Felix y su amigo Leo se embarcan en una aventura inolvidable cuando visitan la nueva exposición de dragones. Mientras admiran las coloridas pinturas y las brillantes estatuas, se encuentran con Sparky, un enorme y amigable dragón al que le encanta hacer nuevos amigos.
A través de su conmovedora conversación, Felix y Leo aprenden valiosas lecciones sobre la bondad, el arte de contar historias y las alegrías de ayudar a los demás. La naturaleza gentil y la cálida sonrisa de Sparky demuestran que los amigos vienen en todas las formas y tamaños.
"Cada vez que lo mires, recuerda la diversión que tuvimos hoy".
Disfruta de cuentos suaves e imaginativos diseñados para calmar y captar la atención de los más pequeños. Cada historia utiliza un lenguaje sencillo y cautivador, con temas reconfortantes, ofreciendo una experiencia de escucha sin anuncios ni interrupciones.
Se publica un nuevo episodio cada día, trayendo nuevas aventuras para hacer de cada historia antes de dormir algo especial.
Los ojos de Félix brillaban de emoción mientras entraba al museo con su amigo Leo. "¡Estoy ansioso por ver la nueva exposición de dragones!"dijo Félix, sonriendo de oreja a oreja. Leo asintió con entusiasmo."¡Yo también! Escuché que tienen una enorme figura de un dragón amistoso". Mientras exploraban la exposición, Félix y Leo se maravillaron con las coloridas pinturas de dragones surcando el cielo y las resplandecientes estatuas de majestuosos reyes y reinas dragón. En el centro de la sala se erguÃa un enorme dragón rojo y dorado, con las alas extendidas. Félix se acercó, con el corazón latiendo más rápido. "Hola", dijo una voz suave. Félix saltó sorprendido. Miró hacia arriba y vio unos ojos amables que lo miraban desde el rostro del dragón. "No tengas miedo", dijo el dragón con una cálida sonrisa. "Me llamo Chispa. ¿Y tú?" "Yo... soy Félix", tartamudeó. "Y este es mi amigo Leo". Leo saludó tÃmidamente al amigable dragón. "Es un placer conocerlos a ambos", dijo Chispa. "Me encanta hacer nuevos amigos". Félix y Leo pasaron la siguiente hora haciéndole preguntas a Chispa sobre cómo es ser un dragón. Aprendieron que a los dragones les encanta volar, contar historias y ayudar a los demás. Cuando los niños se preparaban para irse, Chispa les ofreció un colorido bastón de caramelo en su garra. "Toma, quiero que tengas esto", dijo. "Cada vez que lo mires, recuerda lo bien que lo pasamos hoy". "¡Gracias, Chispa!"dijo Félix, tomando con cuidado el regalo especial."Lo guardaré para siempre". Leo le sonrió a su amigo. "¡Este ha sido el mejor dÃa! Me alegro de que hayamos venido al museo". "Yo también", dijo Félix. "Y me alegro de que hayamos hecho un nuevo amigo". De camino a casa, Félix sostuvo el bastón de caramelo cerca de su corazón. SabÃa que siempre atesorarÃa el recuerdo de conocer a Chispa, el amigable dragón. Esa noche, mientras Félix se quedaba dormido, soñó que volaba entre las nubes con Chispa y Leo, con sus risas resonando en el cielo. En su corazón, Félix sabÃa que los amigos vienen en todas las formas y tamaños, y que la bondad y el amor se pueden encontrar en los lugares más mágicos.