Disrupción contada por mujeres y hombres súper aventureros que no temen dar giros en su vida para mejorar su entorno y hacer negocios que a veces salen bien. Tecnología de punta hablada simple y en español, desde México. Jonathan Ruiz, columnista y directivo de El Financiero y autor de Parteaguas, es el host.
¿Qué tal si lo tuyo es vagar por el mundo? ¿Qué tal si lo tuyo es realmente navegar por distintos países? ¿Conocer otras culturas, otras personas? ¿Viajar? Vaya. ¿Qué tal si no entiendes la razón de esa vocación sino después, cuando te conviertes en artista? Cuando empiezas a pintar, quizás a hacer música, que se los cuente Raúl Gasque. A Raúl Gasque le pasó justamente eso y hoy, hoy es un artista plástico, entre otras, otras intenciones de un hombre que ha viajado y ha viajado mucho. Soy Jonathan Ruiz de Susparteaguas número 17. Bienvenidos, bienvenidas. Bienvenido Raúl Gasque. Muchas gracias Jonathan por recibirme, es un enorme gusto estar por acá y pues bueno, realmente desde que nos conocimos ha sido muy fortuito y muy productivo, al menos yo lo veo de esa forma, hoy sí que hemos tenido muchos diálogos importantes, profundos sobre la vida, sobre la cultura, sobre el arte y te agradezco mucho que me abrace este espacio. Raúl Gásque es joven relativamente, estás en tus cuarentas? Cuarenta y tres, sí. Ok, ¿a qué jugabas primero? ¿Cuál era tu juguete favorito? Esa es una muy buena pregunta. Mi juguete favorito era un barco de Playmobil que no se hundía. El de los piratas? Ese mero. Yo también lo tuve, por eso lo recuerdo. Que casi todos lo teníamos en esa generación, no? Claro. Sí, sí, sí. Brillantes esos juguetes alemanes, no? Son de origen alemán. Y sí, me acuerdo que, bueno, yo gozaba con el cañoncito que tenía un resorte y disparaba una bolita de plástico, no? yo lo tenía completamente destartalado y ahí seguía o sea, si me dices, qué juguete se me viene a la mente que tuve al menos los primeros siete años de mi vida fue ese barquito bueno, y al menos tu tuviste la oportunidad de probarlo en el mar, ¿no? en algún momento o nunca lo intentas? no, la verdad que no, lo usaba mucho en las piscinas y también en las tinas. Mi papá viajaba mucho en esa época, entonces nos íbamos, mis hermanas, mi mamá, mi papá, yo, sobre todo a Quintana Roo, era un lugar en el que visitábamos muchos por causa del trabajo de mi papá. ¿A qué se dedicaba tu papá? Él es contador público, y bueno, es una persona que trabajó mucho tiempo justamente en la época en que en que los hoteles comenzaban, o sea, en este milagro que sucedió en Cancún y en Cozumel y el norte de Quintana Roo en los últimos... son los últimos 50 años Raúl Gásquez, este programa es para analizar qué decisiones te llevaron a donde estás eh... a dónde estás. Vamos a ir ahí, a dónde estás, pero quisiera que me dijeras hoy tú cómo te defines. Pues me defino como una persona de mentalidad abierta, pero con muy claro lo que me gusta, voy y también que entiendo las cosas que verdaderamente han sido importantes para mí. Te conozco como artista, ¿te definirías como artista? Me definiría como humano primero, como una persona que me gusta generar comunidad, me gusta que a su comunidad le vaya bien y que en paralelo me vaya bien a mí también y también, o sea, la definición de artista creo que va en paralelo con la definición de humano y eso ha sido algo quizás existencial, que ha estado muy presente en mi vida como adulto Regresemos a esta etapa de inicio, de tus primeros recuerdos, decías ya que te gustaba jugar con ese barco, en algún momento tenías que interactuar con la gente, o sea con la gente más allá de tus juguetes, ¿quiénes eran tus amigos, cómo eran? Bueno, eso es, perdón, o sea, voy a hacer como un breve paréntesis para reformular mi respuesta porque realmente mi juguete favorito era una cámara de vídeo que no era un juguete y no era mío era una cámara que mi mamá compró de estas Hi8, se llamaba de Sony, de esos casetitos y que yo empecé a usar para hacer películas de dinosaurios Y pues eso tuvo un impacto en mi vida que hasta el día de hoy repercute, que es mi interés por conocer cosas, documentarlas y poder compartirlas y comunicarlas. que tuvieron una repercusión y que tuvo una repercusión con mis amigos respondiendo a esta pregunta que me haces ahora, porque mis amigos eran todos eran compañeros míos de la escuela Piajet de aquí de Mérida, yo estuve en el Piajet toda la primaria, éste, éramos las ovejas negras del Piajet vamos a regresar a la definición de una oveja negra en el Piajet de Mérida después de este corte y de cómo, si ustedes lo tienen cerca, cómo se planta las raíces de un artista. Soy Jonathan Ruiz, esto es Parte Aguas, regresamos. Y estábamos platicando del Piajet, de esa camada de ovejas negras en el Piajet de la cual tú formabas parte. Sí, sí, bueno, éramos la segunda generación del Piajet, eso es importante mencionar. O sea, estábamos inaugurando la escuela en todos los sentidos y en esa época tuvimos, pues una escuela preciosa la verdad, con patios gigantes, canchas de fútbol, muchísima libertad. Y era una escuela que tenía muchas ganas de hacer las cosas diferente. Entonces tenía ahí a gente que yo creo que los papás estaban buscando una escuela distinta. Yo venía del Montessori, entonces era como mi mamá quería algo que sea paralelo a la educación del Montessori y el Piaget, bueno, Jean Piaget es un psicólogo cognitivo que luego ya te contaré, pero yo estudié parte de lo que hizo Jean Piaget, sin imaginarme que cuando yo estaba en la primaria que iba a suceder eso y que iba a ser trascendental, Jumpy Jet para mi trabajo después. Pero sí, éramos chavos muy inquietos, niños más bien, y lo interesante fue que con ese juguete que yo tenía que era una cámara, podía yo transmitir las cosas que teníamos ganas de contar, empezando por cuentos de dinosaurios, y luego hacíamos películas bastante violentas, de lo que veíamos en la tele, por ejemplo, hacíamos violentas en el sentido de que en esa época Macoró que era la época de la primera guerra de Irak, entonces hacíamos como mini documentales. Era en 91? En 91, si, yo tenía 10 años y ya llevábamos, yo ya tenía dos años de trabajar con la cámara y nos divertíamos mucho, lo hacíamos en el club de golf La Ceiba, en frente de mi casa y el perfil de mis amigos, pues es que siguen siendo mis amigos el día de hoy son personas que adoro y que son mi familia pues todos ellos fueron actores de lo que se llamó Raúl Gásque Productions ¿Hay algo de eso en YouTube o no? No. No llegó ya a YouTube. ¿Sabes? A veces he tenido ganas de hacer un documental sobre esto. Y también de contrastar culturas. O sea, porque eso que yo hacía, que hacíamos de niños en otros países, por ejemplo en el este de Asia, que es donde yo vivía hasta hace poco, pero ni remotamente hacían este tipo de cosas entonces tengo ganas de hacer algo con ese material no sé exactamente qué pero sí bueno entonces estamos platicando el Piajet y acabas de decir que viviste en el este de Asia hay un puente entre esos dos momentos qué pasó después saliste del Piajet a donde fuiste que de tus amigos ya no te siguieron algunos de ellos supongo que tuvieron su propio rumbo, ¿qué pasó después del Piayet? Bueno, después del Piayet estudié muchas escuelas en Mérida, fui como tratando de encontrar un lugar que estuviera a la par de mi exploración existencial, que era bastante profunda a partir de los 14-15 años, decidí pues irme por la libre y después de irme por la libre decidí irme de Mérida el primer lugar al que me fui fue en antes Francia con un intercambio que hacía un buen amigo que se llama Rubén Domínguez, de aquí de Mérida de alguna manera Rubén había hecho un intercambio de yucatecos que se iban a Francia nos mandaba a Francia. Con todo pagado. Nosotros teníamos que pagar algo que era muy simbólico, o sea, porque estaba hecho a través de un programa de colaboración. ¿Y por qué Nantes? Porque era con la Universidad de Nantes. OK. Yo, haz de cuenta que cuando me enteré de este proyecto, yo le fui a platicar a mis papás, oye me quiero ir a Francia, me enteré por un amigo que se había ido y me dijeron estás loco, o sea, tú vas a entrar a la universidad y da gracias, o sea, y yo en esa época dije no, yo tengo muchas ganas de salir de Mérida, conocer el mundo, saber que hay allá afuera que es un muy buen amigo hasta el día de hoy me dijo mira Raúl, si tus papás no te quieren mandar, ¿cuánto? tú ya tienes 18 años y ¿qué tienes de tu? ¿qué tienes tuyo? yo tenía un coche, un Jetta negro vende tu coche y con eso te vas ¿así? sí entonces me acuerdo que le dije a mi mejor, uno de mis mejores amigos también del Piajet oye estoy vendiendo mi coche y me dijo yo te lo compro y me acuerdo que llegué a casa de Rubén y le dije aquí tienes el dinero llévame a Francia y ahí mi vida cambió bueno decir que para esto cuando me fui mis amigos había gente del piayera había gente del patria había gente del cumbre sabía gente de todas las escuelas porque al final mi grupo de amigos era gente de todas las escuelas, me fueron a despedir al aeropuerto y fue muy bonito porque fue como, había como un feeling de no te vamos a ver ya en muchos años, o sea, quién sabe cuándo te vamos a volver a ver, y no se equivocaron. Antes yo llegué y me voló la cabeza encontrarme en un lugar completamente distinto a Mérida, en el cual había un mundo que yo no tenía ni idea que había fuera o sea porque además fue sin una escala intermedia o sea no fuiste a la ciudad de méxico antes a vivir por ejemplo no es decir no encontraste no había merida era otra en ese momento en una ciudad de quizás 500 800 mil habitantes no y seguramente estaban todavía escasa las oportunidades de viajar fuera de Mérida, digo, recordemos que eso permaneció como una isla mucho tiempo, más que una península, las carreteras eran escasas o pobres, no había barcos, los vuelos eran carísimos, entonces salir de Mérida era un problema, entonces ese era el mundo de Mérida, un mundo muy pequeño, y de pronto tú no sólo sales de Mérida, cruzas el océano y te vas a un país de primer mundo. Sí, sí, y eso fue un lugar que ahí empezó a... se crearon dos cosas. Uno, empecé a ver la cultura de una manera como potencial. He de decir que mi madre, ella es artista plástica, ella se llama María Cristina Sansores, y es una artista con mucha trayectoria, escultora, fotógrafa, pero yo vivía de las exposiciones de mi mamá aquí en Mérida, que eso pues obviamente es fundamental en mi formación, de hecho cuando me fui la maestra Gerda Gruber, que es una persona muy cercana a mi familia, le dijo a mi mamá, perfecto que se vaya, déjalo que se vaya y que de alguna manera dile que se vaya a Roma Roma le va a encantar entonces yo llegué a Francia, llegan antes, y allí estuve un año que fue importante, pero lo que realmente me voló la cabeza fue después ya no irme con el intercambio, sino agarré una maleta y me fui a Roma porque tenía ganas de vivir en Roma con una maleta y tres pesos en la bolsa y ahí sí fue así el mundo se abrió como 100 veces más. Roma es un museo, es un museo, es donde te voltees a ver, hay una referencia histórica, política, filosófica y todo absolutamente pertenece a un sistema de estéticas que que terminó siendo mi formación, que hasta el día de hoy es muy importante en lo que yo trato de transmitir como artista. Pero llegaste con tres pesos, ¿estabas legalmente en Roma en ese momento? ¿Cuál era tu circunstancia? Porque no podías trabajar, ¿de qué vivías? Bueno, yo llegué, hay que decir una cosa maravillosa, que en ese momento me ayudó mucho. Yo llegué ahí antes de que el euro entrara en vigor, entonces cuando las liras y los francos estaban vigentes, era otra Europa, o sea, era una Europa mucho más permisible que la que hay el día de hoy. Más accesible. Mucho más accesible, ¿no? Entonces, prácticamente, ahí sí tuve una ayuda por parte de mis papás, sobre todo de mi mamá, con la cual yo se agradeció toda mi vida, pero ella me decía no tengo ni idea de para qué te va a alcanzar lo que te estoy mandando porque era algo como súper simbólico, pero cuando yo llegué el primer lugar en el que viví fue en el hostal, el único hostal que había en Roma que estaba en frente del estadio olímpico y era el lugar donde todos los extranjeros de distintos estados socioeconómicos pasaban una temporada. Entonces ahí fui conociendo gente, fui conociendo gente, fui conociendo gente y entré al Instituto Dante Alighieri para Ciudad Italiana. Sí estaba yo como legal, porque en esa época la Unión Europea no estaba vigente. Entonces yo salí de Francia y el tipo de visado que yo tenía me permitía entrar a Italia y estar en italia, o sea, en francia si estaba yo como estudiante entonces tenía una visa por un año y cuando yo llegué a roma tenía una visa como de turista. Si había ya una organización de una comunidad europea digamos en ciernes y habían ciertas libertades supongo y de qué hacías en roma, me dices con quién convivías con estos foráneos dentro de un hostal, pero eso era en la noche quizás, qué hacías el resto del día? El resto del día iba a clases, iba a clases de italiano y de resto me dedicaba a caminar a las calles, o sea era como ahora que he leído a Roberto Bolaño, que me gusta mucho lo que escribe, en los detectives salvajes, él tiene muchos pasajes en los que él dice yo me encantaba perderme en la ciudad y eso era como una escuela, la verdad que eso hice en Roma, perderme y conocer una ciudad que es un museo y hacer amigos, conocer gente y ver como el poco dinero, poquísimo dinero que tenía, me podía rendir para tener una vida, este, pues, llevable. Ahí todavía no habías retomado tu práctica artística que dejaste con los dinosaurios y la cámara B8, ¿no? De alguna forma, sí. ¿Qué hacías? Foto. ¿Mucha foto, entonces? Mucha foto. ¿Ok? ¿Conservas esas imágenes en el que yo era como el pre facebook, ¿no? entonces, muchas fotos las tomaba como que para que la gente vea que hacía yo en Roma para poner en contexto y mostrarle a mis amigos ¿las mandabas por correo? no, yo decía, cuando regrese a México les voy a mostrar a toda la gente para explicar qué es lo que estaba yo haciendo. En esa época no había Facebook, no había Hi-Fi, no había nada. Lo que sí hacía era me mandaba, escribía como loco, un como boletín semanal. De tus actividades. Sí. Las actividades de Raúl. mi mamá, a mis amigos, algunos amigos no les gustaba, o sea era como, o sea, ¿por qué me mandas esto? Pero en general, tener un mail list así gigantesco, mucha gente me decía, pues mira, no usas ni comas, ni puntos, ni nada, pero es también te tenía lo que estás contando a mi papá le gustaba mucho las naciones este y eso pues me estimulaba mucho la verdad ¿Cuánto tiempo estuviste en Roma? estuve eh... seis meses seis meses pero seis meses... ahí tenías 21 o 22 años no, tenía 19 años 19 años 20 años perdón, 19 estuve en antes y a los 20 años estuve en Roma y seis meses ahí, y ahí, ¿a dónde fuiste? bueno en sí Roma fue como un sistema de capas después de vivir en la villa olímpica, bueno, perdón, en el hostal enfrente del estadio olímpico de la Roma, donde jugaba la Roma, jugaba la Lazio me tocó el último Scudetto de la Roma fue un año histórico para Roma, los italianos estaban vueltos locos, entonces era la efervescencia, ¿no? Luego viví en una casa donde vivían croatas, gente sobre todo del este de Europa, que estaban viviendo en Roma incluso como refugiados. dos semanas y después un amigo me recomendó con otro amigo para vivir en un lugar buenísimo espectacular en frente de Santa María Mayore a un lado de términi por una ganga o sea era un departamento que se tenía que desocupar en tres meses y entonces necesitaban para completar hace 3.000, 4.000 pesos en la mejor zona del centro de Roma un cuarto grandísimo ahí mi vida cambió porque empecé a poder hacer cenas con los 2, 3 pesos que tenía si hay spaghetti y llegaba amigos y ahí empecé a hacer amigos que romanos que eran, muchas veces eran tenían un origen español o venezolano o argentino entonces hice una comunidad de amigos que hasta el día de hoy también son amigos míos hice una tribu de gente otra vez en una tierra completamente diferente debes de tener una memoria privilegiada para recordar los nombres de tus amigos pues que hablo con ellos todo el tiempo y ahí formas esta comunidad y esta comunidad te va haciendo más rica tu presencia en aquel continente totalmente y que sigue después, cuánto tiempo viviste en esa ciudad? bueno, te digo, fueron seis meses en total, pero en esos seis meses pasaron muchísimas cosas hicimos un viaje de Roma a Marruecos en camioneta o sea, que fue una pasada, no? pasamos por todo el Mediterráneo y en este momento te estoy oyendo decir yo quiero esa vida no o sea no haya no me imagino alguien diciendo que horror que aburrido no bueno debe haber alguien pero la mayoría de las personas dicen yo quiero no fue espectáculo no hubo dificultades ahí sí sí claro en principio recuerdo que en esa época verlos con y acaba de ganar un primer ministro sí sí claro famoso presentador de televisión de televisión de televisores, ¿no? Y, eh, bueno, Berlusconi es una persona, eh, de un... de un perfil muy controvertido. Sin duda. Pero representaba a un... un ala política de derecha, que incluso de tintes fascistas, este... que en esa época era una gran sorpresa para Italia que este tipo de gobierno regresara. Y junto a esto también regresaba una política anti-inmigrante muy fuerte entonces llegaron a ver varias veces episodios que la policía me paraba para pedirme mis papeles de una manera incluso violenta, hubo un episodio ¿Qué te decían? ¿De dónde venías? Porque al final eres un individuo como cualquiera, ¿por qué a ti? bueno es que era interesante cuando yo estaba con mis amigos por ejemplo latinoamericanos o extranjeros, nos veían y así nos oían hablar y decían estos partes... ah bueno, pues no hablabas, ya entonces ahí era, mostraban sus documentos, ya se posteaban pushis luego por ejemplo yo vivía en este edificio donde había muchas personas mayores y me acuerdo un viejito ahí, un señor ya grande que en un momento se le olvidó quién era yo y estaba yo tratando de abrir la puerta y lo único que él tuvo muy presente era que yo no era italiano y que me dijo algo así como, extranjero, si no te vas voy a llamar a la policía. Entonces, para mí, esto fue muy chocante, o sea... Sí, sí, sí, claro. Porque era, en principio, empezar a conocer cómo se comporta la derecha, cómo se comporta la izquierda. Sí. ¿No? ¿Qué es ser un extranjero? Sí. ¿Y cómo ser extranjero? En cualquier momento hay una fricción, y esa fricción llega a ser muy peyorativa para la gente que no es de este lugar. Sin lugar a dudas, tenemos que ir al punto en donde llegas al sureste asiático y el tiempo es un criminal, nos mata cada segundo, así que tenemos que ir para allá. Y en algún momento regresas a México? Sí, yo regreso y entro a la universidad, entro a Veromnicana. En esa época yo lo que tenía ganas de hacer... Ya después de haber visto el mundo sabías que querías estudiar. ¿Y qué decidiste estudiar? Bueno, creía saber qué era lo que quería estudiar, que eran ciencias políticas. Y entré a la Universidad Veromnicana a estudiar. Y fue muy interesante porque porque pues hoy sí que ahí empecé a... para empezar, empecé a vivir en la Ciudad de México. Yo nunca había vivido en la Ciudad de México y fue también otro... ahí te va, se te abre el coco otra vez, ¿no? Me tocó la oportunidad de conocer el mundo real político desde una perspectiva que si hubiera quedado en provincia hubiese sido muy difícil hacerlo de una manera tan joven. Entonces estudias ciencias políticas en la Ibero, bueno la Ibero es reconocida también por arropar a muchos individuos provenientes de familias prósperas, por llamarlo de alguna manera, y sí, evidentemente tienes roces con el poder. ¿Qué pasa después? Después me invita Rigoberta, bueno, después y en medio, o sea, realmente en ese lapso, hay un parteaguas fundamental en mi vida, que me invita un amigo a participar en la campaña presidencial de Rigoberta Menchú en Guatemala, desde la fundación Rigoberta Menchú. Yo me voy a Guatemala teniendo 25 años y ahí la cabeza otra vez, me parte en dos y otra vez entra una serie de influencia que yo no veía venir. para empezar me pone en contacto con el mundo maya k'iche' y con el mundo maya en su contraste y en su contenido más puro. Yo decía, ¿cómo yo siendo de Mérida, siendo mestizo, ladino, emeritense, estuve tan lejos de la sociedad y la cultura maya y ahora la vida me viene a poner con el epicentro de la cultura maya que es para mí Guatemala y con el gobernador Menchú que es una de las líderes más importantes que ha tenido la modernidad en el mundo. Yo llego ahí porque prácticamente necesitaban a alguien en la fundación que supiera manejar fotografía y que supiera manejar también el lenguaje, o sea, hablar con los medios. Me recomiendan, llego y al principio pues no me conocían, decían, pues, ¿qué? He de decir que en Guatemala me encontré un apartheid, o sea, una división mucho más drástica que la que hay en México, entre los ladinos y los mayas. Eso fue para mí un shock muy grande. Describe un ejemplo para entender que tan dividida está la sociedad. Pues, prácticamente si tú te vas a ciertas zonas, te sientes como si estuvieses en Madrid, ¿no? y luego te vas a otras zonas y estás en el mismo país a una cuadra de distancia en un lugar donde la gente habla distinto, se ve, habla otro idioma, es otro menú, comen otra cosa, son dos países completamente distintos Un poco lo que pasa entre Polanco y Azcapotzalco Yo, bueno, en ese momento para mí fue incluso más radical. Ok. O sea, este... y eso hace también que la cultura maya esté mejor preservada, o sea, paradójicamente. Que en este, en esta división tan drástica y tan compleja, lo que yo viví es de que, guau, o sea, la cultura maya está perfectamente preservada entonces yo viví con una persona muy cercana a Rigoberta que es una persona sumamente arraigada en su cultura y desde que llegué era bienvenido a este trip aquí vamos a comer como comemos y como hemos comido desde hace años, siglos, tenemos un altar prendido todo el tiempo y luego vino también la parte en la que me explicaron toda esta parte muy compleja que vivió Guatemala en los 70s y los 80s por ejemplo, de lo cual Rigoberta es producto, vaya entre comillas, resultado de esta situación. ¿Y al final fue exitosa la campaña? No, la campaña no fue exitosa en términos políticos pero fue muy interesante en términos de de saber que empezaba a haber una participación política muy activa en Guatemala por parte de las comunidades mayas. Estuviste allá en Guatemala. Sí. Vamos al sureste asiático, porque nos queda poco tiempo y tenemos que contar también esa historia. Es decir, después de Guatemala vino una vida personal, cambios en tu vida personal seguramente, y nos tienes que contar eso después del corte, si te parece. Esto es Parte Aguas, yo soy Jonathan Ruiz, regresamos en nada. ¿Qué tantas vueltas dio tu vida que acabaste en Taiwán? Sí, sí, Taiwán es el lugar donde yo vivía hasta hace un año y medio. ¿Por qué llegaste ahí? ¿Cómo llegaste ahí? Bueno, yo tenía un muy buen amigo mío que se llama, él falleció el año pasado, que en paz descanse, Romer Cornejo, que era en su momento director de los estudios de Asia Pacífico en el Colmex. Y él era muy amigo mío por parte de un artista, amigo en común, entonces cuando me reunía con él en la Ciudad de México, yo vivía en la Ciudad de México después de Guatemala y trabajaba yo como artista, como fotógrafo y como asesor político, hacía, así que me las campechaneaba las dos, y yo siempre llegaba con él y él hacía comidas, tertulias, es una persona muy querida por la comunidad cultural y artística en la Ciudad de México y también la comunidad de gente que trabaja en relaciones exteriores, sobre todo en el área de Asia-Pacífico. Romer me quería mucho y yo le quiero mucho, es como una persona entrañable y él me decía, mira Raúl, yo creo que sería muy interesante que ya que me preguntas todo el tiempo que qué es Capón qué es, qué pasa en Hong Kong, qué pasa en Asia es que vayas a verlo entonces me dice mira aplica a una beca para irte a estudiar. Hay esta beca en Taiwán. Yo la verdad que no tenía idea, en Taipei, yo no tenía idea de absolutamente nada del este de Asia, o sea, y la verdad mucho menos de Taipei. Me pongo a recabar la información y empiezo a ver un lugar que se ve muy interesante. Y le digo, bah, pues mi hijo, pues aquí tienes la bendición y aplica. Palabras más palabras menos, no me dan la beca para la que aplico, pero me dan una beca para estudiar mandarín una temporada. Llego a Taipei y el S. Asia me vuela la cabeza. O sea, no me gusta esa expresión, pero realmente es como que te vuela y luego la recoges como por pedazos y vas como rearmando creo que es una buena metáfora, pero llegué a Asia y me encontré, yo había pensado que por haber viajado mucho desde niño y desde joven ya cualquier viaje iba a parecer un viaje más, pues me equivoqué, cuando llegué a Asia encontré como cruzar el otro lado del espejo, o sea fue ¡wow! o sea un lugar que olía distinto, todo está escrito en caracteres, es otro planeta, o sea y para la gente que nos gustan las cosas distintas y que somos curiosas, pues esto es una experiencia transformadora, entonces pues empiezo a involucrarme con absolutamente todo lo que giraba en el planeta este Asia. Viaje mucho a Japón. Japón fue un lugar que me pareció espectacular. Estuve en Filipinas, estuve en Cambodia. Todo eso durante la beca para estudiar mandarín no, la beca se acabó y luego y entonces yo tenía, se cuenta, una visa temporal turista con la opción de reanudarla con una visa de estudiante entonces yo tenía que hacer eso que se llaman visa runs sí, darte la vuelta de vez en vez por eso conocí casi todo lo demás de Asia y ya llegó un momento que dije no, bueno pues me tengo que quedar, tengo ganas de quedarme y entré a la universidad para la cual apliqué a la beca en principio y me dijeron mira, aunque no tengas beca puedes entrar a trabajar y te quedas y dije pues vamos a probar y de que entraste a trabajar? pues esa fue la primera cosa porque jajajajaja ehh al principio no encontré trabajo en ningún lado yo ya estaba a punto de regresar en esa época era colaborador de Vice de la publicación Vice, una publicación en línea muy exitosa hasta hace poco. Sí, sí. Ellos publicaron muchísimos artículos míos que escribí, sobre todo de cultura y gastronomía. Pero ya llegó un momento que Meditor de Eváis y Meditora, que son dos personas que adoro, no los veo ni estoy muy en contacto con ellos, pero fueron una escuela importante mejora o ya sabemos todos de asia por estos váis méxico y latinoamérica nos encantaría que sigas escribiendo para nosotros pero de si quieres seguir escribiendo porque ya me dices que publicaba yo cuatro artículos quincenales para seguir en ese ritmo tienes que regresar a méxico pero dije no este viaje a tehuán no se ha acabado, y entré a estudiar Artes y Comunicación, la carrera que estudié en Taiwán, que me permitía poder vivir ahí con un visado y con un permiso de trabajo. Pero bueno, con permiso de trabajo y todo, no, no, a a rolar mi currículum y bueno, palabras más, palabras menos, llegué a decir soy maestro de arte, que yo era artista, en esa época hacía yo exposiciones de arte en lugares museos, galerías de Taipei muy importantes, pero no tenía un sustento de cómo mantenerme, y en las universidades me decían, hermano, te respetamos mucho como artista, pero te acabamos de conocer, y ya sabes, el mundo académico, el mundo profesional, un año, dos años, no es nada, sobre todo como extranjero en Asia. Entonces un día un amigo me dijo, manda tu currículum, y... donde sea, y lo mandé a un kinder y me dijeron sabes que o sea voy a contar así de ahí true hollywood story no pero cuánto tiempo tenemos dale dale bueno ellos fueron me dijeron este yo creo que para entrar vas a tener que decir que eres extranjero de un país donde hablan inglés como si como Raúl Gásquez de México nadie me contrataba entonces dije un día ahí me llamo Henry soy de Canadá y me dijeron Henry te estamos esperando yo llegué y me dijeron te dijimos que esto era un un este una primaria, una secundaria no es una secundaria, eso es un kinder dije no muchas gracias me rezo a México pero no por favor dale una oportunidad y dije bueno pues cuando sepan que no soy Henry pues va a acabar el cuento y ya no bueno el caso es que voy los niños sentaditos bien formaditos y todo y digo va agarro la chamba pues bueno para ellos fue como no nos importa si eres Henry o no nos importa que sepas enseñar. En ese momento no sabía yo enseñar en lo absoluto, o sea, me pegaron una reborcada tremenda, bajé de peso, ¿no?, porque para dar clases en un kinder, y inició algo que hasta el día de hoy sigue vigente que es el arte límbico, porque para poder conectar con estos niños de una nacionalidad distinta, de tres años, cuatro años, cinco años, tenía yo que tener ejercicios de arte y de lenguaje que para ellos sea interesante. Entonces empezamos a trabajar con crayolas, con cosas muy limitadas porque era una escuela de un barrio, no el barrio, no el Polanco de Taipei, o sea era un barrio bravo incluso, entonces las materiales los teníamos súper limitados y en paralelo yo estaba teniendo una clase en la universidad de biopsicología que era una clase súper interesante con el que luego fue mi asesor de tesis que se llama Joe Lavalli, que era cómo estimular, esa fue mi tesis, cómo estimular el cerebro emocional con una práctica de arte, entonces Entonces yo empecé a trabajar con mis alumnos de kinder estos ejercicios que yo iba ideando en mis tareas. Entonces ellos se convirtieron en mis sujetos y en la gente con la que practicaba lo que estaba estudiando. Luego empecé a subir de nivel, ya fui a primaria, luego de primaria a secundaria. Y luego ya dejé de ser Henry, empecé a ser Raúl Gásque de México en todas las condiciones, con todas las credenciales. Bueno, hay una anécdota también en la que cambiaste de género a Raúl, antes. Sí, sí, tú como amigo la sabes. Y esto, ¿sabes? Me encanta contarlo por una razón en público, porque creo que el ser migrante, en condiciones incómodas, te hacen crecer y te hacen ser empático con muchas cosas que yo no era en absolutamente empático antes de vivir esto. Llegó un momento que en el kinder llegó la oficina de migración y pues era pues a los extranjeros pues los vamos a deportar, ¿no? Y nos encerraron en un baño. A mí y a otros extranjeros. Y estuvimos encerrados en un baño, escondidos, ¿no? Y en eso, un, otro extranjero me dice, Henry, yo no soy Tom. No, no, yo no soy Tom Williams, ¿ok? Soy Tom McFarland y dije que soy inglés pero en realidad soy irlandés. Tom agárrate, yo no soy Henry, soy Raúl Gásquez y nunca he ido a Canadá, soy de Catán, México. Pero bien hablas de estas vicisitudes de las cuales no estamos atentos, digo, y particularmente en ciudades mexicanas que no estamos acostumbrados a recibir inmigrantes, ¿no? Hasta ahora empieza a ser un fenómeno más o menos conocido y creo que esto habla mucho de ti, de la empatía que puedes tener con otros individuos ahora. Tu realidad ahora está en Yucatán. Sí. Y esa realidad, ¿a dónde te va a llevar? ¿A dónde esperas que te lleve tu realidad Bueno, mi realidad yucateca es la que estoy construyendo en este momento, que es un proyecto de comunidad, de arte, de cultura, de empatía, de humanidad, de compartir todo esto que te estoy diciendo ahorita que es la punta de un iceberg de todas las cosas que aprendí en estos años fuera para mí es muy importante transmitírsela a mis paisanos yucatecos porque yo, esta tierra siempre estuvo súper súper súper adentro de mí en todos los momentos que estuve fuera siempre que estaba yo afuera extrañaba yo comerme un momoguipollo ir a jugar fútbol al parque con mis sobrinos, ver los flamboyanes, andar en el centro, caminando como caminaba por las calles de Roma. Y en el este Asia tuve la oportunidad de poder convivir con artistas de primer nivel que han estado en Bienales de Venecia, que han proyectado un proyecto cultural super importante. Y a mí lo que me encantaría y lo que estoy trabajando para que sí sea es poder compartir esto desde las distintas trincheras que tengo para poder ver al estado de Yucatán seguir creciendo en el ámbito cultural. Bien, Raúl, muchas gracias de verdad por prestarnos tu tiempo. ¿Cuál es la canción que podrías oír 20 veces si no tuvieras otra opción y que tuvieras que tolerar esa misma canción porque significa de algún modo... que buena pregunta uy, eh... tengo dos, ¿se pueden dos? dale, una es The Ghost Has No Home de Cocteau Twins y la otra sería Self Portrait de Bob Dylan