Parteaguas Diario

¿Un Tesla usado por menos de la mitad de lo que cuesta uno nuevo? Ese hallazgo en México revela mucho más que una simple ganga: muestra que el mercado de los autos eléctricos dejó de ser promesa y ya está transformando nuestra vida cotidiana.
En este episodio Jonathan explora cómo los coches eléctricos pasaron de ser una idea que “las petroleras no permitirían” a un fenómeno que ya mueve uno de cada cuatro autos vendidos en Estados Unidos. Hablamos de Tesla y BYD, de los cambios en México —desde electrolineras hasta talleres eléctricos— y de cómo incluso el mercado de segunda mano empieza a electrificarse.
Lo que parecía imposible hace una década hoy ya es normalidad: revoluciones disruptivas que cambian la industria, las ciudades y hasta las oportunidades de negocio en tu barrio.

What is Parteaguas Diario?

Si me leen en El Financiero de México, me escuchan aquí. Esto es mi columna Parteaguas, platicada. Yo soy Jonathan Ruiz Torre y durante todo este siglo he investigado sobre Negocios disruptivos en Norteamérica.

Tesla usado, a $428 mil pesos
Un nuevo Model 3, el más accesible vehículo de Tesla, cuesta 902 mil pesos, de acuerdo con el sitio web oficial de la empresa. Pero también en la web, en Mercado Libre, encontré un Model 3, en 428 mil pesos. Ambos con cualidades similares, aunque el segundo es modelo 2020.
Lo que significa esta información es que hemos llegado a donde los abuelos no pensaron posible, bajo la lógica de que “las petroleras” no lo permitirían: ya existe un mercado de coches eléctricos, inclusive en México.
Porque una cosa es que alguna empresa venda ese tipo de vehículos y otra muy distinta es que estos incluso ya se comercialicen como coches usados. Pesa además que entre los nuevos haya unos 60 modelos a elegir.
Tesla es solo una marca entre varias, y la china BYD claramente compite.
Esto es especialmente importante para un país que tiene a millones de mexiquenses, queretanos, guanajuatenses, nuevoleoneses, coahuilenses, chihuahuenses, sonorenses, y demás… que trabajan para empresas que producen autos o piezas para estos.
Porque lo que ocurre en México está pasando también en Europa y en Estados Unidos, obviamente, en una dimensión mayor.
Durante una conferencia en Querétaro, me preguntaron hace unos tres años si creía que los coches eléctricos se convertirían en un mercado real. Ahora que representan el 12 por ciento de las ventas totales de coches nuevos en el país vecino al norte, creo que la respuesta está dada.
Claro, los que saben del negocio dirán: fue por los subsidios que brindó hasta septiembre el gobierno estadounidense a los compradores de este tipo de productos.
Ante esa cuestión, resulta útil la respuesta que ayer otorgó un experto.
Jon McNeill dijo que este mercado está consolidado. El ex presidente de Tesla y miembro del consejo de General Motors, advirtió que considerando los vehículos eléctricos e híbridos, uno de cada cuatro coches vendidos en Estados Unidos ya está electrificado.
“Si esto hubiera ocurrido hace dos o tres años, probablemente habría tenido un impacto muy significativo en la industria. Pero ahora que, en el caso de GM, nos acercamos a los 200 mil vehículos de producción, podemos reducir la curva de costos”, explicó al podcast ProfG Markets.
El efecto del cambio es global. En México, pese a ciertas previsiones pesimistas, la infraestructura de carga de coches eléctricos está relativamente presente en estacionamientos de todas las ciudades y ya es posible ver algunas “electrolineras”, junto a bombas de gasolina.
No han pasado 10 años desde la salida del Model 3 al mercado, cambiando la percepción de los consumidores en torno a esta oferta automotriz y hoy pocos parecen sorprendidos por el avance eléctrico en muchas marcas ofrecidas en México.
¿Nos estamos acostumbrando a las revoluciones disruptivas?
Dos empresas relativamente nuevas, como Tesla y BYD suman en conjunto ventas comparables con las de GM, que nació en 1908.
Ahora, la apuesta en esas dos compañías por parte de inversionistas y de los gobiernos de Estados Unidos y China, cambiarán incluso el mercado callejero, como el de automóviles usados.
Bajo reglas del TMEC es posible importar desde Estados Unidos este tipo de vehículos, si fueron hechos en Norteamérica, bajo ciertos requisitos y pagando algunos impuestos. Habitualmente, allá los coches suelen tener precios ligeramente más bajos en el mercado de segunda mano.
Eso traerá primero a la frontera norte un nuevo tipo de oferta eléctrica para familias de recursos escasos, eventualmente la tendencia puede moverse al sur, con un impacto obvio sobre las redes eléctricas, en un contexto en el que éstas ya trabajan al límite.
Como respuesta, la presidenta Claudia Sheinbaum empuja su plan de sumar 28 mil megawatts de capacidad de generación, al sistema mexicano actual, de 60 mil.
Pero visto a nivel de barrios, sería lógico también que emprendedores respondan, incluso aquellos que con ciertos conocimientos puedan instalar talleres mecánicos, perdón, eléctricos.
Un nuevo mercado nació este siglo y no hay señales de que pueda apagarse, por el contrario.