Si me leen en El Financiero de México, me escuchan aquí. Esto es mi columna Parteaguas, platicada. Yo soy Jonathan Ruiz Torre y durante todo este siglo he investigado sobre Negocios disruptivos en Norteamérica.
El Delfin que se hace rico vendiendo lentes
Sus lentes Ray Ban están conectados con esta historia que amenaza al Iphone y a Apple y que puede abrir oportunidades de negocio a creativos de México.
Desde 1999, la estadounidense Ray Ban fue vendida a la italiana Luxottica, hoy llamada Essilor Luxottica, quizá la empresa más sexy para trabajar en estos días.
¿Lo notaron? Esta semana, el fundador de Facebook presentó unos lentes que además de tomar fotos y videos ofrecen llamadas, audio e imagen para ver, por ejemplo, contenido de Instagram… dentro de las mismas gafas de conocido diseño que además, pueden usar en una reunión sin sufrir el aislamiento que provoca ese infantil visor que ofreció Apple con su ‘Vision Pro’.
Mark Zuckerberg los llamó Meta Ray Ban Display y empezará a venderlos a fin de mes a cambio de unos 800 dólares o 17 mil pesos. No es la cifra más accesible, pero están por debajo del precio de los nuevos smartphones de Apple.
Para fabricarlos, su compañía necesitó asociarse con Essilor Luxottica, cuyo principal dueño es Delfin S.A.R.L., el fideicomiso empresarial que Leonardo Del Vecchio dejó como legado a su familia y a Italia, antes de morir en 2022, en Milán. El año es relevante.
Delfin controla hoy casi 32 por ciento de las acciones de Essilor Luxottica, cuyo valor de mercado actual es de 108 mil millones de dólares, de acuerdo con datos recopilados por Bloomberg.
Va más claro: Delfin tiene en sus activos acciones por un valor de unos 34 mil millones de dólares. Difícilmente quedarán en ese nivel.
Me explico. En 2022, Essilor Luxottica tenía un valor de mercado de 64 mil millones de dólares. Ese año la compañía con sede europea comenzó a trabajar con Meta en un proyecto que pretende competir con el rey actual de las telecomunicaciones, ese pequeño espejo negro del tamaño de un jabón, que llamamos “smartphone”. De facto, se convirtió en una empresa tecnológica al sumergirse en el ambiente de Silicon Valley.
De entonces a la fecha, el valor de esa modesta fabricante de lentes se elevó 70 por ciento hasta alcanzar su valor récord actual, empujada parcialmente también por la supuesta compra del 3 por ciento de sus acciones por parte de Meta.
Eso fue antes de conseguir que las micas de los lentes operen como pantalla. Ese hito fue presentado esta semana.
En lo que va del mes, el precio de cada acción ya ganó 20 dólares hasta llegar a los 275 dólares en los que cotizaba ayer.
El miércoles dos gigantes reaccionaron. De acuerdo con Bloomberg, las administradoras de fondos más grandes de Estados Unidos, Blackrock y Vanguard, elevaron su participación en Essilor Luxottica. Poseen ya el 2.73 y 2.80 por ciento de la compañía.
Ojo, estas dos también administran parte de los recursos de las Afore mexicanas. Es posible que ustedes sean propietarios indirectos también de una parte infinitesimal de la fabricante de lentes.
Pero lo más relevante es el simbolismo del interés de los principales administradores de capital en esta vendedora de gafas, lo que anuncia la seriedad de un potencial cambio en los gustos de la gente, de ustedes, que bien podrían liberar sus manos con los nuevos aparatos, sin desconectarse de internet, ni de la gente.
De prosperar, los consumidores esperarán nuevos contenidos en nuevos formatos, tal y como previamente pasaron de la imagen horizontal de la televisión, a la vertical de Tik Tok e Instagram.
La principal propietaria de Delfin es la viuda de Leonardo Del Vecchio, Nicoletta Zampillo; los seis hijos del empresario se dividieron el resto de este fideicomiso o holding con sede en Luxemburgo.
Su empresa, dirigida desde 2022 por Francesco Milleri, tiene el potencial de revolucionar nuevamente los medios, la publicidad y el cine, en plena era de la inteligencia artificial a la que también apuesta Zuckerberg, quien no repara en principios para avanzar aceleradamente en esta carrera en la que compite contra Tiktok y Youtube.
Si bien el tema de este nuevo tipo de lentes puede parecer lejano para los mexicanos, su desenlace puede terminar en su buró, en el de ustedes, recargando su batería cada noche, en cuestión de semanas o de unos meses. Ya platicaremos.