La Venganza Será Terrible (oficial)

La Venganza Será Terrible en LA BANDA - 18 de octubre 2024 - LVST 18/10/24

Mas episodios: LaVenganzaSeraTerrible.com

  • Consejos para ir a la plaza con tu hijo
  • Franz Joseph Haydn
  • La vianda para el colegio 

What is La Venganza Será Terrible (oficial)?

Si se queda dormido escuchando La Venganza Será Terrible por la radio, ahora también podrá quedarse dormido escuchándolo a cualquier hora en formato podcast.
En lavenganzaseraterrible.com puede encontrar los episodios, etc.

:
La venganza será terrible. Muchas gracias, buenas noches. Aquí estamos nuevamente en Santiago del Estero, muy contentos. En la banda. Aquí en la banda, en el Teatro Renzi, con mucha gente amiga que se ha llegado hasta aquí. Voy a presentar a mis compañeros, Patricio Barton. Hola, amigo, buenas noches. Es por acá. El artista... Antes llamado Gillespi Hola, ¿qué tal? ¿Cómo les va? Aquí estamos, lamentablemente, vamos a tener que dar noticias de algunas de nuestras futuras presentaciones, cosa que a ustedes les va a importar un bledo, pero es importante para los que eventualmente escuchen por radio este mismo acontecimiento que para nosotros es teatral y convivial para el tipo... Que lo voy a escuchar por radio, no importa. A ese sí le importa. Claro. Pero a nosotros no nos importa nada. No, bueno. ¿Sabes qué le voy a decir a algo que le importa a la gente de aquí? Que mañana Gillespie se va a presentar en un show. En el bar oculto. Yo me quedo en Santiago del Estero. ¡Ah, ya se demagó! ¿A qué hora es eso? ¿A la noche? 22 horas en bar oculto. Todo el mundo lo conoce. La criollita santiagueña. Qué hermosa. Ayer tocamos un balcecito que pertenece al repertorio de tango, para empezar, que era Santiago del Estero. Se llama Santiago del Estero, pero pertenece al repertorio de tango. Sin embargo, el autor es un folclorista consagrado que era Chaserreta. hoy tocamos un pedacito de la criosita santiagueña para entrar en clima. Para entrar en calor. Déjeme decirle entonces que la venganza se va a presentar... Ya estas son fechas de noviembre, hay que pensar en noviembre. Sí, hay que pensar en noviembre, tienes razón. Vamos a estar en Buenos Aires en el Teatro de Voto. Atención, Villa de Voto, estuvimos ahí ya una vez. Un sábado vamos a estar, que es el 9 de noviembre... Ah, maravilloso. ..en el Teatro de Voto. También estaremos en Morón el día 14... en el teatro Morón y volveremos a Lomas de Zamora, a Dandelion, el domingo 24 de noviembre para cerrar el mes en Rosario en el teatro Broadway el día 28. Toda la información ampliada, los links y lo que precisen saber está en lave Mire, tengo una gacetilla para San Antonio de Areco. Miren que hay que andar, eh. Miren que arrancamos con la agenda... Se llama Caracola la obra, actúa en Gloria Morgan y Tere Ayelo. Esto es el viernes 19 y domingo 20 de octubre, a las 21 horas, en el Galpón Chamico de San Antonio de Areco. Me dirán. Es una información muy restringida. Muy restringida. Está escotada solamente a la gente que vive en Areco. Bueno, no se olviden. Y yo tengo lo de Stan Ryver, viejo. Usted va a estar con Dario Stan Ryver. Dario Stan Ryver. Usted no sabe lo que es. No, bueno, por favor. Me imagino que debe hablar bastante. Ah, sí, no hay manera. Hay que darle mil pesos para que empiece. Y cien mil para que termine. No, no, no. La gente empieza a aplaudir de pie la gente en mitad del espectáculo para ver si nos vamos. Bueno, esto va a ser tres y diez de noviembre. Esos son días domingos. Son domingos en Buenos Aires, en el Teatro Coliseo de Buenos Aires, a las ocho de la noche. Bien, hemos recorrido, no solo en Santiago del Estero, en La Banda, sino en todos los lugares en que nos presentamos muchas plazas. Es nuestra debilidad, entre tantas otras. Porque el señor es experto en juegos de plaza, pero más que nada en algo que tiene que ver con lo que nos han impuesto desde arriba, desde altas y fieras, que es el tema ir a la plaza con tu hijo, consejos y riesgos. en materia de tecnología de plaza. Sí, entre tantas otras. Por ejemplo, en el Japón me han dicho que el sube y baja funciona de una manera tal que no es necesario encontrar un compañerito de tu mismo peso para que el juego sea eficaz. Y que tiene un motor adentro. Exactamente. Tiene un motor, entonces, el niño solitario que no tiene amigos ni perro que le ladre, se sienta y el sube y baja anda... y yo he visto niños que ya sea por su antipatía por su carácter antisocial o porque son muy pesados o muy livianos no consiguen compañeros para el suburbano Igual les puedo decir la cosa toda esa tecnología a mí me da tristeza bueno porque es una persona que se opone a los tiempos que vivimos No es necesario estar en pareja, una persona sola puede estar... Veo que los japoneses ya... Ya se inventó y no lo inventaron los japoneses. Claro, ya no inventan muchas cosas los japoneses. ¿Cómo? Ahora inventan los chinos, los japoneses no inventan. Ah, sí, para grandes y grandes desatinos no hay como los japoneses y los chinos. Pero la plaza... En el sube y baja solía ocurrir también lo siguiente, que era emparejar. un niño de 50 kilos se conseguía dos amiguitos de 25 cada uno y jugaban a eso. Las más grandes también, porque la gente juega. ¿Sabes lo que pasaba a mí? Me imagino que tendría dos amiguitos de 50 kilos. Yo no era gordo, era robusto. Claro. Está muy bien. ¿Cómo cambió? Hasta yo quedaba a gusto, 8 kilos de bajado. Y como era más pesado que mis amigos en el Subibaja... ¿Cómo cambió? Lo que hacía yo era ir acercándome en el segmento que me tocábamos, al centro del Subibaja. Claro. Eso requiere conocimientos... Sí, señor. ..de física. Para eso se enseña la física. Para eso se enseña la física, para jugar al Subibaja. Ahí están, vamos a ver, vamos a ver el informe. Vamos al informe. Ir a la plaza con tu hijo, bla, bla, bla, bla, bla. Muy bien. El informe. Pero que hay peligros, eh. La elección de los juegos, las relaciones con otros padres. Cuidado con eso. Y madres. Este informe da la solución definitiva para todas las dudas. Primero, antes de salir de casa hay que hacer una serie de preparativos. No es cuestión de tomar la pelota o el triciclo. El agua, los pañuelos húmedos, el sombrero si es verano, una muda... Ah, si las mudas a hablar. No señor, no hable de la ropa. Acá dice por si acaso, por si se trata de un niño de corta edad, que en una de ellas hablando mal y pronto tiene un accidente. Bueno, no, también se moja con el... hay charcos de agua, hay plazas que están descuidadas. Sí, a propósito. Al final del tobogán hay un charco porque llovió la noche anterior. de alguna manera, ¿no es cierto? No subestimes la importancia de elegir bien los juegos y te pasarás el rato muy bien. Bueno, ¿a usted cuál es el juego? Aquí están todos. Bueno. La estrella es el tobogán, para mí. Claro, pero ¿cuál es el más peligroso? ¿El tobogán? Sí, señor. El que más nos gusta... ¿Es una ruleta rusa? No, es un tobogán. No, bueno... La ruleta rusa es más allá. ¿Dónde está ese revólver? Sí, sí, sí. Allí es ruleta rusa, señor. Pero digo... Tenemos no solamente plaza, sino quermese. Tenemos juegos de quermesa. Tenemos... En Boca en el Aujero tiene premio. Sí, todo junto. con un dardo. Sí. El juego de las Kermés son todos el mismo juego, pero con distintas presentaciones. Hay que invocar, hay que tirar. Bueno, pero así todo. Es todo. Los deportes son todos iguales. Hay que invocar o hay que no invocar. A mí me gusta mucho el de las argollas, que hay que invocar en unas botellas bebiendo. ¿Cuántas argollas tienen de chance? Bueno, acá en este juego estamos dando tres. Como es poco, por ahí los que atienden el puesto, entregan una argolla supernumeraria, por decirlo así, a las personas que les sean simpáticas. Por ser usted sirva así. Pero sabe qué, primero, para probar, a mí me gusta probar la argolla antes de tirar. Prohibita. No, señor. Se lo digo como persona que está tendiendo la carmece, hace muchos años que atiendo. Bueno, está bien, señor. Así que imagínense la cantidad de adminículos que habrán pasado por mi mano. Bueno, está bien, señor, lo felicito, pero si uno no puede sopesar, yo la veo, pero no sé cuánto pesa como para calcular el lanzamiento. Lo primero que tiene que tener una argolla para cumplir con la ley... es ser más grande que la botella. Claro. Porque si no, no entra y se produce lo que se llama un timo. Sí, pero... Y eso está penado por la ley. Pero dejémosla que armése por un rato. Sí. El toga. ¿Cuál es la altura máxima permitida por la ley, doctor? Y muchas gracias por estar aquí. Me han dicho que es un programa muy prestigioso, es un placer estar aquí. Te queremos agradecer porque usted es una eminencia. Sí, eso es para mí. Así me dicen. Mire, la pauta general es 12 escalones, o sea, la escalera es el máximo permitido. Sí, bueno, pero si hay escalones de 2 centímetros, son 24 centímetros. una de dos metros son 24 metros. Comprendan la ansiedad de las madres que están escuchando este programa para ver qué demonios hacen con el tobogán. No, con el tobogán. Nos reunimos en Ginebra, donde se hizo el Congreso de... Bueno, no señor, en Suiza, en la ciudad de Geneve, de Ginebra. Y ahí establecimos todas las pautas que usted dice. Si quiere se lo dejo... Otra cosa importante es el ángulo. Claro. De la escalera. ¿De la escalera o de la caída? De la escalera, del tobogán. Ah, claro. Porque cuanto más grande es la distancia entre el ápice de la escalera y el lugar donde el niño va a parar, Sí, tiene razón. ¿Usted tiene un tobogán de un kilómetro? No, bueno... Es despreciable. ¿Cómo? Sí, no. El ángulo. El niño se desliza muy lentamente. Y, por el contrario, hay toboganes donde el niño cae... muy cerca del lugar donde hay escalera. Casi que se tira como de un balcón. Sí, se tira son 90 grados. En algunas plazas incluso estamos prescindiendo de la madera inclinada, también solamente una escalera. Una escalera clavada en el suelo, el líneo sube los 12 escalones y se tira, cae sentado. No, nosotros creo que el ángulo ideal son 55 grados, más o menos. Es una pendiente que permite el deslizamiento. que permite tomar velocidad y es segura. Nosotros estamos prohibiendo en nuestra plaza, es retroceder. ¿Cómo? El niño empieza a transitar el tobogán de abajo para arriba. Ese es el niño que viola las leyes, que está todo rojo y le transpira la patilla. Y empieza a subir, ¿no? Es peligrosísimo. Y se lleva por delante a quien? Al niño. Al niño adaptado. El niño que no se resiste a ningún plan de ajuste. Ese niño... Viene como pedrada, imagínese. Viene bajando a todo lo que da. Claro, se encuentra con el otro que quiere ascender. Bueno, ¿cómo vas a querer ascender en el Togáni en cualquier lugar? Ahora les hago una pregunta que por ahí es incómoda, José, para muchos. ¿No es necesario poner un policía en la plaza? ¿Un policía? Tenemos ocho policías por cada niño. ¿En serio? ¿Dónde quedó esa cosa cuenta? Usted no hace bien la cuenta. Pero señor, mire, la policía está para otra cosa. Pero digo... ¿Para qué otra cosa va a estar? Cuando hay un problema así entre niños, tiene que haber alguien, tiene que haber una autoridad. Pero están los padres y los tutores. La policía que los lleve presos a los dos y los obliga a reconciliarse. No, yo creo que la plaza es el lugar del encuentro de los niños. Y ahí vienen los conflictos, señor. Bueno, pero son conflictos de niños más pequeños. No, no. de niños. Pero usted como padre... Acá de atrás de cada niño hay un padre. Bueno, pero... No me digas. No, sí, claro. En el tobogán dice usted que está prohibido a los padres de protegerlos que se tiren junto con los niños. No, no, digo... No, pero tiene que intervenir un padre y decir... Usted lo llama a su hijo, ¿cómo se llama a su pibe? Nahuel. Nahuel. ¿Nahú? No, Nahuel se llama. Si le hubiera querido poner Nahú, le hubiera puesto Nahú. se llama Gulliver. Bueno, entonces le dice Gulli. A ver, Nagui, Gulli, esto es un U, mucha U. Vengan para acá, le dice. Y entonces cada uno le dice al otro, es para compartir. Un rato cada uno. Se tira primero uno. y después se tira el otro. Y no vale quedarse obstruyendo porque hay algunos que se quedan sentados. Pero bueno, ahí es donde por ahí uno de los dos padres, disconforme, dice, ¿cómo le hablás así a mi hijo? Ahí está, ese es el problema. Pero si le habló bien. Bien, no. Acá el único que le habla a mi hijo. Mi hijo tiene padre y madre para que le pegue. No, no, pero no es así. Mire, nosotros somos... Yo soy de la asociación Amigos de la Plaza. ¿Amigos de quién? De la Plaza. ¿En qué sentido? Abrazamos a los juegos, hacemos reuniones... Sí, yo lo vi usted a los besos. Bueno. Con la estatua de... No, señor. cuidamos todas las cosas de la plaza. Ah, qué bien. E intervenimos cuando hay conflictos, como mediadores intervenimos. Y yo veo que el señor, el padre del papá, el papi de Nau, tiene una animosidad. El nene y el padre. tienen una violencia contenida que son insoportables. Yo no te voy a permitir lo de violencia contenida porque te voy a bajar los 10. No, no, por favor. A ver si nos podemos dar las manos entre nosotros. Si todos los hombres del mundo se dieran las manos, ¿no? Qué pensamiento. Gracias, doctor. Bueno, por eso le digo. Por estar de nuevo aquí. ¿Qué les parece si como señal amistosa se tiran por el tobogán los dos papis, Ah, bueno, bueno. Uno atrás del otro. ¿Atrás? No, no. Pero de una forma correcta. No se pueden hacer las paces. Bueno, de una forma correcta que los niños aprendan con el ejemplo. Porque veo que una cosa es cacarear y otra por el huevo. ¿En qué sentido lo dice cacarear? Porque usted dice de boquilla. Dice que hay que hacer esta, hay que hacer la otra, los juegos son así, son así. Y después tiene un hijo. que no respeta ninguna regla. Usted provoca al padre que dice que le va a bajar a los 10. Primero, sacá la mano de la coroada. No, no, lo que... No le hables así a mi amigo tampoco. Pero si entre ustedes habían peleado. No, no, no, un momentito. Una cosa que tuvimos una discusión, pero no para que vos te metas de prepotencia. No, no, yo soy amigo de la plaza. Que hay amigos de la plaza, te aboya todos tus amigos. No, no. Que vengan uno por uno o dos por dos, lo mismo. Y nosotros, es más, le digo, estamos, ahora hacemos una rifa, un sorteo. No queremos comprarla. No, pero ¿a quién mantienen los juegos? ¿Quién se cree que mantiene acá? ¿El Estado Nacional? No. ¿El mercado? No, nosotros desde la asociación... Ya que no, entonces. No. Nosotros desde la asociación hacemos emprendimiento. Ahora, por ejemplo, vamos a inaugurar la semana que viene el bebedero más grande de la República Argentina. Bebedero, para animales. No, para los chicos. Pero que no sea bajito. ¿Y por qué no? Porque... Hágalo alto. Sí, pero no muy alto tampoco. A tiendas por el niño. Lo que pasa es que es discriminativo, perdóneme. Mi hijo Gulliver justamente es bajo. Sí, ya veo que le pusieron ese nombre para hacer bullying. ¿Y por qué le puso así? Tuvo un problema con la alimentación. Sin ánimo de ofender a su señora esposa es lo que se dice un liriputiense. Bueno, no. Y encima le dice Wilber, ahora viene Pulgarcito que mide como 2 metros el otro. Acá es todo así. Entonces si le hace el bebedero muy alto, no llega a tomar. No, este bebedero que vamos a inaugurar, ¿les salen los chorros? ¿Los chorros? Sí. ¿Y por qué uno tiene que ser? No, porque usted aprieta donde le queda el... Está lleno de agujeros y usted aprieta... ¿Un queso gruyé para jugar? Bueno, pero más o menos sí. por arriba y por los costados. A mí me han dicho que en algunos bebederos el agua... que se usa es siempre la misma. Es la misma. Abajo hay un tanquecito y el tipo mete la trompa, entonces llena todo salir, incluso hay quien se hace buche. Pero no, por favor. Hay un cartel sospechoso que dice prohibido hacer se buche. Ahí hay conjetura que el agua es siempre la misma. Claro, porque no... Entonces, con el tiempo viene la agüita amarronada. con sarro, el acido de caramelo. Hay más saliva que agua en ese sentido. No, esto es todo agua corriente, señor. Viene de la mejor agua, agua potable. Hablando, no terminé todavía con el tema de Atobogán. ¿Cómo es el asunto de ilustrarlo, Atobogán? Bueno, tiene que estar un poco ilustrado para que se deslice el cuerpo. Un poco no, muy ilustrado. Claro, claro, claro. Este que se hace un tobogán, digamos, de concreto. Sí, se queda clavado. El chico se queda trabado. Y uno lo ve, cuando el tobogán es inepto, el niño tiene que ir como en el famoso tobogán plano de 180 grados. El niño, no hay escalera, se pone la punta y empieza a hacer así. No, no es un autogogar. Es penoso. Eso le digo, es penoso. Otra cosa que estamos viendo aquí es... Después vamos a pasar, si hay tiempo, a lo que sucede acá en la plaza por la noche. Bueno, bueno. Pero he visto las calesitas. Sí. Y acá hay un informe sobre calesitas. Vamos a ver qué dice. Sí es que nos interesa. Dice, la calesita es engañosa. dice aquí en algún lugar. Porque parece una cosa. Y es otra. Es el más engañoso de los juegos. ¿Por qué? Puede parecer inofensiva, pero es un instrumento de caos en manos de los niños más grandes que disfrutan de que los pequeños nunca consigan la sortija. ¡Ah! ¡Ah! La otra calecita. Es la calecita tradicional. Carrusel también. Claro. que ustedes saben cómo era el sistema, no sé si sigue así. Sí, donde hay sí. Donde hay sí, el carecitero ofrece una sortija de un modo que puede ser todo lo tendencioso que él quiera. Sí, porque es muy arbitrario. No, se estira la mano y... Sí, pero si quiere la estira poco. Claro, y elige a uno de los niños que matrimonialmente es hijo suyo. No, bueno, eso ya me parece. Y siempre saca la sortija. La sortija permite una vuelta de regalo. A ustedes de todos los animales que hay para montar, en la recita habitualmente, hay distintos animales, incluso algunos no del todo ortodoxos en el sentido de que un caballo está bien. Pero hay un flamenco. Por ahí hay un ganso. Usted me dirá, no va a ser el primero que se monte un ganso. No, no, pero es... El niño siente... ¿Sabes dónde me sentaba yo? es de un mini patrullero policial. Claro, no, claro, no, esperemos otra cosa. ¿Por qué no se ponía una gorra? No, bueno... ¿Nunca le regalaron una gorra? No, pero tenía un volantito y yo quedaba bastante gigante, grandote, morrudo. Ustedes saben que hay niños poco observadores que toman el volante y hacen así. le dan y empiezan a girar el adelante para el mismo lado. ¿No han visto nunca? Claro. ¿Un colectivero? Claro, gira para el mismo lado. Yo señor, cuando tenía 8 años me sentaba en el primer asiento y empezaba a observar los movimientos del colectivero. ¿Para qué? Para tratar de aprender a manejar. Usted sabía a divertirse. ¿Cómo? Sabía a divertirse, digo. Como los niños, sí. Entonces observaba cómo iban los cambios. El boletivero sacaba boletos. Claro, él mismo te daba el boleto, él mismo metía las monedas en un monedero que tenía, él mismo cuando se aproximaba al final del recorrido, pelaba unos papeles inextricables en el que anotaba probablemente el número de la quinela y manejaba con las patas. Iba anotando de acá... Era el horario, horario de llegada. El último boleto. Ahora, todos esos procedimientos no forman parte del saber manejar porque si usted... que sí. Claro, no. Entonces, puede aprender a manejar mal con las patas, con los boletos, contando plata mientras va manejando. Por eso nunca aprendí a manejar. Bien, la carecita tiene también en Japón otro problema. Tratando de mejorarla, ¿qué han hecho los japoneses? Las han hecho más veloces. Sí, porque eran muy lentas, vamos a recordar. Bueno, pero Juan no puede ser muy, muy veloz tampoco. Y son aproximadamente unas 200 revoluciones por minuto. ¿Por minuto? Es una locura. ¿Qué son, 200 vueltas por minuto? ¡Deng, den, den! Y él dijo, ve a la madre, madre, madre, madre, madre. No, los chicos se descomponen. Es muy rápido. antes, cuando iban lentos, el niño incluso, el niño ya un poquito crecido, solía arrojarse de la calesita en movimiento y volverse a subir. Era un peligro. Ya el niño canchero. El tema de los japoneses es, ¿por qué no te largas ahora? Claro, claro. Te largas de una de esas calesitas, sabes dónde, con el movimiento centrífico, vas a parar al otra cuadra. Algunos volaban solos porque... Sí, claro. el niño liviano que se pone muy en el borde, corre el riesgo de ir a parar a casas vecinas donde luego se niegan a devolverlo. ¿Por qué se niegan a devolverlo? Porque están molestos, como decíamos el otro día, como eran los paracaidistas, ¿se acuerdan? Había un campo de paracaidismo y la gente que vivía cerca se quejaba porque le caían los paracaidistas arriba del techo, le arruinaban toda la chapa, entonces no lo devolvían a los paracaidistas. de puro rencoroso. De rencoroso, y los nenes que están todos los nenes en la casa del vecino. Bueno, son conflictos que tienen lugar en la plaza. Dice, cuidado con el sol, un paseo largo, en pleno verano, sin sombrero, etcétera. Evita los juegos conflictivos. Si sabes que tu hijo tiende a apropiarse de los valantines o columpios, trata de distraerlo con otra cosa. Bueno, el columpio. El columpio es la maca, yo lo conozco como la maca. Sí. Bueno. Sí. Ahora, ¿hay un tiempo más o menos estipulado por la tradición? Por turno. No, no, no. No hay turno. El niño puede llegar a las ocho de la mañana, se siente en una maca y a las siete de la tarde se va. No, no, bueno. Eso no quería mencionar porque su hijo Nahuel está atornillado a la maca. Y además... Sí, yo le dije que lo hiciera. Bueno. que se puede resbalarse. Se viene con unos pantalones que tienen como unas tuercas. Sí, pero también salió del sentido simbólico porque no se está macando, ahora se está comiendo un sándwich de salame. Sentado en la maca. Sentado en la maca, pero puede ir a comer allá al otro lado. Hay chicos que quieren amacar. Le pusimos al señor en el barrio, el dueño de la plaza. porque el hijo hace lo que quiere y todos los demás hijos tienen que esperar el turno a ver que el señor... Bueno, pero ustedes decían que era amigo del señor... No, pues, amigo, solamente para ponernos a usted. Bueno, pero... Ahora, ¿quién reempuja al neneo? Los japoneses tienen una maca que se reempuja sola. Y todo solo. Bueno, pero ¿cómo? ¿Con un robot que está atrás? No lo sé. Posiblemente una máquina los movimientos del padre tutor encargado. Porque la otra alternativa, en vez de tener cadenas, tiene dos hierros y arriba un motor y el motor sube la marca y la baja. No es lo mismo, porque uno quiere estar colgando. Y estás colgando. Por eso, pero no en ese sistema que dice... Ahora, todavía no lo tiene muy controlado. Porque a veces la amplitud pendular es máxima. Y el niño llega a los 180 grados. Es mucho. desde la primera posición a la otra, toda la vuelta, un semicírculo, y cuando llega a lápice se cae, por eso el abuel está atornillado. Bueno, sí, pero se descompone porque ya venían de la calecita. Ya viene descompon... El niño va a la plaza a descomponerse. El sol, el subibaja, el tobogán, la calecita, ¿qué querían? Además que la maca esa japonesa que usted está difundiendo ahora, El tipo, el mismo de la Sorteja, el japonés de la Sorteja. Bueno, pero ya no quiere, el señor Taroto. Pero dígale a Taroto que los chicos que se quieren bajar, que por favor, apague la máquina. El de la noche está suyo. Bueno, son todos japoneses, el de la noche. Ahora, con la calicita pasó otra cosa, que es que con tanta velocidad, como si fuera un helicóptero... Un plato volador se transformó. Levantó vuelo. Y claro, eso es lo que le iba a decir. ¡Oh, guay! Claro, pero fue algo que no lo esperaban. No lo esperábamos. ¿Y qué pasó? Y bueno, tuvimos que la corrimos 4 o 5 cuadras hasta que bajó, bajó sola. Afortunadamente bajó sola. Pero qué raro que baje, que no se caiga directamente. Qué raro que suba primero. Al perder el motor, al perder la propulsión, empieza a ir más despacio, más despacio, más despacio, hasta que cae. Cayó lamentablemente. ¿Qué lamentablemente? ¿Qué pasó? Bueno, hay unos saltos hornos. ¡Ah, se dio! Ah, bueno, igual, caen ahí adentro. Como todos los altos son. Sí. Bien, continuamos con la parte final, lo que yo quería preguntarle acerca de qué pasa a la noche con los enamorados y el uso que hacen no sólo de los bancos de las plazas, sino también de los árboles. ¡Y de los juegos! ¿Puedo decir la cosa? ¿Qué? Para mí es lo más grande que hay. Yo conocí a mi esposa a la noche en la plaza. ¿En algún juego? No, no. ¿En algún banco? ¿Arriba de algún árbol? En un mevedero. Ella estaba sentada estudiando. Ah, qué meravigoso. Yo me acerqué. ¿Qué estudiaba? Un libro tenía. Sí, pero ¿de qué estudiaba? ¿Qué disciplina? Historia. Ah, historia. Historia, también tenía un libro de Felipe Piña. Ah, sí, sí. Y ahí la conocía, así que cuidado con lo que digan de la plaza. Porque para mí es el lugar... Y de ahí nació Gulliver, es mi hijo. Todo el mismo día. Yo también conocí a mi novia. Yo estaba una noche, una noche mucho calor. Por empezar, está prohibido estar en la plaza de noche. Pero yo salté y me senté en el bebedero para darme lo que se llama un baño de asiento. Bueno, pero esto no es un bidet, se llama bebedero. Era el día que yo estaba conociendo a mi mujer y lo vimos hacer, ¿sabe? Ella viene y se me acerca y me dice, ¿vas a tardar mucho? No, por favor. Porque esa plaza con ese bebedero en las noches de verano se pone así. No, bueno, es una locura. Mire... Un maleducado señor, porque todos ponemos la boca ahí. Ya hablamos. Llámenle así. No, ya hablamos. Ahora, yo he visto... A mí se me cayó encima una pareja que para esconder su actividad amatoria se había entrepado un árbol de la plaza. Y yo estaba sentado en un banco ahí. Nada, estaba leyendo un libro de historia. No, sí. Pero que esto, Lena... ¿Qué decías? Que había que dar un con tres. Un libro de historia de Felipe Piña, olvidá, me lo puse a leer. Y en eso yo sentía que el árbol se movía un poco y de golpe parece que, blum, se me cae encima una pareja de jóvenes en minas nudor. Una pareja... Una muchacha y un señor. Echa y derecha. Echa y derecha podríamos decir. No, bueno, sí. Bueno, junto con algunos duraznos. Sí. y otra fruta. No, otra no, sería un árbol de duraznos. En este momento no recuerdo. El durazno me parece, el duraznero es más bien endeble. Sí, es más chico. Ese, es bajito. La verdad son relaciones completamente insatisfactorias. Como dicen, Maester y Johnson, cito en las técnicas sexuales modernas, dicen, el duraznero, como lecho de amor, es completamente ineficaz. Bueno, sí. No, mira, el tema de... Por eso somos amigos desde hace tantos años. Porque era yo el que caí. Con la señora esposa. Con mi señora esposa. Y yo le dije, es mucho peso para el árbol. Usted es robusto, en esa época era robusto. Así que imagina desde los años que lo conozco al señor. Sí, pero ¿saben qué? Ahora el tema de las parejitas y la noche y la plaza realmente está desmadrado. ¿Cómo? ¿Está qué? ¿Demacrado? Está desmadrado el asunto. Bueno, bueno. Yo creí que se decía demacrado. No, esta es otra cosa, es un desmadre. Qué desmadrado que estás. No, es un desmadre. Con esas ojeras. Y a ver, por favor, si ponemos las cosas en su lugar. Es lo que estamos tratando de hacer. Sí, no, señor. Porque esto se le acabó directamente. Usted está, los chicos acá, cuando yo vengo a la mañana, al amanecer, las cosas que me encuentro, me encontré. Un libro de Felipe Piña y otras cosas que... Frutas. Sí, y otros... Unos carosos. Sí. Durarnos en un estado putrefacto y ya realmente no se puede andar. Ahora, yo digo esto y esto puede ser polémico. ¿Qué mejor que nuestros hijos y hijas? Hijas. ¿Y hijas? ¿Qué es hijas? ¿Me deja avanzar? ¡Y hijas! El que estudió fui yo. Estén en la plaza de nuestro pueblo. En vez de estar en la calle o en un lugar donde no podemos... Pero la plaza es la calle. Está en la calle la plaza. Sí, que no es peor. No está dentro su casa. Mala mía. Bueno... Y además... ¿Es cierto que en la plaza de su pueblo se robaron el prócero? ¿Que este es el caballo solo? Hay una profanación de monumentos y ahora estamos dando una recompensa para recuperar al prósor de nuestro pueblo. Bueno, en el pueblo del señor hay un señor que estaba sin trabajo y lo pusieron de prósor hasta que recuperen el de bronce. Aquí está él, viene. viene muy temprano, la mañana antes del amanecer se sienta y se queda ahí, pone cara de haber fundado la ciudad. Sí, pero lo cargan. Lo cargan y los niños le arrojan duraznos que encuentran en el piso. Lo hacían con el prósel antiguo del Novo. Bueno, sí, pero no es lo mismo. Creo que hay que educar para estar en la plaza. Sí, sí. En otro pueblo que yo conozco se afanaban los caballos, que son más bronce. Sí, claro. Y lo dejaban de apiar prósel. La municipalidad resolvió entonces trasladar esos próceres que estaban desmontados y por ahí en una plaza lo ponían al prócer este en ancas de otro prócer. No, pero qué. Estaban los dos ahí. Es horrible. Pero qué hago, los dos con las patas abiertas. Es horrible lo que... Claro. Es peor la solución que el problema. No, realmente así la plaza no puede funcionar. ¿Hay próceres en Japón? Porque estamos hablando de la tecnología japonesa. ¿Cómo no va a haber próceres en Japón? Sí, por supuesto. Primero hubo samuráis, hubo de todo. Sí, pero no sé si esos son los próceres. Bueno, por eso. O sea, los amigos de los próceres. Bueno. ¿Tiene alguna pregunta más que hacer? No, yo creo que estamos por ahora como para afrontar para explicar el tema y quizás... Hemos un informe, ¿eh? Y le agradecemos en su doble carácter de experto y de guardián de esta plaza. Yo les agradezco, el agradecido soy yo. Bueno. ¿Qué vas a hacer vos el agradecido? Sí, soy yo el agradecido. ¿Por qué los agradecidos somos nosotros? No, vos sos un vigilante. No, no soy vigilante. ¿Qué vas a hacer el agradecido? Mire, ¿sabe las cosas que ha aprendido en esta plaza? Me imagino porque... Aprendí de todo, no solo por los libros de Felipe Piña que me encontré, me fui encontrando, sino porque uno de tanto estar acá, va escuchando, va mirando y toma pensamientos, cosas, conceptos del pensamiento ajeno. El tema de hoy son las cabezas. Uy, por eso tocó. O mejor dicho, iban a ser las cabezas. Porque en el último momento me cambié. Ibamos a hablar de famosos decapitados. Mmm. Imagínese, empezando por Orfeo. ¿Se acuerda de Orfeo? Lo agarraron, esta muchacha lo cortaron en pedazos. Y la cabeza de Orfeo... ¿Eh? No. ¿Qué dijo? No fue ninguna palabra. Empezó a cantar, cantaba, cantaba la cabeza, siempre cantó Orfeo, pero ya cuando lo mataron y cortaron la cabeza, como no hay mucho que hacer para una cabeza sin la ayuda del cuerpo, se puso a cantar. esa fue la de Orfeo, íbamos a hablar, no vamos a hablar. Hay uno interesante que es Bendigay Frank, que era un héroe que a punto de ser derrotado en una batalla, pidió a sus compañeros que lo decapitaran. Decapitamen. Y les prometió que su cabeza iba a ser muy buena compañía para ellos, tan buena como cuando estaba sobre sus hombros. Al final tanto jorobó que le cortaron la cabeza. Sí, sí, ya esos molestos. Y después no sabían cómo hacerlo callar. Dice no vamos a hablar tampoco. Hay otros, bueno, Carlos I de Inglaterra, famosamente. Lo que sucedió con el melón de Descartes. Sí, me acuerdo, que lo llevaron por todos lados. Pero hoy podíamos hablar de la humita ya que estamos... Santiago del Estero, es una leyenda de todo el norte argentino, la humita era una especie de cabeza sin cuerpo, con un pelo muy enmarañado, que andaba en las noches oscuras volando a ras del suelo, parece que emitía como un ruido un siseo, a veces cuando la humita era buena ayudaba, servía como guardia nocturna, te acompañaba. Sí, igual que miedo. Pero a veces esa era una trampa. Claro. Y la humita te mataba o te comía o algo. Pero tampoco vamos a hablar. Bueno. Resulta ser que me encontré con un amigo Rosenbaum de apellido que tiene un apellido. igual al de uno de los protagonistas de esta historia. Me recordó que alguna vez habíamos mencionado a Heinen. ¡Haydn! Sí, el músico. Sí, señor. Vamos a empezar antes de contar lo que pasó con la cabeza de Heinen, que allá por el siglo XVIII aparecieron las teorías del anatomista alemán Frank Gahl. Tenían una hipótesis supuestamente científica. Primero se usó para explicar el delito. Decían que los tipos que tenían determinada fisonomía eran propensos al delito. Incluso cada vez que veían a uno que tenía cara de chorro, lo llevaban preso. Pero fueron más allá, pensaron que también había una morfología que correspondía al genio y a la persona de gran inteligencia. Entonces llegaron a pensar que bastaba... con el examen de ciertas proporciones para saber si un tipo era inteligente o no. Después, si en la vida real el tipo era un ganso, no seguíamos hasta allá. El caso es que, muy bien, eso es lo primero que tengo que decir. Hayden se murió un día y con el cuerpo pasó lo mismo. Murió un 31 de mayo de 1809, en realidad no hicieron. a pesar de su gran popularidad, no hicieron mucha fiesta porque en esos tiempos Viena estaba en manos de Napoleón y Haydn era muy patriota y no convenía ponerse mal con los que estaban dominando. Así que fue enterrado con toda sencillez, sin emblema, sin discurso, sin fervor patriótico. Pero enseguida empezaron los frenólogos a... tratar de apoderarse de sus restos para estudiarlo, para ver qué es lo que hacía que el tipo tocara también y composida también. Y un señor, Josef Rosenbaum, justamente mi amigo, que era secretario del príncipe Sterasa, que era productor, no productor, era protector, pero es más o menos lo mismo, estoy pensando, de Haydn, y era amigo del músico. Quiso conseguir la cabeza del final para mirar a ver el cerebro. Si tenía un cerebro normal, cosas así. Rosenbaum estaba interesado en la frenología, o sea que no es que la quería como recuerdo, la quería para estudiar. Entonces sobornó a un empleado del cementerio, desenterró a Haydn, le cortó la cabeza, volvió a enterrar el cuerpo y... Le entregó el cráneo a unos investigadores amigos para ver si descubrían algo. Una vez estudiado minuciosamente el cráneo por los frenólogos, le devolvieron la cabeza a Rosenbaum. Pero Rosenbaum no la devolvió al lugar donde la había sacado. porque claro, tenía que arriesgarse... Que lo descubra. Que lo descubriera. Ya se había arriesgado una vez. Claro. Dice, ¿para qué la voy a volver a poner? Sí. Bueno, entonces se la guardó como recuerdo después de todo. Bueno, es horrible. Sí, me la guardo. No, es horrible. Después había sido su amigo. Está bien, pero ¿qué va a estar en la cabeza ahí? Finalizó la invasión Napoleónica y los autrígacos resolvieron dedicar debidos honores a Haydn. Y, bueno. O sea, fueron a buscar el cuerpo de Haydn para trasladarlo a un mausoleo que habían construido en Eisenstadt, lugar en que Haydn había compuesto muchas obras. Fueron a buscar el cuerpo, lo exhumaron y se dieron cuenta de que les faltaba la cabeza. ¡Esta es terrible esta historia! Bueno, hubo una investigación y empezaron a sospechar de quién. de Rosenbaum. Fueron a la casa con la policía y la policía no encontró nada. Pero parece que la mujer de Rosenbaum, mientras la cana revisaba, a ver dónde se encontraba la cabeza, se escondió el melón debajo de la falda. Y bueno, claro, la policía no iba a andar buscando ahí. No, más vale, pero digo también... Rosenbaum, asustado por este allanamiento, sugerió al príncipe, el terraza, que por un dinero, el cráneo ausente podría aparecer. El pidió como un rescate. No dijo que él lo tenía. Bueno, pero es como decir... Quién lo tiene. Por un dinero. Usted me da un dinero y yo le revelo cómo se lo haces. Parece que el tipo le ofreció muy poco. Y entonces Rosenbaum se enojó, se ofendió, digamos, por esta suma insignificante. Y lo que hizo fue recibir el dinero, pero entregarle la cabeza de otro tipo. ¿En serio? Que no era ja. Más barata. Bua. Y así, el pobre Haydn, por la avaricia de un príncipe y la codicia de Rosenbaum, se quedó con una cabeza que no le correspondía. Rosenbaum se quedó con la verdadera cabeza y todo hubiera quedado así, pero sucedió que se enfermó y a punto de morir se arrepintió y confesó la verdad en su lecho de muerte. ¿Y qué dijo? Yo tengo la cabeza. Sí. Y su deseo póstumo fue donar la cabeza a la Academia Música. Pero ese deseo no se pudo cumplir porque la cabeza de Heiden había desaparecido nuevamente. Parece que el médico que había asistido a Rosenbaum en su último momento se afanó el valero de Heiden. Se lo robó. Algun tiempo más tarde, la cabeza fue vendida a un conocido profesor que al morir la cedió al Museo de Patología de la Universidad de Viena. Pero entonces intervino la Academia de Música. Claro que... Claro, sus directivos dijeron que éste era para nosotros. Este... A todo esto la familia del príncipe Sterasi, que era protectora de Haydn, reclamó lo que le faltaba, porque el cadáver lo tenían ellos. Y había engarpado. Y habían engarpado. Si ellos habían comprado la cabeza de Haydn y la habían pagado, bueno, de melán. El asunto llega a la corte y la justicia tuvo un curioso dictamen. Se reconoció el accionar de Rosenbaum y se le entregó a la Academia Música la cabeza en disputa. Y allí, en la Academia, fue exhibida la cabeza desde 1839 hasta 1954, año en que la familia Stenasi convenció a las autoridades de la Academia de retornar la cabeza del músico a su posición original. Pero era un malanio para esto. Este erasi, como habrán descubierto muchos oyentes, es un apellido húngaro. ¿Por qué es apellido húngaro? Porque Austria y Hungría formaban en aquel tiempo un solo Estado, pero hablaban dos lenguas distintas. Quiere decir que en 1954, si ustedes recuerdan, era un malanio... para meterse en esos ríos en Hungría. Justo en ese año los soviéticos invadieron lo que de aquel entonces era Hungría y algo de Austria. Y el príncipe, Pablo Esteraza, fue apresado por el Partido Comunista húngaro, sus tierras confiscadas, con músico descabezado y todo. Pero prevaleció la cordura. y los soviéticos permitieron la restitución del balero de Haydn y así desde el 5 de junio del 54 Haydn está completo. Acerca de las cualidades frenológicas de su genio, o sea, ¿por qué era tan buen músico? No se supone nada. Bueno, ¿a quién dedicar esta hermosa historia? Sí. Al amigo Haydn. y a las personas que por injusticia de esta ciencia, de la frenología, o de cualquier otra ciencia fueron detenidos, y también a todas las cabezas que han rodado en el transcurso de la historia. Vamos a cantar la canción que se llama, A rodar mi vida. Continuamos en la venganza, será terrible. Estamos en La Banda, señores, en la provincia de Santiago del Estero, en el teatro Renzi. Y agradecidos a la municipalidad, al municipio de La Banda, que es quien nos trajo aquí, al Intendente Roger Mediani y a toda la gente del equipo del municipio. que hace posible que estemos aquí, de otra forma sería muy complicado. Señoras, señores, este es el mejor momento para dar comienzo al siguiente segmento. Hablaremos no de la banda, sino de la vianda. Ah, la vianda. Llevar la vianda al trabajo. Porque nací gitanizo, llevo la vianda al trabajo. Del trabajo a la vianda y de la vianda al trabajo. Pero también... La comida que lleva el niño al colegio, como se le hace a la gente, para ingerir durante los recreos. Hay niños que exageran esto. Sí. Madres, como en su caso, que estaba bien alimentado. Por ahí le dan comidas muy pesadas. Sí. Un guiso. Sí, pero... Un guiso de Mondongo para comer en el segundo recreo. Bueno. Sí, no. Y el tipo viene con una cacerola cerrada con scotch tape. Bueno, por favor. Es mucho para llevar a la escuela. A un Fernando también se lo empieza a comer. Y sale el olor. Le puedo decir una cosa, un guiso de Mondoco es mucho más saludable que los snacks y las golosinas. Muy bien por el doctor. Efectivamente, lo que pasa... es que ingerir un guillo de Mondongo insume un tiempo mucho mayor que el que duran los recreos. Por lo cual hemos dirigido una nota al señor Ministro de Educación o lo que sea. Sí, no sé si hay. No hay más. Para que permita terminar al niño de comer el guisardo ya en el aula. No, bueno, no se puede. Pero es muy difícil invertir nociones de cualquier índole a un niño que está morfando guiso de Mondongo. No le entra nada. No, bueno. Cuidado porque el guiso de Mondongo, hay muy pocos niños que lo aceptan como alimento. Bueno, en mi caso, yo le enseñé a Anahuel hábitos higiénicos de comida desde prácticamente el año. No, pero un niño de un año no puede comer Mondongo. que le enseñó a comer toda la comida. Toda la comida, sin dejar nada, por más que fuera repugnante. Generalmente las comidas repugnantes son productos del amor maternal y hacen bien a la salud. No, no es así señor. Yo he escrito un libro que se llama PUAJ con una lista de comidas saludables. Lo que pasa es que aquí en la escuela estamos sugiriendo y refrigerio para el recreo de las 10, que es el que dice usted. Sí. Tiene que ser un refrigerio. Es el recreo que corta la mitad. Una buena banana. Sí. Es suficiente. Yo desde niño... Ah, no, no. No. Una buena banana es suficiente. Una buena manzana... Sí. Una manzana verde. Defíname una buena banana... Sí. ..para que yo la distinga de las malas. No, la buena banana es la que está a punto, no está ni muy madura. no era ni muy verde, está amarilla, tiene... Turgente. Le hago una pregunta, cuando la banana tiene machucones. Ahí está. Yo cuando era chico era tan mal criado que una banana machucada no se la tocaba. Bueno, está bien. No me la comía en realidad. Bueno, está bien. Pero hay niños que descartan la parte machucada... y se come la parte de la machucada. ¿Cómo olvidar, mientras estás comiendo, la banana que tenía una parte machucada y la tuviste que desechar? No, bueno, no importa. Y yo digo siempre, conserva el gusto del machucón. No, bueno. Era una banana machucada y te la estás comiendo. Bueno, está bien, pero mi abuela me decía, Patricio, la banana machucada o muy madura alimenta más. Y estoy de acuerdo, porque están los distintos en esa fermentación, hay más musanos y todo. Hay todas las podredumbres que usted se puede imaginar, que son muy alimenticias. Yo siempre veo el programa, el documental que el señor lo debe ver, se llama Solo contra el mundo. Y es un tipo que está solo contra el mundo. sí sí sí y no lleva comida tiene prohibido llevar comida él entonces va se come hoy un insecto mañana una raíz mañana de un árbol y así y está bien está saludable está saludable pero me parece sospechar que no está solo Primero porque alguien lo está filmando. Claro. Con varias cámaras, incluso con muy buena iluminación. Sí, es verdad. Quiere decir que hay un camión. Sí, claro. El tipo termina de comerse un insecto o lo que sea, y después va el camión y se morfa. Hay una buena hamburguesa. Sí, hay milanesa napoletana con papas fritos. Bueno, pero no estamos hablando de eso. Estamos hablando de la vianda como concepto. en el trabajo también. Es más conflictivo, sí, es conflictivo porque nos tenemos que organizar. muchachos, porque veo que están trayendo comidas que se calientan el microondas que son muy olorosas, porque los camarones que trajiste la semana pasada. Aromáticas. Olorosas, una cosa es olorosa y otra cosa es aromática. Los frutos de mar no son para... La paella, eso mi suegro, la paella le hizo el domingo pasado, cada día que pasa tiene más gustito. Sí, más bicho tiene. Hay que comerla podrida en una paella. Pero acá ustedes están pasando por alto un problema que es el principal en las oficinas, que es que las viandas se guardan en una heladera. Cada uno guarda su vianda ahí, ahora, ¿quién me asegura a mí que no viene Pasticcotti? Uno de los compañeros. me roba directamente la vianda o la abre un poquito y se come parte de ella. Eso está pasando, señor jefe, todos los días. Bueno, pero eso no puede ser primero que cada vianda tiene que venir con una etiqueta que diga. ¿Y qué tiene? Pastichotti. Eso es lo que hace Pastichotti. Le saca la etiqueta original del señor Pavlovich, por ejemplo, y le pone Pastichotti. No comen a la de Papalabra. Se comen todo lo que trae el señor, que la verdad que son comidas muy sanas. Bueno, pero... No, no, el otro día traje un táper lleno de ensalada de frutas. Oh, se me hace agua a la mesa. Cada vez que abría la heladera estaba más vacío el táper. Claro, porque Pasticcotti tiene la siguiente psique. Ese come un poquito total quien se va a dar cuenta. Le voy a comer otro poquito total quien se va a dar cuenta. Le como otro poquito total quien se va a dar cuenta. Me como otro poquito total que me importa. Y así dicen, me voy a comer lo que queda porque ya está. Total ya se dieron cuenta. ¿Sabe qué? Tengo una noticia para darles. ¿Sí, cuál es? Hemos instalado una cámara adentro de la heladera. ¿Qué? No me digas. Que hemos instalado una cámara dentro de la heladera. Pero esto es... Y tenemos todo registrado. Los movimientos de todos. Pero esto... Yo no voy a permitir que se dude de mí. No, claro. Siendo como que esté establecido que el que se afana la vianda es Pastillotti. ¿Quiere ver la película? No, no, por favor. Mírenlo, mírenlo. A ver, déle para atrás. Miren. Miren esto. Le hemos puesto sonido. Sí. No, perdón, esa es una película privada. Ah, sí. Perdón. Esta. Bueno. No. Ahí lo estoy viendo a pastichos y no se levantó del escritorio. Miren quién viene ahora. Niego... ¡Ah, niega! Eso niega. Esa es... Es usted que viene... Es una toma insertada... No, es usted. ..como se llama una edición. No, no está editado. Y tiene una cuchara sopera guardada en el bolsillo... Y le queda... Si le queda en primer plano, como la cámara está dentro de la heladera, se ven los ojos del señor. Sí, sí. Como panean todos los tuppers y las cosas. Se ve la codicia en los ojos. Sí. Además... La angurria. Además combina el guiso de Mondogo con la salada de fruta. Con la misma cuchara. Todo con la misma cuchara, miren lo que es eso. Bueno, vamos a ver qué dice el informe. ¿Qué comida llevar? Ensaladas variadas, es una excelente opción. Un shogur puede llevar. Sí, pasta fría sotibias con salsa suave como pesto. Sí, pero el pesto le deja una varanda. Un olor bien. Pesto. Usted tiene que atenderle la palabra pesto. Sí, puro ajo y albahaca, un olor. Después tiene que hablar con la gente. Un pesto, difícil. Bueno, tartas o empanadas, está muy bien eso. Sí, es práctico. Es práctico porque la empanada se envuelve sola. Sí, la come con la mano. ¿Y con quién la quiere comer? Así me dijo el doctor Altamirano. No, mire, si no vamos a tomar las cosas en serio, la verdad es que lo voy a levantar y me voy a ir. Quiero decir, no se necesitan cubiertos, la empanada. Pero después se cansa todos los días empanado. Ahora, de todos modos, hay un riesgo. Sí. Primero, ¿hay un horario en la oficina? Claro. No lo sé porque hay gente que tal como ocurría con el niño del aula... está haciendo su trabajo y se está comiendo una empanada. Y nosotros tenemos acá atención al público. Claro, llega un momento y están todos comiendo. Y llegando el momento, te atiende un señor, se está comiendo una empanada y a veces viene muy jugosa. Claro. Viene jugosa y se empieza a chorrear. Sí. Y el tipo te atiende mientras mastica la empanada. El señor que le llora. No, por eso, no se puede... Y todo el formulario queda todo chorreado, manchado. ¿Te viene por el trámite de la transferencia? Sí, sí. Así no se puede atender al público. Y pone la empanada arriba del trámite. Sí. Y no se concentra. Arriba de este trámite han puesto de todo. Por eso... Bananas, empanadas, zanahorias. Yo lo que vi... que pusieron una cámara también en la parte de atención al público. Sí señor, por todas partes pusimos cámara. ¿Y qué? ¿Estuvieron filmando entonces? Mire, ¿quiere ver el video? Sí, ¿qué problema hay? ¿Quiere ver? Sí. Mire, le vamos a dar play. Lo veo a Pasticcotti que está... Mire Pasticcotti, viene de la heladera, viene de comerse el guiso de Mondongo y fíjese ahora. Bueno... Hay marcas en el formulario, restos de Mondongo, sumados a los restos de empanada que trae. A nosotros que estamos comiendo una empanada de Mondongo. Aparte de esta actitud policial, le parece que voy a presentar la renuncia. Pero esto no puede continuar. Señores, también es bueno llevar frutas cortadas. Sí, que le diga. Y aquí lo malo, lo que no tiene que llevar. Bueno, a ver qué. Un pescado en cualquier forma, ya sea salmón ahumado, atún en conserva o pescado frito. ¿Por qué atún en conserva no? Porque también tiene larga olor. El olor, dice, es simplemente demasiado penetrante para un ambiente cerrado. Esto incluye sopa de pescado marisco que no sólo huele fuerte, sino que pueden pegarse a la superficie. ¿Cómo pegarse? Si no queda adherido a las paredes del táper le queda la sopa de homare. Ah, después rasquetea porque ese táper de mañana trae chocotorta ahí. Sí, sí. Cualquier cosa con ajo o cebolla cruda también. No se puede. Piensa lo incómodo que puede ser conversar con tus compañeros. Después de haber disfrutado de una ensalada con ajo, y qué me importa, se me inicia a hacer el delicado. Sí, porque encima el más extrovertido de la oficina, vio que siempre hay uno gracioso. Pasticcotti. Bueno, Pasticcotti. Es el que primero come todo eso y después habla con todo el mundo. Tampoco comida con picante. Acá le tendimos finalmente una trampa a Pasticcotti o a quien sea, no importa. digamos al ladrón secreto de viandas. Sí, sí. ¿Y qué es que pusimos, de acuerdo con algunos compañeros, un fuerte purgante en todas las viandas? ¿En todas? En todas. Y en determinado momento, ¿te sabes cómo es? La gallina que primero cacarea es la que puso el hueco. No habrán filmado eso, ¿no? No. es confidencial, absolutamente. ¿Niego absolutamente todo? Bueno, sí, pero... Sí, pero lo vimos correr... Bueno, pero... ..que marcó 10.4 segundos los 100 metros. No están condiciones de negar nada. ¿Puedo decir una cosa? Me jugaron sucio. Sí, ya lo veo. A menos que usted se haya caído en el charco del tobogán. Claro. Usted era el niño del tobogán. Claro. El niño robusto del tobogán. Cuidado con los quesos intensos. Buenas tardes. Quería medio kilo de queso intenso. ¿Cómo lo tiene de intenso? Bueno, está graduado, el máximo es... El de máxima intensidad es grado 5, que es directamente un queso, le decimos quesísimo. Es el famoso queso brie. A mí el que me gusta es el Rockefeller. ¿Rocquefort? Ah, Rockefeller. Claro. A mí me gusta con muchos gusanos. Sí, en Italia hay un lugar donde los mejores Rockefellers del mundo, la gente va a extranjeros que van a Italia. Sí, ¿el Rockefeller de Francis? Malabía. Ah. Sí, es como dice el señor, pero es en Francia. Yo compré, me compré un kilo de ese queso. Viene con los gusanos. ¿Cómo gusanos? No, tienen gusanos. Sí, sí. Son blancos. Me lo llevé para mi casa, ese queso. Y se me escapó. No, tomo. ¿Se me escapó? Tenía demasiado. Yo lo tenía en la quecera y en la cocina, una mañana me levanto, estaba la tapa abierta de la quecera, huellas de queso y... ¿Cómo fue? Es que venía demasiado cargado. de gusano. Claro, el gusano busca la libertad. Bueno, está bien. Hay que decirlo, es un queso que está podrido. Vamos. No, bueno, pero es así. Eso no lo reconocen los que hicieron. Dice podrido no, es un proceso. Sí, está fermentado. Está podrido, señor. Dice legumbres en San Sámbito. Sí, eso es bravo. Sin embargo, es muy bueno... Riegos inesperados. A ver. Dice, derrames inesperados. Claro. Cierres de los que llevan sopa o guiso líquido. ¿Cómo va a llevar sopa? Bueno, asegúrate de revisar bien los cierres de los recipientes, porque usted los lleva prácticamente a la temperatura de la superficie del sol. No, pero mucho eso. En centígrados. Pero igual se le cae. Se te cae en el regazo, por no decir otra cosa, y te quemas vivo. Sí, sí. ¿Cómo va a tomar sopa caliente? En este hospital, buenas tardes, disculpe que intervengan. Sí, buenas tardes. Todas las noches llega gente que se le derramó la comida hirviendo en el regazo. Y ustedes atienden... ¿Esto es el instituto del quemado? El instituto del regazo. Ah. Aquí atendemos toda clase de accidentes e inconvenientes con el regazo. No le voy a presentar al doctor Randazzo. No, no. Siempre tuve la duda de... El regazo es un área... Digamos... La cintura para abajo. Sí, pero dónde termina. No, no, no tiene límite. Es medio indeterminada. Si abrís las piernas se te agranda el regazo. Claro. Sí. Los bandoneonistas... Por favor. Claro. Tienen un regazo... Tienen un regazo así. Sí. El maestro regazo. Sí. Gran bandoneonista. No, tocaba quejas de bandoneón abriendo solo. Sí, sí, sí. Por favor. Nada más abriendo. Todo abriendo. Y tenía pegados ahí todos los fideos de los de Dalito, los cabellos de Ángel. de toda la sopa. Qué regazo, eh. Bueno, eh... Cuidado con conversar sobre la comida ajena. Criticar, en realidad. No se opina de la comida ajena. O a lo mejor hablar sobre la comida ajena, que por ahí puede... Ah, tirar... ..tirar saliva, contagiar... En Estados Unidos el 76% de las personas mueren todos los años contagiadas por escupidas de los compañeros de oficina que le hablaron encima del regazo. No, es demasiado me parece, la cifra es demasiado. ¿Estabas de acuerdo a la señora escupidora? Nosotros la tuvimos en un hotel en Rosario. Ibamos atrás en el desayuno. ¿Dora, no? Sí, escupidora. El desayuno tenía toda la presentación de sándwiches, facturas, en mesas. Estaba la señora y nosotros veníamos atrás... Usted no estaba. Usted no estaba, estaba por ahí en la mesa. Veníamos atrás en el orden para servirnos los elementos del... del desayuno y la señora tenía no sé si un ataque de tos o algo, iba bautizando toda la bandeja. ¿No dejó sin toser? Incluso dejó una y la llamaron. Sí, la llamaron. Le falta este vigilante. Por favor, un costado. La vianda es mucho más que comida, es una forma de demostrar organización, cuidado personal y respeto por el espacio común. Por lo tanto elige concluirá esta de una cosa, para que uno sea una persona afectada y relamida. Bueno, pero está bien, yo supongo que es un poco solemne. Pero, ¿sabes qué? Esta conversación me dio hambre. ¿Le dio hambre? Sí. Bueno, por ahí podremos comer algo. A ustedes gusta... Anoche me hacía esta pregunta, porque hemos dado en algunos lugares donde... tocan o cantan mientras usted come. Ah, sí. Queríamos preguntarle si eso no afecta de algún modo la digestión. Gracias. Bueno, no, doctor. Vermein de Villa Insuperable. No, pero, perre, todavía no les dije nada, porque por supuesto que la música en altos volúmenes altera la digestión. ¿Cómo estos volúmenes? A nosotros tratamos bien. No, no, señor. Más volumen será vos. Con respeto, hicimos la pregunta. Los graves que, por ejemplo, de la música. Claro. Le masajean el estómago, aunque usted no lo sienta directamente. Yo lo sentía, sí. Ah, bueno. Pero pensé que era alguien. No, toda esa vibración le afecta la digestión. A usted se le puede cortar la digestión. Vio que se le corta cuando usted come pesado y se tira un río. Sí. Bueno, lo mismo con la música. Señores, vamos a hacer una breve pausa para dar comienzo al bailongo. Y para finalizar, dos palabras bastan. Gracias. oficinanerd.com. Pasión por el podcast.