La Venganza Será Terrible (oficial)

La Venganza Será Terrible - 26 de diciembre 2023 - LVST 26/12/23 

Más episodios y las canciones del Sordo Gancé y el Trío Sin Nombre y Gillespi en LaVenganzaSeraTerrible.com

  • Ser astronauta hoy
  • El silencio
  • ¿Te quejas de tu trabajo?

What is La Venganza Será Terrible (oficial)?

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La venganza será terrible. Buenas noches, muchas gracias. Aquí estamos en San Isidro. Sí, señor. ¡Epa, epa, epa! Por primera vez. La sola mención de este santo ha provocado un entusiasmo sin precedentes en San Isidro. Gracias, gracias. Es la primera vez que actuamos en San Isidro. Pero no la primera vez que venimos. No, claro. En realidad, cómo olvidar estas calles. Así es, ¿quiere que le haga una confesión así súbita? Yo he tenido penas de amor en... En todas partes, señor. No, no, pero en este distrito probablemente más que en ningún otro. No, pero aparte que... Todavía algunas de mis lágrimas discurren junto al cordón de la vereda de algunas callecitas. Veía la humedad. Quizás haya venido alguna responsable de aquellas lágrimas. Es muy probable. Es pesta de noche aquí. Desearía fervientemente que no. Claro. Porque me gusta mantener el llanto. Claro. puede ser. Además que vio que ahora viene años después y viene con el marido. Si, entonces uno ya no llora más. No, déjenme llorar, no vengan. Ahora me lo imagino usted en estas calles arboladas, adoquinadas, algunas que van hacia el río, usted caminando triste con el desengaño amoroso. Incluso con las manos en el bolsillo de atrás. tanteando la libreta de enrolamiento. Sí, la tiene. El peine y el panuelo. Jajaja. Bueno, que vos nos recuerdos. Temo que la emoción me impida con esto. No, no, por favor. Hay que continuar. Señores, la nota que nos han encargado para comenzar este show... Bueno. ..es algo que puede interesar justamente a los adolescentes. Ser astronauta hoy. Bien, sí. Vivir en la Luna hoy. Cada vez es más fácil cumplir ese sueño. ¿Qué significa esto? Que la NASA está en una nueva carrera espacial cuyo objetivo es establecer una presencia sostenida en la Luna para el año 2028. Así que hay que empezar radio, porque en la Luna sí que no hay nada. Igual le digo que esto es... La verdad es que es esperanzador, porque antes eran muy pocos los astronautas que podían llegar a... Hoy por hoy parece que se han... Cualquiera. Bueno, han abierto el asunto y cualquiera, no hace falta ni ser un atleta ni un sabio... Secundario completo, sí. Secundario completo sería mejor. Sí, bueno, sí. Bueno, gracias al avance de la tecnología, etcétera. No, no, no. De alguna forma porque si no, no tenemos que ir. Por empezar, para ser astronauta hay ahora un mayor rango etario. Más etario será usted. No, no, no, ese. No, ahora... prácticamente gente de cualquier edad. Claro. Pero de qué edad, por ejemplo alguien de 80 años, ¿no? Antes eran de 20 y pico de años. Ahora no, usted puede tener 14, 78. Y así. Pero es raro porque la convivencia... Como el aviso es la televisión que empiezan a decir 1934, 21, 72, 87. ¿Qué es? ¿No lo vi? No importa la edad que tengas. Ah, dices. No sé de qué habla. No, nadie sabe. Lo que sí es cierto y tiene que ver con lo que decía el señor, con la tecnología, recién mencionaba, las naves espaciales no son las de antes, hoy por hoy aprieta un botón. Son mejores. Y no pasa nada. Ah, no, sí. Se maneja sola la nave, antes se necesitaban... Viene con todo la nave espacial. Viene con piloto automático. Prácticamente el tipo que va es un gnocchi. No, bueno sí. Aérea acondicionada, tiene todo ahí adentro. Bueno, vamos a ver. Se acepta la doble nacionalidad. ¿Qué doble? ¿De qué estamos hablando? No, en la NASA. Usted puede ser tranquilamente italiano. Yo tengo una mía que trabaja haciendo pasaportes italianos. Bueno, hay mucha gente que quiere ser italiana. Sí, pero cosas legales estamos diciendo. ¿Con qué ventaja? Le pregunté. Yo un día no me supo decir. Claro. Me dice, hágasle italiano, dice el equipo. Y entonces, dice, vos entrés y en una semana salís con un sombrero hasta las orejas. No, no es así. Caminando adelante de tu mujer. bailando, y... No, eso es estereotipo, señor. No, pero además le digo una cosa, no es tan sencillo, tiene que tener algún pariente dentro de los 3 o 4 generaciones previas, que sea italiano, es cierto. Y doble, perdón, la NASA admite doble ciudadanía, en tanto una sea de Estados Unidos. Claro, claro. Yo soy chino y ruso. Pero la otra puede ser la tuya verdadera. Por ejemplo, sos ruso y chino. Y norteamericano. Y básico, ahí, cuando estés ruso, pero como también es norteamericano, No nos importa que usted venga por mucho que nos abotee los proyectos y lo espie. Claro. Bueno, dice también, mayor cantidad de títulos aceptados, por ejemplo ahora se puede ser psicólogo y antropólogo y sin embargo te dejan igual ir a la luna. No, antropólogo no sé qué idea, de qué puede servir yendo a otro planeta. ¿Y el psicólogo de qué puede servir? El psicólogo menos. Pero el psicólogo dentro de la nave, por él se ponen nerviosos los otros y los tranquilizan. ¿Pero usted cree que el psicólogo conserva el temple? ¿El psicólogo es tan neurótico como usted? Sí, pero durante los 40 minutos que dura la sesión ahí se pone bueno y se ocupa del otro. Dice, el traje... Aquí empezamos a hablar de él. El traje de hoy, el que hemos diseñado ahora, ¿qué tal? ¿Cómo le va? La NASA. Es de cedería a CIS. Sí. Es más flexible. Adiós a los viejos trajes duraznos que pesaban 127 kilos. Exactamente. Usted y Dios la hace parece un delirio y es verdad, pesaban 127 kilos. Sí señor. Gracias por la confirmación. Gracias. Bueno, este traje monopiesa es. ¿Por dónde se pone? Por arriba. Sí. Cuenta con una escotilla en la parte trasera. Sí, sí. Se le apagó el órgano. Se me apagó la escotilla. Sí, tiene una escotilla en la parte trasera. Lo que significa que tiene un diseño de entrada posterior. ¿Cómo de entrada? No sé, señor. ¿Pero de qué estamos hablando, señor? Que permite que los astronautas ingresen al traje por detrás. Ah. Sí. Bueno, bueno. Yo entendí todo lo contrario, creía que era una salida posterior. ¿Pero cómo salida si...? Porque están en el espacio, señor. Claro. Tiene amplia movilidad eso, eh. En la parte superior, en el casco, se han incluido luces para permitir que los astronautas puedan ver en áreas sombreadas o durante la noche lunar. Una linterna, vamos. ¿Y pero qué sale? Hemos puesto tres o cuatro linternas también. Pero se llama linterna, ¿por qué no le dice linterna directamente? Bueno, y se adapta a la variedad de tamaños corporales. Quiere decir que, ojo, no tenemos un estándar de astronauta de un 80 por tanto que pesa 80 kilos. No, no, no. Puede ir tanto una persona de baja estatura... Sí, señor. ..una persona más bien obesa... Sí, sí, yo me anoté y no doy justo con el contexto. Perfecto, pero bueno, me dijeron que traje para mí a Vía. Sí, por supuesto. Porque queremos evitar la discriminación. Ahora, el asunto es instalarse en la Luna y quedarse allí bastante tiempo. ¿Cuánto más o menos? ¿Meses? ¿Años? ¡Ey, ey, ey! Bueno, ahí la gran pregunta. Después pierde la noción del tiempo, ¿no? En la Luna se pierde la noción del tiempo. ¿Cómo es el día? ¿Cuándo es martes? ¿Cuándo es un día? Y claro, es lo mismo, todo. El sistema de soporte vital portátil... Bueno... Tiene calor el traje, refrigeración, en distintos lugares del cuerpo. Ahora le hago una pregunta. A ver si usted tiene calor por arriba y frío por abajo o al revés. Yo generalmente soy al revés. Claro. Bueno, nada. Me imagino que se prende el ventilador. Me imagino que tiene provisión de oxígeno. Aire para respirar, dice aquí. El traje hace gala. Muy curioso quien traje a Gagalá. De innovaciones tecnológicas, que sin embargo no han podido excluir un elemento inevitable para el astronauta. ¿Cuál es? Los pañales. ¿Lo más importante? Perdón, ¿no hay baño en la nave? No. La falta de gravedad conspira seriamente con el asunto. Pero en el traje, una vez que usted entra en las casas, que ya vamos a hablar, por ahí se saca el traje y se saca también lo español. Sí, bueno. Bueno, sí. Pero no es que tiene que andar todo el viaje acompañado. Escúchame, si vamos a estar un año. Usted vio, se acuerdan los que fueron a la luna, usted los veía caminar y ya se daba cuenta que... Que hace Spamper, se le decía a Neymando. La evolución de la comida. La comida del astronauta avanzó mucho en los últimos años. Atrás quedan los tubos de aluminio. Todo atrás. Todo queda atrás. Tubos de aluminio con pasta fría. Sí, exacto, era lo que se comía antes. Pequeños bocados en forma de cubo. Sí, señor. Parece un restaurante de Palermo. Lo que como yo en casa. ¿Qué hay esta noche? Bueno, pequeños bocados en forma de cubo. No el Suiza. Bueno, la dieta diaria de los astronautas se compone de tres comidas al día, incluye primeros platos, fruta y verdura, postres congelados y lácteos. ¿Cómo se consigue esto? Bueno, diversas naves espaciales automatizadas, llevan mensualmente estos productos a la Estación Espacial Internacional. El lechero. Esto todavía no se ha construido ni nada. Sí, está la Estación Internacional. Está, bueno, ahí la llena. Bueno, está orbitando. No está en la Luna. No, está orbitando en la Luna. Son naves del tipo restaurant que están gravitando. Usted de repente llama y viene una pequeña nave con una caja trasroja. y le dejan la comida y le van tirando. La del divu, déjame. Sin embargo, como no hay gravedad ahí, uno es molesto a verse tener que andar a los manotazos. No, se tiene que apurar, se tiene que apurar, porque además se sale la feta del tapón para un lado. Ah, si le caen arriba, está usted parado arriba a la mesa, manoteando las papas fritas, señor. El menú de la Estación Espacial Internacional se compone de más de 100 productos, amigas. ¡Eh! Mejor que varios restaurantes. Sí. Además, también hay condimentos como salsa de tomate, bayonesa. Sí, mayonesa. Sal o pimienta, aunque solo en forma líquida. Claro, póngale pimienta. Todo ese forma líquida. Claro, claro. El chorizo que usted me pidió... No, no me digas. Sí, lo haces. Pero qué... En un vaso, por favor. Pero es que si es un chorizo derretido, le ponen a fuego lento y empieza todo lo que chorrea, después se lo sirven. Hasta hamburguesas, dice también. Hay un video donde se muestra al astronauta francés Thomas Pesquet. Uno de los mejores. ¿Qué tal, Thomas? ¿Qué Tomás? Pesquet. Eso. Preparando su cena, una hamburguesa de carne y tortillas de trigo que flotaban frente a la cámara. Claro. Y sí, sí. Según se explica, explica el propio Pesquet, los planes para esta hamburguesa eran tortillas de trigo mexicanas y todo eso. Y tenía gusto a cielo. ¿Cómo es que te gusta el cielo? Porque tragás mucho cielo. Pero el cielo qué gusto tiene. ¿Qué gusto tiene el cielo? Celeste. Bueno, ¿cómo serán las casas en la Luna? Bueno, a ver. Algunos humanos tendrán sus propios hogares en la Luna. La NASA ya trabaja en ello. Ah, mire. En los últimos días reveló los primeros esforzos de lo que serán las casas en la Luna. 14 casas van a ser. Me imagino que son como tipo container. ¿Por qué container? No, pero... Si son medio redondas, como iglú. Pero si hay mucho espacio en la Luna, está todo desalentado. Y se infla. La casa antes que usted entra lo infla. ¿La infla? ¿Qué es como...? Pero discúlpeme, yo prefiero volverme a la nave espacial. La nave espacial no, no hay lugares, la nave espacial es nada. Pero y lo que está describiendo es peor. Es más chica que un Volkswagen. Pero la idea es que usted viva un tiempo en la luna, la nave lo lleva y se va y lo deja ahí. Y hacer ciudades para el día de mañana. Ahora, lo que hay que tener cuidado es que no se pinche la ciudad. Ah, bueno, claro. Un agujero así, chiquito, puede destruir una civilización. Ahora muchachos, nosotros astronautas. ¿Qué haces? Nos mandaron a inflar las casas. Nos estamos gastando todo el oxígeno en inflar la ciudad esta. No vamos a quedar sin oxígeno. No, no, pero prometieron que mandaban una nave conocida. Sí, viejo, primero que llegue la nave. Pero este oxígeno con el cual estamos inflando la casa es el mismo que nos vamos a respirar. Claro, yo lo vi. A vos te vi, Roberto. Sí. Te vi tomándote el aire de la casa de la esquina. Pero lo estoy haciendo porque el comandante prometió que entre hoy y mañana, pasado va a llegar la nave. No podemos esperar eso. Sin embargo me enteré de que este oxígeno que tenemos apenas va a durar 24 horas. Ah bueno, entonces por qué lo decís. ¿En qué película estás trabajando? En una argentina. Bueno, las casas estarán compuestas de dormitorios, Y sale de máquinas. ¿De qué máquinas? De máquinas para oxígeno, presión, energía y agua. ¿Agua? ¿Qué vamos a tomar? No hay agua en la Luna. Nadie pensó en eso. Bueno, pero es lo primero. Yo tengo ganas de tomar agua y no hay. Claro, no hay pileta. No, pero eso también lo trae la nave, trae unos bidones celestes. ¿Y cuándo llega la nave? A ver, asomate a ver si viene. Allá vienen las bolas de azelas. No. Las velas de azolas. Y un garaje para estacionar la nave espacial tiene que haber también. La dejamos afuera, qué problema, a ver. Bueno, las paredes estarán hechas con varias capas de materiales diferentes, etcétera. Dice el profesor André Breda Carneiro, que vino a trabajar. Sí, no, vino a trabajar. Lo que pasa es la madre era portuguesa. La existencia de esquinas, como en cualquier casa, dificulta la supervivencia. Ah, mira. No hay esquinas en la Luna. Claro, ese es el problema de la convivencia. No, en las casas, son casas circulares, no tienen esquinas. Son mejores redondas, se aprovecha mejor el aire y todo eso. Pero sí, pero no se aprovecha, si usted pone una cama rectangular, como la mayoría de las camas, es sobre espacio. Debe tener las puntas redondeadas de las camas. Ahora va a decir los muebles como son. No lo dice. El ingreso a cada uno de los módulos no se irá por una puerta, hogar. ¿Cómo se entra? Por atrás seguro. Están herméticamente cerradas y quien desee acceder deberá pasar antes por una sala de despresurización. Como quien... viene del océano y se quiere meter en un submarino. Porque hay una diferencia de presión y usted puede tener consecuencias en su propio físico. Sí, pero además si usted abre la puerta de un submarino para que entren los hombres rana y la deja abierta, se le llena el submarino de agua. Cerrá la puerta o vivís en carpa, le gritan. La puerta cierren, claro. Pero como acabo de decir, el mínimo agujero desbarata todo el plan de la NASA. ¿Cuán mínimo agujero? No, así más o menos. A ver, bueno, pero eso no es mínimo. Hay agujeros que se pueden tapar con el dedo. Claro. Con este. Sí, está bien. Para mí, todo lo que se pueda tapar con el dedo no es mínimo. No. Empieza a ser mínimo cuando... Ehh... Incluso a veces hay agujeros de un dedo, Ah. dos dedos, Sí. tres dedos. un puño y así ad infinitum. Sin embargo, lo que acá dice explica Carneiro, que está aquí hablando con el patrón. Sí, buenas tardes. Dice que habrá gimnasios. Sí, porque bueno, hay que mantener la forma física. Claro, porque la vida en el espacio es completamente diferente a la terrestre. El cuerpo pagará las consecuencias. Igual le digo que es más fácil hacer pesas en el espacio que en ningún lado. Claro, porque no tenés que hacer ninguna fuerza. La pesa la suelta y va para el techo. Pero cuidado porque la falta de gravedad a usted le parece una gracia. Sí, a mí sí. A mí también. Sin embargo, cuidado, ¿eh? Usted traga, está acostumbrado, por ejemplo, al restaurant Babieca, usted se come una milanella y la milanella usted la empuja hasta la glotis y cae hacia abajo. Sí, es fantástico. Me encanta eso. Y la luna no. Claro, usted traga y se le va. Se le queda ahí. sacudice, no sabe cómo hacer, lo mejor es ponerse un inflador que hay en todo el restaurante y el aire la reempuja para abajo. Lo imitan a una cena, están todos vomitando parece, pero no, estamos en la luna. Es difícil eso, yo creo que lo mejor es quedarse en la tierra. Después la gravedad reducida. Y sí para el caminar. Para el caminar tiene... Antiguamente eso lo compensaban poniendo peso, por eso hablábamos de los trajes. Trájemos los joques. Pero hoy con los nuevos... Del hipódromo de San Isidro. Claro. Ahí está. de gente de lo lapaluza que acaba de entrar a las asocias ahora disculpeme, porque yo veo que usted está avanzando en el informe y está eludiendo No sé si voluntariamente. Lamentablemente ya estamos aquí en la luna muchachos. Yo si hubiera sabido que esta era la realidad. ¿Qué? No le vengo. No, no. Yo la sabía y así todo acepté venir porque estamos haciendo historia muchachos acá. Sí, sí. Pero nadie lo sabe. Pero una historia que va a terminar trágicamente me parece. Porque el primer viaje a la Luna fue mentira, lo filmaron en un canal de televisión. Lo filmó Julio Berne. ¿Qué lo va a filmar Julio Berne? Fue verdad, estuvo Armstrong. No, él no es Luis Armstrong. ¿No vieron que la bandera flameaba y no hay viento en la Luna? No, pero este es el verdadero viaje. ¿Le soplaba Luis Armstrong? Como quien toca la trompeta. A mí me parece que lo que el informe no dice... y creo que somos grandes como para hablarlo con todos sobre la mesa. Bueno, cuidado porque esto que estamos diciendo... así con tanta reserva, lo están escuchando los sortivas de la NASA. Hay micrófonos que están escuchando todo esto en un salón gigante lleno de radares. Donde están todos los macanudos que vos te puedas imaginar. A veces hasta va el presidente de Estados Unidos cuando hay guerra nuclear, pero a veces va. En este momento debe estar el señor presidente de los Estados Unidos. Hola, podemos saludarlo. General Eisenhower. O lo cambiaron. No, lo cambiaron varias veces. Lo cambiaron varias veces. Digo lo que no dice el informe, y esto ya quizás para otra misión, el amor en la luna. Ah... Yo me acuerdo... ¿Cómo va a ser eso? ¿Lo que pasa? ¿Bajo la luz de la luna? Claro, pero bajo la luz de la luna es imposible. Ta-ta-ra-ra, ta-ra-ra, ta-ra-ra-ra-ra. Así era. ¿Y usted qué está proponiendo? Perdón, ¿por qué? Estamos con los pañales puestos, lequísimos de la tierra. Pero digo... Se escucha el presidente de los Estados Unidos, no es lo menos. Digo, se dio el propósito de venir con las parejas de cada uno, con todos los problemas. Esto es una misión, tenemos que muchachos aguantarnos, lo que sea, en este caso es un año y dos meses. Bueno. Bueno, pero uno también tiene su corazón, ¿no es cierto? Por decirlo así. No sabemos ni qué día es, vamos chicos. No sabemos en qué pared escribir los días que van a pasar. No hay paredes. Además, en la Luna, aquellos enamorados que en la Tierra salían a mirar la Luna, ¿qué hacen en la Luna? Miran la Tierra. suben a una montaña a mirar la tierra. No, no está abajo. Está arriba la tierra. Estamos en la luna. Si estamos en la luna tiene que estar abajo. No, pero está abajo. ¿Qué mira? Sí, para abajo. Mira para arriba. Hay que asomarse así. Hay que congoltear. No, no, no. La idea que tenemos nosotros en la NASA es construirle una atmósfera a la Luna. Pero no es mucho gasto, ¿no? ¿No es mejor vivir en la Tierra? Es mucho gasto, es como una carpa que abarque toda la Luna. Claro. Y después lo inflamos con aire, que traemos ¿dónde? La Tierra. Bueno, pero... Y lo que sobra es el aire, el aire es gratis. No, no, no es gratis. Igual no es tan fácil, muchachos, porque acá, si bien hemos visto que hay algún lago... ¿Dónde lo viste? Sería una noticia impresionante. Cuando íbamos llegando lo vi a un costado. No, no. Eso era Campo de Mayo cuando salimos, lo viste. No hay ningún animal ni ninguna planta acá. No, no me liga. No, parezca. Me trajeron completamente engañado. Si encontrábamos... Sin embargo, acá me dicen, van a traer ya animales. ¿Ah, sí? Animales... ¿Y qué? con su traje, imagínense. Sí. Y pues si no se muere el animal no puede respirar. Pero los huesos trajeron a la perra. Estamos realizando unos trajes para la vaca con cuatro patas, una extensión para los cuernos. Un pañal. Eche. Agujeros para la ordenia. Sí. También. Porque la ubre sí queda contenida. No sea desagradable. Sí, pero... Ay, ¿qué va a tomar usted el café con leche y cómo se lo hace? ¿Para qué la trae la vaca si no la podemos...? Claro. Bueno, los rusos fueron pioneros y mandaron a la perra Laika en qué año fue, hace muchísimo. Hace muchísimo, sin trajes, sin nada. Bueno, pobre perra. Y la soltaron como quien deja el gato en el botán. Cuando la abrieron... Pobre perra Laika, un beso allá donde estés. Cuando volvió estaba con la lengua afuera agitada. Sí, sí, y cantando. ¡A la cantada, la cantada, con la lengua afuera! Bueno, a bailar esta ranchera con la lengua afuera. ¿Cuánto falta, doctor, le digo a usted como... ..futurologo... Sí. ¿Cuánto falta para que haya grandes ciudades en la luna? Yo creo que estamos a las puertas... Sí, bueno. No, espere. Golpea que te van a abrir. A las puertas de que eso sea posible. Hoy por hoy, yo estoy viendo en la televisión, los grandes millonarios... Debe ser cierto. Los grandes millonarios del mundo, magnates. están yendo a la luna cuando quieren y vuelven. Vale, y viene. Pasó con el Old Mask, pasó con... Sí, pero no llegó. Bueno. No fue el Old Mask, el otro fue. Joe Besos. Sí. ¿Joe Besos? Besos, el dueño de Amazon, viajó con un grupo de amigos, fueron y volvieron. No, pero no fueron, señor. Fueron ahí nomás hasta la start-off era ahí, un ratito como afuera. ¿Y qué ganaron con eso? Y ven así, redondo, dicen... Yo creo que en 50 años la Luna va a estar igual que este barrio. Con la catedral y todo. Y vamos a venir nosotros y vamos a decir, acá no había nada. Claro. Si llegamos aquí no había nada. Y cuando mencionemos la Luna van a producir todos. ¡Estamos en la Luna! Por primera vez la venganza será terrible transmitiendo desde aquí. Y bueno, iban a nacer los primeros lunáticos. Claro, sí. Bueno, los primeros no, sí. Hablábamos no hace mucho de Montegatos, que era un lugar donde sólo había hombres. Sí. Y entonces, como estaba absolutamente prohibido que las mujeres... sigue estando, ¿no? Prohibido que las mujeres pisaran Montegatos. nadie había nacido nunca allí. Claro, más vale. Bueno, en algún momento nacerá el primer lunático y tenemos que estar aquí nosotros. Sin embargo, ahora me llega una última comunicación. Sí, ¿qué le dicen? Y es que hay un inconveniente. ¿Qué pasó? Atención. Uy. Les habla el comandante. Quiero saludarlos además porque estoy... Pero el comandante está en la Tierra. ¿Qué comandante es? En la Tierra, por supuesto, con la presencia acá del presidente Biden, que vino de visita. Muy bien, saludos. Lo hemos convocado además del último momento. ¿Por qué? Y vino muy gentilmente, se hizo presente, por el inconveniente que les acabo de comentar. ¿Cuál es el inconveniente? No comentó nada. hay un inconveniente con el suministro de víveres. La nave... Estamos esperando la pizza hace media hora. Hubo un error en las coordenadas. Apenas un grado de diferencia y la nave fue para otro lado. Pero un grado es un montón. Es un montón. Agarró para el lado de los tomados. Bueno, cuando arrancó en la tierra un grado era casi nada. Claro, pero la distancia hasta acá es muchísima. Y el aire... El aire, señor capitán... Ah, el presidente les va a dar un mensaje. No, no, no, pero déjelo. Una despedida. Buenas tardes muchachos. Les pido toda la endereza posible. Eisho Hauer. Pero... En este momento crítico, toda la fuerza y toda la fe. Estoy rezando por ustedes. No, pero bueno, no, pero... ¿Qué quiso decir? No entendí. ¿Qué? ¿Qué quiso decir? No, no, eso de que estás rezando. Acá me llega por línea privada la información de que tenemos 15 minutos de aire. ¿De oxígeno? Sí, esto llegó hace 14 minutos. No, no. Es por el delay. ¿Por qué no avisaste antes? Es telecentro, el delay llegó. Pero nos quedó un minuto nada más. Bueno, tratemos de respirar poco. 45 segundos. No, no. ¿Qué es lo que está pasando? Tengo una idea. Que se salve uno de nosotros. ¿Y cuál es la idea? ¿Cómo sigue ese? Hay dos no respiramos y el siguiente tiene... Yo quiero ser el siguiente. Un minuto. Tiene un minuto más. Bueno, bueno. Vamos a ver. Atención. Habla el comandante. Sí. Tengo una muy buena noticia. ¡Bien! Ya estamos preparando nuevos astronautas para ir a la Luna. Pero bueno, no. ¿Quién nos importa eso? Hay descuentos en las farmacias para todos los astronautas. Vamos todavía. Bueno, hay una solución. ¿Qué les parece si nos volvemos ahora mismo? Claro. Con nuestra nave espacial. Marcha atrás todo. A cabo cañaveral. Con nuestra nave espacial, observen. Andamos por las galaxias del universo por ah. Había un chamamé que había... El chamamé de los marcianos. Nuestra nave espacial, obsérvela. Andamos por las galaxias del universo por ah. No tienen nada que temer porque venimos en son de paz. Ya no caso nada más y nada le vamos a hacer Hemos venido de otra civilización Tenemos armas que lo pueden destruir ¡Ja ja ja! ¡Qué maravilloso! ¡Qué lindo así! ¡Qué lindo aquí en Seamame! Para vos, Biden. Muy bien. Bueno, lamentablemente... vamos a tener que interrumpir este informe por falta de aire. Terminó el oxígeno para ustedes, muchachos. ¿Cómo para ustedes? ¿Ven este tubo? ¿Cuál? ¿Este? ¡No, este, señor! Tengo oxígeno hasta octubre. Bueno, podías darnos un poco a nosotros. Claro, claro. Lo tenías escondido, Macormic. Somos amigos, camaradas. No tan rápido, ¿eh? Los pañales premium. son míos. Yo podría ofrecerle alguno de ustedes dos... No, yo pañales no necesito. Podría ofrecerle alguno de ustedes dos. ¡Pero por favor! ¿Qué? La mitad del tubo. Cuento... Cuanto quieres, McCormack. Cuando lleguemos a la Tierra... ¿Cómo? ¿Qué más? Deberás darme todos tus bienes. O los tuyos. Yo no tengo ningún problema. Tengo un departamento en la 5ª avenida en Nueva York. ¿Y usted? Tengo un departamento en la 5ª avenida... en Verasategui. Ah, bueno. Ay, no me puedo decidir. Bueno, muchachos, en verdad... Bueno, pero, ¿sabes qué? Vamos a tratar de hablar menos. Bueno, ¿y qué hacemos? Podríamos hacer, por ejemplo... Una pausa. Así. Así. Ya que estamos en silencio, podremos aprovechar para hablar acerca del caliar. ¿De? Del caliar. ¿El silencio? ¡El silencio! ¡Qué bien, eh! Y vamos a contar algunas curiosidades acerca de este asunto. Citaremos, por ejemplo, a personajes famosos que hablaban poco, cuestiones de etiqueta que imponían cerrar la boca. grupos religiosos que tuvieron como premisa el silencio. Algunos historiadores han dicho que el silencio fue uno de los elementos esenciales de muchas religiones. En la antigüedad clásica, aunque se privilegiaba en cierto modo una retórica elocuente, verborrágica, el silencio religioso o silencio sagrado... No era algo extraño. Vamos, hay en todas partes como la sensación de que el silencioso tiene una especie de superioridad moral sobre el que habla. Sí, es verdad. Pitágoras, por ejemplo, el finado Pitágoras, y como es mucho... ¿Murió Pitágoras? Sí. .. sometía a sus discípulos a un silencio inicial de dos años. Vos te anotabas en la escuela pitagórica y por dos años no podían decir nada. Ni siquiera levantar la mano para solicitar la concurrencia a los lugares excusados. Nadie podía hablar, todos debían escuchar la doctrina. Plutarco, por su parte, decía que el silencio era algo profundo y reverente y que el silencio era divino. era lo que aprendemos de los dioses y de los hombres se aprendía a se aprutar con la palabra que es una cosa más baja. Entonces esta charla la preparé yo para el Congreso de la Lengua. ¿En serio? Que era todo un panegírico de la palabra. Claro. Y al llegar a este punto me expulsaron. Sí, claro, sí. Los padres de la iglesia se acercaron a estos. conceptos. San Ambrosio, ¿cómo le va? Se preguntaba ¿qué deberíamos aprender antes que cualquier cosa si no es acallarnos para que podamos ser capaces de hablar? decía sin temor a la paradoja. San Ambrosio, sin embargo, fue el primer tipo que leyó en silencio. Antes se leía hablando, no los representantes del pueblo de la nación argentina cuando leía el preámbulo. En cambio, un día San Agustín, que fue discípulo de Ambrosio, entró en una biblioteca y lo sorprendió, leyendo, lo anota él con asombro, leyendo callado. Callado. ¿Qué está leyendo Ambrosio? ¿Ya lo ve? El prólogo de la Constitución. No, que bastardo. En 1853 estaba. Bueno, Sanambrosio recomendaba el silencio con una muestra de pudor y vergüenza. Está muy bien. El silencio fue siempre señal de gravedad. Y hablar demasiado señal de vacuidad y ligereza. porque la reserva verbal se relacionaba con la nobleza y la locoacidad con los charlatanes, con los tipos que iban a la feria, a la plaza a pregonar sus productos, como decíamos hace poco. El Papa Pío Quinto, como le va... publicó un decreto especial en 1568 en el cual prohibió que se charlara en las iglesias. ¡Muy bien! ¡No, lo bien que hizo! Que se moviva la iglesia. ¿Qué tiene que hablar? Queridos hermanos, te lo pido a susitado. No, no, si no es un policía. Viene la mina, me dice. Sí, claro. San Carlo Bo Romeo, arzobispo de Milán, impuso la pena de diez días a Paniagua. Sí, Paniagua. Encantado, ¿cómo no? ¿Paniagua? Música el tango a Paniagua, ¿quién lo pidió? No, no lo pidió nadie, señor. Perdón, estaba leyendo los pedidos. Sí. Bien. San Carlos Romeo impuso la pena de diez días a Paniagua, ¿a quién conversarán? ¿A usted? A Paniagua. En tanto el silencio era señal de virtud, algunos grupos religiosos sostuvieron un silencio total. Sí, sí, sí. fue el fundador de la orden de la Cartuja e hizo voto de silencio riguroso junto a los monjes que lo siguieron. Se retiraron al desierto, ahí en la Sartre, cerca de Grenoble, donde cada uno empezó a vivir al estilo de los antiguos anacoretas de la Tebaida, aquellos de los cuales hemos hablado tanto. Ahí, respecto a San Bruno, Hay una anécdota que... Había un escultor que estaba tallando una figura y vino otro, un amigo, y dice que maravilloso era un santo que estaba esculpiendo. Dice que lindo ese trabajo que estás haciendo. es un santo, le falta hablar nada más. Y el asco le dice bueno si hablar estaría todo mal porque es San Bruno. Parece que en la vida no dijo nunca nada. Bueno, la cuestión es que la orden de la cartuja tuvo cada vez más fieles y nadie hablaba. Tenían un complicado lenguaje de señas para satisfacer... La necesidad es cotidiana. Ni quiero pensar las señas que haría. Bueno, me imagino dos o tres, no más. Bueno, comer. Sí. Cuando otros religiosos hablaban acerca del valor de las palabras, los cartujos escribían acerca de los peligros espirituales de la locoacidad, por ejemplo, o la verborragia. En el siglo XIV, ya muerto San Bruno, paz, descanse. El Papa Urbano V quiso dar a esta orden de la Cartuja una muestra de su aprecio y consideración y decidió reformar sus reglas, que eran muy absteras y yo dije, no voy a hacer una regla más maliviana, pobre gente. Bueno, por ejemplo, al referirse a la total abstinencia, él habla, bueno, que puedan hablar en algún momento. le enviaron una carta indignado diciendo que querían seguir en silencio y el Papa Urbano le quería hacer un favor y decidió seguir adelante. Dice, no, esto se quejan para quedar bien, pero no, pueden hablar ahora todo lo que quieran. Bueno, ¿qué? Se hizo su aparición en el Palacio de Avignon, que es donde estaban los papas en aquel entonces. y apareció una comitiva, una delegación de ancianos cartujos que defilaron antiurbano en Chile. ¿Y si qué le van a decir? No decían nada, pero hacían con la mano de acá. Ah. Le digo que por la rima se salvó Urbano. Sí, sí. Urbano. ¡Entréganos tu mano! Bueno, tanto el Papa como los cardenales y pelados ¡Prelados! quedaron maravillados por lo insólito de aquella embajada porque todos los que acudían en general ante el Papa eran para pedir que le aflojaran y esto no querían más rigor ¡Aprieten que no duelen! Y bueno, en realidad Urbano no les igualiza Mantuvo esas libertades. Cualquiera hiciera lo que quisiera. Otro grupo religioso de silentes fue el de los trapenses, una orden fundada en Francia en el siglo XVII, y ahí estaba la prohibición estricta de hablar. A mí me parece que los trapenses están aquí en la Argentina en azul. Sí, señor. Me parece que yo fui a esos conventos, había unos tipos muy sonrientes que hacían así. Creo que ofrecen... No, no, no. No hacen gestos, señor. Están haciendo dulce o queso. Exactamente, ofrecen productos regionales. Entonces no eran gestos, eran que hacían queso. Uno puede ir a comprar una mermelada... Esa era la seña de la horna de queso. Estoy haciendo queso. Sin embargo, después se lo digo a esto. que estoy pensando ahora. ¿Qué es esto? A ver. El... El que reemplaza el silencio por una comunicación equivalente, en realidad no está renunciando del todo a nada. Claro. Poner el que escriba el tipo, en vez de decirte que tal como te va Aguilés y te lo escriben. Ah, no, eso no es silencio. Bueno, ya seguiremos con esta idea, pero la dejo ahí colgando. ¿Dónde? Hágame acordar, lo cuelgo de acá. Si no le cae mal. Los cuáqueros consideraban a las palabras como signos de bileza y parte del corrompido mundo exterior. Por esa razón, William Dewsbury, por ejemplo, recomendaba a sus hermanos que se abstuvieran de decir muchas palabras. La ilustración más notable del repudio de los cuáqueros por la palabra fue la institución de la llamada rebelión silenciosa o reunión silenciosa. Una forma de culto sin oraciones, ahí está, sin sermones y de exclusiva meditación. Los reyes también solían permanecer silenciosos ante los cortesanos. El rey de España desde Felipe II hasta Carlos II, que fue el último de los austrias, eran célebres por su carácter taciturno. Era una estrategia para para ser dignos. Y entre los reyes franceses también, también. Ahí estaba muy habladores, Enrique IV, Luis XIV, Luis XV, Napoleón callado. No así Napoleón III, que hartaba a todos hablando de artillería, era especialista en esas cosas. En cuanto a cuestiones de etiqueta, en la corte de Versace, nadie hablaba al rey durante las comidas, a menos que el rey le dirigiera la palabra. Lo mismo en Inglaterra. En la corte inglesa, si el rey o la reina no te decían algo, no podías hablar. Entonces muchas veces, si el rey sostenía su mutismo, tenían que quedar todos callados durante varios días. En muchas oportunidades, el rey, nada más que para que los demás pudieran decir cualquier cosa. Claro, para que empiecen a hablar. O sea, los que no saben guardar son pobres aunque trabajen. No, bueno, listo. Todo esto de dignificar el silencio tiene mucho tramposo. Me acuerdo de un cuento de Oscar Wilde que se llama El Esfinge Sin Secreto. Aludían a una persona, probablemente una dama, que se conducía como si tuviera un secreto muy grande y en realidad no tenía ninguno. A veces... el silencio nos hace pensar que detrás de él hay un conocimiento de grandes verdades que están esperándose reveladas o que uno está ocultando a propósito. Y a veces no hay otra cosa que la simple estolidez. Pero claro, como no decimos nada, no lo revelamos. Y está el silencio como signo. Ahí está Roland Barthes, que dice que hay silencio que en realidad significa algo. Uno te pregunta, ¿me querés? Y claro que significa algo. Es un silencio lleno de significado. Como si fuera un signo. No es mucho el significado. No, significado no. Bueno, claro. Pero es suficiente. Digo porque no sale el subtítulo. No, es un significado que abarca la mitad del mundo. Bien, recordemos el voto... Recordemos lo que le dije. Sí, donde si uno escribe... Que uno renuncia a hablar, pero asiente con la cabeza, escribe, hace señas. Hay un personaje de un libro que he escrito, que es el pianista de La Rica, que justamente en la novela era el testigo, el único testigo de un crimen misterioso, pero había hecho un voto de silencio, pero le había agregado a ese voto de silencio... el anular completamente cualquier reemplazo del aula, no escribía, no contestaba, no hacía señas, no alzaba las cejas, no se expresaba de ninguna manera. Como dato de color, su amigo, el protagonista de la novela, el escritor Vidal Morozov, tenía a su padre en una situación de internación de vida vegetativa. El padre no podía hablar ni podía oír ni nada. Pero el escritor lo iba a visitar. Y cuando visitaba a su padre, se hacía acompañar por su amigo de la rica que había hecho el voto de silencio. Entonces, ahí estaba el pobre Morozov con su papá, que no decía nada. con su amigo que tampoco decía nada y con él que por respeto tampoco decía nada. Y así pasaban largas horas sin que ningún sonido o comunicación perturbara su condición de estatuas, eran como estatuas. Yo creo que hay un secreto placer en no decir nada, en suspender el juicio. negarse a todo pronunciamiento. Hay un placer en eso. ¿Quieres que te dé un consejo, hijo mío? Disfruta del silencio. Aquí descubrí el nombre de la novela. El nombre de la novela que ha escrito Nora Z. Wilson es Los Frutos Malditos. Y es, como he dicho yo, una novela sobre adolescentes que, en este caso, por ahí, consigue los resultados esperados. Esto se vende en Macuando Libros, una librería de flores que queda en la calle Baigorria 3699. MacCondole libros. Ahí se vende también La noche extraviada, que algunos libros de sudestada efectivamente. Y me han mandado también unos libros que ya voy a agradecer en otras situaciones. Señoras y señores, este es el mejor momento para dar comienzo al siguiente segmento. ¿Te quejas de tu trabajo? Sí. Bueno, bueno, bueno. Hay peores trabajos. Chau. No, pero... Digamos, es una nota auspiciada por las distintas patronales. Claro. Es verdad que siempre la gente... Todo a favor del patrón. La gente tiene la costumbre de quejarse del trabajo, pero no saben que hay trabajos terribles. Claro. Y entonces esto es, ¿cuáles son los trabajos más peligrosos del mundo? peligroso para la salud, para nuestra vida. Bueno, al ver estos trabajos vamos a valorar más el nuestro. Ah, bueno, sí, pero... Señor Ordeñador. Primer trabajo peligroso, leñador. ¿Leñador? Leñador. El leñador básicamente se encarga de extraer abuelas del abdomen, de las panzas de los lobos. No, usted... Que hayan de ingerirla. El leñador se encarga de cortar árboles, talar árboles en el bosque. Yo veo siempre una serie, a mí me gustan mucho los documentales, así que calcule, me hago un festín con los no documentales de Netflix, por ejemplo. Pero ¿ya hay de leñadores o hay documentales? Leñadores de Siberia se llaman, que son como 140 capítulos, todos de leñadores en Siberia. que cortan árboles y mueren de frío. Pero si está la tundra, ahí no hay mucho árboles más allá. ¿Quién es la tundra? No, señor. Una bailarina de flamenco. Es un bioma. Anista Montoya. La tundra. ¡Ale! La tundra de Siberia. El trabajo del lineador. de elegir árboles del bosque y luego cortarlos es uno de los más antiguos, pero también de los más peligrosos. Sí, señor. Caídas no controladas de ramas, cortes y amputaciones por rebote de la cadena de la máquina cortadora, atrapamientos o golpes de gravedad. Terminó. Bueno, sí, ya con las dos primeras ya estaba listo. Ya con un par de amputamientos ya es suficiente. ¿Es amputamientos o apuntamientos? No. Apuntamiento es una cita. Sí. Casi que me molesta tanto ser amputamiento en radio, me siento en un riesgo cercano a... Mira ese leñador, yo lo conocí. Y mira ahora lo que le pasó después del amputamiento. Hola chicos. Es mejor hablar del Papa Urbano, me parece. Bueno, acá un capítulo es el peligro del hacha. Sí, sí, sí, hermosa. La venden en Macondo Libro. Las herramientas de baja tecnología utilizadas en el trabajo del leñador son muy peligrosas. Por ejemplo, las hachas y las sierras. Las sierras de cordas. No, las hachas y la sierra eléctrica, todo esto. talar es complicado no es como manejar un ordeñador ordenador ante una computadora si cometes una falla y puedes apagar y volver a empezar en el monte no puedes dar marcha atrás dice jorge nuñez especialista en marchas atrás no en peligro laboral Hola chicos. ¿Qué tal? ¿Cómo andas del amputamiento? Factores ambientales como la lluvia, nieve, terreno accidentado, temperaturas extremas... Bueno, todo para el leñador. Todo para decir que el leñador no se cierra. El leñador, el trabajo... Mire, yo como leñador le digo lo más peligroso que hay. ¿Usted es leñador? Sí, ¿qué tal? No veo las camisas. Toqueme las manos. Ah, sí. ¿Veo los callos que tengo? Y en los pies no le digo nada. No, bueno. Lo más peligroso es cuando el árbol que estamos cortando se va a caer y alguno de nuestros compañeros está justamente bajo el área de influencia del mencionador. Hay que gritarle, se le grita, fuera abajo. ¿Cómo gritan ustedes? ¡Fuera abajo! No, abajo. ¡Abajo! ¡Fuera abajo! No. Con razón hay tantos accidentes. Sí, bueno, no estoy gritando. Bien. Otros leñadores se suben al árbol. Porque cortan de a poco. Y van cortando de a poco, cortan la parte de arriba. Pero muchas veces ellos caen porque cometen el siguiente robo. Suben y empiezan a cortar debajo de ellos mismos. No, bueno. Eso prácticamente se lleva al 30% de los leñadores cada año. Pero es muchísimo. Y caen y dicen, ¡Fue abajo! Y caen ellos mismos. Con lo cual el accidente afecta a dos o más leñadores. Caen porque a veces las ramas están podridas. Se sientan en una rama. Parece mentira. Estamos por hacer un movimiento en contra de las ramas podridas. Bueno, pero ahí están los árboles. Añosos. ¿Cuántos árboles? Ustedes que son leñadores, ¿verdad? Sí, sí. No veo la camisa cuadriculada que está en la nariz. Ah, sí. Sí. Señor Chris Christofferson, artista de Hollywood y leñador. Discúlpeme, ¿cuántos árboles talan por semana, por ejemplo? Por semana, ¿por qué no? Por día. Bueno, por día. Es lo mismo. Después hacemos la cuenta. Por día. ¿Siete por día? Siete por día. Bueno. Por semana, 21. ¿Cómo? No, es que no talamos la misma cantidad todos los días. ¡Ah, bueno! Al menos esa es la cuenta que nos hace el patrón. Claro. Bueno, esta semana estará este 21. Qué raro. Sí, qué raro porque arrancamos con 7. El lunes arrancamos con 7. Yo vengo a repudiarlos. Sí. ¿A re? A repudiarlos. ¿Por qué? Porque soy de la asociación Somos Árboles. ¿Somos árboles? Somos árboles. Ahora, nosotros tenemos la culpa. A ver, el señor es un árbol, a ver si... No, no, no, no. A tendero. Basta de talar árbol. A ver, puedo decir una cosa, no es nuestra decisión, nosotros no somos los que decidimos. Ah, bueno, con ese cuento, así estamos, la humanidad. Pero no somos nosotros. No. Acá, todo ese desierto que usted ve, antes era puro árbol. Pero eso, todo bosque. Bueno, ahora también. El día de mañana, si seguimos así, no va a haber un árbol en todo el mundo. ¿Y usted lo dice tan canchero? No lo digo, ¿usted me ve cara de canchero? Bueno, pero sí. ¿Cómo quieres que se lo diga? Quiere quedar como Dario Víctor y así. Lo que pasa es que bueno, nuestra profesión es esa, si no cortáramos más árboles, ¿de qué trabajamos? O sea, su profesión está en los árboles. ¿Con qué harían los muebles de madera? Le pregunta a usted. ¿Eh? No los hace de madera los muebles. Algo con el asunto de la profesión. Su profesión está en los árboles, mi profesión es matar leñadores. ¿Qué me dice? Nos conocíamos esa profesión. Acá ya hay muchos que tienen esa profesión y no son ecologistas. Bien, segunda profesión peligrosa, pescador en alta mar. No, esa es terrible. Porque no es el hecho de pescar, una caña a un azul o la tira cualquiera. Sí. Pero todas las inclemencias del tiempo... en una barcasa en Altamar, que no tienen prácticamente control de nada, que es una cáscara de nuez apenas con un volante. ¿En qué barco trabaja usted? Se llama Timón, además. Estoy en una factoría japonesa, un barco de 300 metros, con computadora. Bueno, sin embargo, efectivamente, como dice mi compañero, no es tanto el tirar un anzuelo, las redes... Las sogas, el trabajo, las manos están en continuo riesgo. La soga que se desliza por tu mano a 100 kilómetros por hora, te la quema. ¿Le quema la mano? Sí, claro. Te la quema. La espina de los pescados se te clavan en las miedas. Bueno, también eso es un simuleo. La gelatina que tiene el pescado, acciona sobre las heridas que te ha hecho la ya mencionada soja y la ya mencionada espina. Se te infecta la mano con pescado. Y se te infecte y no te sirve más para nada la mano. Bueno, está bien señor, pero... No, no sé. Hombre al agua. Sí. Ah, se caen al mar. Se caen al agua, señor. El mal tiempo, las tormentas y los episodios propios de Alta Mar pueden provocar que un hombre se caiga al agua. Sí, sí. A veces directamente viene una ola y da vuelta al barco y quedamos todos boca abajo. Y más, todos los pescados que pescamos se vuelven al barco. Igual les digo, yo vengo a repudiarlos. Sí, ya no se repudió. A los pescadores vengo a repudiarlos. Lo repudió de arriba abajo cuando éramos leñadores. Por la pesca indiscriminada con redes que agarran el cornalito. Es discriminada señor. No, no agarran todo. Eso no, estamos pescando atunes. ¿Ahora puede decir una cosa? Sí, atunes pero se llevan cornalitos todos, ¿por qué? No, no, atunes que están... Mirá, porque está muy contaminado el atún. Usted sabe que la gente tira los termómetros al mar. Bueno. Entonces hay mucha contaminación de mercurio. Pero no es por los termómetros me parece. Pero termómetro, mira. Es por otra cosa. Para mí la gente tira el termómetro al agua, todo va a dar. Pero se lo come. a la temperatura y después te come una lata de atún y empieza a brillar. No, el mercurio ya está en el mar. Ya está por otra cosa. Está tan contaminado el mar que los atunes ya vienen en el lata cuando los pescan. Ahora, le puedo decir una cosa y esto no es en defensa... A mí me da lo mismo una cosa que otra, es nuestra profesión. Pero todos los pescados que nosotros estamos sacando, si usted deja pasar uno o dos años, vuelven a aparecer otros pescados. Bueno, pero en algún momento se van a dejar de reproducir porque viene un atún. ¿Por qué? Porque usted se pesca el atún que antes tenía, por ejemplo, tres hembras alrededor, el atún macho. ¿De qué habla? ¿De qué te habla? Hable por usted. No, no, bueno. Puede estar escuchando mi señor esposa, que ya bastante problema me hace. Nosotros nos vamos una semana, nos embarcamos una semana, después volvemos a casa a terminar explicaciones. Claro, bien. Otros trabajos, trabajos en altura. Cualquier trabajo que se realice a más de dos metros respecto del nivel del suelo se considera trabajo a una altura. ¿Dos metros? O sea, prácticamente todo. Y por ejemplo, un techista es trabajo a una altura, un techista. Y ahí tiene... peligros como caídas, de tejados, de escaleras, de superficies frágiles, de torres. Sí, todo lo que decía... Palo de la luz. Yo trabajé en teléfono arriba a los palos de la luz. Esto es verdad. Todo es verdad. Bueno, pero esto... El promedio de caídas era uno por día. Por eso andaban los teléfonos como andaban. Claro. Todos los promedios de estos... ¿Sabes cómo se suena? ..de estos trabajos, el promedio de mortandad... Sí. ..100%. No, bueno, porque están todos muertos. ¿Y si usted espera lo suficiente? Bueno, sí. Ahora le puedo decir una cosa y esto me meto yo y estaba escuchando la conversación. ¿Verdón, usted quién es? ¿Ele trabajó en Telefónica? Sí. Yo también trabajé en Telefónica. Ah bueno, eran compañeros. Pero en el área administrativa. Bueno, no tienen nada que ver. Pero trabajaban arriba del palo de la luz los administrativos también. ¿Por qué se subían al palo? Es para que se fueran acostumbrando para cuando les tocara ir afuera. Pero no les toca. Es un palo enjabonado. Sí, pero no es así. Con un colchón inflable, vale dos pesos con cincuenta, se soluciona. Cada vez que trabajes en altura abajo un colchón inflable. Un colchón inflable. Incluso para bajarte tirás directamente. ganas tiempo, ganas un tiempo precioso. No, un tiempo precioso. Yo trabajé pintando la torre Eiffel. Si no se pinta la torre Eiffel, es de hierro. Se pinta, justamente porque de hierro la tenés que pintar, si no es oxida. Pero... Antigósido. No, pero no le ponen... Saben lo que es pintar todos los fierros, eso. Y la estamos pintando siempre, cuando usted termina de pintarlo por arriba, ya empieza el otro de abajo a pintarlo de nuevo. Vaya a decirle al que tiene encargado ese trabajo. Hay muchos trabajos así. Cuando terminan de pintarlo empiezan otra vez abajo. Claro, sí. Bueno, labores donde es preciso subir una escalera o instalación de antenas. Lástima que ahora ya no hay más antenas. Antiguamente, por ejemplo, esta misma radio, cuando está emitiendo el programa, en un lugar que queda por el Siamse, por ahí... ¿Tengo que hablar de la antena de esta radio? Sí, sí. Yo también. Tiene una antena, señor. Todas las AM tienen una antena. Bueno, ahora, pero no hay más antenas de televisión. No, de televisión. Casi todo el mundo tiene un servicio de cables. Claro, claro. que se sube mi cuñado y yo de abajo le voy gritando. Porque la tiene corriente. Un poco más le digo, cada vez que quiero escuchar el canal 2 de La Plata. Bueno. No me lo agarra bien. No, ¿cómo se lo va a agarrar? No me lo agarra mi televisor. Bueno, cuidado el peligro de los que trabajan, está también la caída de objetos. Usted está en la punta de la Torre Eiffel, si le cae un objeto, chau. Chau qué? Estoy saludando. No señor, estamos en un informe, le pido por favor, sí porque se le cae un martillo de esa altura y él la liga a los de abajo. Y qué hacía con un martillo? Qué hace con un martillo en la Torre Eiffel? Iba a clavar... No, a remachando. Claro. El remachador es uno de los trabajos más peligrosos también. Hay otros. Por ejemplo, bañero en Necochea. No, bueno. Bañero en Necochea sí. Pero esa es una serie. Es frío que hacen en el agua en Necochea. Promedio de bañeros congelados, 82%. La mayoría de los tipos que se están ahogando y se mete el bañero, sale ahogado caminando y el bañero se ahoga. Pero es falta de profesionalismo, señor. No, que parte de quién. Del bañero, ¿por qué? Del bañero y del ahogado también. Sí. Bueno, además Nekoche tiene el mar muy revuelto. Claro, tiene canaletas. Bueno, sí, pero muchos lugares de la costa argentina. Hay canaletas, sí, en casa también. No, no en la casa, de esa condición. Después, equilibrista alemán. ¿Por qué tiene que ser alemán? Yo siempre vi los equilibristas alemanes cuando los chicos venían y ponían un cable que iba del Teatro Colón hasta el Obelisco y los tipos caminaban así por arriba con un palo eso es peligroso Bueno, sí, por supuesto por tanta, 100% No, el 100% no más tarde o más temprano se caían ¿Sabe cómo funcionaba eso? Llevaban un palo para hacer equilibrio si el cuerpo se mandaba para algún lado sacaba un poco más del palo contrapercibido. De abajo gritaba, eso lo hace cualquiera. ¿Qué sabe usted de eso? Una vez se cayó uno por hacerle un gesto al de abajo. Lo primero que me enseñó un equilibrista es que no le hagas gesto a los de abajo. Porque al de abajo le decís, eso lo hace cualquiera. Y vos soltás el palo para hacerle un gesto. O para, en fin, y te caes. Y bueno, es la profecía autocumplida, famosa. Guardabarrera es peligroso. Pero si el guardadarrera está fuera de la vía... Bueno, pero a veces se asoma a ver si viene el tren. No, pero eso... No me parece peligroso. Bien. Ayudante del lanzador de cuchillos. ¿Y sí? El lanzador de cuchillos, él la tiene fácil. Tira, tira, tira. Claro, claro. Pero el ayudante está parado ahí contra la madera de acá. Claro. y los ve pasar. Hay un libro extraordinario que se llama El Lanzador de Cuchillos donde dice que los lanzadores de cuchillos que convocaban más público eran los mediocres. Claro. Y sí. Porque cada tanto se equivocaban y eso es lo que venía a ver la gente. Después estaba El Lanzador de Cuchillos Ifalibles y no iba nadie. Bueno... Usted sabe que en un momento, yo no sé si es cierto, a mí me comentaron que el truco, el secreto del lanzador de cuchillos, es que los cuchillos ya están en la madera clavados. y lo que hace el lanzador es rápidamente hacer como que tira el cuchillo. Ah, de la madera surge el cuchillo. Surge el cuchillo. Con un mecanismo. Con un mecanismo de un resorte. No me digas, me arruinó. No, no. Todo una vida. Ahora, cuando ve un lanzador de cuchillo no me voy a emocionar como me emocionaban. Hace como una especie de truco por el cual usted se imagina que el cuchillo fue y no fue. ¿Y qué hace con el cuchillo que se guarda? Es el próximo. Normalmente acá debajo de la mano, eso es lo más difícil. Es siempre el mismo cuchillo. Claro, dice voy a tirar primero, ahora el segundo. ¿Siempre es el mismo? Siempre el mismo cuchillo, se nota. Sí. ¿Por qué no tira cuchillo de distintos colores si están guapos ustedes? Cállese usted que es del público. Hay este piloto de prueba de aviones. Este es el último. Claro. Sí, bueno. Bueno, ¿qué tal, Joe? Hoy tenemos que probar este avión. ¿Cuál? Este. Ah. Es un... Sí, parece ser un avión de guerra. Efectivamente. No, que estuvo la guerra. Estuvo la guerra. Este es un poco anticuado, me parece. Este avión viene con dos revólveres. Uno para el piloto, otro para el copiloto. Pero ¿qué? ¿Te tiraban desde arriba con el revólver? Claro, se asomaban por la ventana. Ahora vas a ver que un ingranciente. ¡Pow! ¡Pow! Está hecho con madera de Eslovenia. Sí. Bueno, son aviones que tenemos nosotros de amenaza. Bajamos, baja mucho, casi a 10 metros de altura, y amenazamos a la gente. ¿Y qué? ¿Por la ventanilla? Por la ventanilla, ese museo. Por favor. Incluso con el revólver. Ahora, estoy viendo el motor. El motor es a carbón. Bueno, motor. Es un motor, un Studebaker del 29. No, esto no... No, pero cuidado que los aviones actuales alcanzan velocidades superiores al sonido. Y sí, claro que sí. O sea, vos hablas... ¿Y qué? Y... Y le ganas a tus propias palabras. Bueno, pero cómo. O sea, bueno, vamos a... Vamos a arrancar, ¿eh? Sí. Y por ahí aterrizás... y al rato ya... ¡Vamos a arrancar eh! Ahora usted sabe que uno de los oficios más riesgosos del mundo es el de ser músico. No me diga. Señores, vamos a hacer una breve pausa para dar comienzo al bailongo. Muy bien. Y para finalizar, dos palabras bastan. Gracias. oficinanerd.com pasión por el podcast