Diccionario sonoro que recoge los nombres, historias y lugares protagonistas de la emocionante aventura que representa la música contemporánea desde su creación a la actualidad. Más información: march.es/contemporanea
Dodecafonismo
Del griego ‘dodeka’ (doce) y ‘phone’ (sonido), más el sufijo -ismo (sistema, actividad).
Sistema de composición musical usando doce notas.
En el año 1921, el compositor austríaco Arnold Schoenberg decide crear un sistema de composición reglado a partir de un fundamento inflexible: de una única escala de doce sonidos
cada uno de ellos tiene la mismo importancia y puede ser tocado bajo cualquier orden deseable…
…pero ninguno de ellos puede ser repetido hasta que se hayan tocado los otros 11.
El teórico español Ramón Barce sintetiza esta técnica: “En el dodecafonismo, cada uno de los 12 sonidos del total cromático se comporta como si perteneciera simultáneamente a todas las tonalidades. No hay alturas privilegiadas (tónica, dominante, etc.), pues todas, además de ocurrir igual número de veces, están despojadas de privilegios y funciones especiales. Además, cualquier posible tensión tonal –de la que surge la sensación de un tono– está neutralizada por la aparición de intervalos disonantes que la desmienten”.
El dodecafonismo teorizado y desarrollado por Arnold Schoenberg no solo surge como la búsqueda de una voz propia en el mundo germano posromántico sino como respuesta a la crisis del sistema tonal y la estabilidad que ofrecía para la composición, después de tres siglos siendo la norma en la escucha y creación musical en Occidente. Sin embargo, emancipada de la tonalidad, la armonía y la idea de desarrollo, la labor compositiva quedaba suspendida en un baldío atonal.
Esta crisis del lenguaje musical basado en el sistema armónico tradicional –en el que se establece una escala, cuyos grados están relacionados en una dependencia fija con una nota básica (“la tónica”), de la que proceden y a la que convergen– fue el terreno propicio para el florecimiento de la música no-armónica y atonal, como el expresionismo, la música cubista, el impresionismo, el serialismo y por supuesto el dodecafonismo, del que Schoenberg escribió la primera partitura alrededor hace poco más de cien años.