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Diccionario sonoro que recoge los nombres, historias y lugares protagonistas de la emocionante aventura que representa la música contemporánea desde su creación a la actualidad. Más información: march.es/contemporanea
Intérpretes
La existencia de ejecutantes musicales que no son compositores, o lo son, pero prefieren consagrarse a interpretar, resulta crucial en la historia de la música. Este capítulo de Contemporánea aborda la figura y repasa la obra de músicos que, gracias a esos encargos de los que se beneficia su desempeño, han hecho más grande la obra de los grandes compositores.
Teodoro Anzellotti, acordeonista (Apulia, Italia, 1959).
Comienza sus estudios de acordeón en Karlsruhe, Hochschulen y Trossingen, y muy pronto comienza a ganar premios internacionales. Desde 1980 es invitado regular de algunos festivales y orquestas importantes de Alemania y Austria. Su valor es la integración del acordeón en la esfera de la música clásica, desarrollando técnicas extendidas que amplían sus capacidades. Estrena más de 300 obras que grandes como compositores como Mauricio Kagel, Matthias Pintscher, Salvatore Sciarrino, Luciano Berio, Toshio Hosokawa, Hans Zender o Wolfgang Rihm componen para él. Entre estas ‘Wunderblock para acordeón y orquesta’, de Gérard Pesson, que aquí suena.
“Cuando empecé en el Conservatorio me di cuenta de que el acordeón era un instrumento relegado, de los que llamaban ‘menor’. Irritado, pero al mismo tiempo inspirado, me propuse convencer al mundo de la verdadera belleza de esta cenicienta, convencerlos de lo maravillosa que es la música para acordeón” –Teodoro Anzellotti.
Sonia Wieder-Atherton, violonchelista (San Francisco, 1961).
Hija de madre rumana y padre estadounidense de origen judío, crece entre Nueva York y París, ciudad a cuyo Conservatorio entra a estudiar de la mano de Maurice Gendron. También se forma con Mstislav Rostropovich y en Moscú con Natalia Shakhovskaya. A partir de entonces es solista en las Orquestas de París, Nacional de Francia, de Bélgica, Filarmónica de Lieja, Luxemburgo e Israel entre otras. Componen para ella Henri Dutilleux, Georges Aperghis, Betsy Jolas, Ivan Fedele y Pascal Dusapin, de quien estamos escuchando la obra de 1996 ‘Immer: pour violoncelle seul’.
Wieder-Atherton también es compositora y eventualmente arreglista; lo es, por ejemplo, de la banda sonora de la película ‘Un romance en Nueva York’, de Chantal Akerman, cineasta de la que es colaboradora.
Cuarteto Arditti
El Cuarteto Arditti, paradigmático de la música contemporánea, goza de una reputación internacional por sus interpretaciones técnicamente refinadas y brillantes desde principios del siglo XX hasta nuestros días. Cientos de cuartetos de cuerdas y muchas otras obras de cámara han sido escritas para ellos desde que Irvine Arditti, el primer violín, lo funda en 1974. Estrenos mundiales de obras de compositores como Britten, Cage, Carter, Ferneyhough, Guerrero, Hosokawa, Kagel, Lachenmann, Ligeti, Maderna, Rihm, Scelsi, Stockhausen y cientos más, demuestran el amplio rango del repertorio del Cuarteto Arditti.
El grupo sostiene que la colaboración cercana con los compositores es vital para el proceso interpretativo de la música nueva y por ello intenta trabajar con cada compositor que interpretan. En este caso, Iannis Xenakis, autor de su ‘Música de cámara completa para cuerdas’.
Helge Slaatto, violinista (Oslo, 1952) y Frank Reinecke, contrabajista (Hamburgo, 1960).
Desde 1987, el dúo formado por Slaatto y Reinecke ha construido un nuevo repertorio para violín y contrabajo, creando su propia marca personal en términos de virtuosismo y sonido (son especialistas en afinaciones justas). Importantes compositores de nuestro tiempo han escrito para ellos. El dúo ha dado conciertos en Alemania, Dinamarca, Noruega, Italia, Austria, Francia, Grecia, Luxemburgo y Estados Unidos.
“Con un rango de siete octavas, los dos instrumentos ocupan un espacio sonoro notablemente grande y pueden invocar innumerables efectos dramáticos, que en manos de Slaatto y Reinecke se despliegan con vigor”, se ha escrito en el diario danés Berlingske Tidende sobre los intérpretes de este ‘Plainsound Glissando Modulation: Raga in just intonation for violin and double bass, op. 49’, original de Wolfgang von Schweinitz.
Stefano Scodanibbio, contrabajista (Macerata (Italia), 18 de junio de 1956-Cuernavaca, México; 8 de enero de 2012).
Suele decir que, para él, componer e interpretar es parte del mismo proceso: “componer me ayuda a interpretar, y viceversa”. Virtuoso, pionero además en el manejo de recursos de técnica extendida, compone alrededor de 50 piezas musicales, principalmente para instrumentos de cuerda, y es recordado por sus composiciones e improvisaciones para el contrabajo. Pero aparte de eso trabaja con diversos compositores del siglo XX, que lo consideran un intérprete único del contrabajo. Le dedican obras o colaboran directamente con él Giacinto Scelsi, Luigi Nono, Terry Riley, Iannis Xenakis, Brian Ferneyhough, Franco Donatoni y Julio Estrada.
John Cage está entre esos compositores colaboradores. Suyo es este ‘Ryoanji: for contrabass and tape’, de 1983.