando apareció usted. Mire, el de... Yo soy vecino, me mudé la semana pasada, soy nuevo en el barrio. Sí, sí, lo vimos caminando por el barrio. Y la verdad que no sabía que este barrio era tan ruidoso, porque hay ruidos... Realmente no sé de dónde vienen. Tantos ruidos, no se puede dormir. Mira, escuche. Esas son las cañerías. La cañería acá es... No se puede estar todo el tiempo. Es que tienen aire. Entonces... Bueno... Eso no sé si es una cañería. ¿Bue? Van peorando. Este es el que iba a buscar. Este es el ruido, miren. Es una frecuencia grave. No, no, no. Estoy en ayunas. Bueno, cuidado, ¿no? Tu horno chirría al calentar. Qué lindo el verbo chirrir. Si yo chirrío, tú chirrías. El horno se calienta y empieza un chirrido. ¿Y qué? ¿No es la rata? ¡Son las ratas! ¡Es la rata! No es la rata que se están haciendo al espiedo. Sí, esa es la rata. Dice, si tienes horno o cocina de gas y oyes chisporroteos, ¿en qué quedamos? ¿Chisporroteo o chirrido? No es buena señal. Significa que hay atascos en los conductos y el gas sale de forma irregular. Esto no va a mejorar. cambiando de tema. No, no. No, señor, está hablando de la cocina. Usted, es importante aclarar, si el gas le sale de forma irregular, usted lo va a notar... lo va a notar porque hace algo así como... Usted es el nudista. ¿Cómo lo haces ese ruido? Soy ventrílocuo, además. El nudista ventrílocuo. Bueno, esto no va a mejorar, así que trata de limpiar a fondo quemadores y conductos, y si no mejora, cuenta con un profesional, un abogado. No, un profesional de esto. Justamente un profesional de reparaciones. Mordizquitos. Es otro ruido, ¿no? Mordisquito entra de las paredes bajo los muebles. ¿Qué haces, Mordisquito? No. Ahí aparecieron los roedores para mí. Claro. Mordisquito. Eso se llama ratas. Claro. Están, sí. Son el ruido del roer. Claro. De este miserable batracio. Roer y chirriar. Ya estamos sumando los verbos más interesantes. Pequeñas garritas rascando. Ay, por favor. Pero ya tiene todo. Cómo me gustan tus pequeñas garritas rascando. Qué bueno para decirle a la novia. No. Siento tus pequeñas garritas rascando. Y yo siento como Roes y Chirriaz. Igual yo creo que es hora de dejar... ¿Por qué no apaga eso? Porque va a estar toda la noche tocando eso. Hay que dejar de demonizar a las ratas. Muy bien, señor. ¿Qué problema hay con las ratas? Pero quiero decir... Bueno, más allá de que no es agradable compartir casa con estos animalitos de campo. Se refiere a la novia. No, no. Existe un peligro gravísimo. Muchos incendios domésticos son provocados por ratones, sí señor. ¿Por qué? Estoy harto de ver ratones con una antorcha que van en procesiones ahí y les prenden fuego a las cosas. No, yo creo que muerden los cables. Muerden los cables, exactamente. Es un cortocircuito. Y están vivos, que son los ratones, ¿nos dan cuenta? Es parte de la naturaleza de estos intrusos peludos. No, bueno, pero... ¿Quién es el intruso peludo acá? Eh... Yo creería que usted... No, no, no, no. El intruso peludo, digo, ¿son los ruedores o es el humano que con la civilización... Ah, hubo uno que estaba a favor de los ratones. Me puso los cables y todo. Hace 2.000 años, ¿quién estaba el ser humano o estaban las ratas? Las dos. No estaban los cables todavía. Bueno, la otra cosa que puedes oír es un zumbido en luces o en chufes. Puede ser un espíritu tratando de avisarte... En serio, le estás tomando el pelo. Otra vez me está cargando. Ya desde cuando me dijo que... Lo tomó de punto ya con lo del tren. Con lo del tren y con lo del ónibus. Sí, y con lo de... ¿Qué se piensa? No, eso no es un espíritu, es un cortocircuito, lo dice sinceramente. Acá dice lo mismo. Tu frigorífico hace pop-up. Mire usted, yo pensé que era la rata que estaba atrás del horno. El primer problema apunta al compresor. El segundo, que nunca deja de zumbar la heladera, a un problema de regulación de la temperatura. Tal vez tu nevera... está interpretando que siempre tiene una temperatura elevada. ¿Cómo interpreta? Interpreta. ¿Pero cómo interpreta? Ahora todos los aparatos interpretan. Los aviones están tan computarizados que interpretan. ¿Y qué? Igual hacéis un movimiento y la computadora de golpe interpretó que querés aterrizar. No, bueno. Chao. ¿Qué? Aterrizás pero en medio de la tablada. No quería aterrizar. No quería. Pero hizo algo y la computadora interpretó. A mí la computadora que tengo yo interpreta siempre cualquier cosa. No, bueno. Estoy esperando que terminen de inventarla, la compra. Bueno, después. Cuidado. Si hay una capa de hielo en el congelador... Sí, a veces... ..descongélalo. Bueno, gracias. Qué bien. De eso es todo lo que tiene. Si el ruido persiste, otra vez, otro profesional. Pero este que arregle la delas. Otra cosa, tu secadora. Qué secadora? La novia. Hace bum bum. Como un corazón desbocado de amor. ¿Qué es la secadora? No sé, ¿qué es la secadora? No sé, será el secador. Ah, el secador. Para secarse el pelo. No, ahí está el secador de ropa también, pero acá no hay mucho porque... ¿Para qué tengo yo...? Escúchame, ¿cuelgo...? ¿Qué crees que lo cuelgo de puro vivo? No, bueno... ¿Esta soga que está en medio de la cama? Llena de calzoncillos, me viene a ver mi novia y se ríe. Se burla de mí. No, bueno... ¿Y esos calzoncillos? No te los conocía. Bueno, mejor que le encuentre calzocillo y no que le encuentre una prenda interior femenina que no es de ella. Eh, pero usted llega hasta la barra. Y la tiene volgada. Porque eso es lo que le va a molestar más. Claro. Que la tenga no me molesta, pero que se la lave. Yo mi ropa interior me la lavo toda la semana para poder parar la olla con pobreza franciscana. En el turbio con ventillo alumbraba a que no sé el señor. Y finalmente, está claro, esta secadora... ha sido poseída por el espíritu de Ricky Martin. Me estás cargando otra vez. Pero si no, es un problema la correa del motor. Siempre la correa. Siempre la correa, es como la termocupla. Siempre la termocupla. Bueno, oye, es un siseo. Sssss... Está perdiendo algo. ¿De dónde vendrá? Si huele a butano... Sí, señor. Eso es butano seguro. ¿Qué comiste, butano? Butano puro. Es un aditivo que añaden a este gas inodoro. ¿Cómo inodoro? Sí, porque no tiene olor. En verdad, lo que llamamos gas... ¿Qué no va a tener olor? No, señor. Lo que llamamos gas por lo que nos cobran las tarifas, no tiene olor, entonces como es peligroso... Le ponen un olor. Le ponen butano para que se huele. Le decimos que le ponen un olor, una reunión. Propongo que el olor para el butano sea este. No, no, mire. A mí me parece un grosero. Es un levanto de la reunión. Sí, sí. Le dije que apagara el aparato. Un olor penetrante que la persona se dé cuenta y que grite, butano, butano. Claro, bueno. No, es que el butano ya trae el olor, lo que no tiene el olor es el gas que conocemos. ¿Qué? El gas qué? Pero el butano se lo ponen... ¿Cómo se llama lo que le ponen el...? No. Bueno, no tendría olor, pero creo que es internacional el olor del... Sí, por el olor usted tiene de todos los países bien. Sí. Bueno, y dice, si huele a butano, cerrálo corriendo, apaga todas las luces de la casa, abre todas las ventanas y salí corriendo a la calle. Claro, porque es una pérdida de gas. Avisa a la policía al bombero. Cuando la situación esté controlada, llama a un especialista en Calderas para revisar toda la instalación. Pero espere. Al final vienen todos los especialistas, ¿por qué no empezó así el informe? ¿Sabes lo que me gasté toda esta noche? ¿Y sí? No pude pegar un ojo. No, claro. ¿Usted? No, yo dormí, yo soy de buen dormir. Así que he dormido, no sé, su compañero que estaba en el piso... Yo soy el plomero. y me tengo que retirar de un minuto para otro. ¿Por qué se tiene que retirar? Estoy con un maletín y no tengo más tiempo. Así que me tengo que retirar. Miren, mientras usted se retira... Sí. Ahí vemos que está próximo de ingresar. Señores, vamos a hacer una breve pausa para dar comienzo al bailongo. Y para finalizar, dos palabras bastan. Gracias. oficinanerd.com pasión por el podcast