Bienvenido a CHANGELOG, el videocast de INUSUAL para quienes entienden que el cambio no es una opción, sino una constante. En cada episodio, exploramos cómo el cambio impulsa el desarrollo profesional y organizacional, ofreciendo reflexiones, aprendizajes reales y estrategias que te inspirarán a crecer como líder y transformar tu entorno.
A través de historias del proyecto INUSUAL, compartimos nuestra evolución desde los inicios hasta nuestra visión de futuro. Recordamos experiencias que nos han marcado, imaginamos lo que está por venir y desvelamos herramientas prácticas para afrontar los desafíos del cambio con confianza e innovación.
Este espacio está diseñado para quienes quieren convertir la incertidumbre en progreso, liderar con propósito y marcar una diferencia real en su vida y en sus organizaciones. Si te apasiona el crecimiento, este es tu lugar.
Hay un momento en la vida de muchos líderes en el que se confunden 2 cosas que no deberían confundirse. La necesidad de comunicar con la necesidad de ocupar todo el espacio. Y así aparece 1 de los errores más típicos, más comunes y más silenciosos en el liderazgo, hablar más que escuchar. Quiero proponerte que te imagines una escena muy simple, que podría suceder en cualquier sitio, una reunión de equipo. Todos están sentados, preparados, con ideas, dudas, propuestas, y tú entras con un mensaje claro, con un plan, con un discurso que has pensado bien, te lo has preparado.
Pere Rosales:Empiezas a hablar, explicas, aclaras, justificas, matizas, y cuando te das cuenta, los demás apenas han dicho nada. No lo haces por ego, no lo haces por imponerte, lo haces porque crees que es tu responsabilidad marcar el camino. Porque quieres que todo quede claro, porque quieres evitar malos entendidos, porque piensas que comunicar es llenar el aire con palabras. Pero mientras tú hablas, pasan cosas que no ves. Alguien en la mesa deja de insistir, otro se resigna pensando, ya lo decidirán ellos, otro guarda una idea que podría haber cambiado algo importante, pero no encuentra el hueco para poderla compartir.
Pere Rosales:Y no es que no quieran hablar, es que no encuentran espacio para hacerlo. Cuando un líder habla demasiado, el equipo aprende a callar, y un equipo que calla no es un equipo alineado, es un equipo desconectado. Lo curioso es que este error casi nunca nace de la arrogancia, nace, más bien, del miedo, miedo a no parecer suficientemente preparado, miedo a que el equipo sienta falta de dirección, miedo a que las cosas descarrilen si tú no las sostienes verbalmente, miedo a que algo se descontrole. Pero aquí viene lo importante, escuchar no te quita liderazgo, te lo da. Escuchar no significa perder autoridad, significa ampliar tu percepción, significa ver lo que tú solo no puedes ver, significa permitir que el equipo te complemente donde tú no llegas.
Pere Rosales:Cuando escuchas, descubres intenciones, descubres fricciones que nadie te menciona, pero están ahí, descubres talentos que no sabías que existían, descubres miedos que, si no los nombras, se convierten en resistencia. Hablar informa, pero escuchar transforma. He visto líderes cambiar dinámicas enteras solo con hacer una pregunta, ¿y cómo lo veis vosotros esto? Y después callar, no para esperar su turno, sino para escuchar de verdad. Ese silencio, cuando es genuino de verdad, es un regalo, porque ofrece algo que el equipo necesita profundamente, sentirse parte, sentirse escuchado, sentirse importante.
Pere Rosales:Cuando un líder escucha, el equipo se vuelve más valiente. Presenta más ideas, advierte antes los problemas, los deben ir. Se implica de otra manera, porque siente que tiene un lugar real en la conversación. Hablar es fácil, escuchar requiere coraje, requiere aceptar que no siempre tienes la mejor idea, requiere soltar el control del resultado, requiere tolerar silencios incómodos a veces, requiere confiar. Pero cuando lo haces, el equipo se expande, y tú también.
Pere Rosales:Un buen líder no es el que más habla en la sala, es el que consigue que los demás se atrevan a hablar. Escuchar no es una técnica, es una postura, una manera de estar, una forma de mirar al otro y decirle, tu voz importa aquí. En un equipo donde todos hablan y nadie escucha, solo gana el ruido. En un equipo donde el líder escucha, todos crecen, y ese crecimiento silencioso, profundo, compartido, es el que, de verdad, hace posible la transformación. Nos vemos en el siguiente episodio.