La Venganza Será Terrible (oficial)

  • La Venganza Será Terrible - 15 de junio 2024 - LVST 15/6/24 

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  • ¿Cómo cuidar un libro prestado?
  • Asuntos metafísicos
  • Excusas para faltar al trabajo


What is La Venganza Será Terrible (oficial)?

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La venganza será terrible. Buenas noches, amigas y amigos. En este momento se inicia la venganza. Será terrible. Voy a presentar a mis compañeros. A Gillespi, a Patricio Barton. Buenas noches. Se había olvidado los nombres, me parece. Había olvidado por un momento los nombres. Estaba por decir Guillermo Tronacci y Gavir El Rolón. Tenía los ojos entrecerrados. Sí, se estaba como ensoñando, ensoñado. A mí me está pasando algo que yo no sé si tengo que ir al médico o... Todos estamos locos. Estamos un poco alterados emocionalmente, y entonces eso altera todo. Pero me sucede mucho que pierdo referencia de tiempo-espacio. Digo, ¿qué? ¿Qué es esta época? ¿Dónde estoy? ¿Sabe cómo se llama eso? Es una de las afecciones, vamos a decir, porque no es una enfermedad. Sí. Mental es que está de moda en todo el mundo. Se llama niebla mental. ¡Niebla mental! Eso tengo. Tengo acá un remedio que me ha llegado recién para la niebla mental, que es el rompe nieve. ¿Se rompe nieve? De laboratorios un amuno. Bueno, si digamos también que nos pueden encontrar en La Venganza, en lave porque allí están todas las cosas que hay que saber de este programa. Las informaciones. Todas nuestras hazañas. Próximas fechas, presentaciones. Están los programas para escuchar online. Yo no sé para qué venimos. No, bueno. Y ya está todo ahí. Nos pueden seguir ahí en Spotify. Sí. Es importante que apretes el botón de seguir. Es gratis. Así que dale a seguir que eso nos sirve. En YouTube lo mismo. Sí. Y todo. Hay gente que se comunica entre ellos o solamente se comunican con nosotros. Creo que no, en Facebook hay conversaciones entre los oyentes que se corrigen. Pero no en lavenganzacera terrible.com. Yo aprovecho para decir, una vez más, que no tengo Instagram. Hay uno que se llama Alejandro Dolina. Hay uno que se hace pasar por mí y que a veces pone fotos. ¿Y qué? ¿Pone fotos lindas por lo menos? No, no, no, dice más o menos lo que... A veces pone me gusta a cosas que detesto. Sí. Pero bueno, qué sé yo. Sí, es así. Está bien eso, pero supongo que se puede hacer. Sí, es como... Sí, puede hacer, del mismo modo que se puede, digamos, utilizar la propiedad intelectual de cualquiera, en cualquier sentido y sin pagar un peso. Sí, eso... Hay algunos recursos. Para todo lo otro, no. Para las cuentas truchas, no hay. Cuentas y también cosas que llegan. A mí a veces veo también en las redes una foto suya con una frase que jamás pueda haber dicho. Sí, es verdad. No, no, sí es cierto. Hay muchas. De esas circulan de pronto. Sí, sí, hay muchas. Pero responder a eso es peor, porque se va haciendo como que cobra una entidad y entonces queda lo que corra el agua y que corra el agua bajo el puente. Muy bien, muy bien. Y si usted quiere podemos pasar a la parte conceptual de este programa. Muy bien, sí señor. En este caso son unos consejos sobre cómo cuidar un libro prestado. El libro prestado hay que cuidarlo como si fuera nuestro. No, bueno, cuidado. Hay que tratarlo como si fuera nuestro. incorporándolo a nuestro patrimonio en forma definitiva. Sí, sí. Ahora, quiero que nos inseremos en esta mesa, por lo menos entre nosotros. A ver, bueno, está bien. Por lo menos entre nosotros. Si somos más de prestar o de que nos presten, libro. Yo soy más de prestar. Más de prestar. Pero no soy yo. En realidad los libros están exhibidos en mi casa, en una biblioteca, y la gente viene a veces en mi ausencia. Pase y sirva así. Y se lleva libros. Claro, pero eso sí. Personas que ustedes conocen perfectamente me han robado, no solo libros. Bueno, sí, sí. Aquí hemos tenido personajes. que se han llevado a todo. Vi salir a uno con un bandoneón. Muchos, muchos libros. También libros. Muchos libros que además, algunos de ellos estaban firmados por sus autores, con mensajes cariñosos y dignos de ser preservados. Y que no han sido robados, en el mismo modo que ya han robado muchísimas cosas. Bueno, premios también, ¿no? La vitrina de los premios tiene... Ya han robado un bandoneón que me habían regalado. Aquí ha entrado mucha gente que tenía como hábito el atrociño, la estafa y el delito. Bien. Pero eso es otra cosa, eso no es lo de prestar libros. No, no es de prestar libros, pero es así. Yo tengo, por ejemplo, el Facundo de Sarmiento. Sí señor. ¿Me lo prestó alguien? hace muchos años. Sí. Y no recuerdo quién. Sí recuerdo que no es mío y que me lo prestaron. ¿Lo leí yo? Y lo leí hace mucho. Bueno. O lo había leído en el colegio, me parece, o un tiempo después. Sí, en el colegio se leía mucho, los personajes del campo, esos capítulos así. Claro. El vaqueano, el agradador, todo eso. Pero bueno, ahora no sé a quién devolverlo, así que si me estás escuchando... Bueno, devuélvamelo a mí ya que estoy. Bueno, pero si no, no, porque eso no, yo no lo conocía a usted, eso me lo prestaron antes. No importa, usted siempre en contra... con tal de no devolver un libro... No, eso es lo que digo. ..es capaz de cualquier recurso. Pero acá lo que se trata es de cuidar el libro que te prestaron. Sí. Da por sentado el inocente autor de este opúsculo que lo vas a devolver al libro. Pero... te pide que lo cuides. Sí, sí, sí. No todos cuidan los libros. No, más vale. Hay mucha gente que come al lado de los libros. No me digas, yo cada vez que releo algún libro viejo. Siempre recuerdo los capítulos que voy leyendo y al mismo recuerdo las cosas que estaba comiendo mientras lo leía. ¡Ya, por favor! Hay manchas de pizza. Hay pedazos de cosas. De tuco, hasta migas. Migas que están en el borde del fascisto. Ahora, es lindo releer, bueno, libros queridos. Es lindo. A mí me gusta, ahora, pero además, libros tan queridos que han sido marcados. Entonces uno se lee como lector, se relee como lector. Y muchas veces uno marcaba cualquier cosa. Yo siempre marqué. Desde chico siempre marcaba cualquier cosa. Escúcheme, los libros que le prestan. No. Sí, pero uno no se marca, no se puede marcar. No señor, no. Aunque sea débil. Un libro delicado, por ahí le prestan un libro de ellos caro. Sí, sí. papel de arroz. Ah, eso no. Y te agarres y le metes con un lápiz prrraaa, un subrayado que le agujerea la página. O al costado con virón él escribe aquí te agarré. Sí, sí, sí. A mí me gusta discutir en la facultad, en los libros más de... O sea, no de ficción. Discutía con los libros que escribía al lado. ¡Ja! Sí, claro, ahora lo decís. Bueno, sin embargo, el primer consejo es lávate las manos antes de tocar el libro prestado. El tuyo, si querés, tocalo con las manos sucias. Pero el que yo te preste, anda lávate las manos. Pero es un libro sagrado. No es un libro sagrado, pero me lo vas a devolver. Yo lo voy a leer. Por ahí me mojo el dedo para dar vuelta a la página. Y como antes con ese mismo dedo toqué la página que usted toco me contagio el paludismo que usted tiene a su cuerpo humano. No, creo que también es porque a veces el papel está tan blanco que es poroso. y usted tiene los dedos por ahí sucios y enseguida quedan las huellas de activar pero eso es una edición, ediciones muy caras o nuevas pero ahora las ediciones sí, son cada vez peores hay algunas ediciones que no podés reler porque se desarman es cierto editorial que no existe más porque se desarman se desarman ah, sí, sí, sí se desarman una editorial que empezaba con Belarga, muy buena editorial Sí señor. Ah sí, ya sé. Pero tenían además una colección de novelas impresionantes de lindas. Sí. Pero usted la leía una vez, por la segunda vez. Ya tenía que hacer hoja por hoja. Claro. Sí, sí, brú. Sí, brú. Lávate las manos antes de tocar el libro. La menor suciedad o aceite en tus manos. ¡Vamos a tener aceite, señor! Yo soy mucho de hacerme huevo frito. Así que en general ando con las manos. ¿Y pero qué? ¿Tocar el aceite con la mano o de la sartén? Arreglar el auto mientras leo. Bueno, por favor. Bueno, todo eso puede manchar o dañar las páginas. Haz una buena espuma con el jabón. Céntrate en las yemas de tus dedos. Bueno, pero... Y las palmas, o sea, todo. Lávate las manos durante un buen tiempo. Por ejemplo, el son de la melodía de la canción de Feliz Cumpleaños. No dura mucho. A ver. Sí, esa. Ahí. Bueno, dice, toma el libro que saques de un instante por el lomo para darle apoyo. ¿Qué me estás diciendo? Claro, porque el lomo es más reforzado, se supone que ahí están las costuras, el pegamento. ¿Y dónde lo voy a agarrar? Pero a veces vio que están apretados en la biblioteca. Ustedes meten la mano atrás y... Claro, y con el dedo lo meten por la parte de arriba o de abajo. pon tu dedo en 6 pulgadas en los costados superiores del lomo, luego reempújalo hacia ti. Claro, está bien, con un dedo y el otro, porque a veces uno pone un solo dedo y hace palanca con el lomo, se queda con el lomo en la mano, se le despega todo. Acá dice cosas que no entiendo. A ver. Evita tomarlo por el borde superior del lomo con el dedo índice. Exacto. Eso es lo que dijo Guilherme Piña. Si no, podrías terminar rompiendo el lomo. Te rompes el lomo y no es de hombre pierna ir a trabajar. No, este es el lomo del libro. Claro. Sobre todo en ediciones antiguas que tenían el lomo como un poco separada de la encuadernación. No escribas en el libro. ¿Por qué? A ver. Sí. Sí, hay que darle vida. ¿Y la dedicatoria entonces? Por supuesto. ¿Qué dedicatoria dice usted? Si se lo regala a alguien. Si le regala un libro a su novia le tienes que poner una dedicatoria. La dedicatoria incluso que comprometa el uso de ese libro. para prestárselo a otro tipo. Sí. Bueno, claro. La dedicatoria se tiene que asegurar de que no se lo va a prestar a nadie. Pero ella le puede arrancar esa página. Es cierto. Y se terminó el asunto. Es cierto lo que usted dice. Por eso es proverbial encontrar los libros de las damas jóvenes a los que le falta siempre la primera o la segunda hoja. Hay varios que empiezan en el capítulo 4. Sí, claro. Yo lo que hacía cuando compré un libro ponía mi nombre completo, la primera hoja y la fecha. Sí, yo he leído mucho el libro que tiene nombres de personas Sí. que no conozco. pero la dedicatoria, en el caso de una novia, usted tiene miedo que inicie relaciones con otro señor, por ejemplo, ¿cómo se llama esta dama? Ana. Ana. Querida Ana, te regalo, te obsequio este libro y al leerlo prensé en tantas noches que hemos pasado juntos refosilándonos de... ¡Eh, por favor! ¿Cómo va a ser tan entusiasmo? ¿Y qué libro es el que le regala? Cualquiera, no importa. Pedro Páramo le regaló. No, porque tiene que haber un vínculo entre la dedicatoria y el libro. Bueno, el amante de Lady Chava. Ah, bueno, eso sí. Lo que está escrito acá es nada comparado con lo que hacíamos nosotros. firmado Puchungo. Y bueno, así sí. Yo tuve una vez una novia que braba... ¿Esto es verdad? Todo es verdad, se le dio la radio. Que tenía un sello... ¿Cómo las bibliotecas? Claro, ex Libris, con un dibujito, y su nombre. Mira usted. Y lo ponía en la primera página, pero además... aleatoriamente en páginas internas. En una. Claro, por si le arrancaban la primera hoja. Aparecía en otras de las páginas. Había... Bueno, hemos hablado mucho de gente que robaba libros, los podía prestar y uno lo devolvía. Y hay unos sellitos famosos, pero no recuerdo quién los usaba. Este libro fue robado al conde de no sé cuánto. Bueno, no escribas en el libro, sin embargo. Ya te lo hemos dicho, ¿no? Ni siquiera hagas marcas suaves con lápiz. ¿Por qué? Porque no puedes dañar las páginas sin querer al borrarlas. ¿Cómo alborrarlas? ¿Para qué borrar? La borra para devolverlos. Para devolverlos, ¿y para qué la hice, la marca? Voy a borrar todo este libro. Evita leer el libro dentro del agua o cerca de ella. Dentro del agua, el libro de... ¿Cómo bien lees? Lees dentro del agua. Igual... La pileta. Le digo que... Que esté la pileta leyendo arriba la... ¿Sabes cómo se llama? La colchoneta. Sí, de hecho, hay ediciones de libros que son aptos para el agua. Ah, mire usted. No, ahí no se está mintiendo. No, le juro. Está aprovechando de nuestra inocencia tecnológica. Igual no creo que sea literatura muy sofisticada. Le puedo dar un ejemplo y usted va a tener que comerse cada una de las palabras que acaba de pronunciar. Hay una colección de los primeros libros de nuestro amigo Luis Piedraita que están editados con ese material. No es mentira. Así que pídanle perdón. Ahora mismo voy a llamar a Luis Piedraíta para que me diga... Pero mira que son... Saquémoslo al aire. Son las cuatro de la mañana. Que la producción lo llame. Que me peguen son las cuatro de la mañana. Que se levante, que se levante y que nos diga si esto es real o no lo que digo. O sea hizo un libro vinílico, en serio. Uno o no, varios. ¿Editaron unos libros? No, no tengo conocimiento y eso, que Piedraíta me confidencia todo a su secreto. algo o metió esto. A veces me llama a las cuatro de la mañana, ahora, y me dice, oye, que quiero decirte que he escrito unos libros que puede uno tirarles al agua sin que suceda gran cosa, pues. Enhorabuena. Bueno, entonces trata de no leer cerca del agua. Sí. Si se cae el libro al agua se arruinará por completo, salvo que se trate de algunos de los libros de piedraíta. Si necesitas leer algo cerca de la piscina, o también en un bote, ¿qué no lee en un bote? Sí, porque por ahí usted salió... O es un pescador, mientras pone la caña, espera que... Claro, está leyendo El amante de Lady Chatterley. ¿Usted puede leer con el coche en movimiento? No, no puedo, no puedo porque, doctor, me sobreviene un malestar que puede llegar hasta el vómito. Se le revuelve el estómago. provocado por la calidad de los textos que estoy leyendo. No, no. Está leyendo la náusea. Claro. Bueno, también puedes leer cerca del agua algún periódico. Si te sientes con ganas de leer algo mientras estás en la baniera. Justo ahora... Déjale banearte y ségate por completo antes de tomar el libro. Es decir, no lo hagas. Esperá que termine el agua. ¡Además discúlpeme! Qué gracia tiene todo esto. Tan irresistible es la lectura que no se puede ni banear. No parece que la gente tuviera tanta ganas de leer. Yo he leído algunos libros que me atraparon por completo. Sí, pero no se puede bañar. Que no lo soporta, tiene que ir. Lo quería terminar a toda costa, cada minuto que tenía libre me ponía a leer. Bueno, no comas... Platero y yo, por ejemplo. Cállese. No comas ni bebas mientras lees. Mi abuela me decía, Bartón... Sí. Que... Me podía hacer mal al cerebro. estar leyendo, incorporando nociones al mismo tiempo que estoy incorporando alimentos y que el cuerpo puesto en el trance de tener que realizar dos procesos diferentes y hasta contrapuesto podría equivocarlos. No se decide, no se decide ni por uno ni por el otro. Y incorporar, por ejemplo, a mi mente unos gnocchis y por el contrario... por el tubo digestivo se iban conceptos. Y claro. Indigesto. Bueno, la solución a eso sería comer, por ejemplo, gnocchis mientras lee un libro de cocina con recetas de gnocchis. Claro, puede ser. En todo caso, mantén el libro alejado del lugar donde comas y bebas. Está muy bien. Ahora, escúcheme, el placer de tomar un café en una mesa de un bar porteño, en la vereda, leyendo un libro... viéndolo belisco. Pero todos juntos, si no ve el obelisco. Pero ten cuidado, porque las mesas de los bares suelen ser muy desparejas. Sí. Y cuando recientes sirven el café, que está hasta el borde, se mueven y sale un poco el café y va a parar al libro. Sí, sí, bueno... Y vos lo vas a devolver, ese libro, no te olvides. Y el tipo, páginas 33, ¡un saque de café con leche! ¡Qué asqueroso, señor! Ah, discúlpeme, porque ahora que me hizo acordar también tiene un uso para la declaración amorosa. No me digas. Al menos a mí una vez se me ha declarado una chica de... Pero usted quiere... A usted se le declaran las mujeres. No, pero ahora... ¿Quién es usted? Isidro Casanovas, ¿usted? ¿Quién es usted? Yo para comerme una rosca tengo que hacer 1500 km. En novia cada cinco minutos. No, señor. Estamos hablando de hace muchísimos años. Me habían pedido... No voy a dar detalles. Me habían pedido un libro que yo le había prestado. Y ella me devolvió el libro. Esto ya ve a qué me huele. ¿A qué? ¿A qué le huele? Y adentro del libro había una carta. ¡Mincón! y una foto de ella no no había una foto y usted cuando llegó esa parte del libro y no se veía vi que vi el bulto de lo distinguí inmediatamente entonces yo acá y algo está metido ahí en el libro bueno y bueno y ahí en la carta decía cosas amorosas bueno es un buen vehículo para esto dice Evita apoyarte en el libro para escribir. Ah, usarlo como... Usted tiene un papel para escribir algo y lo pone arriba el libro. Se le marca todo. Y le queda tomar. Le queda tomar... Es más, cuando usted devuelve el libro, la persona que lo recibe... fácilmente puede leer la carta que usted escribió apoyando el papel en el libro. Qué temperamental su escritura. Los bolígrafos y los lápices pueden dejar marcas en las cubiertas. Si presionas demasiado podrías rasgar el papel, rajar el papel. Sí, y se rompe directamente. Y dejar el libro marcado. Así que déjalo en una mesa o escritorio. O escritorio, sí. Si no es posible, usa una carpeta o una tablilla con sujeta a papeles. Pero... ¿A dónde vamos? Es casi imposible leer los libros así. Sí, porque yo lo que iba a preguntar... Ya se los estoy devolviendo. Sí, de la verdad. Devolviendo más cuando se guarda el ojo donde te quepa. Les quería preguntar a los dos, porque a mí me gusta cuando estoy leyendo el libro, cuando lo abro, es tirar bien la sobra. Habéis dado con eso. Abre y pasale el puño. Algunas ediciones que no son de muy buena calidad no se abren del todo. No. Entonces algunas letras les quedan ocultas por el pliegue. Entonces tú qué haces? Lo abres. A lo bestia. Agarra y... ¡Rrrrr! Y hasta se siente como un crujido del libro. Que es como un... ¡Ay! Que dice el libro. Y así aparecen las letras que faltaban. Sí, pero... con los libros de la editorial que yo les dije, echaban a volar las páginas. Además que escatiman en márgenes, porque conviene dejar márgenes blancos. A mí no me gustan los libros, ni con letra muy chica, ni con pocos márgenes. O sea, cuando empiezan a ahorrar papel, mala señal. Y son libros de bolsillo, ediciones más baratas. El otro día vi de Dostoyevsky, y me encastigo 20 páginas tenía. Era una revista. Bueno, dice aquí, devuelvo el libro. En muchos casos las personas solo tienen una copia de cada libro. Y sí, cuantas voy a tener. Y sí. Si te quedas con el libro demasiado tiempo, no será justo para la persona que lo necesite. Renuevo el préstamo si no has terminado el libro en la fecha de devolución. Eso para las bibliotecas. Sí. Eso para las bibliotecas. Mi madre solía prescindir de la devolución de libros a las bibliotecas. Ah, mire usted. Sí, ahora ya creo que no. Pero hasta hace no mucho, había todavía aquí en esta biblioteca caótica que usted conoce... Sí, señor. ..algunos libros que decían Biblioteca Popular Juan Bautista Alverdi. Ajá. Lo cual me señalaba a mí... Sí, sí, sí. ..como un delincuente. Como heredero. Imagínese, mire un periodista de carcero. ¿Me conoces ese libro? ¡No! ¿Sale en el diario de caseros Nueva Era? Sí. Dale. ¡Chacal! Sí, sí. ¡Chacal! Ya aparece en mi foto. Se robaba todos los libros. No, sí señor, es una vergüenza. Y ahí gente, testimonio de tipo que iban a buscar tal libro y no estaba y dejaron de leerlo y por eso no consiguieron determinado trabajo. Sí, sí señor. Proteges el libro mientras lo transportas. Sí, puede ser. Algunos le ponen un forro. ¿Qué? Un forro. ¿Qué tal? Acabo de llegar. ¿Cómo le va? Es una conversación interesante esa que tiene usted. Yo, por ejemplo, cuando estaba haciendo la conscripción... ¿De qué hablabas? No, señor. Los forros en los libros a mí no me gusta. Yo a veces lo hago, porque tenía un nylon transparente gigante que me vino con una heladera una vez que compré una heladera. No, la heladera vino con un nylon. La heladera también. La heladera venía con un nylon gigante. Me compró una rueda que venía con un auto. Nunca se supo qué fin le podíamos dar a ese nylon. Yo lo voy cortando con la tijera. Usted tiene mucho tiempo. Del tamaño del libro que quiero proteger. Llega tarde a todas las páginas. Tiene el tiempo forrando heladera. ¿Por qué tiene que usar el nylon de la heladera? No lo puede tirar. Tírenlo, desprenda sed de las cosas. Pero qué importa, pero si no lo necesitaba. Y ahora qué tiene, libros forrados con ese nail-on. Con el nail-on porque es transparente, se ve la tapa original abajo. Y dice eslabón de lujo y abajo está... Evita meter libros de tapa blanda, ¿qué tal? En tus bolsillos, que podrían doblarse los prequí librosones, señor. Sí, bueno, sí, pero... Los libros de colección bisontes. Sí, pero se dobla. Exacto eso de cowboy. Rastros era buenísimo. Sí, señor. La colección Rastros, que era una colección muy barata, sin embargo vistosa en su tapa, pero tenía libros de autores muy buenos. Algunos eran los mismos que integraban la célebre colección del Séptimo Círculo. Claro. Por ejemplo, John Dixon Carr, Ellery Quinn. Y recuerdo, atención los oyentes que me escuchan, un autor interesantísimo que publicaba en colección Rastro, que fue guionista de Sine en Hollywood y que alguna vez también escribió novelas de cowboys. Y se llamaba Frank Gruber. Frank Gruber. Rúbert. Gruber. Gruber. Frank Gruber. Esa sería Frank Gruber. Así que si alguno ha leído... algunos de esos libros que me lo comenten. ¿Quieren algunos títulos? A ver, por favor. La segunda grabación. La... Lápida de plata. ¡Qué lindo! Eh... Ahí está. Policiales. Sí, policiales. Podría recordar muchos más, pero ahora son los que me vienen hacia la mente. Quiere decir que no es que he leído un libro de Frank Grover, he leído muchísimo. Claro. Y ese es el defecto... principal de la historia de mi lectura. ¿Insistir en una línea...? Nada, nada. ¿Qué decir? Bueno... Treinta novelas de colección rastro mínimo. Claro, y eso... Cuarenta, cincuenta. Y entonces... No, bueno, pero... Será tiempo en el que no leía... El amante de Lady Shet. Sí, pero eso sí. Pero le daba una satisfacción bárbara. No, ni siquiera. Era porque no tenía otros libros. Pero algunos sí. La de Rastros es una excepción. Encontrar uno en un foro inesperado novelas muy, pero muy buenas. Bien, pero en general no. En general no era así. Disculpeme, que me estoy... Mantén tu libro fuera del alcance de las mascotas y los niños pequeños. Es un peligro. Agarra un perro. La misma cosa. Bueno, no, la misma cosa no, pero es un peligro. Los perros se vuelven locos con los libros. Lo muerden todo. ¿Qué libros prefieres, su perro? Tengo algún libro mordido, pero ahora no recuerdo de quién. Por suerte, tienen nylon los libros. Sí, no todos. Pero sí, los perros suelen morder los libros y comerlos. Porque les gusta morder, sobre todo los que son gruesos. Los niños también. Pero los niños dibujan. Dibuja dentro del libro. Toma sus marcadores, que acabamos de comprar, y hacen dibujos... sin parar mientes en el hecho que los libros tienen empresas letras. Porque el niño no concibe, porque conoce primero el libro de cuentos que viene con dibujos. Claro. Entonces dice, ¿por qué estos libros? ¿Cómo lees libros sin dibujos? Claro. Padre. Y ahora hay libros para los niños que tienen un texto y determinadas palabras. están reemplazadas por el dibujo que les representa. Claro, claro. Esto ha sido un malentendido. Y la palabra malentendido es reemplazada por un dibujo. Sí, sí. ¡Ja, ja, ja! Ese sería un libro para confundir al niño. Y después se repite el dibujo, entonces el niño vincula... Claro, también esa palabra. La palabra con el dibujo en el contexto. En vez de la palabra vincula, hay un dibujo. Por favor, qué dibujo. Por favor, señor. Bueno, después, cuidado, eh. Pongan los... Ah, para evitar a los niños, a las mascotas, hay que ponerlos bien arriba. Sí, pero lo que pasa es que uno después se olvida que los tiene. Se olvida que los tiene, no encuentran nunca más. Los libros que tengo yo en los estantes más altos. No, eso claro, son los... Ahí están hace años. Por ahí están los libros que yo digo que me han robado. Claro, quizás estén ahí. Claro, sí, sí, sí. Bien, guarda el libro en un lugar seguro. ¿Y dónde? Oven que está secundario. Pero escúchame, ¿el libro está... Dentro de la casa, en algún lado de la casa. El banco puede estar también. No, el banco me parece que quizás... Y porque hay libros muy valiosos. Sí. Ahora pienso esto, ¿no? Ahora, ¿qué pasa si yo me enamoro tanto del libro que cuando se lo tengo que devolver voy a la librería, le compro uno igual y le doy el nuevo? Me voy a dar cuenta. ¿Pero por qué no se lo compra usted el nuevo? Porque no se lo compró directamente en vez de gestearlo. Muy bien, bueno, puede ser, pero... Hay libros que no se consiguen. Sí, es verdad, eso sí. Como el que muchas veces mencionamos aquí, Borges, digo, el libro Borges. No se está consiguiendo. No, no se consigue. Además de que es carísimo, porque se venden usados, pero se venden muy caros. No se volvió a editar ese libro. Ah, mirá vos. No se volvió a editar, es muy difícil de conseguir. Entonces, si eso se lo presta... Pues eso vale, vale. ¿Sabe que hace mucho que no lo veo? En serio, me agarró la preocupación. Porque así descubro yo que me faltan libros. hace mucho que no veo porque los libros te los usas todos los días buscando otros si, además ese es muy grande y este es muy grande, lo primero que ves es un libro enorme bien, acá dice el lugar seguro hay libros valiosos no? si señor bueno uno me refería a este que es caro si era la pregunta pero que es lo que hace valioso un libro yo tengo un libro de Julio Cortázar que es primera edición sin usar nadie lo leyó nunca, ni siquiera yo. Pero eso no se puede saber, señor. No, no, es que están las páginas... Y dice primera edición... Primera edición del año sesenta y pico. No están pegadas las hojas, por casualidad. No me fijé eso. Porque recordábamos cierta vez que los libros de la editorial Peñalillo... que era el que editaba los libros de Jauretche, venían con las hojas pegadas. Pegadas. Había que pasar un cuchillo, una navaja... Sí, tenían que estar armados para leer los libros de Jauretche. Tenían que estar armados. Por más de una razón. Eran todas las páginas, no era alguna, ¿no? Sí, sino todas. Todas. Todas y cada una. Y vos venías por ahí leyendo en el tren y yo me di cuenta de que los boletos de ferrocarril de aquel entonces, que eran de cartón, servían perfectamente. Pero la tentación era romperla con el dedo. No, con el dedo le quedaba todo mal. Con el dedo te quedaba una página y media de un lado y media de otro. Claro. Y si era prestado, es un problema. Bueno, apenas traigas acá su libro, ponlo en un estante o mesa macizos. Tiene que ser macizo. ¿Y qué va a ser? ¿Líquido? No lo dejes tirado en un sofá, asiento. o en la cama, entre las cubijas. Sí, después se le acuestan encima. Claro. Si no, alguien podría sentarse accidentalmente en él, y con eso le estoy diciendo todo. Sí, lo queda todo... Me imagino que se sienta sobre las mil y una noches. Sí. Queda todo doblado, sí. Sí. Bueno, evita los lugares donde el libro pueda mojarse, tales como el borde del fregadeiro... Sí. O cerca de una bañera. Otra vez. Sí, pero ya nos dijo eso. Nadie pone los libros al borde del fregadero. Bueno, ahora... ¿Quién le mientras lava los platos? No, pero sí hay una tendencia de libros en el baño. Sí. Pequeñas bibliotecas. Pequeñas. Más bien de revistas. Sí, es verdad. Sí, pero también libros. Sí. Libros que permitan ser, por ejemplo, poemas. Claro. ¿Te aseguro que son para leer? Sí, señor. Bueno. Después, usan un señalador. El señalador... Nunca llegué a esa sofisticación. Yo lo que hago es doblo la hojita. La mitad del tiempo que empleo en un libro es el tiempo que va de un día al otro y que tardo en encontrar por dónde iba. Pero no le doble a la hoja. Pero no lo marca. No, no lo marco. ¿Cómo? Pero dándole la vuelta a la... Y por ahí empiezo a leer, a leer, a leer y al cabo de diez páginas me encuentro en un lugar que se había leído. ¡No! Sí. Pero yo sigo leyendo dormido mucho tiempo. Sí, a mí me pasa lo mismo. Yo después no me acuerdo nada. Me hago dormir y después no me acuerdo nada. Bueno, pero por eso leí lo mismo. Le yo todas esas cosas mil veces. Bueno, usa un señalador. A ver qué dice aquí. puedes usar cualquier pedazo de papel o de cartón a modo de señalador. No dobles las esquinas. ¿Qué tiene que ver eso? ¿Que doble o no doble la esquina? Es lo que estamos hablando. El papel, la hoja de doblarla. Claro, algunos para marcar doblan la esquina. Sí. Y yo es un pésima costumbre. Bueno, yo la tengo y tengo también muchos dobleces, porque a veces marco por X cosas. Claro, para después recordar un... Para después recordar y después por ahí no recuerdo por qué era. Pero todo el libro está todo marcado así. Bueno, no doble las esquinas para señalar dónde te quedaste. Evita usar un lápiz u otro objeto voluminoso para poner en el medio. Eso también. Deforman la cubierta. Y tampoco dejen el libro abierto boca abajo. Ah, sí, también. Porque eso también agranda... Ah, eso es el lomo. Tú usas el libro. Evita las notas adhesivas. porque pueden dejar adhesivo en las páginas. Bueno. Si te sientes con ganas de hacer manualidades, puedes hacer tu propio señalador con diversos tipos de material. Qué lindo. Fotos de mujeres de nubes. Ah, bueno, no sé. ¿Pero hay señaladores muy lindos? Sí, es que vienen con frases espirituales. Por ejemplo... Las gracias que... Si lees una página por día, dentro de 10 años serás un sabio. Eso es hermoso. Acaba de decir esa hermosa. Sí, con amaneceres, hay imágenes de un amanecer o de un perro. Hay unos señaladores que son como de metal, de bronce. Sí, que sirven incluso para churar a personas. Sí, porque algunos vienen... se enganchan, vio que se enganchan en la página. Bueno, y se... y evita hacer, digamos, el préstamo a terceras personas. Ahí eso es muy peculiar. Ahí, claro, ahí ya se pierde el control. Sí, se pierda el control. Pero queda feo, ¿eh? Ver el libro que alguien no te ha devuelto... Sí....en casa de un amigo común. No, claro, no... Es muy duro eso. O peor todavía, en casa de una amiga. Vos le prestas el libro a un amigo, tipo no te lo devuelves y lo ves en casa de tu novia. No, eso directamente es gravísimo. Pero qué pasó, señor. Y yo dije este libro es mío, decís vos. No sé, está ahí. Me lo prestó una amiga. Ese es un argumento para la colección Rastros. Sí, es un lindo argumento. El libro prestado se llama. Me encantó el libro prestado, como la carta robada. Pero qué buen argumento. Bien. Finalmente dice, examina el libro antes de prestarlo. ¿Para qué? Y para ver si se velo del entero. Para ver si están todas las páginas. Yo lo que a veces hago junto un trébol o una hoja en el otoño. Hay cosas lindas para poner el libro. Y lo pongo entre medio... Un trébol de cuatro hojas es lindo, encontrarlo después de muchos años. A veces teléfono. Sí, bueno, como lo que le digo de la carta también. O boletos. Sí. A veces uno con el boleto del colectivo marcaba por donde iba, bueno, en fin. Dale una hojeada para ver si tienes páginas rotas o faltantes. Manchas grandes, manchas de bolígrafo, de lápiz. revisa si las cubiertas tienen parte faltante. Todo esto lo tiene que hacer... Antes de devolverlo. No, cuando te lo devuelven. A ver, dices... Che, ¿qué estuviste haciendo? No, bueno... ¿De qué agujero, dónde sales? Tampoco puede hacer una auditoría de las cosas que prees. Pues yo, escúchame, cuando te lo presté, estaba flamante este libro. No, a mí, yo lo vi roto ya desde el inicio. No, estaba nuevo. esa mancha de yogur que está en la segunda página. Y esta es tu letra. Ahora vengo. ¿Cómo vas a dejarme el yagé en el libro? Porque estaba en la cocina y en un apuro. Lo abrió así, le puso un rallador encima y que no, ahora vengo. Bueno, increíble este opúsculo acerca de la devolución de libros. Se prestan menos libros, me parece. Sí, se prestan menos porque se leen menos. Se leen menos también. Uno está mirando la televisión todo el tiempo. Imagina. Es cierto. Igual se venden libros. Bueno, libros usados, sí. Las ferias del libro, las ferias. Son fenómenos comerciales muy interesantes, pero no sé si se lentan. Ah, que se venden libros de general. Sí, sí, sí, se venden, no sé. Igual se venden menos también. Bueno. ¿De qué hablaban? De los libros. Bueno, ¿qué le parece si hacemos una breve pausa? Sí. Nada más que para dar paso a los mensajes de nuestros. Mejor no hagamos pausa. O sea, una pausa de un segundo. Directamente, vamos. Claro. Bueno, mensajes que han llegado al WhatsApp de La Venganza, que es 1165855580, y que también pueden acceder a través de lave Nos escribe Pablo Sanchetta y nos dice... Como siempre, el programa da placer al escucharlo. En estas horas los escucho en mis noches de trabajo, en un hotel en las montañas del Principado de Andorra. ¡Mire usted! Sí, cerca de Barcelona, una linda excursión, ¿no? A la montaña. Se lo siente más cerca a ustedes y a mi querida Argentina. Un fuerte abrazo, queridos. No cambien nunca. Lindo mensaje. Muy bien, ¿eh? Dice, buenas noches, queridos poetas. Hace unos días comentaban sobre especies peligrosas. Quizás conozcan el programa Monstros de Río, donde demuestran que las pirañas... pueden no atacar si no hay heridas previas en la víctima. Heridas previas que quería decir en tu juventud. Sí. No, un raspón que tenga usted. Claro, porque las atrae la sangre, probablemente. Claro. También muestran en el programa el terrible caso de una pareja recién casada que ella pisa una raya gigante y al clavarle su arpón la arrastra debajo de la superficie haciéndola desaparecer súbitamente. se la lleva enganchada la raya. ¿Y cómo termina? Nada, sepan disculpar el tenebroso comentario. Sí, es un documental. Monstruos de Río, que está junto con esa colección. Exactamente. El ferrocarril de Alaska, los videos más tontos del mundo. extraterrestres están entre nosotros, secretos de la NASA. Sí señor. Carmen de Montevideo nos mandó este mensaje. Hola trío, soy Sabe, el maquinista del Roca. Además de maquinista, fabrico y vendo reposeras de madera e hice unos versos octosílabos como publicidad que dicen así. Zeus de los griegos patrono, su mujer la diosa era, descansa él en su trono y ella en esta reposera". Está muy bien. Resultado de esta publicidad, nueve. No he vendido ninguno. Son parte de mí, dice alguien. Parte de mí. parte de mí. Sí, como un órgano. Le mando un calio abrazo, dice, grande Barton, buena Guile, genio Ale y media hora de pésima literatura de despedida. Lo felicito por su programa, es un deleite de buenas enseñanzas y buen humor. Les digo que en Bariloche no se escucha el programa en forma radial. Está cortada la señal de AM 750 y la emisión en Internet se dificulta mucho en ciertos lugares donde el servicio es deficiente. ¿Donde se emite qué? Y donde no llega la señal, claro, se le complica escucharnos por Internet, está en Bariloche. Jorge Larroza. Bueno, la casa de Tomás Enrique, ¿alguien habló de eso? Puede ser. Es la casa de juegos de mesa. Mis primos y hermanos trabajaron allí. Me tiraron un flash a la memoria. Los escucho desde mi adolescencia. Mi padre reía solo con sus auriculares hasta que un día le pedía escuchar y chau. Bueno, soy Bárbara, exiliada de Buenos Aires desde el 2000. Estoy en Neuquén. Son parte de mi vida. Muy bien. Muchas gracias. ¿Qué más? Aquí preguntan a usted, Dolina, ¿alguna vez que grabaron el chamamé de los marcianitos para algún disco o algo así? No, pero está grabado como parte de un programa de televisión por Tarragos Ros, Los Juancahuá y yo debo cantar algún pedacito. Y están también Anita Carfi y Alicia, la chica que cantaban con nosotros. Llamamelo Marcianetto. Dice, porque ahora que están por llegar los extraterrestres, sería una buena ocasión para grabarlo, dice Luis Berre del Pino. Lo cantaba siempre el Rolón, yo no ni siquiera sé del todo la letra, es la verdad. Bueno, ¿qué más? Mi nombre es Pablo, de Constitución, y les cuento que los Corazoncitos Doris... se consiguen, por ejemplo, en los supermercados DIA. Yo hasta ahora vi de sabores menta y naranja, pero los más ricos que me acuerdo eran los de mandarina. Saludos a todos, a Gillespie, Alejandro, te sigo desde tus crónicas en la revista Humor. de allí hasta la fecha, por todas las radios, a vidas y por haber. Un abrazo. Queridos vengadores, vengo a agradecerle hoy al joven Barton, que anoche nos desasnó informando que los mosquitos comen otros animales. Sí. Cosa que nunca jamás había escuchado. Anoche no, fue hace unos días. Ah, sí, unos días mi gato desapareció de casa. Ahora desconfío firmemente. y pienso que los despreciados mosquitos se los enllantaron. Dice, todo lo tomé, de Bobril en Entre Ríos. Christian dice que escucha a La Venganza a través de Spotify, ahí nos pueden encontrar, como La Venganza será terrible oficial. Dice, les había perdido el rastro. Hace 20 años los descubrí por radio en mi noche de insomnio en el campo, donde vivía hasta los 18 años, y luego emigré a la ciudad de Azul. donde me gradué de ingeniero agrónomo y resido en la actualidad. ¿Tendrán pensado alguna vez venir por estos pagos? Dice Christian. Bueno, podría ser si nos invitaran. Anduvimos por Olavarría, ¿se acuerdan? Por Olavarría estuvimos. ¿Qué zaino más? Sí, y Tandil. Bueno, Gabriela desde Bariloche. ¿Podrá ser ese balcecito que dicen? tú representas la independencia, yo simbolizo la libertad, y si yo represento la libertad, no, yo simbolizo. No es el nombre, se llama Rosas de Otoño. Lo sigo desde siempre con algunos introdales. Tú eres constancia, yo soy paciencia. Tú eres ternura, yo soy bondad. Tú representas la independencia, yo simbolizo la libertad. Y así sigue. Muy, muy linda letra. Sí, sí, Rosas de Otoña, dale. Bueno, ¿usted tiene algo más, Guile? Sí, tengo acá, nos manda... Cuando trabajábamos... en Editorial Atlántida con unos atorrantes, le cantábamos eso sin que supiera a Constancio Vigil. Tú eres Constancio, yo soy Paciencio. Bueno, aquí nos escribe José Espíndola y nos recuerda aquella charla sobre nombres chinos. y dice, no puedo dejar de recordar al gran jugador chino, el Mencho Medina Mao. Debe haber nacido... Claro que es bello. Claro. Mao es bello. Claro, claro. Entonces... El Mencho Medina Mao. Bueno, soy Mario Evisa del Parque, escucho el programa vía YouTube en cualquier momento del día. A veces los pongo de fondo mientras toco el piano. y los voy orejeando para adivinar cada vez que ante algún comentario tenso Alejandro toca un do un do grave en este caso ya no lo es acabamos de transportarlo y entonces lo que era un do pasó a ser un lave en mol no, un sol juego a adelantarme a veces y toco la nota antes que Alejandro un abrazo grande claro, si está ahí en el teclado aprovecha ¿Qué más? ¿Tiene más? No tengo ninguno más. Bueno, ¿le parece que hagamos una pausa? No, hagamos una pausa. ¿O usted quiere decir algo más? Sí, hagamos una pausa. Muy bien, pausa. Continuamos en La Venganza Será Terrible. Recuerden que nos pueden contactar a través de lave Allí están los links para acceder a nuestro sitio en Spotify, en YouTube, a las presentaciones en los teatros, a nuestro contacto vía WhatsApp, etcétera, etcétera, etcétera. Hoy hablaremos de asuntos metafísicos. Me encanta. Los grimoires es una palabra que procede del término francés grimoire. Grimoire se dice casi siempre cuando se habla del grimoire. Posiblemente significa gramática. Son unos libros... que contienen conocimientos mágicos, o si no, correspondencias astrológicas, hay listas de ángeles y demonios, instrucciones para aquelarres, encantamientos, hechizos, procedimientos para invocar entidades sobrenaturales, para fabricar talismanes. El origen de estos textos, de esta especie de libros. data de la baja edad media. Otra versión sobre la etimología de la palabra grimoire sostiene que proviene del italiano rimario, que significa composición de versos. Un rimero, una colección de rimas. Atención a esto. Los magos medievales italianos creían que la composición de versos... es decir, la composición poética, favorecía a que las operaciones mágicas surtieran efecto. Es por eso que la llamaban incartésimo, encantación, ya que para su desarrollo usaban la poesía y el canto. Hay poco conocimiento sobre el origen de las fórmulas mágicas que aparecen en los Grimorios, aunque se supone... que son el resultado de traducciones sobre textos de magia oriental árabe mezclada con otros elementos occidentales. Lo que sí se sabe es que las palabras contenidas allí se usaban para casi todo. Abracadabra es la palabra más famosa de los grimoires. La palabra abracadabra que se usa como llave. Habracadabra es una llave. Cada vez que el mago la pronuncia, quiere decir que pasamos, accedemos al mundo de la magia y del milagro. Bueno, la Inquisición prestó mucha atención a esta clase de textos. En el Enquiridión del Papa León, por ejemplo, se da una receta para las quemaduras. que consiste en soplar tres veces encima de la herida, repitiendo estas palabras. Fuego, pierde tu calor, como Judas perdió su color cuando hubo traicionado a nuestro Señor en el huerto de los olivos. Bueno, todas esas palabras se usaban para encantamiento, pero la inquisición vigilaba. Claro, claro. Si sabe que en el Antiguo Egipto ya existían libros que recopilaban conjuros procedentes de otros lugares, Babilonia, ¿no? En Europa comenzó su difusión a partir del siglo XII, como hemos dicho. Pero como pocos sabían leer, su uso quedó restringido a un élite de magos y eclesiásticos. Es así. Muchos grimoires contenían fórmulas de magia negra. y estaban escritos en pergaminos hechos con piel de animales y escritos con sangre de vaya a saber usted qué bichos. La mayoría son textos anónimos, nada de Salomón, ni el Papa León, ni el Antipapa Honorio, a quienes se dubrican algunos ejemplares, no. En realidad son anónimos. Miremos lo que dice aquí acerca de El libro de la vaca, Oliver Aniegämis. Fue publicado también en la Edad Media y atribuido a Platón. Menos este. Así nomás. Después escribieron en el libraco y dicen que este lo escribió Platón. Chau. Es uno de los grimocios más antiguos. Probablemente está basada en la traducción de un texto helenístico. tiene en sus páginas indicaciones para la creación de entidades vivientes a partir de fluidos y restos corporales de hombres y animales. Usted quiere construir un ser viviente, agarra un pedazo de un gato, de un perro, de un señor. Lo que va quedando ahí lo revuelve un poco, dice las palabras que tiene que decir, que yo no sé las voy a decir. Y chau, le sale un ser viviente. Otro grimorio conocido es el Albanum Maleficiarum, publicado en latín en 1601. Indica cómo obtener la suprema sabiduría por la intercesión de Capricuo. Capricuo fue un mago que vivió hace muchos siglos en el sur de España y que había recibido la sabiduría suprema. por intercesión divina y logró descubrir el arte de la magia y dominarla, pero no tanto, porque según cuentan tuvo un accidente en sus procedimientos y se transformó en cabra. ¡Vaya accidente! Así que bueno, después hubo una disciplina llamada el sacrocaprismo que tuvo mucha influencia en Andalucía. Mencionemos el libro de Picatrix, es una obra de magia de 400 páginas escrita en árabe y traducida como El propósito del sabio se le atribuye su autoría a Maslama al-Mairiti. Esto se tradujo durante el reinado de Alfonso X el sabio. Está el libro de San Cipriano. ¿Qué haces, Cipriano? ¿Qué querés, Cipriano? Ya no das más jugo. Es un grimorio conocido en las regiones de habla hispana y portuguesa. Está el Tesoro del Lechicero. Los Secretos del Infierno. Oh, los secretos del infierno. Círculos mágicos. Modo de establecer pactos diabólicos. Mmm. Un catálogo de seres infernales. El demonio más mencionado en esta edición es Lucifugo Rofocale, encargado del gobierno del infierno, el ministro del interior del infierno. El nombre Lucifugo viene de las palabras latinas lux y fugio, huir. Lux es luz. El que huye de la luz sería Lucifugo. solo puede tener cuerpo de noche, ya que detesta la luz. Y es el encargado de manejar todas las riquezas y poderes del mundo. Bueno, extraordinario esto. Hablemos del libro de la magia sagrada de Abraham Elin el mago. Es una carta dedicada al hijo del autor. El mago le explica a su hijo los rituales relacionados con la invocación de espíritu. Bueno. Ojo al Cristo. Estas hazañas incluyen entre otras cosas caminar sobre el agua, revivir un cuerpo muerto, hacer aparecer un ejército y transformar a los hombres en animales. Bueno. Quiero todo. Estos son libros verdaderamente. Y no, por ejemplo, cómo aprender a manejar. ¿Alguien vio alguna vez uno de estos trucos de corporizarse? Parece que sí, ¿usted no cree en lo que yo estoy diciendo? Si no, ¿para qué estamos haciendo el programa? No hay nadie, después hay un ejército en un lugar... Por último, retomando lo que hemos dicho al principio sobre el origen de la palabra grimoire y su relación con los versos. nombraremos al cuadrado de Sator. Es un cuadrado que ustedes lo deben haber visto. El ejemplar más antiguo de este cuadrado es del año 1. O sea, el primer año. Sí, sí. El 1 d.C. Fue hallado en la ciudad romana de Pompeya antes de que, creo que fue en el 79, la erupción del Vesúvio la destruyera. Y son unas palabras... que se escriben igual, con las mismas letras, que se leen igual al derecho que al revés, algunos. Son 25 letras. Y viene... no sé si está acá. Sator, es la primera fila. Arepo. Tenet. Ópera y rotas. Pero si usted se fija bien, si usted lea al revés, Sator es rotas, Arepo es ópera. Ah, ok. Ópera es Arepo y rotas es Sator. Cada palabra tiene, al parecer, un significado, pero hace centenares de años que los eruditos están discutiendo acerca de qué pueden, puede ser que estén hablando. Algunos dicen que... El granjero Areppo domina sus ruedas con dificultad, es una traducción posible, pero no significa mucho. Parece un mensaje demasiado simple como para haber sido reproducido durante tantos siglos. Así que siguieron investigando y encontraron algunas otras interpretaciones, como el creador de las tierras domina las ruedas celestiales. Sí. En fin, vaya a saber. Al romper el cuadrado y jugar con las letras, los eruditos encontraron más significados. Yo soy el alfa y el omega, el principio y el fin, el primero y el último. Como el cuadrado de Sator se encontraba en iglesias de Italia, Francia e Inglaterra, dicen que fue un símbolo significativo para el cristianismo, aún cuando los cristianos no podían haberlo inventado, ya que en el siglo... en el año 1 después de Cristo, no había cristianos todavía. Claro, estaban arrancando quizás, pero era demasiado. Recién había nacido Cristo. Bueno, algunos dicen que este cuadrado venía del judaísmo antiguo, eso puede ser, pero el cuadrado de Sator, como los Grimorios, también tenía poderes mágicos. Se usaba como amuleto para alejar el mal. o la enfermedad, o para curar mordeduras de perro, o para curar la locura también, el dolor de muelas, que es absolutamente incurable, o el miedo al agua. En Brasil, en el siglo XIX, se grababa este cuadrado, Sator, Arepo, Tenet, Ópera, en las uñas, para prevenir las mordeduras de serpientes. Si vos tenías escrito... En miniatura. Sí, claro. Bueno, pero hay gente que tiene una unía grande. Sí. Son 25 letras, no creas. Hay que... A mí... Miren cómo me han quedado... No, no, sí. ..elillados los pelos de distintas regiones. Es que nos metimos con la magia. Hay que ver si podemos salir de acá. ¿Qué canción podríamos utilizar para ilustrar este catálogo de palabras mágicas, de hechizos? Vamos a escuchar a Tony Osborne con su piano, su orquesta, en Aquella vieja magia negra. ¡Uuuh! Continuamos en la venganza, será terrible. Señoras y señores, este es el mejor momento para dar comienzo al siguiente segmento. Excusas para faltar al trabajo. Es buenísimo el informe, pero yo creo que hoy por hoy ya nadie se cree más nada. ¿Te das excusa? Yo desconozco porque nunca utilicé ninguna excusa para faltar al trabajo. Usted ha sido siempre un olfa. No puedo dar testimonios de eso. Todos necesitamos faltar a trabajo algunos días. ¿Qué es esto? Esto lo decimos desde un medio de comunicación. Y en estos días. ¿Cuál es la buena excusa para faltar subitamente, sin avisar? Si no crees que puedes usar tu excusa virtual de nuevo... No te preocupes, ya que hay muchos otros motivos creíbles para no ir a trabajar y acá te los proporciona. Ah, muy bien. Claro, porque a veces uno se abusa, por ejemplo, de las enfermedades. Sí. Y el jefe dice, ¿cuántas veces te enfermaste? Claro. Y los familiares. Una buena respuesta es, no lo puedo manejar. Ah, bien, pero hay enfermedades que se... Uno se enferma... ¿Nunca se enferma, señor jefe? Sí, bueno, pero... No. Cada 15 días se engriparon. Efectivamente, nunca se enferma porque es jefe. Claro. Bueno. no andan médicos a eso, pero si usted tiene un problema con un familiar... Sí, ojo, que también puede llegar a matar a todos los familiares. Hay que anotar a los que va matando, los tienes que anotar en un cuaderno porque después... Otra vez el velorio de tu tía. Claro, es que tengo muchas tías. Bueno, vamos a ver lo que dice aquí. Cosas que debes saber. Manténlo corto... ¿A qué? No sé. Diciendo que no te sientes bien. Si te presionan, di que tienes migraña. Claro, usted llama y dice no voy a poder ir porque no me siento bien, no es específico, pero por ahí te presionan. ¿Qué tiene? Tengo migraña, gripe o intoxicación alimentaria, o me lastimé la espalda, una de esas cosas. Sí, pero cuidado porque lo que usted llama con el eufemismo intoxicación alimentaria se manifiesta de una forma. Sí señor. Que a usted lo dejan en una posición... Sí, pero... Muy visible. Después tiene que ir a la oficina y decir... No, estuve con una intoxicación alimentaria. Tiene que dar detalles. A detrás. Ya no puede ir tan fresco. Claro. Dile a tu jefe, si no te gusta esto, que tienes una cita de emergencia. Podría ser para ti, para un hijo. dijo que a lo mejor deberás inventar rápidamente. Claro. Dice, o cónyuge, o mascota, si quieres evitar las escullas que tengan relación con la salud, di que no puedes entrar a tu auto o que tienes una llanta baja. Es una de las mejores escullas que... De la red le va. Claro que dice el jefe, deja el auto ahí tirado y toma tu taxi. Toma el colectivo. Y después lo vas a buscar en el auto. Sí, claro. No puedes entrar en auto. Quizás no tiene auto, inclusive. Cuidado, hay una cosa acá de la salud. Está el asunto de mandar médico. Sí, eso es... Las empresas te mandan el médico. Sí, hoy por hoy, sí. Pero ¿se puede engañar al médico? Y muchas veces lo que se hace es que, por ejemplo, el faltador se fue. El tipo que faltó se fue, se fue por ahí de picnic. Entonces, por ahí un hermano, un pariente, un vecino... Pero el médico sabe. Le dice al vecino, va a venir al médico porque fulano... Pero el médico no conoce a todos los empleados de la empresa. No, qué va a conocer el médico, está tercerizado. No te veo a nadie. ¿O usted aprovecha también la oportunidad si tiene un pariente enfermo? Aprovecha y lo atiende el médico. Claro. Pero tiene que llevar a su casa. y decir que eso es hoy. Ahora, ¿qué pasa si yo, por ejemplo, no tengo nada? Bien el médico le dijo que me duele algo adentro, ¿cómo se va a dar cuenta? No, pero usted le dice... Usted jadea... Tiene que hacer una actuación, algo. Hay el dolor, hay... Y usted cuando al tipo lo empieza a tocar le dice... ¿Le duele aquí? Te diga que sí. Claro, grita. Bueno. Porque si uno dice esas enfermedades, por ejemplo, de la espalda, de los discos, de hernia de discos... Bueno, me quedé duro, me agaché, me quedé duro. Ya me ves. Lo dice el médico. Ahora es importante definir por qué usted no va a trabajar. ¿Para hacer qué? Porque si es para... Usted necesita... motivo para no ir a trabajar? No, pero por ahí usted es para irse, tiene una cita y se va. Entonces no puede recibir al médico, porque usted no va a estar. Bueno, y por eso pone a otro. Ahí pone a otro, bien. Ahí pone a otro. Ahora, si usted... Que puede ser tranquilamente un vecino. Sí. Lo mejor es tener un hermano que siempre tiene algún parecido. Incluso usted le puede dejar el documento. ¿Y nunca viene el médico acompañado de alguien de la oficina? No. Bueno, porque ahí sería... ¿Qué clase de vigilante se cree que son? Bueno, ahí dice, este no es empleado. Bueno, pero el médico puede informar que usted no estaba. O le saco una foto ahora con el celular y la llevas a la paz. Claro, dice, aquí está. Sí, sonamos. No, hay médicos que son bastante botonazos. Y pueden... Incluso si van y usted no está en la casa. Pues por ahí usted vive solo. Sí. Ahí usted puede decir, bueno, tuve que ir a comprar remedios. ¿Qué va a dar? ¿Puede ir a comprar remedios o puede ir a la oficina? Bueno, no. Bueno. No, porque se siente mal. Fue con un esfuerzo a comprarse los remedios. Bien. No es posible predecir la enfermedad. Así que decir que estás enfermo es una excusa eficaz. Ya sea que digas que tienes gripe, cólicos, alegrías... Alergias. gastroenterite, mantén la historia algo imprecisa. Eso es un buen consejo. No tiene que dar detalles porque por ahí se da... es evidencia que usted está mintiendo porque dice algo que no es propio de la enfermedad. En su mayoría, los jefes no harán preguntas detalladas, pero de ser así, no dudes en inventar algunos detalles nauseabundos. Cuanto más se abunda, mejor. Así el tipo no sigue preguntando. Sobre todo con la gastronomía. No está permitido porque hay una condición humanitaria y uno puede decir, ¿sabes qué? Hoy no estoy para ir a trabajar. Eso sería lo mejor. No, pero no es así. Hoy no estoy. Le vamos a descontar el día, Manfredini. No, pero es que no me siento onímicamente para ir... Con más razón. Es así. No se cree que es esto. Me desperté esta mañana con un dolor de garganta y tos terrible. Eso me pasó a mí. No me gustaría enfermar a nadie más. Así que no iré a trabajar hoy. Eso está muy bien. No quiero contagiar a nadie. Eso me pasó a mí hoy acá. ¿Y por qué nos va a contagiar? Estoy acá, me duele la garganta y... ¿Y a qué vino? A enfermarnos a nosotros. Pero no se me ocurrió decirlo. Después mañana estamos... Bueno... No, es que está acá el gerente de recursos humanos de la radio, que lo trajo en el auto. Bueno, tengo la voz en un hilo. Los hicos enfermos generan compasión. sobre todo si tu jefe los ha conocido. Cada tanto lleve a su hijo. Claro, para que los conozca. Para que el jefe los vea. Y ve este chico, a veces enferma. Dice usted al jefe. Sí. Y entonces, está, mire, tengo a mi hijo enfermo. Se cuida, pero no lo lleve después al niño, porque el niño lo delata y dice... ¿Cómo que lo...? Dice la verdad. No estoy, nunca me enfermé. Nunca me enfermé. Es porque el jefe le va a preguntar, ¿ah, sí que la otra vez estabas enfermo? ¡No! Y usted lo pellizca a su hijo. ¡Ay! Mire si el jefe sigue a toda la familia en redes sociales y lo ve a su hijo que está jugando a la pelota. Sí, eso es peligroso. Ahora con las redes es peor. Claro. Esta frase me encanta. Mis hijos gemelos estuvieron vomitando toda la noche y necesito estar en casa hoy para monitorearlos. Sí, pero que justo los dos también vomitan a la vez. Sí, sí, señor. No es que vomita de a uno. Son gemelos hasta en las enfermedades. Claro, el detalle de los gemelos es como una sobre actuación. Bien. tienes intoxicación alimentaria. Eso es muy bien. Esta excusa es particularmente eficaz debido a que no es rastreable. Claro, usted es porque no vino a mi casa. Al otro día puedes estar bien, dice aquí. Creo que me ha dado intoxicación alimentaria. No puedo retener nada. Así que tendré que tomarme el día libre. No sé si me interpreta lo que le quiero significar. Señor jefe. ¿Emergencia dental qué le parece? Uy, eso es bravo. Sí. Un diente partido. Pero escúcheme. Pero después le van a pedir que se muestre. Diente partido sí, pero dolor de diente, dolor de muela puede... faltar por eso, yo creo que no. ¿Y si cómo? ¿Qué va a salir con dolor de muela? No, hay dolores que no pueden ni estar. Ah, bueno, bueno. No, no. Me resbalé en el hielo mientras caminaba mi auto. Dice el mes de enero. Claro. Y me rompí algunos dientes. Dice así. Bueno, que hay alguno. Vivo a someterme a una cirugía dental de emergencia y no puedo ir a trabajar hoy. Eso no sirve. No sirve más. Dicho así con perfecta adicción. Pero al otro día tiene que mostrar los dientes. Claro, mostrarme los dientes. Claro, no le hacen la cirugía en el día tampoco. Bueno, la salud mental. Eso es personal. Los jefes no pueden oponer mucha resistencia. Pero lo pueden echar. ¿Pero qué dice el que falta? Me volví loco. Menciona que has estado teniendo ansiedad sobre un evento próximo en tu vida o que no has pedido concentrarte en el trabajo y necesitas tiempo para cuidarte de ti mismo. Está bien, pero lo veo un poco déble. Sí, lo va a perjudicar. Lo van a echar en la primera cámara. Estoy muy buen empleado, pero está del tomate. Sí, lo va a perjudicar. Bueno. El jefe le dice... Este es peor, mira, dice... Sin entrar en muchos detalles, no estoy bien mentalmente. No. Y necesito tiempo libre hoy, señor jefe. Sí, está bien, porque, por ejemplo, usted se separó de su novia, se peleó. Pero es todo lo que fue. Todo lo que trabaja en la oficina no es tan bien mental. El jefe es el peor. Si yo tengo que faltar cada vez que me deja una novia, no iría nunca al trabajo. Bueno, pero está despechado, porque está descorazonado, descubrió algo que es terrible. No es válida. Esta me parece mejor. Acaba de donar sangre. Sí, pero al rato puede ir. No, es muy agotador. y no te pueden penalizar por hacer una buena acción. Claro. Estuve donando sangre y vos me vas a descontar el día. ¿Qué es eso, Ruggeri? Quisiera ver la sangre que donaste. Bueno, entonces llama al trabajo después de donar sangre. Después, supuestamente. Claro. ¿Por qué? Me acabo de donar sangre y estoy completamente atontado. Sí, bueno, pero... Pero no es mejor avisar antes, así se organiza. No, no. Porque vos ibas a ir igual al trabajo. Pero donaste sangre, te desmayaste y necesito el día para recuperar. La enfermera que me extrajo la sangre recomendó que me quedara en casa hoy. Bueno. Sí, pero... Perfecto. No, perfecto no. Muchas veces la misma enfermera le hace un papel firmado. Bueno, pero usted no fue a donar sangre. Entonces le van a pedir el papel. Le van a pedir el papel. Claro, porque la enfermera le firma un papel justificando... Agarra un papel cualquiera. Tiene que estar el sello de los hospitales. Mi perro comió algo de la basura y ahora está muy enfermo. Necesito quedarme en casa para vigilarlo. No, el perro no, de ninguna manera. Acá el perro no se cuenta. No, no, pero... Pero mire que lo dan, ¿eh? Como acusa, ¿sí? El perro enfermo. Sí, sí. Bueno, un último considero. estás ocupándote de un problema doméstico. explotó una tubería en mi cocina y tuve que llamar a un plomero de emergencia si se le hundó la casa pero puede sucede y si eso le sucede de verdad no le van a creer cuando te pasa de verdad nunca te creen claro no le creen no Misotano está completamente inundado a causa de la tormenta de anoche que tormenta de anoche no llovió ni una gota al final bueno esto es como Pedro y el mismo espero una entrega importante. Sí, que compraste un par de botines en el mercado libre y... ¡Trae! Estoy esperando que me lo vengan a entregar. ¡Qué me importa para mí! Un horno nuevo me van a instalar mañana. Dime qué me importa. ¿Por qué no te lo instalas el sábado? Bueno, pero... Pero señor, pero la gente... Usted no tiene corazón, no tiene nada. ¿Por qué no hace todo el sábado? Dice... Finalmente, está celebrando una fiesta religiosa. Y esto está bien. Tiene una religión. Una religión, sí, claro, amigos. Que tiene esa música. En Estados Unidos está bien eso. Sí, una religión rara. Veo que hay muchas. Claro. De esas, de las nuevas. De las nuevas. Estoy, bueno, es una fiesta religiosa. Tengo una religión de estas nuevas. No, pero ¿cómo de estas nuevas? ¿De qué religión profesa rebagliati? ¿Cómo? ¿Qué religión profesa rebagliati? Bueno, yo soy este... Inluista es. de india claro pero tienen fechas de la los espero de unirse pero el libertad de culto lo tiene que respetar libertad de culto no hay libertad de claro si es el día nosotros este día es el que no tenemos que hacer ningún trabajo bueno pero la iglesia ortodoxa rusa Sí. Dentro de una semana se cumple un aniversario más de... ¿Cuál? ¿De qué? De nuestro líder religioso. ¿Y quién sería? El ruso, el ruso. Muy, muy mal. Venga para... ¿Rabufetti? En cinco minutos lo espero aquí. Además, usted va cambiando de religiones, porque se va tomando todas las acciones. Lo que es que no me acuerdo. Es un converso, con mucho verso. Eso es lo que tiene. Bueno, extraordinario este manual de instrucciones. Hecho por personas laboriosas. Sí, al final es un trabajo. La verdad es que mejor ir. No ir al trabajo cuesta más que ir. Mejor ir y ya está. Yo creo que todos los trabajos, como decía al comienzo del informe, todos los trabajos tendrían que dejar 5 o 6 días disponibles para este tipo de cosas. Entonces, ¿usted le duele la muela? Lo que fue era elito, le tachan un día, le quedan 5. No, le quedan 4. O le quedan 4. y no tiene que estar inventando excusas. Bueno, pero uno no puede saber qué día le va a dolar la muela. Le puede doler más de cinco días. Yo creo que tiene que ser cinco días para cualquier cosa. Me voy... Pero... No hago nada. Hoy no hago nada. Mire, lo llamo y digo no hago nada. No es lo que se está llevando ahora. No, no. Eso es lo que te piensas. No, claramente, más bien lo inverso. Sí, sí, sí. Bueno, discúlpeme. Bueno. Sí. Voy a cerrar esta... sector del programa porque me espera el dentista. Pero a esta hora si no atienden los de la mañana. No tenía turno, era el único turno que conseguí. Adelante. Y para finalizar dos palabras bastan. Gracias. oficinanerd.com pasión por el podcast