Diccionario sonoro que recoge los nombres, historias y lugares protagonistas de la emocionante aventura que representa la música contemporánea desde su creación a la actualidad. Más información: march.es/contemporanea
SILENCIO
Del latín ‘silentium’, y este, del verbo ‘silere’, estar callado.
"La música puede existir “entre”: entre la aparición y la desaparición, entre el sonido y el silencio. La música puede ser 'casi nada'". Eva-Maria Houben.
Eva-Maria Houben, compositora y pianista, es parte del colectivo Wandelweiser.
Wandelweiser es el nombre de una red informal de compositores que comparten el interés por la música lenta, tranquila y frágil.
Wandelweiser podría traducirse como "señal de cambio".
Los músicos de Wandelweiser viven en Suiza, Alemania, Nueva York y California, entre otros lugares. Rara vez se les ve juntos.
La mayoría se inspiran en John Cage. Para ellos su mítica obra ‘4’33”’ no es un enigma conceptual sino un punto de partida práctico.
En 1992, año de la muerte de John Cage, Antoine Beuger, compositor y flautista neerlandés afincado en Alemania, crea, junto a Burkhard Schlothauer, el sello discográfico Edition Wandelweiser, del cual, aparte de artista, es director artístico.
“Wandelweiser plantea un desafío particular a las nociones establecidas sobre cómo debe desarrollarse una pieza”, escribe el crítico norteamericano Alex Ross en ‘The New Yorker’.
“El silencio se apodera del sonido hasta el punto de que la obra parece a punto de desvanecerse. Más de una vez puse una grabación suya, me puse a realizar alguna tarea y momentáneamente olvidé que se estaba reproduciendo esta música”.
“El silencio no es el cese o la ausencia del sonido, sino un tipo de sonido distinto; uno con más densidad incluso que el producido por un instrumento” (Michael Pisaro, guitarrista y compositor, miembro de Wandelweiser).
“Me volví adicto a los cuartetos de cuerda de Jürg Frey”, confiesa Alex Ross.
Jürg Frey es un compositor y clarinetista suizo miembro de Wandelweiser.
“En gran parte de la música de Frey las armonías, dolorosamente románticas, van y vienen, como en un Adagio de Mahler suspendido en gravedad cero”.
En “Empty Rooms”, primera obra del ciclo ‘Holy Array’, Raf Mur Ros explora la imposibilidad de la existencia de un silencio absoluto. El punto de partida de la pieza es la grabación de tres espacios de “silencio” diferentes e íntimos en la vida del compositor: su habitación, su estudio y un laboratorio de sonido. Partiendo del análisis de las pequeñas perturbaciones que hacen imposible la existencia del silencio total, se generan líneas temporales y electrónicas que se combinan con estos tres planos de silencio relativo. A ello se añade un tercer material, electrónico y sinusoidal, que penetra en el espacio en forma de vibración subgrave, muy cerca de los umbrales de la audición humana.