La Venganza Será Terrible (oficial)

La Venganza Será Terrible en Luján - 17 de abril 2024 - LVST 17/4/24 

Más episodios y las canciones del Sordo Gancé y el Trío Sin Nombre y Gillespi en LaVenganzaSeraTerrible.com

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  • Invenciones de la historia de la medicina
  • ¿Cómo sobrevivir si te encuentras con un animal salvaje?

What is La Venganza Será Terrible (oficial)?

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La venganza será terrible. Muchas gracias. Buenas noches. Aquí estamos en el Trinidad Guevara de Luján. Voy a presentar a mis compañeros, Patricio Barton. Hola, amigos, buenas noches. Es por acá. El artista antes llamado Gillespi... Hola, ¿qué tal? ¿Cómo andas? ¡Muy bien! ¿Qué están pensando en este momento? Atención, que hay mucha información, muy cacofónicos en el asunto, pero el caso es que tenemos presentaciones inminentes. Ustedes saben, los jueves de abril estamos en el Regina de Buenos Aires, pero muy pronto estaremos en Pilar, el día 26, y en España... Atención, entonces. Onda del Plata, la emisora que reproduce nuestro programa. en Madrid. Atención a los que están escuchando. Bueno, claro. Sepan que el día 18 de mayo... estaremos en el Teatro Gran Via de Madrid. Sí, señor, pero no solamente Madrid. Las entradas ya las están vendiendo. Hay una relativa suceso. Sí, sabe que se llama Grupos Media. La gente busca y saca la entrada ahí. Igual no solo estaremos en Madrid, también en Valencia el día 21 y en Barcelona el día 25 de mayo, todos los links para sacar entradas están en lave En Barcelona estaremos en el teatro que ya estuvimos, es en el Apolo. Al lado, porque estuvimos en la sala, Apolo. Claro, ahora vamos a estar en el teatro, que es el verdadero. Sí, claro, lo primero fue un desastre. Primero no nos consideramos. No, señor. Y ahora sí. Era hermosa la sala, Apolo. Sí, bueno, pero el teatro es un lujo. Bueno, atención, a ver si podemos verlos así. Yo voy a saludar a mis primos, Silvina y Jorge, que se han venido de Junín. Están aquí. Que han tomado seguramente la Florida. La Florida era un ómnibus, personas de cierta edad hacen... Ah, Luján, Junín y viceversa. Claro, y de vuelta. Claro, porque bien podría haber una línea de ómnibus que solamente hiciera el servicio de Luján a Junín. y vuelve vacío, pero no negocio. O no vuelve, y ahí directamente se dedica a otra cosa y van entrando continuamente nuevos ómnibus. No, es un desastre ese. Un solo viaje así a cada ómnibus. Es como el caso de la escalera mecánica que hablábamos el otro día. Exactamente, el mismo caso. Una situación así. Perdón, entre en desaludar, quiero decir que acá está la hermana blanca. La hermana blanca parece una secta. No, en verdad me dicen que le mandan saludos a Nelly Fernández de Uruguay de parte de su hermana blanca. Ah, muy bien. Está aquí presente también. Casi todo el mundo está aquí presente, menos bastantes personas. Menos el resto. Tenemos aquí... Ya hemos dicho todo lo que... No, perdón. Usted está haciendo un espectáculo los domingos. Sí, bueno, el domingo 28... El domingo 28 en el Teatro Coliseo de Buenos Aires, unos mejores. Haremos nuestra segunda presentación. Sí, señor, de la conversación infinita con el gran filósofo... Dario Steinz Reiber. Muy bien. y él va a hablar sobre cuestiones filosóficas y yo le voy a decir que tiene toda la razón del mundo. No, no, no, usted... No, usted tiene que tratar de discutir con él. Bueno, si se trata de discutir con él, le puedo decir que me mirá. No, no, no. Que me miras que te surto. No, para que el relato fluya, hay que poner palos en la rueda, algún tipo de conflicto, por lo que se dice. ¿A qué se refiere? Mire, yo traje palos para poner hoy. Ajá, ¿no? No me había dado cuenta. Sí. Aparte los voy a poner en la rueda de su... Hay que decir un dato importante, que es que los textos todos de la conversación infinita serán distintos y nuevos. de aquellos que presentamos el año pasado, a fin del año pasado, en el Teatro Broadway. Cambiamos de teatro y también cambiamos de texto. Eso es un error. Lo que antes decíamos, ahora no lo decimos, decimos otras cosas. Se lo dicen. Otros temas, incluso contradecimos aquello que hemos dicho. en el Broadway. Hay una filosofía del Broadway y otra del Coliseo. Está muy bien. Cuando se habla de la historia de la filosofía, decir bueno, este es el Stan Reitberg del Coliseo. El del Broadway decía esto, el del Coliseo esto, el segundo Stan Reitberg, así como hay el segundo Wittgenstein, el segundo Alberti y el segundo Sombra. No, señor. teatro. Cada vez que cambia el teatro, cambia el espectáculo. Imaginen, Los Miserables, hace 100 años es la misma obra. Es la misma obra y todos contentos. Y todos contentos, nadie se quejó. Y usted tiene... Todo el mundo se llena de guita. No sé si se llena... Los Miserables por Vitor Hugo. El gusto enorme de saludarlo, Dolina. Señores, el tema que nos han encargado los jerarcas de la radio... es complejo y puede dar lugar a que mucha gente abandone la sala. No, cuidado porque hay gente yendo ahora mismo. ¿Cómo ser, atención es para las damas, bien, no es ningún problema. ¿Cómo hacer una para ser la pareja de un doctor? Es decir, ¿cómo... lucha contra la vida agitada de su marido, no lucha, cómo la sobrelleva, cómo lo puede ayudar, instrucciones para ser la pareja de un doctor. Ahora perdón, usted entonces está diciendo que es distinto ser la esposa de un médico, es muy diferente de ser la esposa de un bancario. Claro que sí. Es muy diferente. Claro. Es muy diferente. Yo he hablado con esposas de... de bancarios y de doctores en forma sucesiva y no tenían nada que ver la una con la otra. Hice todo un estudio de campo con dos mujeres. ¿Y cuáles eran distintas? Una la esposa de un doctor, la otra la esposa de un bancario. ¿Y qué? Ya fue la investigación de campo que hicimos. Sí, un poco. Tengo una encuestadora, una de las mejores. Sí, a mí me imagino que sí. Casos dos. Bueno, sí, pero ¿margen de error cuál es? 100% El médico, como hace el juramento hipocrático, todo médico sabe de qué estoy hablando. En cambio, el bancario no jura por nada. Él no jura por nada. Por Carlos Pellegrini jura al bancario. O por la vieja. Entonces, el médico tiene la obligación de actuar en el momento que se lo requieran. Entonces, por ahí, a las 3 de la mañana, lo llama alguien, tiene que levantar y tiene que ir a curarlo. ¿El bancario? No, el médico. Bueno, vamos a ver lo que dice aquí, qué sé yo. Amigos, dice. Como los doctores, los médicos, ¿no? Sí, los médicos. Son inteligentes. Bueno, partimos... Bueno, chatú... De lo que se llama una petición de principio. Tuvo suerte. ¿Pero qué es esto? Como los doctores son inteligentes. Bueno, ¿qué es esto? No, bueno, bueno. Hemos hecho también una investigación. Yo tuve una vez un médico que era un imbécil. No, no, bueno, pero para recibirse. Son muchas matemáticas que hay que aprobar. Y se también... Son apasionados por su trabajo. Bueno, ser la pareja de un doctor Imagínense, un hombre inteligente y apasionado por su trabajo. Una fiesta. Sin embargo, salir con un doctor implica ciertos retos. Retos que le da el mismo doctor. ¿Qué estás comiendo? ¡No señor! Desafíos. Puede ser difícil que pasen tiempo juntos ya que los horarios de los doctores son irregulares. Irregulares. debes comprender que sus planes cambiarán a menudo. ¡Ah! ¡Señor! ¡La vida de los doctores! es muy estresante, así que tal vez tengas que ayudarle a relajarse al final de un día. Esto está escrito por la Cámara Argentina de Médicos. Por favor, déjelo avanzar, déjelo avanzar el informe. Bueno, es probable que una relación con un doctor se vea muy diferente a otros tipos de relaciones sentimentales, como si le ir más lejos un bancario. Y aquí empieza. Primero, debe ser flexible. Bueno, sí. Para eso hay que hacer... muchos ejercicios de flexibilidad. En especial si trabajan en hospitales. ¿Y dónde van a trabajar? ¿En panadería? No, bueno, por ahí... Tiene un consultorio privado. Claro, consultorio se parece más a una oficina. Le pone un horario... Pero cuando están de guardia pueden estar muchos días laborales y tal vez no estén libres los fines de semana. ¿Me entendés, amor? Claro. Si quieres ser la pareja de un doctor debes comprender que los planes se cancelarán de vez en cuando. Amor? Hola? Hola, sí. Ya estoy lista. Mira, habla tu marido el doctor. Sí, ya sé que sos vos. Acá resulta que tenemos un enfermo. Ay, no me digas. Bueno, lo tengo que atender. Pero tengo unas entradas para ti. Doctor Robledo, doctor Robledo, por favor presentarse al quirófano. Doctor Robledo, por favor, el quirófano, último aviso. ¿Pero cómo último aviso? Es una operación de apéndices. ¿Pero de apéndices de urgencia? Eso no es programado. Doctor Robledo, paciente ya anestesiado, puede venir. Bueno, te corto, mi amor. No me molestes más, estoy trabajando. ¿Y las entradas para el teatro que saqué? Bueno, revendelas, revendelas. ¿Pero cómo? Andá a hacer como Rolón, revendelas entradas. Bueno. Debes tener un plan alternativo o mujer para las citas. Debes salir con otro. Sí, me voy al teatro con otro. Con las mismas entradas llamas a tu amante, que es banquero. Sí, el bancario. Y vas al teatro con el teatro. Me voy al teatro con Rolón. Claro. Que tengo dos entradas. Pero Rolón también es médico en cierto modo. No, como en cierto modo, no es mede. Exacto, es licenciado, lo cual no es un doctorado. No, ni tampoco la psicología es una ciencia. Bueno, bueno, bueno, bueno. La psicología no tiene doctores en la Argentina, sino licenciados. Quiere decir que les dan una licencia. Pero cura o no cura, porque a mí de chico me enseñó... El cura también, la que no tiene una licencia. No es doctor el cura. A mí de chico me enseñó mi abuela. La abuela tampoco. No. Me dijo, Patricio, ¿qué hace un médico? Cura. Cura, claro. Bien. Entonces, plan alternativo. No hagas planes que sean difíciles de cambiar. Claro. o sea, un viaje, y ya con los pasajes sacados, hoteles reservados de esos hoteles que se llaman pelitos para viejas, si vos los reservaste ya lo... chau, aunque no vayas, te lo cobramos, así se llama este hotel. No es muy amable que me reciban así desde el primer momento. Bueno, entonces, es mala idea cuando tu pareja puede echarse para atrás, no sea que se refiera, algunos le gusta que su pareja se eche para atrás, si no a los planes, un insicio digamos de los momentos íntimos es échate para atrás Catalina en este caso creo que es bueno cancelar el plan, claro, claro, bueno siñete, que lindo el verbo señor, el imperativo, siñete a los planes más flexibles, como por ejemplo planear una cena en un restaurant que no requiere reserva. Bueno. Ponele que se yo. Pero así va a terminar yendo al buffet del hospital a comer. Exacto. Porque nosotros tenemos la misma comida que los enfermos. ¿Vos? Hoy, mirá. ¿Qué hay? Bueno, hay puré de zapallo con nada. ¡Ay, qué fe! Señor, por favor. Y de postre. Y... Gelatina. ¡No! De qué gusto. Sin gusto. Ah, bueno. Horrible. Hemos renunciado al gusto. Bueno, está bien. Porque nadie se lo cree. nadie cree en el gusto de la gelatina, dice sabor frutilla, ¿y vos que lo comés? entonces hemos resuelto prescindir ese engaño, sabor ninguno. Bueno, después, consejo de especialista, perfecto, acá habla una experta en relaciones de pareja que vive en Ohio Se llama Maya Diamond. La conozco de nombre, no sé bien. ¿Qué tal, Maya? Maya Diamond. Yo conocí una Diamond. ¿Es ésta? Será la hermana. ¿Cómo va a ser la hermana? Sí, porque no se llamaba Maya, era la que yo conocía. Bueno, estar en relación con un doctor ocupado... ¿Ocupado? ¿Cómo ocupado? Ocupado en sus tareas de médico. Ocupado. Puede ser difícil, dice. No, no dice, eso lo dice el expositor. la experta en citas y relaciones. Bueno, bueno. Maya Diamond explica y ahora sí habla Maya. Qué tal Maya? Qué tal. Quieres pasar a lavarse las manos? Bueno. Cuando sales con alguien que está realmente ocupado, bueno, no sales. Si está realmente ocupado no va a salir con vos. Debes esforzarte por crear un tiempo de calidad. Claro. ¿Qué cinco minutos? Tal vez necesites planificar con anticipación para que ambos puedan pasar tiempo juntos. Y si dijimos que no había que planear con anticipación. No, bueno, pero espere, porque acá hay una confusión con el concepto que acaba de ver Ter. Tiempo de calidad no es cantidad de tiempo. Perdón, ¿usted quién es? Yo trabajo mucho en todo lo que es asesoramiento de empresas. Usted es Maya Diamond. No, no. Pero usted es de empresa, pero ustedes son médicos con la pareja. Tiempo de calidad. Un padre puede estar con un hijo, 30 segundos, y ser un tiempo de calidad. No, bueno, pero es insuficiente. Bueno, digo, por la calidad. Es preferible que no 24 horas de pésima calidad. Exacto. Como lo sabe cualquiera. Bueno, dice, no obstante, no obstante no sé qué. Es importante que te asegures de que la persona que elijas, el médico que elijas, para salir, no estoy hablando de curarse, tenga el tiempo y la energía suficientes para dedicártelo a ti. Si no estás física ni emocionalmente disponible, te sentirás infeliz, infeliz, frustrada, no, acá dice frustrado. Bueno, no importa. Igual, se las docen y se frustran. Y solo. Claro, porque el médico elige como primera opción la salud y la ciencia y la deja en un segundo plano. Ahora, cuidado, porque el médico puede llegar a sospechar. ¿Qué problema es? Que las mujeres se le acercan. para no tener que pagar una obra social. No, no señor. Yo sospecharía. ¿Me amas? ¿Me amas de verdad? ¿O solamente quieres mantenerte saludable Catalina? Pero no, si no me das turno nunca. Sabes que no es lo material, sino que el médico está en el lugar del saber. ¿En dónde está? En el lugar del sabá. El lugar del sabá. Yo cuando quiero saber algo a quién se lo pregunto. A un médico. Él tiene razón. Él maneja la vida en sus manos. No hable sobre temas médicos cuando salgan. Claro. Claro, encima. Por ejemplo, ay, amado mío, ¿por qué no hablamos del paquete básculo nervioso? No, pero puede ocurrir que él... empieza a comentarle cosas de sus pacientes. Hoy vino uno, no sabe lo que tiene. Bueno, Rolón, cuando nos invitaba a sus asados nos leía las historias clínicas, la risa que nos hacían. Otra vez escapó de la casa. No, no difame al Rolón, por favor. Bueno, todas las personas necesitan un descanso sin pensar en el trabajo, y los doctores también. puede costarle más encontrar un equilibrio entre su trabajo y su vida, si vos estás todo el tiempo hablándole, me duele acá. Si todos ven a un doctor y enseguida le dicen, doctor, me duele acá. Sí, es así, pero ahora, yo me pongo en el lugar del doctor. El manejar tan técnicamente el cuerpo humano, ¿al médico no le resulta contraproducente cuando está, por ejemplo, con una mujer de verdad? ¿Cómo de verdad? Y nosotros que eran de mentira. ¿Y yo qué soy? La vieja que lo está atendiendo. Digo unas... ¿Qué son muñecas de plástico? Pero digo... Porque él lo mira con ojos médicos. Claro, esa es una buena pregunta. Porque... Le hablo como médico. Sí, ¿usted médico? Sí. De tanto andar tocando... Bueno, señor. Aquí... de piola a piola, ¿no? Todos los días, ¿ve estas manos? Sí, sí, sí. Bueno, acá uno por ahí toca, sí, bueno, pero... por razones profesionales, con todo respeto, sí, porque... pero toca ponerle veinte mujeres. Sí. Y entonces ya el cerebro se va acostumbrando. Claro, es una cosa de todos los días. No, bueno, pero no, pero... Vos vas a tu casa y tocas a tu novia, a tu señora esposa, a tu amante... Y es la número 21 que toqué hoy. No, bueno. Te cuesta darle una pulsión erótica a ese toque. Sí, pero es diferente. Y la mujer se cree que si llegáis al celmo, me tocas como si fuera una paciente. Sí. No digas eso, decís 33. Date vuelta y decís 33. No se dice más 33, ¿vio que no pregunta eso? Ya le voy a contar más adelante de dónde viene eso. Bueno, bueno, otro consejo, no le preguntes cómo te fue. Iniciar la conversación de otra manera. Claro. ¿Cómo te fue? ¿Cómo le fue al paciente? Le estás preguntando. Y claro, porque... Hoy escucharon seis. Por eso digo. No siempre las cosas salen bien. Lo va tachando, de tiene una listita. Estuve operando, hoy tenía... Hoy no estaban de dos. No, bueno. No estaban de dos, me equivoqué varias veces. Dice, estoy... No, el cirujano sí debe ser algo muy distinto. Tiene que cuidarse mucho la mano. No, más vale. Entra a su casa así, no levanta nada. No levanta un papel. No, cirujanos que son artistas. Claro. Vos, por ejemplo, al cirujano le decís que descorche una botella y por ahí le haces una lesión en la mano. Al día siguiente va a operar un tipo y lo hace sonar. No, bueno, no sé si es así. Sí. ¿Qué quiere decir eso? ¿La hacen en el patio? No. No, es que... A ver, ¿qué operan? Pueden sacar un órgano, nombrenme un órgano. El hígado. Este. No, un hígado. El hígado. El fígado. Sacan el hígado, lo apoyan en la mesa y la operación sigue 6, 7 horas, 10 horas. Y el hígado muerto de risa. El hígado ahí lo maspan y después lo ponen a apagar, le ponen nexos, tornillos, todo y listo a casa. Por eso lo primero ya en otro orden, no en el orden de la pareja. Pero el médico tiene que ser un hombre ordenado. Sí. ¿Qué? ¿El hígado? No, bueno, lo había puesto ahí. Lo puse acá el hígado, ¿qué no agarró? No, yo no fui. Y ahí está, lo cierra el tipo y después lo explica a mí. No, pero ¿qué le va a decir? Y no le diga nada. Como aliviano le dice. Ahora dieta como aliviano. No toque un huevo. También. También. Bueno, qué cosa, ¿no? Igual de todas maneras, yo vivo en Montegrande. Lo felicito. Hay un montón de médicos, algunos son de mi edad, otros no. ¿En serio? Sí. Estos datos están interesantes. No, no, pero... Sí, son interesantísimos. Quiero decir... Si no los han jubilado. Muchas de mi compañera secundaria, mujeres... terminaron casándose con médicos, les gustaban los médicos. Usted dice, terminaron casándose como si fuera una derrota de ellas. No, no, no, digo... Se le notó el tono. Después de un largo periplo de muchos bancarios, sí, terminaron casándose con los médicos como cualquier... Mantienen matrimonio perfectamente funcionales. ¿Qué edad tiene que tener un médico? Digo, para atenderlo, no para casarse. ¿Usted prefiere el médico experimentado y viejo? Sí, sí. O el joven y pobre. Yo prefiero un médico que tiene 100.000 horas de vuelo. Los pilotos que tienen 100.000 horas de vuelo, por lo general no tienen fuerza para mover el timón. Claro, no tiene. Pero quiero decir que ya vio mi problema 500 veces, que es bueno que lo ve por primera vez. Mi cuñado siempre se hacía atender por doctores con mucha experiencia, hasta que uno se le quedó. Y claro, eso ocurre. Se quedó en la operación, pero el médico. El médico, no el otro. No, no... ¿De qué se ríe, señor? Porque no es un tema. Me causa gracia. Pero no es un tema, tenemos una responsabilidad. Me río de los nervios que me da la cosa. No, no me río. Salió el ayudante, estaban todos esperando, y le hizo así. Le hizo que no con la cabeza. Roberto no, Roberto no. El doctor. No, señor. Estaba cociendo, se pinchó y quedó ahí. Bueno, hay un punto de inflexión en la historia de pacientes que hay un momento en el que los médicos empiezan a ser más grandes que uno. Vio que hay una historia. Sí, claro. Bueno, uno empieza con médicos más grandes que uno. La niñez es difícil, un médico de siete años. Los casos de precosidad pueden darse en la música, un pierino gamba, pero médicos de siete años menos que toquen el piano. Pero bueno, hay un momento, perdón, en donde empiezas a tener médicos más joven que uno, más chicos. Y a veces mucho más chicos que uno. Y que te empiezan a mirar como si fuera inútil que vos fueras. Para qué. Si usted que la tiene. ¿Cómo le va a decir así? ¿Qué quiere? ¿Qué quiere por 50 pesos? Bueno, pero ahí se ven los buenos médicos. El gran desafío es con las personas de mayor edad. Bueno, vamos a continuar con esto de la mujer del médico. Los doctores, por lo general, tienen hambre. Es ahí nuestra petición de principio. Que todo el tiempo tienen hambre. Todos son inteligentes, todos tienen hambre. dice un estudio de la universidad de conérica en su área de estudios gastronómicos da cuenta que se rascan en esa universidad da cuenta de que los doctores junto con los ingenieros son los que más disfrutan de una buena comida eso eso le llaman pensar que es raro eso no tiene nada que ver eso No es causa y efecto, es correlatividad. Sí, sí. Y no es lo mismo, no es que la profesión de ingeniero te haga más comilón. Sí, sí. Como dicen algunos. Si no, que da la casualidad que las categorías ingeniero y comilón suelen apático y ordeñador de vacas. Sí, bueno, pero claro, claro. Pero eso es simplemente una cuestión estadística, no causa efecto, es otra cosa. Pero así son en la Universidad de Connecticut donde dicen, cada vez que nos dirige la molina perdemos. Es la misma manera de pensar. Cada vez que veo un ingeniero resulta que es comilón. Sí. Bueno, ¿y por qué al médico le gusta comer más tarde? Imagino como está conectado con la vida y la comida es vida. Bueno, lo que decía acá es un consejo, si sabes que tu pareja, el médico, trabaja largas horas y salí con él a comer. Tenés la comida lista cuando... cuando llegué a casa, compré comida para llevar, ¿para llevar a dónde? ¿A dónde, si no viene hace tres días? Sí, hace tres días que no lo veo. Ahora, ¿le puedo decir una cosa por el informe? ¿Qué hay de comerte pregunta? Hígado. Por favor, señor. Yo noto que el informe da por sobre entendido... Y no quiero ser polémico, que es la mujer la que tiene que preparar la comida, la mujer la que le tiene que esperar... Estamos hablando de la mujer de un médico, señor. Ella también puede ser médica. Sí, pero la mujer que se casa con un médico generalmente recibe ese trato, como un papel secundario. Sí, pero esto es una denuncia lo que está diciendo. Es una denuncia muy valiente. Los médicos y los ingenieros son así. ¿De dónde sacó los datos? ¿De la Universidad de Connecticut? Sí. Bueno, deja el celular arriba de la mesa. Sí, es el peor lugar. Es algo que se me ocurrió. ¿Por qué arriba de la mesa? Para no usarlo. Los doctores pueden estar de guardia en cualquier momento en ciertas horas. Quizá tu pareja tenga pacientes que están muy enfermos o puedan estar de guardia. Ah, tu pareja es el médico. El médico tiene pacientes que están enfermos. Bueno, es importante que comprenda sus deberes laborales. Aunque por lo general se considera de mala educación tener el teléfono en la mesa de la cena. Bueno, tenés que acostumbrarte. Y sí, pero... Doctor Robledo. No, pero otra vez no me digas que te llaman de otra vez de la clínica. Doctor Robledo. Sí, señor jefe. Sí, lamentablemente, disculpe que le moleste hasta ahora. Estamos, es nuestro aniversario. Las cuatro de la mañana. Yo también tengo una vida. Sí, yo sé. Se fue prácticamente a las dos de la mañana de la clínica y lo estoy llamando a las cuatro porque se complicó el tema del apendicitis del paciente 14. Pero todos tienen apendicitis, todo el caso tiene que ir de urgencia. Y bueno, si es el Centro Mundial de Apendicitis. Bueno, sí. La habitación 14 tuvimos una complicación. El penado 14, sí señor. ¿Se acuerda que... Una celda oscura. Hoy a tarde le hicimos una intervención con Yurgea, le sacó el apéndice. Sí, efectivamente. Creo que la tengo acá toda. Bueno. Aparentemente quedó un fragmento, un pedazo u otra apéndice más porque... A lo mejor era una persona con dos apéndices. ¿Pero vos me dijiste que íbamos a tener una noche romántica? Sí. Y bueno, ¿y a vos te parece que esto es romántico? No. Bueno, eso es todo lo que tenés para decir. Pero cuando te casaste... Doctor Robledo, puedo cortar el teléfono porque estoy escuchando la discusión. Muchas gracias. Bueno, aprende a disfrutar del tiempo que pasa sola. Sí. Lo que le dijimos al Príncipe. Claro. Así que te vas a operar al Penal 14. Sí, anda. Bueno, anda. Anda que... Anda con el apéndice. Sí. Bueno, sal con los amigos. Si tu novio no puede entretenerte las noches y los fines de semana, haz planes con tus amigos. Este es un uniforme absolutamente indecente. Encuentra pasatiempos que te gusten. Muy bien. Empecé a realizar manualidades. Bueno. Como el tejido. Sí. Como el tejido. Sí. Empieza a leer libros en tu tiempo libre. ¿Cómo empieza? ¿No había leído ninguno? Nunca jamás. No, porque el inteligente es el médico. Claro. Ya salió del primer capítulo. Puedes aprender a disfrutar del tiempo que pasa sola también, ¿no? Sí. Puedes aprender más sobre ti. Sí, sí. Compré un libro sobre ti. Sí. Y todo. ¿Quién es Napoleón, la mina? Hay un libro sobre ella. Bueno, y acá viene una cosa que yo quería tratar. ¿Qué es? Otra etapa, la etapa anterior. ¿Cómo hace una mujer que se enamora de un médico para acercársela? Se me ocurre pedir un turno. Muy bien. Para que la atienda. Casi diría que es más fácil acercarse a un médico que a un cantante. Sí, claro. Pero no a un cantante, por ahí otras personas cualquiera. Un oficinista. Un bancario. En cambio, vos pedís un turno y vas a estar sola. Vas a estar 15 minutos sola con el tipo. Sola y desnuda, yo entro desnuda. Ya, porque resulta que me duele todo, doctor. Me duele acá, doctor, es mejor. Ya directamente. Claro. Y se dice, no sé qué procedimiento va a hacer, va a hacerme. Claro. Siempre con me. Sí. Y ahí nomás le dice, bueno... Ausculteme. Sí. O auscultame. Pero la paciente no da la sol, el que decide es el médico. Bueno, vine aquí, estoy debajo, le vas a dober estas ocejas, estoy completamente en duda. Y el médico dice, usted sabrá doctor, haga de mí lo que quiera. No sé si me interpreta lo que le quiero que me haga. No, no es. ¿Prefiere que me acuesta en la camilla o así no más? No. A la criolla. No señor, así no. Eso es un regalo, no puede ser así. El infroméxico está muy ocupado, no tiene tiempo para mujeres difíciles. No, bueno, pero no, no, no, pero tiene que... Usted sabe que si quiere ser más sutil, le dice, bueno doctor, le traje los estudios, usted saca el sobre... donde tiene las radiografías, y en el medio de las placas se le desliza una foto suya, un poco menos que radiografiada. Claro, sí. Digamos de la superficie exterior. Eso está muy bien. Y dice, ¡ay, disculpe doctor! Como que no se hubiera dado cuenta. Y él dice, ¡ah, esta foto! Pero ¿qué sabe? Por él el médico no dice nada. Pero ¿cómo no va a decir nada? enseguida se da cuenta si el médico está interesado. Sí. Ah, bueno. Enseguida se da cuenta. ¿Por qué? Y porque el médico empieza a hacer preguntas íntimas. Sí, que no tienen nada que ver con... O la empieza con una palpación. ¿Nos duele? No, no. Me duele. Sí, sí. O dice, por favor, desvístase detrás de ese bombo. ¡Biombo! ¡Biombo! Un bombo tiene adentro. No, de los chalchaleros, mierda. Usted está embarazada. No. Le dice así, si duele, levante la mano. Claro. O grite. O grite o algo. Creo que esto es para... ¡Ay! Beatriz. Así es mi nombre. Me parece que lo tuyo es para un tratamiento prolongado. ¿Un tratamiento? Prolongado. Qué fea la voz... Perdón, ¿no sé quién es? Soy el director del hospital, doctor Robledo. Bueno, sí, pero... Lo estoy mirando, lo estoy fiscalizando, me voy a retirar. El Centro Mundial de la PEN. Yo creo que podríamos seguir el tratamiento fuera de esta institución. No sé si me interesa. Claro, donde no hubiera ruido de escalpelos. Exactamente. Escalpelo es una expresión médica, ¿no? Significa que es inútil. No, es un instrumento. Es algo para hacer una cosa. Porque yo vi unas películas que dicen, ¿viste Uri? Sí. ¿Tijeras? Escalpelo tiene razón. No, no. Es lo que le piden. Para lo que lo yo. Entonces es muy fácil para una dama acercarse al védico. Creo que es más fácil. Debe ser más difícil si ya es una paciente de mucho tiempo. Si se conoce desde muchos años del barrio. Se conoce, que conoce a toda la familia. Ah, bueno, claro. Y se atiende, por ejemplo, al hermano. Claro. y dice, mire, Ester, yo la tocaría, pero pienso en su hermano, yo con estas mismas manos, lo toqué a su hermano. Bueno, sí, pero... ¿Pero qué tiene que ver? Cuando vino por aquel asunto. Bueno... Y me da no sé qué, la veo a usted como si un poco parecida. ¿Cómo vas a parecer? Peor, ahí lo arruinó. Me parece que estuviera con su hermano. Eso pasa muchas veces, hay chicas que se parecen a su hermano Sí, sí Y uno, bueno, le da un poco de cosa Bueno, es muy dinario y informe Muy bien Tradenario y informe Debe haber médicos aquí en la sala Sí, por supuesto Hay un médico en la sala Se habrá ido porque... Ya por otra razón Tiene algo más importante para hacer No me siento del todo bien Claro, siempre hay que tener uno Vio que lo llaman a los médicos en cualquier lugar Sí Y si hay un médico en la sala siempre hay alguien Sí, claro y bueno tiene que ir y atender. ¿Usted nunca pensó en mentir? Yo soy médico. ¿Darse aire de médico? No, ¿cómo mentir? Ya digo médico de las alas, sí, dice. No, pero... ¿Qué pasa? Pero por ahí lo hacen actuar de inmediato. Pues te dicen cualquier cosa. Pero qué... No, bueno. Bueno, muy bien. Mi diagnóstico es... ¿Y cuál? Llamen a la ambulancia. No, bueno, pero eso no es un diagnóstico. Tiene que actuar en el momento porque... ¿Qué quiere que lo opere? Está una persona descompensada. ¿Sabes lo que puede decir? Le bajó la presión. Es una cosa que se puede decir y... Mira si le subió. No importa porque está tirada la persona ahí. Así que si usted dice le bajó la presión, así esté muerta va a ser cierto. Claro, le bajó la presión a cero. Bueno, entonces le dice le bajó la presión, ya está. Está listo. Bueno, es interesante este informe. Uno de los mejores informes que hemos hecho sobre medicina. Muy completo esta vez. Como sea en los consultorios y en todos los ámbitos de la medicina, a veces queda una puerta entreabierta por donde se filtra... ¿Puedo pasar? Por favor. Por donde se filtra, ¿sabe qué? algo, aunque sea pequeño, del pensamiento ajeno. A veces queda una puerta entreabierta, por donde se filtra, ¿sabe qué? Algo, aunque sea pequeño, del pensamiento ajeno. Y hoy, casualmente, el pensamiento ajeno es el pensamiento médico. en un homenaje que estamos haciendo a todos los médicos del país. Nuestra sección, nuestra charla está relacionada con la medicina. Invenciones, algunas un poco extravagantes, de la historia de la medicina. Primero invento, la percusión. Sí, pero ¿qué está tocando? Porque un cuerpo que suena así tiene todo suelto. No, hasta el siglo VIII y durante mucho tiempo, los síntomas eran detectados visualmente por los médicos. El mirador decía, ajá, bien. Pero ya en los siglos XVIII y XIX se avanzó muchísimo en unas prácticas, en la creación de elementos para escuchar lo que sucedía dentro del cuerpo. Desde mediados del siglo 18 se usó la percusión, un método creado por el austríaco Leopoldo Abing-Bluegard. Leopoldo era hijo de un cosechero de vino. Los cosecheros tenían la costumbre de golpear la madera de los toneles. para saber qué cantidad de vino había dentro. Claro. Ah, mirá. Así fue la inspiración. Leopoldo pensó en utilizar el método de su papá para averiguar qué contenía el pecho de sus pacientes. Golpeaba con los dedos y si recibía un sonido hueco era señal de salud. Si escuchaba un sonido apagado era síntoma de presencia de... líquido, el famoso fluido nocivo que significaba alguna enfermedad. Con este método se pudo saber de forma bastante aproximada el contenido de cualquier cavidad orgánica. Vamos a ver qué tiene el señor en esta cavidad orgánica. ¿En esta? No. No solo del tórax, sino también del abdomen, incluso el cráneo. Miren. O sea, si estaba hueco el cráneo, saludable. Durante 200 años, hasta la aparición de los rayos XX, fue el método más eficaz el de la percusión. Pero un avance más importante se produjo con la aparición del estetoscopio, cuyo nombre proviene de dos palabras griegas, estetos, que es pecho. todo el mundo sabe. No, bueno, yo no sabía. Y escopé que es observar. Fue un tal Cordizar, que era médico de Napoleón, el que comenzó a escuchar los latidos y algunos ruidos torácicos, colocando el oído sobre el pecho del enfermo. A ver si saca la camilla. y llamó a esta práctica auscultación inmediata. Perfecto. Pero durante los años del imperio napoleónico, trabajaba en un hospital de París el doctor Teófilo Laenec. Y una mañana, Laenec fue requerido por un caballero para atender a su esposa, que era hermosa y estaba en cama con dos, no con dos. No, con tos. Lenek procedió a explorar a la mujer con todos los medios a su alcance, pero ante la atenta y vigilante mirada del marido. Sí. En un momento Lenek iba a realizar la ocultación inmediata, le iba a poner la oreja allá en el paso de Uspallata. Sí. Pero le dio no sé qué. Entonces se trajo de su maletín un cuaderno y le dio una receta. En ese instante una imagen infantil le vino a la mente. Recordó cómo los muchachos de París hacían unos largos canutos de papel y a través de ellos se hablaban en bofaja. Tomó entonces la libreta, la enrolló, el cuaderno, y aplicó un extremo al pecho de la enferma y su oído en el otro. y él mismo sufrió un sobresalto porque oía claramente los latidos de aquel corazón y otros varios sonidos que pensó que pertenecían a los pulmones. Sí, bueno, no sé. La nitidez era incomparablemente, es que es decir, mayor con la obtenida con el método anterior. dio unas breves excusas y se fue. Y enseguida buscó un taller de carpintero y mandó a hacer el elemento que había imaginado, un cilindro hueco de madera en cuyos dos extremos se acoplaban unos pequeños embudos. Y así nació el primer estetoscopio. Bueno, este muchacho expuso su descubrimiento ante el mundo de la medicina y fue clamorosamente aceptado. Bien, distinto en otras películas que yo veo, que siempre uno inventa algo y tanto... ..y tanto... ..y mira, se codean. La auscultación inmediata dejó de practicarse salvo por placer. Bueno, señor, es otra cosa. Muy bien. Pero Lenek quiso, gracias a su invento, investigar y establecer el correlato entre los ruidos y las difunciones de los órganos. Y encontró el significado de muchos ruidos internos. El tipo escuchaba un ruido y sabía qué enfermedad era o qué era lo que estaba pasando. Qué barco. Distintos ruidos, por ejemplo. ¿Eso qué es? Es carlatina. y eso es carlatina. Es carlatina sostenida. Bueno, poco a poco elaboró un catálogo, publicó sus hallazgos en un libro que fue a partir de entonces de obligado estudio para los médicos del mundo. La terminología inventada por Lenek se usó durante mucho tiempo y algunas de sus palabras todavía perduran, por ejemplo soplos. Soplo, claro, para el corazón. Soplar. Ah, el corazón. Aunque ahora le dicen de otra manera. Bueno, otra cosa que descubrió fue que determinados movimientos de los pacientes favorecían la transmisión del sonido para el diagnóstico. Entonces recomendó para algunos casos la pronunciación de palabras con sonidos resonantes. De ahí que los médicos en castellano adoptaron el famoso 33. En el año 1854, una persona que no estaba vinculada con la medicina, esto le va a gustar a usted, inició un camino hacia el conocimiento visual del interior del organismo. Se llamaba Manuel García y era un cantante de ópera muy famoso. Además enseñaba canto y entre sus discípulos estaba su propia hija que era nada menos que María Felicidad García. que fue luego la más famosa cantante del siglo XIX. Manuel García quiso imponer en la enseñanza musical unos criterios científicos. Sabía que en la modulación de la voz humana intervenían factores como la capacidad pulmonar, el desarrollo de la laringe, que es distinto en el hombre y la mujer, y también los movimientos de la Vada del Guá. pero sobre todos ellos era importante la adecuada movilidad de las cuerdas vocales. García pensó que si lograba ver las cuerdas mientras sus discípulos entonaban las notas, quizá pudiera modificar su método. le ocurrió un procedimiento efectivo y elementado. Un pequeño espejo colocado en el extremo de un largo vástago que formaba un ángulo. Todos lo hemos visto. No sé si uno sabe, o tal. Este aparato debía ser previamente calentado para que no se empañara con el aliento. Claro. Entonces te metías en el espejo hasta el fondo de la garganta, incluso más, y por su ángulo te permitía ver... las estructuras situadas en plena laryngia. Y esto se llamó laryngoscopio. E. No, le conozco. Hay que decir que no es tan fácil, como decía aquí Perú. Con aquel invento, García estudiaba las posibilidades objetivas de las cuerdas de sus alumnos y, según lo que veía, aceptaba o rechazaba a quien quisiera estudiar con él. Claro, porque por ahí no tenía... Claro, y con estas cuerdas, ¿qué quieren? Claro. en las cuerdas vocales al revés. En verdad, García objetaba cualquier posibilidad de aprendizaje si estas cuerdas no seguían a un perfecto modelo que él tenía dibujado en una lámina. El invento fue ahí adoptado por los médicos, se sigue utilizando sin ninguna variación sobre el modelo diseñado por el profesor de Canto. Pero... Hay ahora unas cámaras de televisión que te... Disculpeme, ¿no? Sí, sí, dígalo. Te la introducen por la garganta y vos ves en el televisor algo un poco siniestro y son tus cuerdas vocales. Sí. Que se ven brillantes. Vamos a dedicar esta charla. a Leopoldo, a Lenek, al profesor García y al doctor Karajancián. A su médico. Yo siempre que lo visito le pido que me ayude y después ya un poco desesperado le grito sálveme doctor, sálveme, save me. Continuamos, la venganza será terrible. Estamos en Luján, en el Teatro Trinidad de Varadé Luján. En los jueves siguientes estaremos en el Regina de Buenos Aires, el 26 en Pilar y muy pronto en España, en las ciudades de Madrid, Valencia y Barcelona, en el mes de mayo. Así es. Señoras y señores, este es el mejor momento para dar comienzo al siguiente segmento. Cambiamos el ángulo de la información. Bueno. ¿Cómo sobrevivir si te encuentras con un animal? salvaje. Bueno, no haga caras de levantando el hombro y... Usted sabe bien, todos los que hemos nacido prácticamente en el campo, me incluyo, usted también. ¿Usted dónde nació? Montegrande. Pero eso no es el campo, Montegrande. Pero en aquel tiempo no había nada. Estamos habituados a resolver, sobre todo... ¿Qué es Montegrande? Los tigres de Montegrande. No, no, pero... Los tigres de Montegrande es para el carnaval. Los perros callejeros, jaurías de perros. Bueno, me han dicho que hay animales todavía peores. ¿A usted cuál es el animal que más lo asusta o que menos quisiera encontrar frente a frente? Y bueno, un león. Un león. A mí no. Pero es que estoy anotando. Un león. Sí, no importa, ¿para qué anotar? Porque el león... Para mí, una serpiente venenosa. No, señor. Pero a serpiente, fácil, tiene un pedazo. La serpiente no te corre. Pero no tiene cerebro la serpiente, tiene la cabeza muy chica, no piensa nada, lo ataca directamente. El león, usted lo puede de alguna manera... ¿Qué? ¿Charla? ..lo puede que convencer. Ya sabemos que no. No, bueno, pero... No hay manera. Es como un gato grande, si usted encuentra un pedazo de carne lo distrae. Pero la carne es usted. Bueno, bueno. te va a regar con medio kilo de azotillo y tiene 85 kilos de hombre. Bueno, vamos a ver qué dice. Encontrarse con un animal salvaje puede ser un momento emocionante, se lo regalo, pero también requiere precaución y respeto, siempre de usted. Aquí tienes una guía detallada, etcétera. Primero, por supuesto, mantenga la calma. Después retroceda lentamente. ¿Sí? Sí. Sin sobreactuar, ¿eh? Sí. Y le puedo dar un consejo, seguramente el informe lo dice. No le dé la espalda... ¡Nunca! ..al animal. No, no a nadie, no. No, bueno, pero digo al animal. Pero si usted tiene uno atrás y uno adelante... Eh, bueno. Ese por muerto. Sí, es difícil. Porque lo rodea una manada. Eso es lo peor. Por ejemplo, las hienas. Hienas. ¿Sabe cuál es el problema si usted está muerto? Eso es un problema. Sí, bueno. Insoluble. Porque la hiena come carroña, come lo muerto. Pero primero lo mata y después se come la carroña. No, la hiena no mata. ¡Híjí, híjí, híjí! Se ríe la hiena, pero no hace nada. Bueno, acá dice, si te encuentras... No, que nunca corra. Claro, porque el animal... Porque tiene en el cerebro eso que va a decir usted. No, a ver, dígalo. No, dígalo usted. Es que yo no sé lo que... Él no se quiere comprometer. No, no, pero... ¿Qué tiene miedo? El animal responde al movimiento y si usted corre, el animal lo corre. Ya una presa, dice. Sí, claro. Y sale corriendo atrás y se lo come. Pero si usted se queda quieto... También se lo come. Y bueno, entonces... Acá se trata de elegir... cómo te van a comer. Si por las buenas o por las malas. Dice camina lentamente para no alarmarlo como si fuera, como si usted no le tuviera miedo. Claro, usted empieza a panchón. Y el animal se queda... No, no. Puede ser un saludo. ¿A quién saluda? Alguien supuestamente. Cosas de distraerlo. El animal dice ¿a quién está saludando? Claro, el animal... A ver, mira para allá y usted medio se va a escabuller. No, bueno, pero... Pero el animal tiene un... Puede ser un comentario... ¡Oh, ahí viene una partida de cazadores! No, no, señor. Es verdad que el animal se queda ahí confundido, porque dice... Qué raro. Pero el animal tiene instinto y le huele el miedo. Usted emana... El famoso olor a miedo. Bueno. Sí. Usted emana... Sí. Germana no tengo. No. Emana el terror por los poros, por todas partes, por químicos. Me sale por todas partes. Uno libera una sustancia... Sí, sí, adrenalina. Que... Ya me le he hecho. No, bueno, adrenalina, dicen que sí. Y el animal enseguida lo detecta. Sí. Y si este está entregadísimo. Acá dice, hazte grande que sonso me vengo solo. Ah no, haces grande y ruidoso. Sí. Claro. Agranda su figura. Como para asustar. Como el arquero que va a trajar un penal. Y ruidoso. ¡Eeeeh! Así que te había sido el famoso León. Sí. Bueno, porque ¿no le tiene que pasar eso? No tengo que hacer de gaucho. No, no. No, pero también revolea, ya que habló de gaucho, si tiene un poncho... Sí. Si tengo un poncho, si tengo un rifle... Bueno, lo revolea. Exactamente. Claro, como soledad. Claro. ¿Usted vio que alguna vez le atacaron a un animal salvaje? No, no lo vi, pero bueno... Mas a mi favor. No, bueno, pero... Lo mismo que se dijo sobre los ingenieros. Le da miedo al... Sobre el réferi y la molina. También dicen de levantar los brazos y si usted, por ejemplo, agarra dos palos, uno en cada mano, estira el tamaño de los brazos y el animal dice... Es altísimo, tiene Bicho. Cuidado porque este muchacho, quién sabe si me conviene atacarlo. Porque en el fondo el tigre también puede tener miedo. Sí, ¿qué le parece? Dice... estás acampando en el bosque y te das cuenta de que un oso el oso es difícil se acerca a tu campamento entonces levanta los brazos, hazte grande y comienza a hablar en voz alta para mostrarle al oso que no eres una presa fácil y que estás dispuesto a defenderte si es necesario o oso o mejor dicho u oso Le dice, caminaba por el bosque muy contento. Y le recita aquello del oso. Claro. Hay casos de gente que se salvó del ataque de un oso. Sí. Por este tipo de técnicas. Sí, muchos otros no. Muchos otros también que no. No lo han podido agarrar. Una proporción incluso superior. Sí. Evita el... ¿Cómo? Primero me dijo que mantuviera contacto visual aquí. En algún lugar lo dice. Para vigilar al... No, pero no lo desafíe. Ya que dice que evite el contacto virtual. No desafíe el contacto... o sea, no lo mira a los ojos desafiando. Porque lo puede tomar como una... como una albertén. No, vio que entre las fieras, o entre... Supongamos dos perros que están enemistados. ¿Usted cada vez que quiere poner el ejemplo de una fiera, me nombre un perro? Son todos perros, señor. ¡Conpeirán de su lugar de perros! Cuando dos perros... Y se va al África a quegear, a mirar perros. Cuando dos perros están por pelear. Ah. Si hay uno, porque se miran y se gruñen, si hay uno que empieza a mirar para otro lado... Sí, como perro que lo están amenazando. No. Sí. Bueno, quiere decir que ese perro no quiere pelear ya, no lo mira directamente, mira para el costado. Y entonces el otro perro y se va. Listo. Claro. El miedo no es onzo, dice el otro padre. Sí, claro. Bueno, muy bien. Entonces, evita el contacto visual directo. Mirar fijamente al animal puede interpretarse como una amenaza. Mantén la mirada baja y parpadea ocasionalmente, bueno, para mejor proteger la córnea. No, no. Vio que al menos en los felinos el parpadeo es una señal de confianza. Exacto. Si usted mira a un felino y parpadea... Y el felino adivina el parpadeo. Claro. Entiende que tiene confianza. Los gatos señal de confianza cuando la cola la lleva para arriba el gato. quiere decir que está todo bien. Sí, pero acá tenemos fieras, no son gatos. Sí, se maneja con gatos sin perros, con mucha confianza. Pero quiero ver con tigres. Bueno, el tigre es igual. Tomo una fiera. Si el tigre levanta la cola... Estamos salvados. ..quiere decir que está todo bien. Protegete si es necesario. Yo no entiendo por qué los lugares donde hay fieras no están llenos de pequeños refugios. Claro. Pequenos refugios, ¿qué quiero decir? Violos. Aquellos especies de túneles que había en las plazas antes, donde guardaban... Las herramientas. Las herramientas del cuidador. Sí, ahí como un sotarrán. Una puertita con una escalerita abajo, cerrar la puertita y ya está. La municipalidad de la África, por ejemplo. Creo que tiene que... Refugio, pum. Un tigre, igual te metes adentro y cerrás. Tiene que construir cada dos cuadras un refugio. Cada dos cuadras un refugio. Sí, bueno, no, no, no. ¿Y no qué? No hay forma de hacer eso, señor, por favor. ¿Cómo pueden hacer tantas cosas? No puede ser cada dos cuadras un refugio. Más donde hay leones o tigres. En la ciudad no los hagas. No, bueno. Pero así anda la intendencia de África. Bueno, pero... Muchas macetas, pero... No, ¿qué maceta? Poco refugio para tigres. Bueno, si el animal se vuelve agresivo, es agresivo, no es que se vuelve. No, pero por ahí usted lo provocó, no se dio cuenta y pisó una cría. Una cría. Ah, chau. No le toqué la cría a una figuera. No, pero cómo va a estar entre las crías, usted raro. Porque estaba dentro del nido y usted no lo vio. ¿Qué nido? Un león metía una cría en un nido. ¿Usted cree que...? Esos son los pájaros. ¿Usted cree que el león pone huevos? No, pero era un león chiquito que fue a comer... Que vive en los árboles, como el hornero. No, fue un león chiquito que fue a comer un paja. En los palos de la luz, en África. En cada palo de la luz hay un tigre ahí. Un león. Es como el avestruz que pone... ¿Dónde es el tero? Sí, no es el tigre, si pone los huevos en un lugar... Y pega el grito. Y el pan en otro. Sí. Bueno, continuamos. Protégete. Busca refugio. y detrás de objetos grandes, como árboles o rocas. Sí, o rocas. O una camioneta. Bueno, sería mejor dentro de la camioneta que con la camioneta en marcha. ¿Para qué se pone atrás de la camioneta? Entre. Bueno, entro directamente. Porque están en un safari, por ejemplo, en la fría, siempre van con esas camionetas. Ahora, yo vi en las películas... que trepan a los árboles, ¿usted lo sigue? Sí, yo nunca sé si subirme como Facundo de droga a un árbol para librarme de un tigre, porque después veo una película que el tigre sube. Ahora, me imagino yo, lo más contento, porque cuando subí un árbol, y la estrellas se arruinó, y en el tigre empieza a subir también. Claro, claro. ¿Usted me dirá por ahí eso le da una ventaja a usted sobre el tigre? porque con un palo, el mismo palo que tenía hace un rato, lo va molestando a ver si se cae. Claro, claro. No se le ocurra meterle la pata y se la come. Claro. Además que el palo es peor porque usted ya le declaró la guerra. Si está con el palo... Ah, no, el tipo está subiendo al mismo árbol que está... Y bueno, sí, por eso. Y todavía quiere negociar. No, no. Pero le va a ganar. El tigre, cuidado que creo que el tigre sí sube. El león es de la sabana y el tigre es de la ceba. De la sabana, claro. Y el leopardo también sube, he visto una imagen con él. No puedo, no puedo tener la cabeza de todos los animales. Bueno, sí. No me acuerdo del teléfono de nada. Pero por ejemplo el oso no sube al árbol. ¿No? ¿No sube? ¿Hasta ahora? Hasta ahora creo que no subía. Pero era usted. Ya vamos a ver. No, bueno, ya vamos a ver. El caso ya vamos a ver si subió o no subió. Bueno, bueno. Bueno, dice, no interfieras con las crías, como ya hemos dicho. Y... Acá hay un ejemplo interesante respecto a... Protégete. Estás de excursión en una zona montañosa y te encuentras con una serpiente de cascabel. ¿Qué le dije yo? La que no quería usted. que dijo que no lo quería. No tiene forma de negociar. En el sendero. Bueno, busca una roca grande, un tronco caído, el mismo al que se subió usted, que no soportó el peso conjunto del tiro, y su víctima. Y ponete entre el tronco y la serpiente, mientras te alejas con precaución. Pues si me alejo ya no voy a estar atrás del tronco. ¿Cómo es? Es confuso. No trate de explicarlo. Sí, la indicación es confusa. No, lo que dice es que si usted tiene una piedra más o menos transportable, usted lleva una piedra grande... Claro, de unos 500 kilos. Claro, transportable. Sale la serpiente que lo quiere picar, usted pone la piedra en el medio y la serpiente que... Y se va. Claro. Bueno, respeta su espacio. Es que no sabemos cuál es su espacio. Claro. Eso es lo malo con la fiera. Pero no te aclaran qué es lo que les está molestando. ¿Hasta dónde se les pasa? ¿Con cuándo se siente amenazada una fiera? ¿Cuándo quiere? Hasta que no tenga la fiera un protocolo serio. Y nos van a comer cada vez que se le ocurra. Ahora, pídale a la fiera un protocolo serio. Es difícil. Conoce el comportamiento del animal. Ahí está, investiga si el tigre se sube a los árboles, las señales de advertencia, los hábitos. Exacto, porque por ejemplo aparece un elefante. Si usted estudió se va a dar cuenta que el elefante no come carne. No, pero si el elefante está nervioso puede atacar y ese puede ser letal para usted. Sí, pero bueno, yo entre un tigre y un elefante prefiero el elefante, yo me hago el otario. No es muy agresivo. No es muy agresivo. Acá, finalmente, tienes que informar... Acá hay un ejemplo sobre lo anterior. Listo. Estás explorando una reserva natural y te encuentras con un grupo de monos. Sí. Bien, perdón. Inofensivo. Observa su comportamiento y las señales de advertencia. como por ejemplo gruñidos o golpes en el suelo. Sí, ellos empiezan a golpear. Empiezan a golpear el suelo. Chao. ¿Es ok? ¿Mala señal? No sé. Mala señal, claro, están nervios. Solución. Si llevo una bolsa de caramelos, tiras... Lo regala entre los mios. Una banana. Pero es peor porque se ceban y piensan que usted tiene más. Claro, te mandan más. ¿Verdad? Más le das más te piden. Claro. Es peor. Es insaciable. Bueno, no sé si es insaciable. Lo que pasa es que si usted empieza a correr, el mono es más rápido. A donde vaya, el mono va a llegar antes. Pero ¿por qué le va a hacer algo el mono? Yo creí que eran buenos los monos. Yo creí que eran chicos. Sí, depende de qué mono. Si un mono de 7 kilos le caja una patada y adiós. Sí, no sé, pero cuidado porque... No es uno. ..es un grupo de monos. Claro. Son, por ejemplo, 70 monos. Sí. Exacto. Usted quiso pegar la patada y tiene... Y ninguna flor. Tiene 10 monos arriba. No, ¿sabe lo que le hace el mono? Sí. No, señor. Se le cuelga. Sí. ¿Por qué, ojo, que el mono... No sabía. Hay muchos monos que dicen, bueno, el mono tiene cuatro patas o dos manos y dos patas. Cuadrumano. Pero hay monos que tienen un quinto miembro. Tenga cuidado. Que es la cola. Lo único que le pido, estamos terminando. Que es la cola. Sí, la usan como un brazo. La usan como un brazo y como una pierna y se lo enrollan. O lo que sea. Creo que yo conté una vez que tuve una experiencia con un mono. Sí. No, nunca tuvimos tanta confianza. No, sí, sí. ¡Jajaja! Con un mono cordobés, un mono... ¡Jajaja! Serio. De Villa Yardino, que tenían ahí en un hotel. Sí, sí. Que tenía cola y se agarró el brazo con la cola, le me enrolló la cola. No me digas. Y como para tomarme la presión. muy fuerte. ¿Y cuánto tenía? Una cortaja. Entonces uno subestima al mono y usted queda a merced. ¿Qué hace el mono? Si se siente amenazado lo muerde. ¿Y la mordida de mono? El otro día estaba viendo un noticiero en la televisión. Invadieron los monos la ciudad. No la vi esa película. El planeta de los símbolos. Creo que lo vi eso en Indonesia. En Indonesia. Invadieron y eran dos barras bravas de monos. Sí, se pelearon entre ellos. Se pelearon en una esquina, en un semáforo, hasta que uno de los líderes le dijo a todos los demás... Vamos. Perdimos. Vámonos. Agarre los trapos y nos vamos. Informa, lo último del informe, es que después de cada encuentro con una fiera vas alcahuetear a las autoridades locales, a los guardabosques, todo eso tipo. Esto puede ser útil para monitorear la actividad de los animales. Te va a la comisaría ahí del África y le dice, mire, me acaba de atracar un grupo de monos. ¿Qué clase de monos eran? Claro. Eran unos monos chiquitos. Para mí, son monotitis. Bueno, ¿qué hora era aproximadamente? Fue hace media hora. Siendo las 14, 15. Sí, bueno. Aquí, en la municipalidad de África. Sí. ¿Recibimos el testimonio de un señor? Me llamo Claudio. ¿Cuál es su gracia? Claudio. ¿Claudio qué? Claudio Garbos. Garbos. ¿Garbos o qué? Garbos. Mi familia era griega. De Quilieta a Garbo. Pero son griegos. Suspira hacia la denuncia y todos están felices. No, porque llevan un índice. Aquí mismo, en Parques Nacionales de la Argentina, le dicen... cuál fue el último puma avistado, a qué hora, en qué lugar. Y usted dice, bueno, ayer se avistaron seis pumas. Pugaron la semana pasada aquí. Dice, no señor. Dice, cuidado porque hay seis pumas, si van por el sendero, tengan cuidado porque hay zonas donde puede haber pumas. Qué bueno. Y usted va con cuidado. ¿Qué significa ir con cuidado? No ir. Bueno. Señores, vamos a hacer una breve pausa. para dar comienzo al bailongo. Muy bien. Y para finalizar, dos palabras bastan. Gracias. oficinanerd.com. Pasión por el podcast.