Diccionario sonoro que recoge los nombres, historias y lugares protagonistas de la emocionante aventura que representa la música contemporánea desde su creación a la actualidad. Más información: march.es/contemporanea
ALEATORIEDAD
Del latín ‘aleatorius’, casualidad, cualidad de depender del azar. Alea, que significa dados, es un vocablo de origen poco claro, pero aparentemente relacionado con el hueso, pues los dados se hacían con ese material.
Hasta el siglo XX, las ideas musicales se exponen de acuerdo a un desarrollo ordenado según una estructura previamente estudiada, escrita o planteada. Mediado el siglo, algo cambia. Algunos compositores se acogen a una tendencia por la que no asumen la creación musical al completo, sino que, compartiendo la experiencia con el intérprete y el espectador, se acogen al indeterminismo, la flexibilidad o lo que aquí nos ocupa: la aleatoriedad.
La música aleatoria es aquella que incorpora en su proceso de composición y/o ejecución un elemento de azar o indeterminado de cualquier tipo. Aquí tanto el compositor en su proceso como el intérprete a la hora de la ejecución tienen cierto control sobre la obra y por tanto sobre el resultado final. No confundir con la indeterminación: en esta modalidad la libertad del intérprete es completa, quedando reflejada claramente en la partitura, si la hubiere. Ni una ni otra deben confundirse con la improvisación: aquí se trata de situaciones controladas en las que ha sido anulada o minimizada intencionalmente cualquier base racional para tomar decisiones.
Sirva de ejemplo la aportación de Iannis Xenakis, que desarrolla la concepción formal de la música basándose en el control de masas de sonido, densidad, orden y desorden a través de modelos de física molecular, matemáticas y estadística. Suena su obra de 1956 'Pithoprakta'.
Boulez, autor de 'Troisième Sonate' en 1957, denomina 'aleatoriedad controlada' a la naturaleza del método serial donde prima el número y sus posibles combinaciones por encima de criterios musicales basados en la altura y la interválica. Stockhausen también produce de acuerdo a los caprichos de lo aleatorio. Buenos ejemplos son su 'Klavierstück XI' (1956) o la pieza 'Aus den sieben Tagen’ [De los siete días] (1968).
Algunas características de la música aleatoria:
• No hay dos ejecuciones iguales.
• En consecuencia, cada grabación lo es de una ejecución en particular.
• Las piezas son relativamente breves, capaces de mantener en tensión al oyente.
Dentro de la música aleatoria encontramos dos modalidades: la Forma Abierta o Móvil y la Forma Cerrada.
La Forma Abierta o Móvil, dada principalmente en Europa, es la composición en la cual el ejecutante, instrumentista, director etc., puede determinar el orden de los sucesos:
• Por elección.
• Guiado por ciertos procedimientos hacia un orden en apariencia arbitrario o casual.
• O eligiendo un suceso tanto por las reacciones del grupo como del público.
En España, bajo la denominación de 'música abierta', se proponen diversas taxonomías que dependen de los parámetros que la constituyen, su causalidad y la indeterminación de la forma. La música aleatoria para compositores como Ramón Barce o Luis de Pablo es, según el musicólogo Daniel Moro Vallina, aquella que adscribe un determinado tipo de control, bien en el proceso creacional de la obra (utilización de tablas de números aleatorios, leyes de probabilidad determinista, teorías de distribución de datos en matrices, etc.), en su realización sonora (la estructuración en secciones móviles, en base a un número de probabilidades), o en ambas.
En la Forma Cerrada, la aleatoriedad se realiza en el momento de la composición, por lo tanto, las alturas, duraciones y demás deben decidirse en virtud del azar. La forma cerrada es utilizada preferentemente por los compositores americanos. Caso del máximo promotor de la aleatoriedad: John Cage.
Ahora suena 'HPSCHD. Solo VII' para clavicémbalo y cintas de sonido generadas por computadora, obra de John Cage (1967).
La filosofía de Cage, decisiva en el panorama compositivo europeo tras su visita a los cursos de Darmstadt entre 1954 y 1958, va mucho más allá de una mera reflexión formal. Equipara “el hecho musical al universo sonoro natural que rodea al ser humano, dejando al sonido existir libremente”.
“Cualquier intento de excluir lo irracional es irracional. Cualquier estrategia compositiva que quiera ser totalmente racional es en extremo irracional” –John Cage.
La música de Christian Wolff anida en la fértil frontera entre la composición y la improvisación.
Con sus actuaciones junto al percusionista Robyn Schulkowsky y el sexteto Apartment House en la iglesia de Santa Caterina de Bolonia en mayo de 2013, el compositor estadounidense de música clásica experimental se mueve en una gama de posibilidades que la partitura no hace explícita, sino que deja al albur de la interacción de los músicos.
Inspirados en la heterofonía del jazz primitivo, los 'Ejercicios', de los que escucharemos el décimo, son melodías formadas por pequeños grupos de notas que pueden tocarse con cualquier combinación de instrumentos. Además, el intérprete puede elegir los detalles de la ejecución, incluidas las notas que tocará y las que no tocará.