La Venganza Será Terrible (oficial)

La Venganza Será Terrible en MADRID - 22 de mayo 2024 - LVST 22/5/24 

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What is La Venganza Será Terrible (oficial)?

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La venganza será terrible. Muchas gracias, buenas noches, aquí estamos finalmente en Madrid. Bueno, bueno. Hemos regresado después de una ausencia relativamente larga. Y digo, hemos regresado, pero en general no estoy tan seguro. A ver. Porque cuando uno regresa a los lugares los encuentra cambiados. Sí. Encuentra que un cierto negocio donde compraba bolas de fraile lo han sacado, han puesto una perfumería. Y voy a presentar a mis compañeros. Que también cambiaron. Que también han cambiado. Patricio Barton, por favor. Hola, amigos, buenas noches. Es por acá. Y el artista antes llamado, Gillespi. saludamos también algunos amigos queridos que han venido ahí está angelito capa que grande espero que esté el héroe llamado chiche el dueño de barajas el dueño de barajas y de todas las aerolíneas es de la t1 y finalmente rubén rica que fue director de lo que me gastó el amor de laura en su momento que hacía muchos años que no lo veía posiblemente ya se fue Bien, uno vuelve a los lugares y los lugares cambian, pero por eso la pregunta es cuánto debe tardar uno en volver. Bueno. Por ejemplo, uno se va dando un portazo y dando por terminada una relación. Perfecto. Sí. Si vuelve a los cinco minutos... No. No se vuelve. No, no, no quiere. Y si vuelve a los 30 años, tampoco. Tampoco. O sea, si uno quiere volver... a una relación que tenía, cosa que ya es difícil, debe hacerlo en un momento adecuado. ¿Y cuál es? Podría ser... Un año. Es para, incluso para el aniversario. Bueno. Usted se parece, compra una caja de bombones y vuelve para reconciliarse. ¿Quién es? Bueno, tu único amor. La tipa está con otro. Sí, claro. Y además va el día del aniversario y como ya no se lo sabía, tampoco es el día. No. Se lo volvió a equivocar. Otra vez te equivocaste el aniversario. No servís ni para volver. Por favor. Y se vuelve a ir. Había un amigo mío muy nostálgico en sus costumbres que un día decidió volver al colegio del que habíamos sido alumnos. Entonces... se presentó, llegó al edificio y un vecino le dijo que el colegio se había mudado. Pero este muchacho admitió ese cambio, podía ser. Es fuerte el cambio. Le dieron la dirección, que era unas diez cuadras, y se metió. Pidió hablar con el rector, él ya se había doctorado. Dice, soy el doctor Fulano, yo estudié en este colegio. Que tal, cómo le va, muy amable el director. Mire y dice... Sé que cambiaron de edificio, pero me gustaría recorrer las aulas. porque quiero ver los viejos bancos, los viejos upitres. No, y lamentablemente los hemos quemado. ¿Pero por qué es quemado? Los podrían haber donado. Bien, y dice, bueno, voy a ver si encuentro a alguno de los antiguos profesores. Recorrió una y mil veces el colegio, no había ningún profesor, nadie se acordaba de él, ni siquiera los ordenanzas, el personal no docente, nadie, nadie. Bueno, dice... Muchas gracias, me voy. Bueno, dice, ¿por qué no participa nosotros cada vez que se van los alumnos, que ahora dentro de cinco minutos despedimos todos los días cantamos el himno del colegio? Claro, está muy bien. ¡Ay! ¿Qué momento? Entonces, fue el tipo y preparando para cantar el himno del colegio, era otro. También. Lo habían cambiado. Y entonces se fue y sí, saludó. Bueno, igualmente le digo. Dice el tipo, le agradezco por haberme permitido esta visita al colegio número 45. No es ese el colegio número 45. Pero eso es lo que pasa en cada regreso. Uno no vuelve nunca al lugar del que se fue, porque mientras uno hace la maniobra del regreso, el lugar a donde uno regresa también se está yendo. Así que aprovechemos. este momento porque hay que correr muy ligero para estar en el mismo lugar. Sí. Cuando volvamos a la Argentina es otra cosa, porque la Argentina cambia mucho más rápido que Madrid. Así que nosotros tenemos un viaje de diez días y vaya a saber lo que encontramos cuando volvamos. Muy bien. Tenemos aquí, si quiere, vamos al programa en la parte conceptual. Por favor. Salvo que usted quiera... No, yo creo que tenemos que agradecer a la gente de Tita de Buenos Aires, que nos han mandado unas empanadas increíbles y hacen sándwiches de miga, cosas argentinas acá. Muy, muy, muy rica. Tita de Buenos Aires. progresado con las nuevas tecnologías. Bueno. Y tenemos aquí una serie de sugerencias para aquel que quiere comprar una casa rodante. A mí les quiero decir esto. Toda la vida quise tener una casa rodante, moverme con la total libertad por el mundo. Pero elija una de las dos cosas, o tiene una casa rodante o se mueve con total libertad. No está aranclado ninguna... Vaya a saber que libertad es la que está aludiendo el señor. No, no, no. ¡Viva la casa rodante! No, no. No, señor. Eh... Yo quiero hacer una pregunta. Sí. Y... ¿La casa rodante... cuando va enganchada al auto, a mí me gustan de esas. Sí, claro. Porque el auto ya lo tengo, porque hay unos que compran un ómnibus y dicen que es una casa rodante. No, la verdadera casa rodante es el auto y atrás enganchada a la casa rodante. Aquí cuando todo el cuerpo lo llama auto caravana. El motorhome. Ahora, la pregunta que yo le hago es esta. Yo voy manejando en el auto y el resto de mi familia puede ir arriba. No señor. ¿Cómo no? Entonces no es una casa rodante. Sí es una casa rodante. No señor, a mí me gusta el tipo manejando y en la casa rodante la mujer limpiando, restando a los hijos, los hijos asomándose por la ventanilla, esas cosas. Pero usted tiene una idea muy infantil de la casa rodante. Como de todo. Lo que pasa es por eso... estamos metiendo... Perdón, ¿usted quién es? Bueno, somos compañeros de trabajo. Ah, son compañeros que están de vacaciones y... No, venimos a comprar una casa rodante. No, bueno, pero se están por ir de vacaciones. No, no, primero la casa rodante, después hablaremos. Trabajamos juntos. No, está bien, si no, yo cada uno... Yo soy divorciado. Está bien, sí, señor, no le pregunto nada. Bueno, entonces, qué mejor para un divorciado que irse a vivir a una casa rodante. Eso es lo que quiero decir. La idea nuestra no es ir de vacaciones, sino Nos fuimos, un mes en Almagro, otro mes en Banfield, ahí estacionamos y nos quedamos. Yo que no se puede estar mucho tiempo. ¿Cómo no se puede? Porque imagínese que le cobran alumbrado, barrido y limpieza. Pero si yo... Qué barrido, barremos nosotros. Bueno, sí, pero en la vereda hay un frentista, por ejemplo, que vive en la calle Apolinario Figueroa 128. Bueno, vamos a otra calle. Bueno, sí, lo que le digo es que... Químelo, no se nos vea o qué le molesta. Ustedes están tirando las cosas... Así no me lo vas a vender la Casa Rodante. No, yo lo que le digo es que la Casa Rodante es para rodar. ¡Oh! Para rodar. Usted va de viaje... ¿Qué quiere? Que la lleve arrastrando. Escúchame una cosa, mire, ¿por qué no me muestra? Claro, eso es lo que queremos ver. Porque hablar es fácil. ¿Ustedes buscan algo económico o algo muy importante? Vamos a ver, eso son cosas de nosotros. Lo importante, yo creo que quede claro acá en la conversación, las dos camas están separadas. Bueno, hay una arriba de la otra. ¿A qué se refieren? A las camas porque es el modelo más pequeño que se llama así, una arriba de la otra. Sí, claro. Pero a ver, muéstremelo. A ver. Mire, esta por ejemplo. Es muy pequeño. Bueno, sí, yo le dije. Es pequeño, pero si usted duerme en posición fetal. Sí, pero... Escúchenme. Es muy cómodo. Ahora, ¿qué adelantos tiene? Bueno, tiene, por ejemplo. Bueno, tiene dos ruedas para empezar, por supuesto. Dos o cuatro. Cuatro tiene el auto. Claro, más dos de la casa rodante son seis, ¿de cierto? Bueno, bueno. Tiene por supuesto dos ruedas, tiene... Pero si las desenganchamos desde el auto, se cae. No, le pone la pata, señor. No, es como un carro. Bajan unas patas que se instala. Por supuesto tiene una mesa plegable. ¿Dónde está? No la veo la mesa plegable. Está plegada. ¿Está por allá de usted? ¿Dónde está por allá de usted? Sí, es la mesa. Esa es la mesa. Esa es la pata. Mire, hay un agujero en el piso. No, eso es el baño. Ah. A mí me dijeron que cuando uno va a usar el baño... Sí, todo se usa en el baño. Claro, pero en ese caso el que maneja... No puede. Tiene que acelerar. que hay un cartel que dice prohibido el uso del baño a menos de 40 kilómetros por hora. Como antes en los trenes, que decía, está prohibido el uso del baño mientras el tren se haya detenido en las estaciones. Claro. Porque imagínese. Sí, no, bueno. En cambio usted va 140, 150. Bueno. Y es como lo mismo que pasa en los aviones. ¿Cómo es el sistema en los aviones? Te vas al baño y somos gente grande, ¿no es cierto? Sí, sí. ¿Qué? Los detritus. ¿Por dónde van a caer? Por el agujero. Pero no. En el aire, se muere en el aire. ¿Qué se va a morir? No, no. Señor, con la cantidad de vuelos que hay. Son 10.000 metros, señor. Cuando llega al suelo, lo confundís con una mariposa. No, no, no. Ese es otro efecto. Imagínese. La gente que vive en Barajas y si hay ceniza volcánica. Sí, claro. A la feria con paraguas. Claro. Está nublado. Tiene un sistema de lo que se llama baño químico. Exacto. son distintas sustancias... Viene a ser baño físico, baño químico. No, no, es químico. Es químico, sustancias que hacen, digamos, la conversión en, por ejemplo, compos, humus... Bueno, esas son lombrices. Se llaman lombrices. La vida se perpetúa. Si no fuera por las casas rodantes, esto sería un páramo. No, mire, por supuesto... Tenemos los modelos más sofisticados de las casas rodantes. Si no tenga miedo. los baños cuentan con lo que llamamos recursos químicos, lo llamamos así. Qué bien, lo que dijo el señor. Sí, pero es un... ¿Tiene puerta el baño? Porque, un momento, para nosotros la intimidad es esencial. Bueno, hay una puerta también plegariza. Sí, pero es un peligro. No, no, se le da. Si esas puertas parecen acordeones. Sí, no, estas, ustedes, digamos, está la que está doblada en dos, o la puede tener doblada en cuatro. Que tal como anda. El modelo que elija. ¿Es seguro el acople, disculpe, me lo expresé yo, entre el automóvil y la casa rodante? Sí, sí. Porque si se te desprende la casa rodante... Imaginate el desastre que puede ser. Queda boba. Queda quién? Queda boba por la ruta. Bueno, nosotros hicimos un viaje con unos amigos en Casa Rodante a Chile, que está separado del argentino, las cordilleras. Cuando llegamos al punto más alto, se desprendió la Casa Rodante, paró justo en Buenos Aires. Iba doblando, además, por las curvas. Es raro eso. No, esto tiene nuestras casas rodantes, tienen el doble gancho. Bueno, el de seguridad. El de seguridad. El de rompe un gancho tiene el otro. Exacto. Sí, es elemental. Acá vamos a echar mano de este texto que es como un folleto. Dice, la casa rodante tiene algunos problemas, nos dice la experta Deb Sartin-Siegert. Sí. Pero al leer los foros. Sí, está bien escrito, sí señor. Escrito sobre Casa Rodante. Y me he dado cuenta de que no importa, siempre son más las ventajas. No debió decir esto. Antes de comprar una, maneja, probale la Casa Rodante a otra persona. Claro. Hay que probar, por eso ahora muchos alquilan, aquí alquilamos también Casa Rodante. Ah, sí. Sí. Entonces usted puede alquilar. ¿Se puede alquilar por un día? No, por un día no. Hay un mínimo de cuatro años alquilar. Es difícil, ¿no? Bueno, pero usted para tomar la decisión, creo que hay gente lenta para decidirse. Entonces la tiene que probar en el mar, en lagos, en la llanura, en el desierto. ¿Cuál es la más lujosa que tiene? Sí, vamos, vamos, hombre. Así bien. La más amplia, digamos. La doble deluxe. ¿La doble de? La doble deluxe. ¿Cómo es, a ver? Tiene dos pisos. Esto es lo que acá... Ahora sí. Acá me gusta porque incluso puede dormir uno arriba y otro abajo. Sí, claro. Salvo cuando otro está manejando y el otro está dentro, haciendo las tareas. Sí, pero... ¿Se puede cocinar adentro de las casas? Sí, tiene cocina. ¿Tiene cocina? Tiene cocina plegable. Ah. También. Todo es plegable. Y no será peligroso porque aquí yo veo una garrafa de gas, un depósito de cohetes para Navidad. Sí, porque tiene... Está muy cerca. No sé por qué tiene eso ahí. Un chispazo vuela todo. Claro, imagínense. No, imagínense que acá es todo material sintético, todo plástico. Ahora, a mí me han dicho que algunas casas rodantes son lujosas, pero no tienen baño. ¿Por qué? Porque si estamos en el medio del campo. Ahí tiene la pampa húmeda, me dijo el vendedor de otro comercio. No, no, porque nosotros también tenemos la casa rodante sustentable, eco-friendly. Claro, porque está en virtudes sintoníacas con los nuevos pensamientos que hay en el mundo. Esto está hecho, exacto, esta que ve acá, por ejemplo. ¿Qué? ¿Cuál? Esta. Ah, ¿es sustentable? Mírate, no sabía. Así como la ves. ¿La alquila o la vende? No, serio. Así como la ve, está hecha con residuos. Sí, dame perlicía. ¿Qué va a hacer? Porque cuidamos... Es una cáscara de huevo. No, señor. Cuidamos el planeta, nuestro planeta, que es el único... La Tierra. La Tierra que tenemos. ¿Y salimos a qué? ¿A qué? ¿A pasear? No. ¿A qué? A abrazar la naturaleza. ¿Cómo voy a poner abrazar la tierra? Acompañarse alguno, qué puedes pensar. Nosotros cuando hacemos, por ejemplo, esto ya lo digo a título personal, los nudistas... ¿Usted es nudista? Sí, señor. Hoy no me permitieron acá porque estoy en otro país. Bueno, bueno. Los nudistas vamos en casas rodantes, vamos en grupo. le sacamos el techo a la casa rodante, se hace como de escapotable. Sí. Y entonces cada uno está desnudo mirando el cielo. Le hago una pregunta, ¿tras maneja también o ponen algo en el asiento? Claro, porque el asiento plegable también... No, para manejarse ponen esos que ponen los tacheros con las bolitas, vioque, para la espalda. Como es, explíqueme bien. Es como un asiento de bolitas. ¿Nunca tuvo eso? Sí, siempre, pero... Bueno. Y usted se va masajeando, eso le permite movilidad, le permite una distancia del tapizado del asiento, y usted llega muy relajado. El sueño nuestro es convertirnos... en aventureros permanentes y vivir en la casa de los bales. Una vida de viajeros. Ahora, cuando me preguntan la dirección, ¿qué dirección le doy la patina? ¡El mundo! Y no me admiten. Yo fui a sacar un crédito y dije, dirección, el mundo, le pongo. Y no me lo dieron. Bueno, para un crédito no, pero usted dice, soy ciudadano del mundo. Miren, los viajeros como ustedes hacen siempre el viaje iniciático en Casa Rodante. En América es ir a Alaska. Claro, porque es una línea recta. ¿Usted agarra la Panamericana? Poco nudismo en Alaska. Sí, poco nudismo. Dice, hay que practicar mucho el estacionamiento. Claro, porque... ¿Cómo estaciona? ¿Difícil? ¿Marcha atrás? Claro, porque incluso en ser dos partes pueden tener juego. Sí, sí. Y usted termina arriba de la vereda. Miren, le voy a decir una cosa. En realidad, yo estaba enamorado de una chica que tenía una casa rodante. La verdad que me gusta. Sí, sí, se lo puede suceder. Es una tinta característica. Entonces, bueno, la seguía. ¿Cómo la seguía? La seguía, pasaba ella la seguía, porque quería ver dónde vivía. Me di cuenta que no vivía en ningún lado. Claro, ¿por qué? Entonces, bueno, un día la vi pasar, tomé un taxi y le digo al taxista, siga a esa casa rodante. Bueno, está bien. Claro, es que es extraño. Y bueno, por ahí paró en un semáforo, me bajé y le golpeó la puerta. hay que decidirse y es el momento. Preguntas a la tipa... ¿Quién es? Sí. Me digo, mire, usted no me conoce. Soy una persona así, así... Está en semáforo, ¿eh? Sí, ciudadano del mundo. Yo quisiera intimar con usted, le digo. No, hombre. Y ya estaba el número 4 en el semáforo. Sí. Y dice, bueno, pero mi marido está manejando el auto adelante. No. Y me dije, ¿cuál es su nombre? Me hice ermenia. Yo terminé con... No, es que terminemos no había ni empezado. Pero digo, terminemos con esta prevención que el mundo burgués tiene ante el amor. Su marido está mirando para adelante. Pero, sí, guamales, ¿qué quiere? Y además el tipo... La convencí con eso. Al tipo le gusta más la casa rodante que ella. Sí, ¿para qué tiene una casa rodante uno? Si no para no pensar en su novia, esposa guamal. Bueno, muy bien. El tipo dice, bueno, pase, por favor. Ah, a ver, ¿se subió a la casa rodante con el tipo adelante? Con el tipo adentro. Primero digo, espere que voy a pagar el taxi. Sí, igual. Voy a pagar el taxi, porque tampoco me gustaba quedar así como una persona sin responsabilidad. No, muy bien, muy bien. ¿No es cierto? Usted no... No, sí, está bien. Y entonces, bueno, ¿para qué le voy a describir una cosa así, no? Me dice la típa, me dice, póngase acá. Pero avanzaba la relación. Sí, sí. Directamente. Pero se dice que hubiera desplegado la cama. Claro. Ah, bueno. Bueno, muy bien. Le digo, bueno, vamos, dada la premura del caso, dé por dichas todas las cosas. Bueno, sí, era todo así. De formacionales, te amo, qué se llaman. Pero... Está por dicha. y dice córase un poquito para acá porque tengo miedo que mi marido nos reloje por el espejado en la curva y en eso parece mentira y en una curva el tipo miró para atrás y vio algo algo que no alcanzó a identificar claro entonces vimos que el auto se iba deteniendo y la gente dice vistasé Dice que mi marido está sospechando. Ahora va para el auto, va a bajar y acá vamos a tener una escena. Bueno, estacionó el equipo. Fue estacionando, por suerte, y tardó un poco. Y me dice la típa, mire, tengo acá... este uniforme de bona fide si, si son unos tipos que venden chocolate chocolate, si, que tiene un... una porque si no con que pretexto, claro, claro no, pero pretexto igual no sirve señor bueno, me vestí con las cosas de bona fide si no no está bien, me gusta, pero es una buena cuartada claro, y dice que está pasando acá el tipo? si, el tipo bajó la viola, pero dice que está pasando acá pero con buena onda o? no, bueno y yo le digo, buena fide. ¿Bona fide? No es nada. Y la señora encargó bombones. Y se los está comiendo. Y el tipo la mira y dice, ¿cómo se te ocurre encargar cosas cuando vamos a una casa rodante? ¿Cómo hace uno? ¿Para pedir un delivery, tiene que correr por la ruta a 120 kilómetros por hora? Dice que no entendés lo que es esto. El tipo tenía ganas. Y me dice, ¿no sabe la vida? que llevo a 12, señor. Sí, sí. Y por ahí... Pero no preguntó dónde estaban los bombones. Y los bombones. Y bueno, no supimos qué decir. Pero que ya se los habían comido, que ella... No se me ocurrió eso. Usted porque vende casa rodante, se las conoce todas. Que ella ya los había comido. El tipo nos dejó en baño la ruta. Bueno, les digo algo bueno. Se quedó con ella. No, pero a mí ya sin casa rodante no me interesaba tanto. No, bueno. Porque yo tengo esto, a mí una mina tiene casa rodante, me interesa, me interesa. Bueno, claro. Ya si vos me... vamos a un baile que soy yo y de golpe... ¿Cómo te llamás, fulana? Mira, tengo que decirte algo. No tengo casa rodante, dice la mina. Yo la largo ahí en medio de la pizca. Bueno, no, sí. Pero hay poca gente que tiene casa rodante en un baile. Eso es lo que me dicen mis amigos, por eso no consigo novia. Sí, bueno, es raro. Ni por casualidad. ¿Qué otro modelo tiene? Bueno, yo he contado alguna vez aquí en el programa, pero el público se arruina y va, que de chico teníamos distintas casas rodantes. ¿Esto es verdad? Todo es verdad, señor, esto es la radio. Y he tenido una casa rodante de autor. Ah, esas me gustan de fantasía. ¿Qué tiene? ¿Toro y qué más? No, no. De autor un tipo que diseña y le pone el nombre a esta se llamaba Gacela Segunda. Había una Gacela Primera. ¿Era mejor? No, era otra. Como de la familia. Y entonces tenía también todas las comodidades. Se le sacaban las ventanas de pronto. Qué comodidad espectacular. Para que corriera aire. Bueno, hay casas que usted las estaciones en medio del campo, las va desarmando y cubren un área de 500 metros cuadrados. No, es como de chatarra. No, porque, por ejemplo, la casa rodante tiene que cocinar, se hace humo como acá, miren. Sí, claro. Y... ¿Usted dejó algo en el fuego? Sí, creo que sí. Dejar con el fuego. Entonces, para que circule el aire y podamos relacionarnos con la naturaleza, usted tiene que abrir todo y, a veces, tiene que sacarla a ventana. Sí, y otra cosa que yo estaba pensando cuando veníamos para acá. ¿Usted sigue siendo el amigo del señor? Pero claro. ¿Dice que es un programa de sujetos inconstantes? No, no, está bien. Somos compañeros de trabajo, que en un momento nos hartamos de la rutina, también nos hartamos de los comentarios que hacían nuestros compañeros. Él es soltero. No, está bien. Está perfecto. Sí, sí, sí. Soy soltero por esto de las casas rodantes. Porque para el hombre casado con cuatro hijos, la casa rodante no, no se las consigue. No, bueno, claro. Primero, ¿a qué colegio lo llevas? No, es difícil. Los chicos, un día en cada colegio, ¿nos terminan de adaptar a ser...? No, bueno, porque la tiene que usar ahí en vacaciones nada más. Usted usa su casa fija y su casa rodante cuando se va. Igual con los chicos es difícil porque para el chico es una novedad los primeros 20 minutos en la Casa Rodante, después se aburre. Yo lo que le dije a él, le dije, juntemos los ahorros, él está soltero, yo divorciado, con lo cual ya no quedan dudas de... Sí, sí, señor. Él es divorciado justamente porque hubo un malentendido. Sí, claro. Bueno, yo fui a visitarte, ¿te acordás? Sí, claro que me acuerdo. Bueno, el que tenía casado me atendió la señora esposa. Sí, sí. Y entonces, bueno, vio cómo es uno sensible al amor. Y digo, mirá, yo soy muy amigo de fulano, le dije, la mujer de él, ¿eh? Una santa. Pero no soy de madera. No, no sé ni lo que... Me acabo de enamorar. Digo, ¿por qué no aprovechamos esta tardanza de Rubén? Pero de quién se había enamorado usted? De ella, claro. Ah, bueno, bueno, bueno. Y me dice, bueno, dice, cómo no, en vista de que usted es el mejor amigo de Rubén, no me puedo negar. No, pero esto es una locura. No me puedo negar. Entonces, ¿qué pasó? Llegué yo. ¿A quién llega? Rubén. Entonces me dice... Él justo había salido antes de la oficina, no sabía el motivo. Y Elena, sí se llamaba. Sí, Elena, sí. Me dice, tengo una idea, dice, ¿por qué no te pones este uniforme de la bona fide? Pero no. Y cuando él venga le decía que venía a traer bombones. Le digo, pero él me conoce hace 20 años. Claro. Uy, dice la mera. Bueno, pero no se me ocurre otra cosa. Entonces yo me puse... Se puso en uniforme. Incluso yo ya tenía una caja de bombones preparada ahí, para casos como este, me dijo. Y entra él. Entró. A que no sabe dónde conseguí un trabajo. y ahí se separaron. Miren las cortadas que hay. Le dije, juntemos el dinero que nos dieron por el retiro voluntario, ya no fuimos del trabajo. 10.000 dólares más 15.000 dólares. ¿A dónde trabaja usted? ¿Vamos a comprar una casa rodante por eso? Y por eso estamos aquí. Tenemos lo más de lo más. He visto que hay casas rodantes incluso con Garage. Bueno, por supuesto le dije el modelo deluxe que tiene dos pisos, tiene una escalera caracol. Es verdad que viene con motos. Usted le puede poner... Bueno, y con lancha. Claro. Con lancha. En caso de... Yo creo que hay un modelo de casa rodante que se llamaba bollita. Sí, yo me acuerdo, era de plástico. De plástico. Tenía la forma de una bolla. Sí. y flotaba. Usted llega al... Al río ni siquiera se tiene que bajar. Es claro. Sigue de largo. A mí eso es lo que me gusta. Vás en el auto, llegás al mar, lancha. Claro. Sí, se transforma y sigue lo mismo. Todo igual. Bueno, ¿qué precio tiene? Bueno, 25.000 dólares. ¿25.000 dólares? Justo lo que juntamos. Lo que juntamos. Bueno, muy bien. Muy bien. Muy bien. ¿Sirvas entonces? ¿Estos son los 25.000 dólares? ¡Ay, ay, ay! Espérenme un segundito. Trajimos parte en dólares, parte en 100 pesos argentinos. Bueno, porque yo empiezo a contar aquí, me parece que la cuenta no llega. No. ¿Pero usted vio la caja que hay afuera? Vi una caja de bombones. Usamos para guardar los dólares negros. Sí. Bueno, mire, como sea... Un segundito. No, yo le digo, yo estoy trabajando. Ey, ey, ey, un poquito baja el tono. No, lo que le digo... No, no, no, no me gusta. Yo tengo una vida también, eh. ¿Puedo hablar un segundo? Usted no sabe con quién está hablando. Bueno, bajen un poco el tono, por favor. ¿Puedo hablar un segundo con mi amigo? Sí, hable. No me gusta nada este vendedor. Lo mal llevado que es, lo petitero, los gestos que hizo cuando hablaba de lo sustentable. ¿Qué te parece si nos damos a conocer como lo que en realidad somos? Llegó el momento. Dos ladrones que vinimos a saltar lo más fácil de saltar. Una casa que vende casa rodante. Salimos rajando con la misma casa rodante que él nos quería vender. ¡Ajajaja! Perdón. Nos vamos a divertir nosotros. Perdón. Sí. Terminó la conversación con mi compañero. Terminamos de hablar. Bueno, ¿van a llevar el modelo de lux o uno más económico? Un momento, me lo voy a hacer en una última conversión. Lo asaltamos así nomás o déjame lo amé, déjame lo amé que lo vengo midiendo desde hoy. Dale, dale, dale. Aquí estamos de nuevo, señor. Un momento, un momento. Que no sospeche que somos ladrones. No, no, no. No va a sospechar que somos ladrones, no. No, señor, ¿de qué están hablando? Me dijeron que trabajaban en una oficina, los dos y que... Claro, ¿cómo vamos a mentir en eso? Bueno, pero será que aprovechemos que no hay nadie en el negocio. para sacarnos las caretas. ¿Qué? ¿No son amigos? Sí. Somos amigos de los agentes. Sí. Mire lo que tengo acá. No, no. No, acá en la otra mano. Sí, sí. Deme todas esas casas rodadas. ¡Vamos! Si no quiere que lo quemen. Yo estoy entendiendo bien. Sí. Va, depende. Depende de lo que diga ahora. O esto es un asalto. Claro. Esto. Usted brillante. Te he dicho la palabra exacta. Asalto con todas las letras. H, A, Z. Bueno, quiero decirle que el local, el emporio de la Casa Rodantes, cuenta con cámaras de seguridad que están siendo en este momento registradas. ¡Dámelas también! No las queremos las cámaras, ¿no? Ustedes están siendo monitoreados por la policía. ¿Qué? Que va a acudir en cualquier momento. ¿Vas a acudir? ¡A acudir! A-Q-D-I-R con todas las letras, H-A-C-U. Ey, ey, ey. Un segundo quiero hablar con mi amigo, ¿puede ser? Sí. ¿Y si volvemos de vuelta al argumento anterior? ¿Y somos los amigos? Ja, ja, ja. ¿Qué? Hemos hecho víctima de una chanza. En el trabajo nos dicen los chistosos, siempre hacemos personajes. ¿Y qué me dice de la pistola? Un momento. Es sustentable. ¿Qué me decís de la pistola? ¡Es de juguete! ¿No te la has dado? ¡Es de juguete! ¡Claro! Bueno, mire, igual esto tipifica como amenaza, porque si usted entra a un local con una pistola de juguete... Sí... Imagínese... Te mandan a la cárcel de juguete. ¡Claro! Bueno, no sé cómo podremos arreglar esto. ¡Y bueno! ¿Qué le podemos cobrar? No, no, ustedes no. ¿Qué le puedo cobrar yo? Ahora, si se lleva en la Casa Rodantes, cuesta 35.000 dólares. Usted es un ladrón. Aumenta todo, aumenta todo así. No, no, no. Usted es un ladrón. No, yo no soy un ladrón. Yo vendo casas rodantes. Pero ¿sabe qué? ¿Cómo lo podemos arreglar esto? A ver. Si me convidan alguno de sus bombones, esto queda acá. ¿Le gusta Andelicuer? me encantan, son mis preferidos. ¿Señora esposa es esa persona que está allí? Sí. ¿Adentro de una casa rodante transparente? Es ella misma. Entonces creo que podemos conversar. Si a usted le parece, dejé la puerta abierta de la casa rodante aquí en Madrid, solamente para que entre la brisa... La brisa de barajas en este caso. Sí. Vaya hablando porque estamos buscando. Vaya a buscar el dinero. ¿Y qué? Vaya a buscar el dinero. ¿Voy a buscar el dinero? Sí, sí, el dinero del pensamiento ajeno. Muy bien. Voy a buscar el dinero y cuando vuelva... Espero que estén allí. Sí. Con permiso, ¿eh? Yo iba a contar una historia, pero ahora que vino usted y que estamos con dinero, vamos a contar otra. Pero también es una historia de amor. Bueno. pertenece a los mitos griegos. Había una doncella muy hermosa que se llamaba Io. No es un buen nombre. No, sí, un poco breve y vocal. Era sacerdotisa de la diosa Hera y fue amante de Zeus. Usted me dirá ¿quién no fue amante de Zeus? El príncipe de los dioses griegos. Bueno, ahí estaba la tipa. El amor de Zeus, por la belleza de la joven, se añadió a unos hechizos de una bruja llamada Lingue, que en medio le hizo un trabajo a Zeus, acá entre nosotros, y lo enamoró todavía más. O sea, la tipa era linda, fenómeno, pero aparece la hechicera Lingue, le da un gualicho, anda a saber qué, y Zeus se enamora más todavía. Parece... que en un sueño se le ordenó a esta chica, Io, que se trasladara a la orilla del Lago de Lerna y se entregara allí a los abrazos de Seuers. Así de fácil fue. Sí, se entiende. El tipo estaba durmiendo, se le aparece a alguien, o se le dice, oye, tenés que ir ahora mismo a orillas del Lago de Lerna y entregarte a los abrazos de Seuers. Bueno. Así dormida como estaba y todo fue. Y en realidad no fue. Primero, porque era una chica muy de su casa. Le contó el sueño al padre, lo peor que puede ser. ¡Oh, lo peor! Si vos tenés un sueño profético donde te ordenan ir a la orilla del río para entregarte a no sé quién, lo último que tenés que hacer, siendo una doncella, es contar sobre a su viejo. Bien, el padre... cuidadoso fue a consultar al oráculo de Delfos y al oráculo de Dodona, que es como una competencia, ambos oráculos le dijeron que debió obedecer. Mire, dígale a su vieja que si no obedece va a ser fulminado usted y toda su familia. Antes ponse que la polla, anda. Y ahí nomás se unió, vamos a decirlo así, a esta doncilla, y muy pronto la mujer de Zeus era, con todas las letras, sí, se llamaba así, señor, sospechó de esta aventura. Ahora bien, para apaciguar los celos celos de Hera, Zeus tuvo una idea maravillosa, se disfrazó de vendedor de... ¡Ah, no! ¡No, señor! convirtió a su amante en una ternera de maravillosa blancura. Esas son ideas. Pero mire qué es para transformar. Para eludir los celos de tu mujer, disfrazás a tu amante. No la disfrazás, la convertís en una ternera. Y bueno, ahora era, y dijo, ¿y esta ternera? Un día lo veíamos. Y es lo primero que pregunta. Y si hay esta ternera blanca, ¿qué significa? No, yo soy una ternera. Claro. Que era sospechó. Como sospecharía cualquiera, señora. Sí, aparece de golpe. Cuando llega a sus casas y encuentra a su marido con una ternera blanca, lo primero que dice es, y esta ternera. Y entonces Zeus le dijo, yo un regalo para ti. Muy bien. Pero una ternera, ¿quién regaló una ternera? Era una diosa. le gustan los terneras. Claro, sí, sí. Y entonces era aceptó. Se pensaba visitarla a la ternera cada tanto, tener un amor clandestino, pero una ternera no deja de tenerse un canto. Pero era que seguía sospechando, le puso un guardián a la ternera, que era Hío, la doncella Hío, era una ternera. Y el guardián era nada menos que Argos, el que tenía cien ojos. 100 ojos, la vigilaba, incluso dormía con 50 ojos y con 50 estaba despierto. Claro, tremendo. La ternera, extrañando a Zeus, andaba con Argo, Argo la sacaba a pasear, anduvo errante por todas partes y parece que era una ternera mágica porque allí donde ella pisaba la florecía, brotaban nuevas plantas. Y Zeus resolvió liberar a la ternera de su custodia y le encargó al dios Hermes, aquel de las compañías de seguro, con alitas en las patas, que fuera y le robara a la ternera algo. Dice, ¿cómo voy a hacer eso, dijo Hermes? Porque algo duerme. nunca duermen 50 ojos vigilante 50 no y bueno matalo bueno lo mato con una cimitarra pero resulta que era le mandó un tábano moscaredón y el tábano la atormentaba la ternera, vio cómo son las terneras sensibles a los tormentos que le propicia un tábano. Sí, además el tábano... Y entonces ahí se volvió loca, el tábano la enloqueció y empezó a correr por toda Grecia, por toda Grecia, pasó por ejemplo por el mar Egeo y había un golfo allí. que tomó el nombre de Golfo Iónico, o sea, Jónico. Bueno, siguió corriendo, pasó por el El Esponto, que ya había tomado ese nombre de otro mito, pero a partir de ahí empezó a llamarse el El Bósforo, que es nada menos que el paso de la vaca. Y mientras tanto Segu trataba de encontrarla, pero no, llegó hasta Egipto esta chica, Io, ahí fue bien recibida. Y a orillas del Nilo, milagrosamente recuperó por un rato su figura humana. Justo llegaba Zeus. Justo que llegaba Zeus. Y Zeus dice, ¿qué os queréis hacer un pasero un brindis? Y tuvieron un hijo, el pequeño Epaphos. Pero era... persiguió a este niño épafo con su odio, su celo, todo, y encargó a unos malandras amigos de ella que se llamaban los curetes, y... y raptó al niño. Lo raptó. Y me dijo que lo hizo... lo mandó a países lejanos, que eso lo ocultó, no lo vieron más, no lo vieron más. Seus le preguntó a los curetes... que si ellos sabían algo, ellos le dijeron que nada. Pero ¿sabes qué hizo? No les creyó y los mató con un rayo. ¿Cómo estaba, eh? Es una familia que luego de escuchar este mito usted dice después de todo, mi familia no está en el Las Danaides eran unas chicas, 50 eran. 50 eran. Imagínese tener 50 hijas, ¿no? Sí. Pero no me dan las cuentas. Con distintas madres, supongo yo. Si no, el mérito es de la señora. Claro, claro. O de a quien dijizas, podré decir. No, no, no, no. Hay muchas historias de tipos que tienen 50 hijas. Había un rey que tenía 50 hijas y Heracles fue a combatir a un león, creo que al león de Citerón. Y entonces se alojó durante 50 noches en la casa de Eterrae. Y el rey le dice, mira, en agradecimiento, te voy a dejar ya ser... por esta noche, o por las noches que quieras, con mi hija mayor. Y en realidad, dice, el tipo la primera noche estuvo con la hija mayor, pero la segunda noche lo mandó a la segunda. Eran épocas en que... No había luz. Claro. No había luz ni había la costumbre de hacer el amor con la luz prendida. Incluso los enemigos de los griegos decían que los griegos eran pervertidos porque eran incapaces de hacer el amor en ocasiones con luz. Pero era Akles, era muy apegado a las tradiciones, siempre al escuro. Bien. Como en el caso... en el caso de los mitos hebreos, donde también pasaba algo parecido, estaba Jacob, y me voy a extender total. Bueno, venga. Jacob tenía dos. ¿Dos qué? Una que le gustaba. Sí. ¿Y la otra? Y la otra que no. Entonces, le pide al padre de Raquel y Lía, que eran las hermanas, yo me quiero casar con la mayor que era Raquel. Y el padre le dice, no, mejor casate con la menor, no sé por qué. Quería sacarse encima la menor. No, no, dice, me gusta la otra. Ah, sí, te gusta la otra, buen fenómeno. Lo casó, pero la noche del casamiento, le mandó a la otra, le mandó, sabiendo que todo se hacía oscura. Pero, Jacob y Raquel habían hecho un sistema de señas que de acuerdo a cómo te tomaban la mano y cómo te agarraban el dedo, ya sabías quién de las dos era. Ustedes me dirán, ¿por qué no se los preguntaba directamente? Porque es posible conversar sin luz. Sí, sí. No se estilaban en esa época. No, cuando está oscuro no se habla. Está bien. Bueno, al final... ¿La descubrió? Sí, la descubrió, pero fue el marido de las dos. Bueno. No quería decir esto, pero lo tuve que decir. Bueno, ¿qué pasó entonces con Ío? No sabemos. Pero sí sabemos que no se detenía nunca. El amor es tal vez eso y la locura es tal vez eso. El que está enamorado se mueve, va de un lugar a otro, resiste persecuciones, resiste custodias. Según dicen, en una ocasión volvieron a encontrarse. Zeus y esta chica, Io. Ya no se dice si bajo la forma de la ternera o de la hermosa doncella, porque uno al final no sabe cuál le gusta más. Seu se acercó, la miró fijamente a los ojos y le dijo, amor de mi vida. Continuamos en la venganza, será terrible, estamos en la ciudad de Madrid, en España, nuevamente aquí, ahora en el Teatro Gran Vía, con muchísima gente. Estaremos el martes en Valencia, en el Teatro Olimpia, y el próximo sábado en Barcelona, en el Teatro Apollo. Esos serán nuestros pasos aquí en España. Señoras y señores, este es el mejor momento para dar comienzo al siguiente segmento. Mire, muchas veces nos hemos preguntado sobre distintas novedades que ocurren aquí. Sí. Y quiero saber si el tatuaje progresa en tanto que tal, doctor. ¿Y en qué tal, cómo le va? Buenas noches. No es que le diga que tal, doctor. sino que le pregunto si es que los tatuajes, la tecnología, progresa en tanto que tal, o sea, en tanto que tecnología, o en tanto que tatuaje, o en tanto que doctor. Bueno... Ante todo, gracias por invitarme a este programa, me dijeron que es muy prestigioso. No, es que yo le había comentado a él que compré su último libro, El arte de los tatuajes. Sí, el dos compró. No, el uno compró. No, se ha salido el dos. Viene con un tatuaje de regalo, es un QR. Ah, bueno, qué bien. ¿Un cuerno? No, un QR, código QR, que usted si se lo escanea, usted se lo tatúa donde quiere. Y si se lo escanea, accede a un tercer libro que no está impreso. Ah. ¿Comprende? Pero ya lo escribió. Pero ya lo vi. Bueno, la pregunta es esta. O mejor dicho, las sugerencias que tenemos aquí. Tatuajes para parejas. Una idea maravillosa. Usted sabe que en mi... Sabe cómo es, ¿no? Usted está de novio otra vez. Claro. Y resuelve en tatuarse uno una cosa y otro... otra cosa que es complementaria. Claro, señor. No sé si me interpreta lo que le quiero significar. En mi época se vendían unas medallas que juntas formaban un corazón troqueladas, se partían cada... Pero de qué época es usted, de media valla. ¿Para qué? Le daba la mitad de la medalla a su novia y la otra mitad la tenía usted. Claro. Había una canción que se llamaba Dame la media medalla. Exacto. Que era como rompían. No las medallas, rompían la relación. No, sí, claro. Pero la medalla ya estaba rota igual. Sí, como tantas cosas. Pero si usted se tatúa una parte, por ejemplo, uno se tatúa Bona y el otro FIDE. Ahora, si FIDE se va, Bona no es un chiste que termina en un charlo. ¿Qué hace Bona? porque se queda con la otra parte. Que busca a alguien que en vez de Fidel se llame... Fidel. Por ejemplo, buena tarde. Sí. Yo tengo junto el tatuaje que dice Vena. ¿Qué dice? Vena, bona Vena. No, pero yo bona, no quiero saber nada con Vena. Bueno. A mí me habían regalado, hablando de estas cosas que se complementan, un felpudo italiano que me lo trajeron de Roma. ¡Qué suerte! Decía, bienvenuto. Bienvenuto. Entonces lo puse ahí en la puerta y vio que en el barrio leen bienvenuto. Me empezaron a decir bienvenuto. Sí. Y un día me afanaron medio felpudo. Me afanaron benve. Benben, y quedó Uto. Y me empezaron a decir así en el barrio. ¿Qué hace él? Bueno, esta idea es también. Por ejemplo, una torta. Ah, bueno, eso estaba pensando. Por ejemplo, una torta donde hay 9 porciones y yo tengo la décima. ¿Y por qué? Porque tiene una chiquita. Yo me hice un tatuaje que casi me dé sangre. Y ya se hizo una porción que encima está mordida. Claro. Acá Dan dice... No, Dan el mismo ejemplo con una pizza. ¿Vio? Uno lleva... el símbolo de su sexo. que igual sirve para afirmarse. Pero el símbolo universal sirve como una instrucción casi. Casi casi. Como una indicación. A mí me gusta mucho... está el Jing y el Yang, ahí está. Claro. Después es un uno que es muy común. Los nombres invertidos. Supongamos que usted sale con una chica que se llama Laura. Usted se pone el nombre Laura y ella se pone el nombre Dolina. ¿Y qué ganamos? ¡No! Más bien perdemos todo. Tiene todo para perder, no tiene nada para ganar. Pero digo, eso se usa. Igualmente, ahora lo que me dicen es que se cuida mucho... todo lo que es higiene. Sí, sí, por supuesto. Porque yo tengo estadísticas en 1953. No, claro. 80% de los tatuados fallecían. No, no, pero... Pero porque fallecieron de viejos, muchos. Sí, por eso son de 1953. Claro, sí, se tatuaron en esa época y ya tenían 40. Pero no, no, te podías agarrar, andás a ver qué podre. Claro, porque el agujero... Después viene el asunto que ya el tatuador ahora cambia la aguja. No, no había un tatuador, tenía la misma aguja que le había dejado el padre. No, claro. Y entonces venían unos atrás de otros, los aspirantes a tatuado. y el tipo ahí, bueno, te contagiaba todo. No, mire, yo trabajo todo descartable, todo material descartable. Todo lo que usted ve acá en Walter Tattoo. ¿Eso qué es? ¿Un sándwich? No, este es mi sándwich, porque yo también tengo una vida y quiero almorzar. ¡Ay, qué más llevado! Pero acá en Walter Tattoo... ¿Usted es Walter? Sí. Perdón, ¿no usted quieres? Soy la esposa del señor. Ah, suena a señora. Claro que sí. No se da cuenta. ¿No ve el signo de los femeninos? Mire dónde se lo hizo. Menos mal que se lo tatuó porque si no. Por ahí no me vio por la oscuridad. No, no, perfectamente. Ustedes tienen que estar tranquilos, son una parejita hermosa. Sí, bueno. Estamos cumpliendo un año. ¿Y se van a tatuar? Sí, tenemos que tatuarnos. Yo ya tengo mucho tatuado, ¿eh? Porque yo soy, bueno, soy editor. Sí. Soy el dueño de Editorial Planeta. Sí, yo me lo hago. Y me hice tatuar el Martín Fierro. Sí, pero ya veo. ¡Oh! Aquí me pongo a cantar al compás de la vigüela. Claro. Lo que pasa es que al engordar, los pliegues de la carne... Bueno, tuve que engordar porque no me alcanzaba para la segunda parte. Me pone tapando las estrofas, es complicado. Pero quiero advertirle, usted hablaba de la salud. Acá es todo descartable. Trabajamos con tintas naturales, con colores que provienen de flores. Por ejemplo, ¿usted quiere algo rosa? No sé, no lo consulté. Sí, bueno, algo rosa. Es de pigmentos de rosas. Bueno, y pensámosle... ¿Y algo negro? Es de carbón, es con carbón lo hacemos todo con carbón. ¡Ay, qué bien! ¡Qué linda flor! Pero lo que pasa es que casi no me queda lugar para una flor. Claro, porque es todo texto eso. Claro, es todo texto. ¿Qué les parece acá en la parte del viejo Vizcacha? Sí. Bueno, podemos hacer unos cardos. Pero no me digas que no es una idea maravillosa también, que usted la puede usar. tatuarse poemas, poemas dedicados a su novia. Entonces usted un día llega como quien no quiere la cosa, se saca la camisa o la ropa, se da vuelta y dice por ejemplo Margarita, está linda la mar y el viento trae esencia sutil de azar, tu aliento. Y no me decís nada. ¿Qué? ¿Qué? ¿Qué? No, claro, es raro. Para que voy a buscar los anteojos. Sí, claro. Además, sabéis que tenemos la dificultad con hombres como usted. Desculpeme que se lo diga así. Claro, claro, pero... Pero el hombre peludo... Sí. Para nosotros es un inconveniente. Ese es el libro cuarto, ¿no? Claro, sí. Es que yo lo que le critiqué a él, que se hizo toda esa cantidad de libros de tatuados, que además es tan peludo, que no se le entiende cuáles son las letras. No, por eso, hay que peinarlo para un lado para leer un verso y peinarlo para el otro. ¿Y usted no me puede hacer, digamos, ilustraciones que rimen con los pelos de mi espalda? Bueno, yo le puedo hacer... Por ejemplo, que se yo... Una ternera. ..Personas barbudas. Sí. Bueno, no, si usted... ¿Vio que hay vellosidades? Lo voy a decir así, porque podemos decirlo. Por respeto, claro. ¿Hay vellosidades que configuran mapas? Claro, sí, yo me acuerdo de Bahía Blanca. Bueno, o vio el mapa de la India, vio que la India tiene como una forma de triángulo. Entonces, ¿le puedo hacer la India? La India que es como una montaña al revés. Claro. Entonces yo me pongo para estar fuera de la riva y sale el mapa de la India. Está muy bien. O rostros barbados, o gente con barba. Los futbolistas ahora que son elegantes, se hacen tatuajes de cuadros para que van a jugar. Aquí tengo este catálogo, mire. Esta es una pelota. Bueno, pero pelotas tienen todos, van a jugar. Este es el club, el escudo del club. Sí. Acá tengo los once jugadores. Sí. Acá en la pelota hay una inscripción que dice, si usted le ve bien, moja el pico. Sí, pero eso... No, eso, son pelotas antiguas. Pero eso es muy antiguo y además no sirve para esto, señor, porque puede ser algo anegórico. No sé si son sugerencias que yo le hago. Lo que pasa es que como vinimos a preguntar los dos, queríamos hacer tatuajes complementarios o que hubieran... A mí se me ocurrió, por ejemplo, una frase que es de Buda. ¿Qué? ¡De Buda! Del Buda original, de Siddharta. Ah, del Buda. De Siddharta Gautama. ¿Qué dice Siddharta Gautama? Claro. ¿Y qué dice Siddharta Gautama? Porque no hablaba mucho. Todo amor es eterno. Qué raro que diga eso. Entonces yo me escribo Todo Amor y vos te pones Es Eterno. Cuidado donde te lo pones. Pero es raro que usted vaya después por la vía, va a una revisación médica de una pileta con Es Eterno. Todo Amor, Valleys Passes. No, Todo Amor puede tener problemas también. Bueno, que no puede sugerir. A mí me parece que si quieren los dos tener algo complementario... Sí. Como dicen los dos... Lo que pasa es que yo no tengo ningún tatuaje, como verás. Claro, estoy prácticamente virgen de tatuaje. Sí, sí. Bueno. Y veo que tampoco es tan peluda como el señor. No, nada peluda. Bueno, sí. Digo... ¿Qué les parece si le hago el... Ya que hablamos de lugares, el mapa planisferio... todo el mapa completo. No es mucho. Es mucho, pero... O puedo hacer algo, si no, alguna figura mitológica. Una ternera blanca. Una ternera blanca, un corazón. Vamos a ver, ¿cuánto demora usted en un tatuaje? Y bueno, depende del tamaño, ¿no? Por supuesto. Yo había pensado hacérmelo en los mulos. Y bueno, tres, cuatro meses. ¿Cuánto vale hoy en día un tatuaje? Bueno, en un tatuaje tenemos que empezar a hablar ya con los descuentos, digamos. ¿Descuento de qué? ¿Qué? 25 mil dólares. Justo, sí. El dinero que robamos en el primer bloque. Hicimos un negocio redondo. Yo me tuve que poner una peruca para parecer acá, pero sí, es la plata que le robamos al de la casa de... De las casas de Aram. Bueno, mire, sí, vamos a hacer. Lo vamos a hacer. A pesar de no haber elegido el diseño, aceptamos. Pero lo que puedo hacer es hacer algo sorpresa. Ah, sí. Que eso lo hago por la espalda. Le hago, yo empiezo, en la nuca, y vamos bajando, porque usted lo va a sentir, me va a sentir a mí. Sí. Y es un diseño de sorpresa que le hago a los dos, que tiene que ver con el amor, con todo. ¿Les parece? No sé si es lindo atrás. Y para que no nos veamos. Y si, si no nos sorpresan. Claro, quiere que lo veamos cuando llegamos a casa. Ah, bueno, bueno. Ahora le hago una pregunta. ¿Yo tengo que estar desnuda? Bueno, por supuesto. Amor, ¿qué te va a tatuar arriba la camiseta? No, bueno... Como ve, yo soy nudista. Sí, sí. Insustentable, parece. Lo que pasa es que estoy todo tatuado, tengo muchos textos. Claro, no se sabe qué es tatuado y qué es verdad. Y además me tatué un saco. Mire. Todo esto es un tatuaje. ¿Es un saco o un sapo? Un saco. Le tatué la camisa. ¿Ve? Parezco vestido. Son perfectos. Perfectos. Todavía no terminé, como verás. Bueno, nos vamos a dar vuelta, entonces. Muy bien. Y usted, ¿qué va? ¿Es una frase? ¿Un dibujo? Es sorpresa. Bueno. Es sorpresa. Hay gente que es tan perceptiva que siente mi recorrido y adivina el dibujo. Yo voy a empezar con... ¿con quién quiere que empiece? ¿Qué? ¿Con quién quiere que empiece? ¿Empiezo por usted? ¿O empiezo por él? Como quiera, como quiera. O si no, puedo empezar. Lo pongo a los dos y hago una raya y sigo la raya del señor. Sí, sí. Por el de la señora, sigo la misma raya. Sí, bueno. Sigo por la señora. ¡Vuelvo al señor! ¡Vuelvo a la señora! ¡Vuelvo al señor! ¡Vuelvo a la señora! Bueno, está bien. A ver, empiece. Me voy a dar vuelta. Ahí voy, eh. No es pie por el pie. No, no, yo te miro de frente, de espalda no te estoy viendo. Tiene que ser una sorpresa absoluta. ¿Cuándo va a empezar a tatuarlo? No puede cantar, me cae, me echa todo el aliento sobre la herida. Es para concentrarme porque mientras digo, el artista cuando crea lo tiene que dejar ser. La la la la la la la la Bueno, bueno. Voy con usted, señora. Ahí voy adivinando lo que me estás dibujando. Bueno, apura, sigue. Ya voy terminando. Espere que hago un filbulete acá. Y mi firma. ¿Vas a ver mi firma personal? Justo ahí la tenía que hacer la firma. ¡Ya está! ¡Voilà! Bueno, ahora tenemos que ir a casa. Sí, sí, nos lo vamos a ver. Que lo disfruten, eh. Bueno, muchas gracias. Tómenos 25.000 pesos. ¡Adiós! Bueno, ya llegamos a nuestra casa, amor mío. Sí, sí. La verdad es que tengo una ansiedad por saber lo que nos trató. Sí, yo también. Bueno, porque es que prácticamente nos sacamos la ropa allá mismo. Vamos a sacarla despacito. Bueno, bueno. Primero me saco la blusa. ¿Quién tiene ochenta años la tipa? ¡Cállate! ¡Usted qué se mete! Primero saco la blusa. ¿Y vos? Bueno, yo me voy a sacar primero... Los pantalones. No dijo cómo nos tenemos que poner. ¡Claro! Si vos a la izquierda, yo a la derecha. Bueno. Bueno, listo. Ya está. A ver. Ahora vamos al espejo. Vamos a ver. Al espejo. Con dos espejos tiene que ser. Sí. O llamamos a una tercera persona para que nos lea. Podemos llamar al encargado del edificio. Ahí está. ¿Para qué lo voy a llamar? ¿Hola? Sí. ¿Mancilla? Sí, ¿por qué no viene? Que tengo una cosa que quiero que usted lea. Bueno, bueno, Mancilla. ¿Cómo? Cortó. ¿Qué dijo? Ahora vuelve. Ah, bueno, bueno. ¿Quién es? Mansilla. Me lo sospechaba. Ay, ya llegó Mansilla. Mansilla, mi amigo. Pase, Mansilla, ¿cómo andas? Bueno, ¿qué pasa? ¿Qué pasa acá? ¿Cómo andas tanto tiempo? ¿Cómo le va? Bien. ¿Qué hace esa ambulancia? ¿Cómo ambulancia? Veo que le tatuaron la palabra ambulancia, la veo en el espejo que dice ambulancia, pero ahí... ¿Cómo ambulancia? Al revés. Ahí se lo tatuaron al revés. ¿Cómo ambulancia? No, en el espejo dice ambulancia. ¿Cómo ambulancia? Mi amor, te tocaron ambulancia. ¿Y a mí qué me tatuaron? No, a vos te tocaron lancia y a mí ambos. ¿Y la cruz? Bueno, a ver, júntense. Ahí está. ¡Ah! ¡Miren la cruz! Justo. Sí, justito. Un desengaño. Sí, sí, la verdad que... Pero veo, la verdad que nunca los había visto desnudos. Yo la verdad que... Es como fuerte para la verdad. Quería pedirle disculpas, siempre me veo vestida. Bueno, casi siempre. Sí. Bueno, Macías, no se quede aquí. Estamos los dos desnudos. Si prolongas su estadía, no se está poniendo nervioso. Porque no me lo hacía tan peludo, la verdad me distraje. ¿A qué se refiere? A usted. No me lo hacía así. Con permiso. Y para finalizar, dos palabras bastan. Gracias. oficinanerd.com. Pasión por el podcast.