Diccionario sonoro que recoge los nombres, historias y lugares protagonistas de la emocionante aventura que representa la música contemporánea desde su creación a la actualidad. Más información: march.es/contemporanea
Drone
Del inglés antiguo ‘drān’ o ‘drǣn’ ‘abeja macho’. En algunas lenguas germánicas antiguas del siglo XVII aparece bajo la forma verbal ‘dreunen’, ‘dröhnen’ o ‘dröna’, ‘rugir, bramar, zumbar, emitir sonido’.
El ‘drone’ es un estilo de música minimalista definido por el uso de sonidos, notas o motivos sostenidos o repetidos cíclicamente en el tiempo. Se identifica con las notas sostenidas o pedal; estas notas o acordes se mantienen durante toda la pieza sin variaciones armónicas, proporcionando a quien lo escucha una sensación envolvente y hasta de trance. Se presentan a menudo en combinación con efectos de reverberación y altos niveles de saturación. Cuando hablamos de ‘drone’ hablamos tanto de un estilo como de la estructura cíclica que lo define.
El ‘drone’ puede desarrollarse incorporando nuevos motivos, sonidos o melodías de escasa variación armónica y, por lo general, patrones rítmicos escasos y a veces nulos.
El ‘drone’ se escucha desde los años 50 y 60 en composiciones de Yves Klein o del Theater of Eternal Music (agrupación formada por La Monte Young, a quien, de hecho, se responsabiliza en buen grado del ‘drone’ contemporáneo). También The Velvet Underground, Klaus Schulze, Coil, Tangerine Dream, Pink Floyd, Robert Fripp, Brian Eno, Phill Niblock o Sunn O))).
El ‘drone’ es una repetición a nivel de tono. Tiene la cualidad de generar un sonido estático, físico, profundo, envolvente y meditativo. Puede llevarnos tanto a paisajes sonoros calmos como a espacios oscuros y asfixiantes. Su condición de bucle sonoro hace que sea un formato creado idóneamente desde la electrónica, aunque no es poco frecuente el uso de instrumentos de toda índole –guitarras, instrumentos de viento– manipulados después mediante un ‘sampler’. Sobre esto último, es destacable el hecho de que La Monte Young estuviera fascinado por sonidos como el del viento y el ‘tanpura’ y el ‘alap’ de la India y el ‘gagaku’ japonés, que le llevaron a componer las primeras obras descritas como constituciones de prolongados y sostenidos silencios y sonidos.
Escuchamos un fragmento de ‘For organ and brass’, para órgano y metales, de Ellen Arkbro.