La Venganza Será Terrible (oficial)

La Venganza Será Terrible en Avellaneda - 4 de enero 2024 - LVST 4/1/24 

Más episodios y las canciones del Sordo Gancé y el Trío Sin Nombre y Gillespi en LaVenganzaSeraTerrible.com

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  • Novios extranjeros

What is La Venganza Será Terrible (oficial)?

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La venganza será terrible. Muchas gracias. Buenas noches, muy amables. Ya viene Barton, ¿eh? Ya viene Barton. Bien, estamos en Avellaneda con mucha gente amiga en el Teatro Roma y todavía no ha llegado... Es cierto, se retrasó unos minutos por un problema de tránsito. Sí, lo paró la yuta y careciendo de todo documento, está ahí tratando, hora de convencerlos de su inocencia. ahora sobornándoles. Sí, sí, bueno, sí. Y hasta ahora resultan infructuosos sus esfuerzos. Pero confiamos en que en breves minutos va a ir preso. ¡Jajaja! Voy a presentar a mi compañero el artista antes llamado Gillespi. ¡Aplausos! Buenas noches. ¿Cómo andas? ¡Qué maravilla! teatro. Sí, sí, se suele decir que el ámbito en que uno realiza un hecho artístico influye, ilumina y resignifica los contenidos. Que no es lo mismo hacerlo aquí que hacerlo, digamos... en mi casa. No, más vale, claro. No, disculpe el ejemplo estúpido. Sí, sí, bueno. Pero a veces la belleza del teatro contagia al artista, contagia al público y produce una tercera cosa que va más allá de lo que el artista está diciendo y más allá de lo que el público está comprendiendo. Bien, a ese fenómeno de estar el artista bajo el mismo techo, digamos. que el consumidor de arte, Dubatti le llama el convivio. Está muy bien. Y él dice efectivamente, o se olvida de decir, o en realidad dijo otra cosa pero yo entendí mal. Bueno. Algo parecido a esto que yo acabo de decir. Vamos a... O sea que entendí mal. No, bueno. Tenemos que mencionar que estamos en el teatro Roma de Avellaneda. Sí, señor. He recibido algunos libros. Los libros que he recibido, en su gran mayoría, me son entregados después del programa, lo cual es un error, porque yo me los llevo para mi casa, después me olvido de traerlos. Pero voy a agradecer primero el libro de mi amigo Mario Alonso, que se llama Gotán y Gomías. Me gusta. Es un lindo título, pero es un título esclarecedor. Evidentemente se trata... de tangos y de amigos, o mejor todavía, de amigos unidos por el tango, que son... es un libro de relatos que ya he empezado a leer, es un libro que tiene mucha gracia. También me llegó, pero no lo he leído, así que no lo voy a comentar, el libro de la hermana de Mario Alonso, Anestel Alonso, también amigos de Caseros, ese lo voy a traer para comentarlo. Y aquí me llega un libro muy interesante. Este le llegó antes de la función. Recién, recién. tanto Arash como Anábasis. Sí, sí, yo pregunto, ¿qué es esto? Que sé yo, no se fija, dice que Anábasis quiere decir algo así como expedición. Sin embargo, una definición más eludita dice que primero Anábasis quiere decir ir desde la costa hacia el interior. Es una expedición, pero tiene ese sentido. Claro, ahí empieza la palabra, pero después, vamos, casi todas las expediciones griegas eran marítimas, de manera que se trataba de desembarcar en una costa e ir al interior, y a eso le llamaban anávasis. Pero este libro tiene aquí infinidad de episodios históricos y mitológicos de la antigua Grecia. y lo agradezco mucho porque ya me imagino los deleites de su lectura. Justo el autor la pegó con su preferencia. Yo voy a compartir con ustedes, con el público de este programa, con los seguidores de este programa, muchas de estas historias. Les presento entonces, acá voy a presentar a Aguilés Pi, les presento a Patricio Ardo. Buenas noches, amigos. Y nada más y nada más. Bien. ¿Usted pudo sobornar debidamente a la policía caminera? Sí, pero no me alcanzó la plata porque... Pero usted hace... ¿sabe qué tiene? Hace sobornos insuficientes. Y bueno, pero ¿qué quiere? ¡Qué buen título para un cuento! Sobornos insuficientes. El tipo se saca... Tome. Tome, aquí es 50 pesos. Ah, por favor. Lo que pasa es que uno ve a varios y me dice... ¿sabe qué? Una vez me pasó en otro país esto, contestar honesto. Yo no sabía... Cuando llega un país no sabes cómo es el sistema de... De sobor. Yo creo que hay que preguntar incluso al tipo que lo atiende en migraciones. ¿A qué cómo funcionan los soboros? Bueno, sí, señor. Déme 100 euros y se lo digo. Tenga cuidado con qué país, ahora lo va a decir. No voy a decir en qué país. En algunos lugares. Pero quizás se den cuenta. No, se trataba de una propina, ¿no? De un soborno. Ah, bueno, bueno. Usted toma la propina como un soborno. No, bueno. Porque yo le hablo como mozo. ¿Usted es mozo? No, tengo callos. Un país se ve que a los taxistas se le da propina en el que fui yo. Yo no sabía esto. Es mucho, sí, en Estados Unidos. Bien. Y le di una... me hacía el gesto, digo, bueno... Sí, claro, claro. ¿Cuál es el gesto? ¿Qué es el gesto que me haces? ¡Está es otro! Sí, no, bueno... Lo que pasa es que, claro, el señor legalista como yo, violó el importe. ¡Claro! ¿Se iba a pagar justo lo que marcaba el reloj? El tipo se bajó del auto, además. Y bueno, le di un billete que además recién llegado, o sea, ni siquiera sabía si eso era mucho o poco. Claro. Y me dice... Era poco. Era poco, yo también. Yo y Guilespi lo sabíamos. Y el tipo me dice, ¿qué pasó, qué pasó? Era México el lugar. ¿12? No, no. Era Alemania, pero era un taxista mexicano. Y entonces, bueno, me dice... No, el tipo no se iba. Claro, claro. Así que abrí y... Le terminé dando un montón de dinero, me parece. Se me costó más caro que el viaje de vuelta desde allá. Pero bueno, uno no sabe. Y acá, bueno, me paró la policía. Tengo la BTV un poco floja. No, un poco floja no, la tiene vencida. Más que floja. ¿Qué hacer si tu hijo no quiere comer? Bueno, vamos directamente al meollo. Bien. El nene no me come. Bien. Son consultas que recibimos de las madres, especialmente. Son cartas. Sí. Mujadas por el llanto. Bueno. De las madres. Cambió mucho la biblioteca en este tema. Hay libros que fueron arrojados a la basura. Yo tengo. Hasta hace 10 años eran. Exactamente. aceptado. Sí, es cierto. Yo tengo mi teoría, después lo voy a contar. Bueno, yo he sufrido mucho doctor, cómo le va. Qué tal, buenas noches. El mirinés, porque mi familia quería que yo comiera mucho. Bueno, pero mucho. No me gustaba mi comer, pero yo tenía una razón poderosa y verdadera. nada de psicología, no, no, no. Mi madre cocinaba espantosamente. Ah, bueno. O sea, la comida de mi madre no es que no la pudiera comer yo. Es que justamente... Nadie la quería comer. Esa es la teoría que yo quiero decir. Es decir, si a un nene uno le da comida rica... panceta, cheddar... Pero eso no, señor. Sabe cómo come, se vuelve loco. Hamburguesa, pambon, al papa frito. Exacto. El tema que le da comida fea. Tiene que ser cosa nutritiva. Alfajores. Yo soñaba cuando era niño con un mundo hecho de sándwiches de miga y alfajores. Su mundo. es mi mundo actual. Ahora que puedo tomar mis decisiones. Mis padres han dejado de meterse en lo que como. Bueno, ahora como lo que quiero. ¿Vos sos? Bueno, si quiere le empiezo a dar... Usted quedó con... No, no, ya está. Avancemos. Este consejo nunca insista. Es general. Para todo. Para el niño que no come, para la dama que se niega a yacer con nosotros. Bueno, también. Para el empresario que nos niega un trabajo. Sí. Etcétera. Para los niños, Bueno. el hecho de ver que les insistimos demasiado con un alimento en concreto, como si hubiera alimento sin abstractum, Sí. les hace pensar que no es tan bueno como... Claro, ¿por qué hiciste tanto? ¿Por qué me hiciste tanto esta mujer que es mi madre en que me coma esto? Debe ser horrible. Mi abuela siempre me decía lo mismo cuando yo dejaba algo. Me decía, ¿dejás lo más rico? Sí. ¿Qué era lo más rico? Y podía ser... Por ejemplo, ¿del huevo usted qué parte se comía? La yema. Y la yema. Yo también, señor. Claro, la yema. Yo agarraba un pan, me comía toda la yema... Y claro. Y lo blanco lo dejaba. ¿Qué era los agujeros? Y mi abuela, que acabo de descubrir que era la suya... Me decía, dejad lo más rico. Y yo ahí empecé a desconfiar de mi abuela. Bueno. Ahí comienza mi descreimiento general, mi rechazo a la fe... cuando dejé de creer en mi abuela. Bueno, sí. O sea, cuando mi abuela me insistía en que lo más rico del huevo era lo blanco, yo dije, cuando me cuentan, esta misma persona me dice que si me porto bien voy a ir al paraíso. Es mentira. También debe ser mentira. Obvio. Los padres que insisten a un niño para que coma verduras... y luego le premian con el postre, solo consiguen exacerbar el problema. Claro, lo mejor sería premiarlo cuando se come el postre... Con verduras. Sí, claro. Este brócoli es para vos. Claro. Y encajarle, primero decirle, comé... Comé por favor... El postre. Vamos, comé. Esta torta de crema con que se yo qué. Esta cheesecake. Sí, sí. Comela. Mirá que si no la comés, o mejor dicho, si te la comés, te voy a dejar comer coliflor, brócoli, rayetra, acilga, garrobanito, zanahoria, finucho, repollo. Y al niño se le hace agua. Sí, se le dice agua. En el cerebro. No, lo que pasa es que a todos los niños... como buen mamífero, son mamíferos los niños. Los niños son especialmente. Incluso los adultos también, aunque ya no mamen siguen siendo mamíferos. Sí. Bueno, bueno. Son decisiones. Pero veo que la naturaleza es sabia y entonces... No siempre, pero bueno. El mamífero, bueno, por supuesto, se abastece de la leche materna, luego continúa su derrotero alimentario con otros alimentos también que tienen muchos nutrientes, hasta que lo arruina todo la escolaridad. Ah, sí. La educación es lo que arruina... Todo. Bueno, sí, en general. Pero, sobre todo... Soy convencido de eso. Estamos escribiendo en la plataforma electoral. Sí, ya sé de qué partido es usted. Arruina el... Porque llega y conoce lo que es la gaseosa, los amiguitos le dicen al otro... ¿Sabes lo que comía yo cuando iba a la escuela y me volví loco, me hice un adicto prácticamente? Sí. Sachés con dulce adentro. Como los que eran iguales a los que venían de Yampú. Ah, sí, era miercita, diganlo. o los regalaba el ministro de educación. No, eso, pero los vendían en los colegios, en los colegios se vendía porquería, en los recreos era así. Y entonces... Bueno, y entonces se arruina, porque el niño hasta esa edad come... Duraznos disecados. Ah, qué bien. A usted le daban duraznos disecados y encima le hacían creer que todos los niños comían él. Le daban el duraznos disecados y después le daban un vaso de agua para que se le hidrate. Para que lo reempujara. Orejones. Claro, orejones. Bueno, otro consejo es pedirle opinión al niño. Antes de comértelo, ¿qué te parece el neoliberalismo? No, no. Comerlo. No, le pregunta. si le gusta. No, un estudio de la Universidad de Granada. Granada tierra soñada por mí. Sí señor. Mi cantar se vuelve gitano cuando es para ti. Bueno, hicieron un estudio allí mismo entre Gipio y Gipio que dice que si al niño lo dejaran elegir comería un 80% más de vegetales. ¿Estás seguro? No, no, lo que dice es que al darse... Comería un 80% menos. Es raro, sí. Pero por los colores, el colorido de los vegetales, es muy llamativo, pero al obligarlo, el chico no quiere. Dice... Camuflaje es el siguiente. Está muy bien. El sabor amargo del calcio, que es amargo como suspiro del chino. Sí, sí, bueno, no sé si suspiro, pero... muy presente en las espinacas, acergas, coliflores, cebollas, el cardo. ¿Qué comen cardo? ¡Imagínese! o el brócoli puede ser un factor sensorial que influye negativamente en el paladar de los niños así que tenéis que buscar algo para contrarrestar ese amargo Exactamente ¿Dónde era que había un tipo? ¡Ah no! No importa No, pero es usted Había un camarero que nos explicaba a nosotros al servirnos de determinados alimentos cómo le sacaban lo amargo Yo le pregunté Yo prefería no oírme, tapaba los oídos y yo no me lo iba a comer. La verdad es que fue una gira, yo le pregunté por qué tenía la berenjena tan dulce. Claro, es una pregunta comprometedora. ¡Ey mamífero! Y el mozo contó tu procedimiento, decía con la berenjena para que... Claro, para que no fuera tan amarga. Claro, es eso. Y también, ¿sabe? Siempre una zanahoria a mano en la cocina le quita todo lo ácido, lo amargo, todo eso. Ah, bueno. La zanahoria es horrible también. Pero no, pero hablamos de camuflar en una salsa. No, para mí el verdadero camuflaje es meter la verdura dentro de otro alimento que le guste al niño. Exacto. Por ejemplo, bola de fraile. Pero vos lo afraíste. y adentro le encaje espinaca, la cierra bien y el niño que se la zampa sin masquiticar ni se da cuenta. Pero los niños no comen bolas de frais, tampoco les gustan las bolas de frais. ¿Cómo que no? ¿Con qué niños trata? Bueno, dice, déjale elegir un alimento, bueno ya lo hemos dicho. Ah, esto, si tu hijo se niega a comer unas verduras, no tires la toalla. ¿Qué tiene que ver? El repasador. Claro, ni nada. Quiero decir, sigue insistiendo, pero si me dijo en el primer... Que no insistiera. Bueno, que no se dio por un... No estoy dudando de la seriedad. Y sí, una página dice una cosa, la otra página... Dice, jamás lo obligues a comer. Eso de agarrarlo de la nuca, pues la técnica... No, bueno... Agarrarlo de la nuca con el pulgar y el dedo del medio... Sí... Y empujarle el melón... No, serio... ..al niño hacia el plato de espinaca. A ver, he dicho... ¡Que comas! No, los niños en general registran una tendencia a ingerir alimentos que tengan una carita que sonría. No señor, si a mi me dan brócoli pintado con una carita que sonríe, yo igualmente lo tiro. No, pero vio que vienen cosas que... Creo que las están por prohibir, pero hay por ejemplo nuggets, la palabra técnica nuggets, que son de pollo. Ah, y te haces un gesto que me estaba asustando muchísimo. Sí, sí, además no terminaba la frase. Como si otro hubiera tenido mucha suerte. caritas sonrientes. Bueno, ahora creo que la nueva limitación ya no puede tener filmar. No pueden sonreír. No pueden tener caritas. Ah, no pueden tener caritas. ¿Cómo? ¿Y las gacetitas cómicas? No, no, no. No puede haber. ¿Pueden tener caritas? No, no pueden tener caritas. ¿Para qué? ¿Para no fomentar la antropofagia? No tiene que estar vinculadas a figuras, a animalitos, a personajes. ¿Cómo? ¿Y en el zoológico qué venden? No, no se venden hace rato. Esas galletitas de forma... Ni siquiera hay zoológico. No hay paio lógico tampoco. ¿En qué mundo hemos venido a dar? Felicítale cuando come bien. Sí. Una cara, una esquela que dice, querido hijo, ingesta del medio de dinero. Bueno, me parece muy formal. Sí, por ese camino, por el orgullo de tus padres y favorecedores. Firmado tu señor padre. No. ¡Qué formalidad, señor! Le dice muy bien, ¿cómo comiste, Germán? Claro. Germán. O cómo se llame. Ah, bueno. Bien, Germán, o cómo te llames. No, no siempre. Bien. No obligarlo, incluye no chantajearlo. Si no comes... Todo el corejo se va a enterar de lo que pasó con tu prima. No, no, eso es... Por favor. Voy a mostrar esta foto a tus compañeritos. ¿Se refiere a chantajearlo por ahí, con lo que le va a comprar un juguete, un premio? Ah, claro. Dice, no hacerle tampoco el avión con la cuchara. Ah, no. No, eso es pese. Eso para mí está bien. a ver una cucharadita para el tío Ernesto o te rompo el alma. No, no, por eso. Esos juegos no porque vincula también la comida al juego. Bueno, pero ¿por qué entonces se prohíjan esos juegos con la educación? A ver, aprendamos jugando. Nunca leyó eso. Pero claro que sí. A ver, vamos a ver el mapa de la Argentina con este juego, una ficha que se dominó, entonces, qué se yo, usted arma, el tipo va y juega, o saca una bolilla, o el cerebro mágico, qué se yo. Sí. No. Bueno, aprendamos, aprendamos, porque usted lo que le está diciendo. es que la educación es tan imposible de pasar como a la comida, que es un trago amargo que hay que pasar de alguna manera, por ejemplo, jorobando. Y eso es mentira, lamento decirle, es mentira. Lamentablemente, muchos alumnos lo dan por cierto. Y entonces, ¿qué hacen? Desarrollan una resistencia a la educación. Y no se dejan educar porque dicen, bueno, si estos tipos me quieren hacer pasar el trago amargo de la educación... Con divertimento. Con divertimento, me divierto, pincho un globo y aparece la historia de Bolívar. Es que debe ser una mala cosa aprender y si no aprenden nada en lo que les queda de vida. Y bueno, eso un poco se vio. Bueno, entonces no hagamos más, aprendamos jugando, aprendemos aprendiendo. Bueno, es verdad, pero... Porque eso es... Bien, igual no lo hagan, no sé lo que sea. No atiendas sus comportamientos negativos. ¿Qué es un comportamiento negativo? Bueno, por ejemplo, agarra cucharadas de puré y las tira contra la pared, por ejemplo. Pero eso no es negativo, eso es positivo. No, no es positivo. Nunca había un acto más positivo que tirar puré contra la pared. Negativo es no hacer algo. Por ejemplo, no agarrar la cuchara. Cerrar la boca es un comportamiento negativo. El niño... Si se reúna. El rio Guzo se pone la mano en la boca. Estaba recordando que a usted le hicieron ingerir alguna vez algo con un embudo. Sí, ¿era ingerir o...? Era una historia que trajo... Sí, yo lo único me acuerdo del embudo, pero no me acuerdo si era ingerir. Pero el embudo me parece que lo trajo usted. No, no era usted el embudo. A usted le pusieron un embudo, no recuerdo si en el oído. No, no en el oído, sí. Y era porque no quería comer o algo que no quería hacer, le metieron un embudo. No, eso sí, pero no por no querer comer. Me metieron un embudo y me vaciaron un frasco de alcohol. ¿Cómo lo vaciaron? Adentro. Adentro o afuera lo vaciaron. ¿Directamente al cerebro? Directamente al cerebro. Pero eso no produce, digamos, una borrachera interesante. No, porque dicen que algo hace al oído que lo destapa, no sé qué. Y eran mentiras, ¿no? ¿Qué? Bien, sigue un ritual. Ah, eso me gustó. Sí, claro. A mí todo lo que sean rituales, convocatoria de espíritus, ceremonios, el tarot... No, pero esto no es algo de... No, un ritual, ya un ritual es... El tam-tam... Se refiere a una serie de procedimientos, porque se repitan todos los días de forma idéntica. Yo cuando escucho la palabra ritual, pienso en sacrificio. No, claro. Si el sacrificio lo hizo el pollo al horno. Claro. Hemos sacrificado un animal para ti. Se trata de un pollo. Y ahora no lo querés comer. poner la mesa, etcétera. El vavero... ¿Sabes una cosa que me parece que puede ayudar a que el chico coma? Darle, por ejemplo, una tablet, un celular, un entretenimiento, mientras come. Peor, se distrae con eso, no come nada. No se puede leer mientras uno come. No sabe leer el niño. Por eso, menos no sabiendo leer. Bueno, hay que elegir el momento adecuado, el momento del día en que tu niño está más dispuesto a probar un alimento nuevo, por ejemplo, a las cuatro de la mañana. No. Yo siempre tengo hambre a las cuatro de la mañana. Bueno, pero por eso sus hijos no adquirieron hábitos alimentarios sanos. No. Y irregulares. Regulares para abajo. Ofrécele el alimento cuando tenga hambre, claro. Si hay un alimento nuevo, encajáselo junto con los otros que ya conoces. Claro. ¿A qué llama alimento nuevo? Todos los días algo nuevo, puede ser. El otro día yo les comentaba, existe una verdura nueva, se llama kale, la están tratando de imponer ahora. Sí, pero no la quieren a nadie. Que me hace algo a la boca. No, bueno, justamente la característica es que es muy amarga, ahora sí se condimenta con abundante vinagre, aceto balsámico, sal. Es muy nutritiva. O dale autonomía. Bueno, pero hasta dónde le da autonomía, porque el niño por ahí agarra... O sea, a los cinco años el tipo sale de noche. Crea platos divertidos. Ahí está lo que dijo usted. En los libros, en la revista hay miles de ideas para hacer platos saludables, desde dibujos de animales hasta lo que se te ocurra. Claro. O sea, por ejemplo, hace la cara de un payaso, pone dos huevos fritos, un chorizo en la boca. ¿Qué idea tan extraña tiene de los payasos? Los payasos son tristes. Es el nuevo circo. Claro, los nuevos circos son los que no son divertidos. Claro, tiene... Circo de Soleil, viene un tipo que anda en triciclo durante media hora alrededor del escenario y todo se aplaude, príncipe de Mónaco, todo. Bien. Invierte el orden. Claro, primer plato, segundo plato, postre, no. Dale primero el postre, después el segundo plato, y después el primero y después la nata. Pero sí, hay que hacer eso. No, señor, que soy yo. Que soy yo. No lo sé. No sé qué hay que hacer. Yo lo que creo es que hay que dejarlo que haga lo que quiera. No, no es así, señor. Yo coincido con el señor. Perdón, ¿usted quién es? Yo... Coincidió con el señor y además trabajé en un consultorio pediátrico con más de cinco años. ¿Ah, usted es pediatra? No, trabajé en un consultorio pediátrico. Ah, era mi guardaespalda, sí. Me entregaba los turnos y todo eso. ¿Cómo es lo que...? El chico va a crecer igual. O sea, usted pone un chico y lo pone a comer verdura, y pone un chico y lo pone a comer hamburguesa, lo agarran a los 12 años están los dos iguales. No, para ver que no están iguales. ¿Usted cree que no? No, no, no están iguales. Bueno, enséñale con el ejemplo, dice aquí. Ah, claro. Claro, porque si usted lo ve que está comiendo bolas de fraile todo el día. Claro. Está en un rincón comiendo churros, bolas de fraile y... Se me hace agua la voz. Sí, bueno. No, pero usted debe comer esa inmundicia que le quiere dar a él. Claro. Pero va que rico este coliflor. No, usted tiene que... mmmm se come el coliflor claro y después sale corriendo y lo escumbo porque es importante que todas... vincular las frutas, las hortalizas, a el placer. Exacto. Entonces, usted lo tiene que ver... Por eso, claro. Ahora entiendo. No, confiame. Por eso, en los colegios ahora, en el famoso quiosco del recreo, para los pibes en el colegio, al lado de los alfajores y los turrones, exhiben manzanas... puede ser manzana roja, puede ser verde. Las exhibe, pero no las vende. Bueno, no las vende. Una manzana verde que cuando yo estaba en quinto grado. Bueno, dice, no vivas como un sufrimiento, algo tan bonito como son los primeros años de vida de un hijo. ¿Y qué tiene que ver esto con lo que estamos hablando? No, pero me imagino que será la introducción a un consignio. No, para mí esto es darnos la razón a nosotros, es algo que haga lo que quiera. Exacto. Ahora que es un niño. Pero el niño no puede tomar todas las decisiones, usted lo tiene que acompañar, lo tiene que tutelar. ¿Pero usted sabe que en la naturaleza los animales prácticamente no tienen inteligencia muy mínima? Un mono titi tiene la inteligencia, una nuez tiene el cerebro. Bueno, ya es algo. Bueno. ¿Qué hace el mono? Los padres animales con los hijos lo dejan solo. Y el animalito bebé... olfatea, dice, esto es rico, lo como, esto es feo, no lo como. Listo. Tendríamos que hacer lo mismo con... Bueno, pero no está bombardeado por un sistema consumista que le dice todo el tiempo... Tiene mucha razón. No le pone... al mono la... Mmm, qué ricos los cereales... Claro, no está... Netflix. Que nunca vieron un cereal en toda su existencia. El chimpancé pequeño... ¿Qué tal? Cómo le va? ¿Qué tal? Se come... Vamos a decirlo de otro modo, la banana que se come el chimpancé pequeño no tiene cara. No tiene cara. No crea. No, no, no tiene cara. Habría que ver si las bananas tuvieran otra forma. Si el chimpancé se las comería igual. Bueno, sí es verdad. Sí, sí, porque la naturaleza... O si tuviera que trabajar más, por ejemplo, pelándola con un utensilio. Claro. O tirándola contra el suelo para que se rompa su cáscara. Como pasa con los cocos. Bueno, ¿no comen los monos cocos? No lo sé, pero comen banana. Sí. Los cocos sí, los tiran al piso, creo que los rompen. Sí, los rompen. Dice... Bueno. Organizar el sistema de premios también está bien. Sí, bueno, pero estábamos... Si nada, que te voy a premiar si te comes esta hortaliza. Si no, vuelca a la cocina, sistema de premios. Perfecto. Una zanahoria... Primer premio. No, primer premio no. Primer premio sería coliflor. Bueno... Pero hay tanto, guita. Antiguamente había familias que estimulaban pagándole a los chicos por distintas tareas. De repente, hiciste la cama... Hijo que se hicieron su fortuna comiendo cebolla. Pero igual es contradictorio porque hace un rato dijeron que no había que sobornar. Pero esto lo decimos nosotros. A mí mi tía Elma me amenazaba, me decía que si no comía me iban a dar inyecciones. Ah, bueno, claro. Y ella decía inyecciones de milanesa. Le agregaba un dramatismo innecesario. Claro, totalmente, porque yo me imaginaba una jeringa tan grande que adentro iban las milanesas. Y me imaginaba la milanesa... Pasando por ahí... Pasando a través de mis carnes. Milanesa intravenosa. Bueno. También se solía amenazar con que... si no, con mes va a venir este o aquel. Muchas veces se hablaba del hombre de la bolsa. El hombre de la bolsa. Ha desaparecido el hombre de la bolsa de la mitología. Sí. Lo mismo que el cuco. Sí, sí, es verdad. Es curioso, veíamos traducciones de películas y en otros países le decían el coco. Sí, al cuco. Sí, al cuco le decían el coco. Dice, va a venir el coco. Y yo me imaginaba a mi primo. Claro. Me asustaba igualmente. Claro. Da miedo. Tengo que decir que nunca, hace tiempo que no hacemos un informe tan completo como el de hoy. No, están observando todos los aspectos de la psique del niño. Sí, también cuento porque el niño cuando va a la casa de un amiguito y se queda a comer, vuelve... con las novedades gastronómicas de ese hogar. Y le dice... Son también abominables. Claro, pero quizás le dice, la mamá de Julián hace rico el puré. Sí, a mí me pasó eso. No con el puré, pero en mi casa tenemos la costumbre de no hacer fritos. Muy bien. Felicito. Usted siempre tuvo fama del santo. Sí. Entonces comemos todo lo mismo... Pero no frito. La milanesa al horno... Hervida. No. Al horno. Como churrasco de croto. Le ponen un pincho y la ponen al fuego. Las papas fritas al horno. Pero no son papas fritas, son papas al horno. Y todo así por el estilo. Me pasó con mis hijos cuando empezaron a... ¿Y los huevos? Todo al horno. De los ojos. Sí. Venía a mis hijos y decía, no, pero en la casa de fulano hacen fritas, son riquísimas las papas fritas. Así habla su hijo. Bueno. Igual a él. Pero ¿qué hicimos? Los educamos de que la comida saludable es esta. ¡Eh! ¡Muy bien! Hoy mis hijos tienen 26 años y 22 años. Y están todo el tiempo en hamburgueserías y cadenas de comida rápida. recordar episodios de la niñez propia y de la niñez de nuestros hijos. Podríamos contar anécdotas. ¿Por qué no habla de la conscripción mejor? También. a contar una historia si quiere. Para ir haciendo la digestión porque ya hemos comido cauliflower, rabanitos. había un señor llamado René Quelle. Vamos a hablar de él. Y digamos que durante siglos muchos aventureros europeos soñaban con una ciudad rica, prohibida, misteriosa, que quedaba en el centro norte de África, dentro de lo que hoy es Maldía. Estamos hablando de Tomboktu. Muchos de estos hombres citaban Y estos hombres hablaban de antiquísimos relatos de viajeros que aseguraban que vivía allí un gran rey en un suntuoso palacio y que los creyentes –era musulmana la ciudad de Tombultú– rogaban allí en una mezquita construida en oro. Además, la ciudad que describían estas narraciones era inmensa, con universidades, las mejores bibliotecas del mundo. varios europeos habían viajado, pero ninguno había podido regresar con vida para poder contar acerca de las riquezas y de las bellezas de ese lugar. La ciudad fue fundada por los Tuareg, esos habitantes del desierto. Allá por el año 1100, estaba cerca del río Níger. Tombuctú era el punto de entrada al desierto en la ruta transajariana de norte a sur. Esto no es verdad. Es el punto de entrada al desierto en la ruta transajariana de sur a norte. El desierto empieza ahí, efectivamente, pero para el norte, no para el sur. Allí se reunían los camelleros tuareg, quienes comerciaban con la sal que traían del Mediterráneo y la intercambiaban por oro, fruta y pescado con las tribus negras que poseían esos bienes en abundancia. La presencia de oro, sumado al hecho de que no se permitía la entrada a la ciudad de los no musulmanes, originó las más diversas leyendas sobre la ciudad. El primer europeo que logró entrar en la ciudad fue León el Africano, un musulmán granadino, europeo porque era de Granada, había nacido en Granada, pero era musulmán, que estuvo en Tongbuktu en la primera mitad del siglo XVI. Y el primer europeo no musulmán, en entrar allí, fue el explorador escoces Alexander Lange, que salió de Trípoli en febrero de 1825 con la intención de estudiar la cuenca del níger. Llegó a Tombuctú en agosto de 1826 y fue obligado a rajarse pocas semanas después, pero no llegó muy lejos. En el desierto lo liquidaron. O sea que nadie había podido volver y decir que es lo que había allí. Ahora bien, ubiquémonos en Francia en 1799. Allí nació René Quellier. Su padre François era panadero, pero su hijo nunca lo conoció como hombre libre, porque justo cuando nació este muchacho René... El panadero acababa de ser condenado a 10 años de prisión por haber robado completamente borracho unos centavos en una taberna, por haber robado un cacho de pan. La madre de René vestía siempre de negro. Era una mujer flaca y lúgubre que mientras bordaba recitaba una especie de plegaria con el nombre de su marido, François, François. Y usaba esa plegaria también para dormir a su pequeño hijo René. Bueno, el panadero François, el viejo, murió en la cárcel justo un año antes de lograr la libertad. Y esta señora, la mamá de René, murió también cuando el chico cumplió 10. Así que quedó huérfano. Por aquellos tiempos, Napoleón... daba un gran impulso a la marina francesa, astilleros de construcción, gran actividad, y René iba y miraba a los barcos. Su abuela se había hecho cargo de él y lo mandó a la escuela, y fue un buen alumno. Después de la escuela trabajó como zapatero y leía, había leído El itinerario, que es un libro del árabe, Muhammad Ibn Ali Faul, y ahí supo de la misteriosa tombuctú. René leyó que siete montañas rodeaban el paisaje, que un río arrastraba montones de oro y que hormegas gigantes llevaban las pepitas a sus hormigueros. A orillas del Níger se escondían fabulosas riquezas y allí se alzaba, según este libro, el itinerario, la urbe más grande que Dios había creado. Y el pibe creció y... le dio por irse a Dombúcto. Yo quiero ir a Dombúcto. Y hizo una colecta cuando tenía 16 años, era muy chico. Una colecta entre los vecinos y el 27 de abril de 1816. salió, se fue como ayudante de cocina a bordo de un barco llamado Loire, hasta San Luis de Senegal, la ciudad senegal. Cuando llegó se enteró de los desastres de antiguos expedicionarios que también habían querido llegar a la ciudad mágica. Sí, él beba agua porque su abuela también le dijo que tiene que tomar agua para poder seguir con una historia. Ya veremos que el agua tiene mucha importancia en esta historia. Bien, ahí le contaron, miren, cada uno que quiso ir a Tomboktu terminó mal. Y se quedó en Senegal varios años juntando información, aprendió a hablar el árabe, pero el árabe bambara, tamachek, que es la lengua de los tuaregos. Aprendió también otras lenguas del desierto y las aprendió muy bien. Leía el corán fluidamente, sabía versículos enteros y los recitaba de atrás para adelante. Vale, es un agregado. Bueno, al final se presentó ante el varón Roger, un tipo que había hecho fortuna en aquellas costas. El varón le dijo que financiar otra expedición era una locura, pero René Klee le dijo que Ya no le va a costar mucha guita porque voy a ir solo. Así que no necesito ni arma, ni escolta, ni camello. Necesito un kusab, que es una vestidura árabe, y un poquito de guita nada más. René había pensado en hacerse pasar por musulmán. Y en adelante se hizo llamar ardala. Y durante años representó ese papel. se había entrenado para no defallecer ni por un instante, porque si en tierras musulmanas se descubría su disfraz, el peligro era muy grande, sobre todo en aquellos tiempos de colonialismos cruentos. Bueno, se inventó una historia. Dijo que había nacido en la Alejandría, que era hijo de padres árabes, que había sido raptado por los ejércitos de una parte cuando estuvieron en Egipto. que después se escapó y ahora tenía decidido volver a Egipto para encontrarse con sus padres. Entonces, él andaba por el África aproximándose a Egipto. ¿Dónde queda Tombucto? A ver, en el corazón este que es África y en la costa atlántica. Senegal está a la izquierda del África, la costa atlántica, y el río Níger desemboca en el Atlántico. pero mucho más al sur de Senegal. Sin embargo, nace muy cerca de la costa atlántica. Es como si el río... Hace una base adentro del continente. Después pega la vuelta. Bueno, recién en abril de 1827, diez años después de haber llegado a Senegal, se tomó su tiempo, partió en busca de Tom Butu. Llevaba dos brújulas, un botiquín, una sombrilla, y empezó a unirse a caravanas que veía y seguía. Cuando la caravana cargaba por otro lado, se quedaba ahí, cambiaba de caravana. Pronto se internó en medio del desierto. A cada uno que encontraba le contaba su historia y tuvo mil problemas. En medio del viaje le llegó el ramadán, tuvo que ayunar, no estaba preparado para... bueno, en fin. Un día que él se encontró con un río enorme, y ese era el Níger, del cual ningún europeo había traído noticias, empezó a avanzar por regiones inexploradas y en caso curioso porque siendo que el río entresalde, nacía cerca de la costa, iba hacia adentro En realidad, él no remontó el río, no fue hasta la desembocadura del neger y fue hacia atrás. No, lo agarró en el nacimiento, así que iba a favor de la corriente. Bueno, escribió, cada vez que atraviesa una aldea, la blancura de mi piel suscita un asombro sin límite y la longitud de mi nariz provoca ruidosa hilaridad. Bueno. Se enfermó, se le despegaban los huesos del paladar. Bien, cada mañana crecía la esperanza de encontrar Tombuctún porque cada vez se oía más seguido el nombre de la ciudad, pero estaba muy mal de salud. La tos le desgarraba el pecho, escupía sangre. Buah, qué serio. Hasta que llegó en 1828, llené una aldea de unos 10.000 habitantes junto a un río circulado por miles de piraguas. lo hizo abordar una barca llena de mercadería que iba descendiendo efectivamente por el níger. Cada tanto los paraban los tuares que dominaban la orilla izquierda del níger. Estos hombres cobraban una especie de peaje que subía o bajaba según el color del piel del viajero. Y si encontraban un blanco, el precio del peaje era la vida. Así que varias veces se tuvo que esconder, etcétera, etcétera. ¿Hasta qué llegó? 19 de abril de 1828. Llegó al puerto de Tonbuktu. Apenas dejó la barca, comenzó a correr en busca de palacios, mezquitas de oro y cientos de miles de habitantes, pero en Tonbuktu no había nada de eso. La ciudad era un amontonamiento de casas, de tierra mal construida, calles desiertas. y eran las más tristes que había visto en su vida. La gente del lugar le habló de una ciudad esa misma, que en la edad media había brillado con toda su gloria, con las universidades, las bibliotecas, los mercados y los palacios, pero ya no quedaba nada. Bueno, que el Díez tomó una gran cantidad de notas, dibujó la ciudad y resolvió volver a Francia para dar su testimonio. Pero no podía regresar por el mismo lugar que había venido, porque había mentido, había dicho que iba a Egipto a juntarse con su mensaje y lo encontraba a la vuelta de otro tipo. Bueno, el regreso fue terrible, fue por otro lado, cruzó el desierto como pudo, llegó a Fez, que es en Marruecos, una ciudad bastante accesible a los cristianos, pero él no podía abordarlo porque era prisionero de su historia. tenía que presentarse como un renegado. En aquel tiempo la religión era una cosa peligrosa. Corrió al consulado francés, el consul se aterrorizó y dijo que no podía ayudarlo. Pero viajó a Tánger entonces, y allí sí, el consul de la Port. era miembro de la Sociedad Geográfica de Francia, lo mandó a Francia y ahí la Sociedad Geográfica de París le hizo entrega de 10.000 francos que esa misma sociedad había prometido a quien regresara de Tombouctouc con una descripción auténtica de la ciudad. Así en 1830, que Lier publicó una narración de su viaje titulada Journal d'amboilleage à Tombouctouc. Y bueno, la publicación lo hizo famoso. En fin, todos los que ustedes se imaginan. Y esas fueron las primeras noticias precisas que se tuvieron de los desiertos islámicos del África. le dieron un sueldo hasta el fin de sus días, se compró una granja, se casó y fue padre de cuatro hijos. Por fin, una historia que termina bien, señor. Es verdad, yo estaba esperando que terminara mal, pero terminó fantástica. Bueno, terminó mal. Las duras pruebas habían arruinado su salud. Se murió en 1838 a los 39 años. Se cree que el nombre de esta ciudad se compone de la unión de Tín, que significa lugar, y Buktu, que es como se llamaba una vieja que vivía en la región. Ajá. Bueno, parece que esta vieja cuidaba las cosas de los que se internaban en el desierto y se las devolvía cuando volvían. Entonces se llama Tín Buktu, o sea, el lugar en donde vive Buktu. Odio esta clase de gramática histórica. En el censo de 2012 se dice que viven en Tonbuktu 35.000 personas. Hoy en Tonbuktu estuvo mayormente soleado e hicieron 41 grados. ¿En serio? Mire qué dato que trajo. La humedad fue del 3%. Bueno. En homenaje a la mamá de René que recitaba plegarias para dormir a su hijo. escucharemos ahora plegaria para un niño dormido. Estamos... en Avellaneda decía. Sí, señor. En el Teatro Roma de Avellaneda. Tresuelado mato las flores que florecieron en mi rosal Y de los tiempos de mis amores solo y doliente está el barantal Está en el patio la misma fuente que mi tendura supo inspirar Pero a su lado, con voz doliente, el triste invierno vino a cantar. Las holondrinas que ayer tarjieron, su amanec tenido lleno de amor, se con su lectero y ya se fueron hacia otros climas de más calor. Los copos blancos van sepultando Todo lo hermoso, todo el amor Y ya en las almas se está cantando La musa triste, la del amor invierno con su tristeza su cruel reinado terminará venderán de nuevo esas bellezas y el mundo entero feliz reirá en alma mío flor dedicada no ha adorada porque la cuida siempre tu amor. La golondrina que ayer tejieron, su ha mantenido llena de amor. Su acón, su literna y ya se fueron hacia otros climas de más calor. Los copos blancos van sepultando Todo lo hermoso, todo el amor Y ya en las almas se está cantando La musa triste, la del dolor Sí. Continuamos en la venganza, será terrible, estamos en Avellaneda, en el Teatro Roma de Avellaneda. Señoras y señores, este es el mejor momento para dar comienzo al siguiente segmento. Que es... Ahí, mire. Nos falta el segmento. Lo entrega... Las autoridades de la radio nos obligan a... ¿Y por qué canté esta canción? Y nadie sabe, pero bueno, importa. Porque tenía ganas. Bueno, sí, ya sé por qué. Porque es una introducción. un opúsculo muy interesante acerca de novios extranjeros. ¡Qué tema complicado! Mi novio es extranjero. Esto sabe cuando pasa mucho, cuando los jóvenes viajan y están de vacaciones y se enamoran de alguien en un país remoto. Y se lo traen. Exactamente. Se lo traen a la rastra. En vez de traer alfajores. Bueno. En este planeta tan globalizado... Sí, no le queda otra planeta. Me voy a dejar de leer. Sí, sí. No, no, siga. Un informe que empieza. En este planeta tan globalizado. Dice, es muy común conocer a personas de otros países. Y sí. Yo he conocido, acá donde me ve, japoneses. Bueno, sí, todos hemos conocido un japonés alguna vez. Bueno, no trate de minimizar. No, bueno, pero le digo. mis experiencias. ¿Está toda la gente mezclada en los aeropuertos? Salir con un extranjero tiene sus complicaciones, nada que no se puede resolver. No, por supuesto. Pero en realidad sí, hay cosas que no se pueden resolver. Pero hay detalles que causan problemas y discusiones y tenemos esta lista de detalles. Primero el idioma. Bueno, lo principal. ¿No es la primera pareja? donde no se pueden comunicar solamente con gestos y actitudes. Más actitudes, eh. Bueno, actitudes, pero... El idioma universal del amor. Claro. ¿Qué tanto hay que hablar, tampoco? Cuando uno de los dos no usa su lengua... Sí. Bueno, estamos ante un problema. No, estamos... Te refiero al idioma, señor. Es como un caldo, el enfermo tomó un caldito. Debe seguir la frase, un caldo... Un caldo de cultivo para los malos entendidos. Claro. Qué mal escrito. No entendía nada por donde piensa. Si hay algo que no metaforiza con la sopa, son los malos entendidos. Sí, es verdad. Es raro eso. Bueno, ¿te ha pasado con alguna de tus amigas que le mandas un mensaje de texto queriendo decir una cosa pero ellas lo leen de otra manera? Bueno, esa es la definición del mensaje de texto. Claro. A una novia, es eso. Un mensaje que es entendido al revés por la otra persona. Bueno, cuando no habla tu idioma es igual pero peor. Claro, claro, al revés. Bueno. Cuando tienes un novio que no habla tu idioma, es muy importante que te exprese de manera clara. Bueno, mira, si el tipo es japonés, por más claro que hable... No, bueno... Yo no lo voy a entender. Si imaginas un japonés tratando de pronunciar correctamente... Sí. Por ejemplo... Artrosis. Takakusu marakakusu. ¿Qué dijo? Espero que nada. Cuando tienes un novio que no habla tu idioma, no te bases en la entonación de tus palabras para darte entender. Claro, ¿por qué no quieres que un japonés lo entienda? Que quiero ir al cine. ¡Cine! Y tí pues sigue sin entender. Por eso los gestos son muy importantes. ¿Y cómo es el gesto del cine? ¡No, eso! Eso es un taladro lo que hizo. Usted hace como que señala la vista para delante, muestra una pantalla, sí, dentro hay imágenes. Pero eso no se entiende, dice. Vero pájaro. Claro, pájaro, un acuario. Yo entendí. Con esto queremos decir, no seas sarcástica. No sé con qué. Ah. Con esto. Con lo que sea. Uno tiene un novio extranjero y tiene la intención. de ser sarcástico acá. Bueno, pero no, no, no, me parece que uno tiene que tratar de ser lo más claro y conciso posible. Hoy por hoy la tecnología está ayudando mucho porque inventaron los traductores... ¿Va a seguir haciendo gestos todo el programa? Los traductores tienen mucha suerte también. No señor, los traductores... Todas las mismas señas. Los traductores que vienen... Ustedes aplican el celular. ¿Qué celular tan raro? ¿Dónde lo lleva? Los japoneses lo hicieron. Entonces en el celular usted dice, hola, ¿cómo te va? Y lo traduce al idioma que usted quiere. No me diga. Pero usted no puede sostener una relación. ¿Cómo no puede sostener una relación? Pero se queda sin batería en el celular y tiene una discusión. La civilización se detiene, señor. Bueno, está, costumbres de higiene. Ahí está, por ahí el tipo viene de un país donde se lavan. No, por ejemplo, hay culturas que se lavan los dientes frotándose... Los dedos, las manos. No, con cebolla, por ejemplo, o cosas abrasivas. ¿La cebolla es abrasiva? No lo sé. Y usted, claro, se da de bruces. Bruce Willis. Con esa costumbre dice, pero Rogelio, ¿en qué quedamos? Llamé a Rogelio y dije, ¿caponés? Jajaja Qué raro, sí. Raro, sí. Iroyuki es más común. Sí, pero este es uno que compró la tintorería ahí en el parque Lesama. ¿Te sorprenderías las cosas que hacemos diferentes en cada país? Desde hábito de baño, hasta... Es difícil conocer a profundidad lo que hacen en otros países en materia de higiene personal. Por el simple hecho de que nadie habla de ello, sin contar con que aunque hablaran de ello, usted no lo entendería. Bueno, claro. Existe muchas maneras diferentes de hacer las cosas. Sí. Sí, claro. Sí, sí. No buenas ni malas, simplemente diferentes. Diferentes. Bueno. Relaciones familiares también. Eso también, porque hay costumbres, estaba pensando por ejemplo la India, donde prácticamente los padres... de los integrantes de la pareja. ¿Usted está seguro de lo que va a decir? Sí, por secuestro. Los padres de los integrantes de la pareja, padres, madres. Eligen con quién se va a casar la hija. Bueno. Todos eligen. Incluso usted va al Roxy. Sí. Sí, bueno. En la India. Hay un Roxy en todas partes. Y van. las chicas, los muchachos y los padres. Claro. Y yo decía, bailá con ese. No, pero no es así. Indira, bailá con ese. Bailá con Siddhartha. Bueno, dice no, las relaciones familiares, no le digas nada si no te gusta el contexto, por ejemplo, los padres son autoritarios. Bueno, claro no. Bueno. Bueno, pero que necesidad traerle al suegro también, extranjero. Claro, pero espere, está saliendo recién. Está saliendo con un extranjero y el tipo que vino, con los padres. Ustedes saben que esto se ve reflejado en un canal de cable donde hay justamente un programa de televisión que se basa en esto que estamos hablando, que se junta mediante internet, dos personas de cualquier lugar distinto del planeta con costumbres distintas y tratan de ver si funciona esa pareja. Y no funciona. No funciona, la mayoría de las... Hemos hecho ya, ¿qué tal? ¿Qué tal? 14 mil experiencias, funcionaron dos, pero resultó que no eran extranjeros. Ah, bueno. El futuro también está, ¿eh? ¿Dónde viviremos? Ya se quiere ir a vivir con el japonés, lo conoció en el ferry. Bueno, pero sí, quizás enamoraron. Bueno, esto no es algo que te debe preocupar en las primeras citas. Claro, es que se levanta una mina y le pregunta ¿dónde viviremos? Pero cuando viven en países distintos es todo un tema de dónde va a establecer la pareja. En Japón o en Buenos Aires. Claro. Ah, ahí está. Generalmente, por ejemplo, este programa que yo veo se junta... ¿Usted apaga la televisión en algún momento del día? Muchas chicas norteamericanas con personas del tercer mundo, con hombres del tercer mundo. ¿Y sabe dónde quieren vivir los del tercer mundo? En Norteamérica. Sí. Parece mentira. Bueno... ¿El programa de qué país es? De Norteamérica. Bien, hay que preguntarse, ¿estás dispuesto a dejar a tu familia y amigos para empezar de nuevo con él en otro país? Claro. Y bueno, me pone así... Mira, yo siempre le digo a Taroto... Ah, sí, a tu novio japonés. Se lo digo y él como que no se lo ve. Bueno, por eso se lo decía claramente en el idioma. Sí. ¿Crees que deje a mi familia y a mis amigos, Taroto? ¿Y qué le dice? Me dice algo, pero yo tampoco le alcanzo. Ah, bueno. Todas estas preguntas y algunas otras, por ejemplo, ¿cuál es el río más largo del mundo? Las debes practicar. Ah, no, platicar. Se ve que están aprendiendo ya un poco. No, no, ese. Entonces, practicar es platicar. No, platicar es hablar. Para charlar. Hablar, charlar. Si ninguno de los dos está dispuesto a hacer sacrificios, ah, entonces ¿a qué estamos jugando? Tal vez no sea la relación ideal. Bueno, claro que no es ideal. Bueno, ideal no es. No asumas nada acerca de sus planes para el futuro. Hablen de si quieren tener hijos. Ay, ¿cómo le hace usted la seña? Es decir, queremos... Es la seña de Berejena, era la misma. No señor. ¿Cómo era esa que hacía el celular? No, no. Puedo usar la seña que yo aprendí, por ejemplo, del Fideo Di María, que es esta, un corazoncito. Sí, no es exactamente así. Me pone nervioso. ¿Qué es eso? Cuando hizo el gol el Fideo Di María en el Mundial, hizo un corazoncito. ¿Se le hacía ese gesto a los holandeses? No, señor. No, lo que puede hacer, hay una solución salomónica. ¿Qué tal, salomón? ¿Cómo le va? ¿Cómo anda la cedería? Que consiste en que la pareja se encuentre en un lugar equidistante a sus patrias. Claro, hay muchos lugares equidistantes. Sí, hay muchos, por ejemplo Argentina y Japón. ¿Un lugar equidistante que sería? Por ejemplo... Isla de Pascua. No, no es ese. Claro. Bueno, para el otro lado sí. Ah, por eso le digo. Para el otro lado sí. El Polo Norte. Bueno, pero busque algo... No, el Polo Sur mejor. Algo habitable busque. Me deja sin asunto. Pero, ¿y después vio que hay una película que se llama... Sí. Pérez, que le diga. ¿Antes de la medianoche o después? No me acuerdo. ¿Antes de la medianoche? Que después uno le retruque y le dice... ¿Antes de la medianoche? No, no le retruja. Es una pareja así que se conoce en un lugar y quedan en encontrarse años después en el mismo sitio. Es una de las películas más aburridas que vi en mi vida. Por favor. Desde que vi esa película, no converso nunca más con mi novia. Bueno, esa película romántica, se promete en verse dentro de diez años en el mismo lugar. Pero bueno, sí. No sé si voy a ir la semana que viene. 10 años. 10 años. Religión, dice, un tema muy delicado. Sí, claro. Salir con alguien que platique una religión distinta. Practique esa hora. ¿A qué quedamos? Ahora practique. Ahora practique. Puede ser la raíz de los conflictos más complicados. Decir algo tan básico como qué hacer en Navidad. Sí. ¿Eso es básico? No. hasta algo tan complejo como bautizar a tus hijos. Eso es complejo. Claro, ¿en qué fe los vamos a bautizar, ni cómo? Bueno, era Taroto hace un rato. Sí, claro, Taroto. Lamentablemente cambié de novio. No bautizo. Bueno, este punto... Sí, no, el punto del difundimiento. Es sin duda lo que requiere más atención. Si tu religión es muy importante para ti, dejarás cosas en claro desde el principio. Lo conoces en el Roxy, al tipo estar ahí, qué sé yo. Mi religión es muy importante para mí. Sí, soy monja. Pero, escúcheme, las religiones son todas válidas. ¿Qué prueba no hay mejor en niña ni bebé? Son todas verdaderas, dijo el Mahatma Gandhi. Bueno, de religión. Bueno, si se quieren. Diferentes religiones pueden tener restricciones que te incomoden. Sí. Por ejemplo, no sentarse. Tuvo suerte. Es una restricción incómoda. Sí. Bien. No, por ejemplo, acá se puede hablar de cualquier tema. Sí, con respeto, por supuesto. Con respeto. Porque hay algunos hábitos sexuales. Sí. Igual las religiones en general no propician mucho los hábitos sexuales. La suya. Bueno... Yo soy pagano, por ejemplo. Bueno, o hay cierta normativa para... Claro, qué tal normativa. Sí, por ejemplo, los días que no se puede... Claro. Exactamente, claro. Y uno viene, justamente, es una fecha sagrada para el otro... Para quién? Y le dice, bueno, taroto... No, no, no. El taroto se fue. Vengo... vengo de la boca... Sí. Te veía. Sí, y dice, no, mi religión, dice. Claro. Me impide justamente hoy es el día de San, no sé qué. Claro. El santo de hoy, San Mamert, todo bien. Todo tiene solución mientras se hable con honestidad y claridad. Exacto. En el mismo idioma, en otro idioma. Bueno, y mientras siempre estés segura de dónde estás parada. ¿Y qué? ¿Qué quiere decir eso? que usted sabe dónde está parada. En este momento estoy sentada. Bueno. Lo que quiere decir es hasta qué punto uno va a ceder lo que uno es. Es que el amor es eso. Bueno, porque hay gente... Doctor, el amor para mí es ceder. ¿Quién? ¿Quién? Ceder. Por eso, si hay personas, yo por ejemplo tengo un amigo y esto es verdad. Todo es verdad. Todo es verdad, que estamos diciendo. Señor, es de la radio. ¿Venimos aquí a perder el tiempo? Se casó con una mujer de la religión de origen de la colectividad judía y él se transformó en judaísmo siendo católico, renunció, no sé cómo es el trámite. Pero es cierto. Tienes que ir a la iglesia a avisarle al cura que no te pegue. Y perfectamente se hizo. Es ella algo. Judaísmo, listo. Ya está. ¿Y qué pasó? Bueno, pero en ese caso hubo una conversión, pero acá estamos hablando de un conflicto. Y lo peor, ¿sabe qué es? Es que estas parejas disonantes, cuando llega el momento de romper, no es lo mismo romper. No. No, espere que le termine. No es lo mismo romper con su novia nativa que romper... ¿Cómo se llama? que romper con una novia extranjera, la tracutora, y que usted la quedara cuando ella se... Es más fácil con una extranjera porque no la ve más. Sí, pero... Pero viene con usted. Pero por ahí vino a la Argentina, la extranjera. Me voy a ese lugar, a Japón, y se me va a aquel... Voy casa de madre. Sí. A veces no es tan fácil porque no tiene dinero, porque ya... Ay, no, tomáles, igual, dejáte el pasaje a Japón. Me voy inmediatamente a Japón. Dice la tipa con un acento alemán. Pues la típa se tomó el trabajo de estudiar el que creyó que era tu idioma. Claro. Se equivocó, creyó que el alemán era lo que se hablaba aquí. Y estudió alemán seis años de alemán. Y le abré la puerta y para sorprenderme me dice, oh, fíjense. Por favor. ¿Por qué no había visto usted una vez mencionar Chucrut en una lista de un restaurant? ¿Se acuerdan? Yo conté alguna vez de un modo un poco incidente una historia de dos noñas polacas que tuvimos con Gillespie, las visitábamos, ¿se acuerdan? Rubias. Eran rubias. Sí, la mayoría son rubias. Y eran mellizas. Ah, mellizas también. De manera que resultaba un poco difícil. identificarla, máximo, porque ellas no hablaban casi castellano o lo hablaban de un modo muy elemental, ¿no? Se llamaban Mia y Tuya. Qué raro. Mia y Tuya Sielinski. Sí. Y ahí salíamos. No era fácil ya lo digo. No era fácil, y sobre todo lo que yo recuerdo, no era fácil el padre. El padre, el polaco, se elige. El polaco... Mire, no era fácil identificarlo y no era necesario tampoco. Y, pues no... Jajaja. Por lo visto, por lo que describe de la relación, se ve que era más o menos lo mismo. Y el polaco era muy celoso. Celoso de las hijas. No las dejaba salir. Nosotros el primer año... Nos comunicamos, ella se asomaba en una ventana que tenía en el segundo piso y nosotros la veríamos enfrente y le hacíamos gestos como el señor. Le decíamos que teníamos un celular. ¡Gracias! Y se enamoraron. Un día no se agarró el padre. El padre también empezó a hacer gestos. Salió y vio la situación. Ellas se escondieron enseguida, desaparecieron las dos cabecitas, pero el polaco olfateó. ¿Qué olfateó la situación? Salió con una escopeta de dos caños. y corrieron, me imagino habrán huido. No, nosotros enfrentamos la situación. Sí, sí, sí, porque por ahí había entendido algo mal y nosotros lo que queríamos decir es que lo nuestro era serio. Claro. Pero es difícil explicarle al polaco enojado con una escopeta de dos cañones. Eso lo puso peor. Claro. Pero nuestro era serio. Ahí se terminó volviéndose loco. ¡Ah, serio! Dijo. Cargó escopeta, pum. Cualquier cosa que le hubiera dicho iba a decir ¡Ah! Sí. Y lo que dijo. Sí. Con cualquier palabra. No se lo voy a contar porque tenemos poco tiempo. Sí. Pero sobrevivió, están aquí. Sí, todavía hoy... Es una de las aventuras que podemos contar. ¿Cuál era la mea? Tuya, la tuya. No, a mí me parece que la mea era mea. Y la tuya era tuya. No, la tuya era tuya. No, no. La mea era la mea. No me digas que he estado con tu novia creyendo que era la mea. Y todo el tiempo. Y era la tuya. Sí. Bueno, yo estaba componiendo una canción. Sí. Y justamente lo único que hay en el planeta donde no es necesario el idioma es la música. Puede venir un pianista japonés y lo vamos a entender. Puede venir, las hermanas polacas pueden estar aquí también. Exactamente. Y también las vamos a entender. Y para finalizar, dos palabras bastan. Gracias. oficinanerd.com. Pasión por el podcast.