Bienvenido a CHANGELOG, el videocast de INUSUAL para quienes entienden que el cambio no es una opción, sino una constante. En cada episodio, exploramos cómo el cambio impulsa el desarrollo profesional y organizacional, ofreciendo reflexiones, aprendizajes reales y estrategias que te inspirarán a crecer como líder y transformar tu entorno.
A través de historias del proyecto INUSUAL, compartimos nuestra evolución desde los inicios hasta nuestra visión de futuro. Recordamos experiencias que nos han marcado, imaginamos lo que está por venir y desvelamos herramientas prácticas para afrontar los desafíos del cambio con confianza e innovación.
Este espacio está diseñado para quienes quieren convertir la incertidumbre en progreso, liderar con propósito y marcar una diferencia real en su vida y en sus organizaciones. Si te apasiona el crecimiento, este es tu lugar.
Hay un momento muy concreto en el que el liderazgo empieza a torcerse. No suele ser brusco, no es muy evidente, pero pasa cuando, casi sin darte cuenta, empiezas a hablar de personas como si fueran cosas. Necesito más recursos, este perfil no me rinde, hay que optimizar al equipo. Esto es un tema de capacidad. Y no, no es que esté mal hablar de procesos, números o resultados, hay muchísima gente que lo hace, ¿no?
Pere Rosales:El problema aparece cuando te olvidas de lo que hay debajo, que son personas, seres humanos, como tú y como yo. El lenguaje no es inocente, nunca lo ha sido. Cualquier palabra tiene sus connotaciones por detrás, ¿no? Cuando empiezas a pensar en términos de recursos, ¿qué es lo que haces? Pues pues mides, comparas, asignas, sustituyes, como si fueran piezas, ¿no?
Pere Rosales:Y eso funciona muy bien con máquinas, ¿no? Es una visión mecanicista, industrial, ingenieril, como le quieras llamar, técnica, pero con personas ocurre otra cosa. Las personas sienten, se cansan, se ilusionan, se frustran, se apagan, se encienden, y nada de eso aparece en una hoja de Excel. Este error no nace de la mala intención, nace de la presión, objetivos, plazos, resultados, urgencias, imprevistos. Y poco a poco, sin quererlo, empiezas a mirar más de lo que sería lógico lo que alguien produce, que lo que alguien vive.
Pere Rosales:Hasta que un día te sorprendes pensando, antes rendía más, ya no está como estaba, se ha acomodado, se ha quedado estancado, ¿seguro? ¿O simplemente dejaste de verlo como si fuera una persona? Aquí hay una confusión muy muy común, creemos que liderar personas consiste en asignar tareas, medir el desempeño, corregir las desviaciones, eso es gestionar. Liderar va por otro lado, es otra cosa, es otro cantar. Liderar es entender qué le pasa al otro, saber cuándo apretar y cuándo sostener, darse cuenta de que el rendimiento es una consecuencia, no un punto de partida.
Pere Rosales:Cuando alguien baja su implicación, casi nunca es por falta de capacidad, suele ser por falta de sentido. Cuando tratas a alguien como un recurso, ¿qué es lo que hace? Pues responde como tal, como un recurso. Esto es duro, pero es real. Si alguien se siente tratado como un número, pues, ¿qué va a hacer?
Pere Rosales:Hará lo justo, no arriesgará, no se implicará de verdad. No porque sea mala persona, sino porque nadie da lo mejor de sí en un lugar donde no se siente visto. Las personas no se comprometen con objetivos, se comprometen con personas. Te dejo algunas preguntas sin respuesta rápida. ¿Hablas más de personas o hablas más de recursos?
Pere Rosales:¿Sabes cómo están los tuyos o solo cómo rinden? ¿Qué pasaría si mañana lideraras menos desde el Excel y más desde la conversación? Liderar no es gestionar activos humanos, es relacionarse con seres humanos, y eso exige algo que ningún sistema puede sustituir, presencia. No es hablar de recursos humanos, es hablar de humanos con recursos. Nos vemos en el siguiente episodio.